Marimar Jiménez me cita en este artículo sobre las diferencias ente la telefonía fija y la móvil, la actual confusión en el panorama entre las diferentes tecnologías que permiten la comunicación de voz y datos, y la irrupción de la voz sobre IP como alternativa de comunicación. Concretamente, mi cita, hablando de la regulación de este tipo de servicios, viene a decir
«El usuario no necesita esa regulación, y de hecho, vive mejor en un entorno desregulado en el que se puede escoger cualquier proveedor, y éstos tienen que competir en función de su oferta».
Concretamente, mis respuestas a las preguntas de Marimar fueron las que siguen:
1. ¿En tu opinión la voz IP es telefonía o no? ¿Por qué? ¿Y cómo afectar a su desarrollo una u otra opción? Las operadoras competidores de Telefónica parece ser que quieren que se regule como si fuera telefonía…
La cuestión terminológica de si es o no telefonía no me parece que tenga demasiada importancia. Es una forma eficiente de comunicarse. Pero las operadoras, acostumbradas a vivir de la regulación, quieren que todo sea regulado, que alguien les determine por ley la parcela que tienen derecho a explotar en propiedad. Pero la regulación en un mundo sin fronteras y en red es absurda. Si el lobby de operadoras se empeña en pasar regulación al respecto, es posible que lo consiga, porque ya tenemos ejemplos claros de lo que es capaz cuando se pone en ello, pero tendrá que cargar con el coste de estar oponiéndose al progreso. El usuario no necesita esa regulación, y de hecho, vive mejor en un entorno desregulado en el que se puede escoger cualquier proveedor y éstos tienen que competir en función de su oferta.
2. Manejas algún estudio sobre la telefonía IP en cuanto a crecimiento, ahorros que produce en el consumidor, ingresos que está quitando a los operadores tradicionales.
Lo comenté en Libertad Digital, no hace mucho. Lo que se estima es que las operadoras europeas podrían notar la llegada de Skype tanto como en un10% de facturación y entre el 22% y el 25% de beneficio. Se podrían hacer números muy interesantes simplemente tomando la factura de teléfono de una serie de personas representativas de diferentes estilos de vida, y analizando en base a un porcentaje de penetración de uso de Skype, por ejemplo.
3. Con la telefonía IP parece que los operadores «de toda la vida» tendrán que hacer frente a otros nuevos jugadores que hasta ahora estaban lejos de su negocio. No sólo me refiero a empresas como Skype, sino también la entrada en el negocio de las telecomunicaciones de Microsoft o Google, por ejemplo. ¿Qué reflexión puedes hacer al respecto? Y en qué medida crees que van a ser competencia en un futuro Telefónica o France Telecom de Microsoft, Google o AOL Time Warner, por citar tres ejemplos.
En mi opinión, lo que promueve esto es la separación entre las infraestructuras y los servicios. Vivíamos en un mundo en el que para que hubiese infraestructuras, debías otorgarle a alguien una serie de prebendas y exclusividad en su explotación posterior, y esto ya no es así. El modelo de Skype sería otra cosa si no se basase en una infraestructura preexistente. Pero si todos usamos la infraestructura sin pagar, ¿quien la mantiene, la rehabilita la moderniza o la extiende cuando es necesario? En realidad, estamos ante el dilema liberal clásico: ¿debemos definir la construcción y desarrollo de infraestructuras como una tarea del Estado, o debemos mantenerla en la iniciativa privada? Si desarrollamos la infraestructura de modo privado, las empresas deberán aprender a rentabilizarla posteriormente de alguna manera, no mediante el cierre o la utilización privativa de las mismas. El que actores como Google, Skype u otros puedan entrar en lo que era tradicionalmente el negocio de quien poseía la infraestructura es sumamente positivo para el progreso, la competencia y el usuario, pero la operadora tradicional lo único que ve es que ha pasado de un papel en el que lo controlaba todo, a uno en el que se limita a cobrar una cantidad mínima por el uso de la infraestructura, y lo que circula por dentro de ella ya no es de su incumbencia y lo cobra otro.
Leyendo las opiniones acumuladas y como «presunto» defensor del software libre y de las libertades en general (aunque luego se use Windows Media como plataforma de streaming), no entiendo la relación casí unívoca que se hace de VoIP con Skype. Skype es un programa gráfico (cerrado), un protocolo (cerrado), y una compañía que da servicios. Sin embargo, en el mundo de la voz sobre ip hay muchos más actores (y actrices, tampoco vamos a dejarlas de lado) que el pomposo Skype.
Por ejemplo, una de las soluciones más atractivas es Asterisk en combinación con VoipJet
aunque entiendo que pueda ser más complicado que instalar un ejecutable de Skype. Te puedes montar tú en casa el PBX (centralita, para entdernos) y/o puedes contactar con este tipo de empresas con un cliente que use el protocolo de Asterisk (IAX) u otro que quieras usar (SIP, DUNDi, …)
Resumiendo, que efectivamente Skype es una solución fácil y rápida para usuarios finales ya que engloba los tres tramos (protocolo, aplicación y compañía), pero es necesario tener presente que hay más posibilidades, que existe LIBERTAD en la elección.
Yo creo que se debe al inmejorable apalancamiento del efecto red que la compañía ha sabido plantear. Nunca ha habido una compañía de voz sobre IP que haya reunido el volumen de usuarios que tiene Skype, ni los habrían conseguido por muchos años de ventaja que hubiesen tenido. Yo fui usuario de Net2Phone en su momento, y decididamente, no era como Skype, ni sonaba como Skype, ni tenía las ventajas o la imagen de Skype. Janus y Niklas lo están haciendo fenomenal, y hoy pueden ir por el mundo diciendo que tienen un número de usuarios mucho más alto que el de muchas operadoras estatales de países medianos. El valor que tiene eso me parece fundamental.
Buen artículo, lástima que hayas escrito en la segunda línea: ‘la actual confusión en el panorama enter’.
Por lo demás, un artículo correcto.