En el panorama tecnológico actual, Google enfrenta una tormenta perfecta: por un lado, la creciente competencia de chatbots como ChatGPT, Perplexity y otros, que están logrando redefinir la forma en que los usuarios buscan información; y por otro, un juicio antimonopolio en Estados Unidos que expone las prácticas empresariales más que cuestionables de la compañía.
El ascenso de los chatbots y la amenaza al monopolio de búsqueda es evidente. Desde el lanzamiento de ChatGPT por OpenAI, la forma en que los usuarios interactúan con la información ha cambiado drásticamente, hasta el punto de que Gartner prevé que en 2026, este tipo de herramientas resten un 25% del tráfico a los motores de búsqueda tradicionales. Los chatbots ofrecen respuestas directas y contextuales, ...