Los viejos captchas con todas sus estrategias, desde la de leer textos distorsionados hasta la de «selecciona todos los cuadrados que contengan algo«, pasando por los de «mueve esta regleta» o «haz clic aquí», están cada vez más dejando de funcionar. La inteligencia artificial convencional, incluso antes de llegar los nuevos sistemas agénticos, ya es perfectamente capaz de resolver unas pruebas que, en muchas ocasiones, ya resultan más complejas para los humanos que para los propios bots.
Sin embargo, la necesidad de discernir cuándo un usuario o el tráfico que genera es realmente humano o proviene de algún tipo de bot sigue siendo fundamental: los bots se utilizan para todo tipo de fraudes, desde simular tráfico no genuino o