La publicación por parte de El País de una noticia sobre el informe de 250 páginas de un comité de cincuenta supuestos expertos encargado por el gobierno sobre el uso de tecnología por parte de menores, en el que aparecen hasta 107 medidas centradas todas ellas aparentemente en la restricción es una prueba más de cómo de retrógrado se puede llegar a ser cuando se plantea la adaptación de la sociedad a un nuevo entorno tecnológico, y es la prueba de que uno puede hacer lo que le dé la real gana con un comité… basta con seleccionar a sus expertos buscando un consenso claro en torno a la restricción, para que salga lo que ha salido. Los cincuenta expertos son como los monos de «2001: una odisea del espacio» cuando encontraron el monolito.
Todo el informe parte de una base que es completa y rigurosamente cierta: los smartphones son peligrosos, y pueden serlo más para los menores de edad. Hasta aquí todos de acuerdo: no solo son peligrosos, sino que están diseñados para generar comportamientos adictivos, por compañías sin escrúpulos que viven precisamente de que lo sean. Estamos hartos de saberlo, y tenemos pruebas fehacientes de que no solo esos peligros existen, sino que generan comportamientos potencialmente muy nocivos. Lo vemos todos los días.
Pero para eso, no hacía falta un comité de cincuenta expertos. Si lo que va a hacer ese comité es decirnos «los smartphones son peligrosos para los jóvenes y hay que quitárselos de las manos», francamente… que busquen otros, porque estos no se han estrujado mucho el cerebro. Lo que se le pide a un comité no es que te propongan soluciones que ya han fallado, que llevan fallando más de una década, y que son además las responsables de que tengamos una generación de personas desinformadas que no saben defenderse de esos peligros porque en sus colegios se han negado a proporcionarles educación sobre ello. Lo que hay que pedirles no es que, como cualquier especie no humana, reaccionen con pánico irracional ante los peligros o ante cualquier cambio en el ecosistema. Para eso, en vez de expertos, podemos poner gatos, que saltan ante cualquier ruido. U ovejas, que se pastorean mejor.
Lo que hay que pedirles a los expertos es que no solucionen el problema simplemente posponiéndolo con resultados por todos conocidos. Si lo único que vas a proponer es la restricción, cuando finalmente esos jóvenes alcancen la edad de superarlas, serán una panda de inútiles expuestos a todos esos peligros y más. Se comerán todos los bulos, estafas y demás barbaridades, porque nadie les ha enseñado a prevenirlas, o peor, alguien habrá pretendido enseñarles «en teoría», pintando un smartphone en la pizarra. ¿Hay algo más aberrante que eso? Si lo que vas a hacer es aprovechar el pánico de los padres para, de manera claramente populista, decirles que la solución es prohibirlo todo, apaga y vámonos.
El informe, que sigue a la decisión australiana de prohibir las redes sociales a los niños hasta los 16 años (buena suerte con ello!), pretende vender smartphones con etiquetas como las del tabaco, porque son «muy malos, muy malos». Pequeño detalle sin importancia: salvo que esos expertos pretendan que volvamos a las señales de humo para la comunicación, esos smartphones «tan malos» van a seguir entre nosotros, y de que esos jóvenes aprendan a manejarlos bien dependen muchísimas cosas relacionadas con su futuro. Por favor, que me pidan un debate con el «experto» que ha propuesto algo así.
Prohibir los smartphones y negarse a introducirlos en el sistema educativo es una barbaridad E-NOR-ME. De hecho, llevamos más de una década haciéndolo, y el experimento no ha salido mal, sino peor. Es la receta segura para seguir teniendo sociedades desinformadas, polarizadas e ignorantes. La prohibición solo engendra males mayores. Lo único que puede hacerse cuando un cambio tecnológico alcanza el nivel de difusión que ha alcanzado el smartphone y las redes sociales es introducirlo en la educación y formar a los usuarios en sus peligros, en sus problemas y en su uso adecuado. Todo lo que no sea eso es un ERROR. Si alguien de verdad piensa que lo mejor es volver a la escuela con lápiz y papel, que se lo haga mirar, porque esa es una respuesta PROFUNDAMENTE PRIMARIA E IGNORANTE.
