Enrique Dans

No tengo palabras. En algunas ocasiones, una empresa saca un producto, y uno se queda mirando, anonadado, con cara de… de… no se de qué, pero con cara de algo, como reseteado, y sólo puede pensar, una vez detrás de otra: «¡¡pero mira que son buenos estos de Google!!»

Es un producto bueno. Muy bueno. Para un académico, es el tipo de producto que a uno le viene de maravilla, porque lo que había, o no funcionaba bien, o estaba incluido en sitios de pago a los que, si bien puedes tener acceso por suscripción de tu centro, no sueles ir con tanta facilidad. Este producto te da la oportunidad de tener los artículos ahí, en Google, de manera tan fácil como chasquear los dedos, y seguir sus conexiones de una manera impresionantemente sencilla. Desde hacer el típico ego search (aaah… el ego académico) y encontrar de manera rápida y sencilla quien ha citado tus artículos (aaah… las citations, esa auténtica moneda virtual de las comunidades académicas), hasta empezar las literature reviews de una manera rapidísima y sencilla, o localizar artículos de los que sólo recuerdas determinados detalles. Buenísimo, de verdad. Y lo mejor del tema es que no lo sé, pero pongo la mano en el fuego, porque en su diseño han participado académicos. Es un producto que claramente ENTIENDE al académico.

Echo en falta una búsqueda avanzada, que permita especificar un poco más algunos temas, o buscar restringiendo a determinados campos. Y una ordenación que permita presentar los resultados en función de criterios de relevancia diferentes. Pero aunque le falten cosas, es una gozada, no sólo el producto, sino la actitud de una empresa que sientes que te escucha, que te entiende, que se esfuerza de verdad por hacer tu vida más fácil. Y que, además, lo hace así de bien.