En un mundo cada vez más competitivo, en el que la innovación y el conocimiento son claramente la clave del progreso, resulta profundamente inquietante ver cómo se está fraguando una fuga de cerebros en pleno siglo XXI.
La reciente iniciativa de una universidad europea, Aix-Marseille, que ha invitado a científicos estadounidenses a trasladarse a su campus ante los recortes históricos en la financiación de la ciencia que la administración Trump está llevando a cabo en los Estados Unidos, es un claro síntoma de una crisis profunda en el modelo de innovación del país y de las consecuencias de poner al mando a un absoluto inculto e ignorante con actitudes de desprecio a la ciencia.
La iniciativa de la Universidad de Aix-Marseille consiste en abrir ...