En el futuro, el mejor profesor para tus hijos será una inteligencia artificial, que les enseñará todas las hard skills en un modelo 24×7 sin juzgarlos, repitiéndoles las cosas las veces que haga falta, y adaptándose a su estilo cognitivo y preferencias, sean más rápidos, más lentos, tengan déficit de atención, ceguera a los colores, dislexia, les guste más que les cuenten las cosas con voz, verlas en imágenes o las dos cosas. Para usar esas herramientas de aprendizaje avanzadas, necesitarán tecnología, desde smartphones y tablets hasta ordenadores. Y si no los tienen, mal van a aprender, o van a aprender mucho peor que los que sí los tengan.
Repito: los smartphones y las redes sociales generan problemas a los niños PORQUE HEMOS RENUNCIADO IRRESPONSABLEMENTE A EDUCARLOS EN SU USO. Restringiendo más y prohibiendo más no solucionamos el problema, lo hacemos peor. Entiendo que ese movimiento tecnófobo y timorato resuene bien a unos padres que solo quieren evitarse problemas, pero es tremendamente populista y basado en principios demencialmente malos. Es un tremendo error.
No estamos para discusiones simplistas y estúpidas sobre si debemos dar a los niños heroína o crack para que entiendan sus peligros. Para decir tonterías, mejor quedarse callado, por favor. Estamos ante una discusión importantísima sobre una tecnología que ha cambiado el entorno, y sobre una pretensión de mantener el sistema educativo como si fuera la aldea de Astérix, alejada de cualquier progreso y en el mismo estado que hace 150 años.
Y para todos los padres y educadores a los que este tipo de medidas les preocupe tanto como a mí, ya saben: hay otros caminos. Enfrentémonos, protestemos a los colegios, seamos quintacolumnistas, seamos legión, hablemos de las ventajas y de lo positivo de la tecnología, formemos en su uso, formémonos para formar, enseñemos a aprovechar sus virtudes, eduquemos en pensamiento crítico y sobre todo, neguémonos a seguir fabricando generaciones de ignorantes manipulables que no saben defenderse de ningún peligro por sí solos. La tecnología es la mejor palanca para cambiar la educación para bien: utilicémosla.
This article is also available in English on my Medium page, «Yet another report about the dangers of technology that will only make things worse«
¿Y si lo que realmente quieren es tener sociedades desinformadas, polarizadas e ignorantes?
Pues más a mi favor, porque debería ser nuestro deber negarnos y luchar contra ello… yo además de escribir, doy conferencias sobre el tema en colegios cuando me lo piden (me lo suelen pedir padres preocupados cuando les han llevado al colegio de sus niños a los de alguna de las mil asociaciones puritanas o la Guardia Civil para que los asusten) Si todos hacemos un poquito, además de optar por la desobediencia y la protesta, algo debería notarse…
«Si lo único que vas a proponer es la restricción,…», o sea, la represión. Llegados a este punto: ¿pero acaso no sabemos en qué país vivimos que le gusta más lo represivo que a un perro una chocolatina? ¿Que tiene una tradición represivo inveterada y aquilatada en el espacio y tiempo a lo largo de siglos y siglos? ¿Y que de cenutrios se sube al carro de lo adictivo, cuando el carro de lo adictivo -desde las primeras promulgaciones de leyes represivas del siglo pasado- va cuesta abajo, sin frenos, con el viento a favor a toda velocidad y con las ruedas echando chispas?
Anda que no conoceré yo a los integrantes de los famosos comités de expertos españoles (de reconocido prestigio), que no son más que un grupo de zurullos ambulantes que no tienen oficio ni beneficio. Y los conozco MUY BIEN porque LOS HE SUFRIDO EN CARNE VIVA a estos sinvergüenzas, caraduras y desvergonzados. Qué puto askazo.
Dicho esto, tomar todo esto este tema por el lado de lo «adictivo», es la gran trampa en la que nos quieren hacer caer esta panda de ilustres retrasados mentales, de cuyas aviesas intenciones deberíamos estar tod@s bien, pero bien prevenidos.
Enfrentémonos, protestemos a los colegios, seamos quintacolumnistas, seamos legión, hablemos de las ventajas y de lo positivo de la tecnología, formemos en su uso, formémonos para formar, enseñemos a aprovechar sus virtudes, eduquemos en pensamiento crítico y sobre todo, neguémonos a seguir fabricando generaciones de ignorantes manipulables que no saben defenderse de ningún peligro por sí solos
Eso ya lo intenté yo temporibus illis en el cole de mis hijas (con el marchamo, además, de ser un factótum de la Asociación de Internautas) y lo único que conseguí fue pasar por un tío pintoresco con ideas muy raras.
En fin, a mis hijas las eduqué adecuadamente sobre el tema, nunca han padecido problemas graves y utilizaron la tecnología con toda naturalidad. Y lo siguen haciendo, por supuesto.
Los hijos de los demás… si eso, ya tal. Cada cual debe pagar por sus ignorancias aunque sea en la cabeza de sus hijos.
Coincido y es lo que he hecho, como tú. Allá cada cual con la educación de sus hijos en algo tan importante como la tecnología y la información.
Es el meollo del trumpismo, de su introducción en un ecosistema social, aunque no lo parezca.
Tan malo es enseñar que viene el lobo, que viene el lobo, porque cuando viene ya no se le espera… como enseñar que el lobo no existe, no existe el lobo, porque entonces ya no se le puede esperar.
Jodida mediocridad…
La ventaja del prosimio de 2001 (y del real) fue que no había aún adultos humanos, mediocres versiones en su momento del homo sapiens futuro, ese que le impidiera tener una interacción natural (/artificial) y libre con el monolito.
Les hubieran prohibido tocarlo… incluso observarlo sin aparatos que permitan ver a distancia y esperando, claro, a que se pudieran construir (a saber cuándo, con tal tipo de prohibiciones acientíficas)… y sin consultar las posibles fuentes escritas sobre apariciones varias (solo disponibles para los sacerdotes de la tribu)… en fin, los expertos sabihondos (del poder) les asegurarían a los líderes políticos, que lo mejor sería guardar el monolito bajo cien capas de cemento y plomo e impedir su estudio hasta que la humanidad, primero simia y luego humana, estuviera «capacitada», con título universitario (por lo menos) para interactuar con «lo desconocido»… cuánta gente sigue sin entender ni de coña el papel jugado por el monolito, nada diferente del jugado por la manzana que supuestamente se comió Eva, sin permiso de la divinidad/poder del momento.
Ya no voy a repetir por enésima vez el terror que causaban las diapositivas en el cerebro del profe medio. O el hecho de experimentar con el uso del libro de texto en los llamados exámenes de evaluación. ¡Que horreur! Te miraban como a un monolito…
Nunca entenderá, este tipo de gente, el mantra vital de Don Vito, sobre tener al enemigo lo más cerca posible. Y eso que aquí, no sabemos si el monolito es amigo o enemigo.
Y, por cierto, como admirador del Kubrick, se te agradece que no le pidieras a una IA versionar esta tan poderosa imagen
Pues poco admirador eres de Kubrik… es una foto original que aparece en la película sobre el minuto 13. Además puedes buscar la foto en google y aparece en multitud de webs, por ejemplo
https://medium.com/conio/breaking-free-from-the-monolith-d2ba31090c3b
Una página de 2018 en la que las IA aún no estaban…
Me parece que has entendido lo contrario…
Ostras ahora que lo dices lo interpreté al revés
Perdón Xaquin !!!
Afortunadamente este ya no es mi problema, pero si el de mi hijo, que tiene una hija de 10 años. Estoy contigo que es problema de los educadores, (familia y colegio), enseñar a utilizar el smartphone a los niños, y que la sencilla fórmula de no dejárselo utilizar, no hace mas que aplazar un problema que pronto o tarde se va a presentar. En mi opinión, es preferible hacer frente al problema, cuando el niño aun acepta tu autoridad, que intentarlo a los 16 años, cuando el joven pasa de ti y se fia mas de su compañero de clase.
Sin embargo, no es fácil encontrar la solución adecuada, ni creo que haya una formula universal para todos los casos.
Pienso que los niños utilizan otros elementos tan peligrosos como el smartphone y tiene claro en que lugares pueden utilizarlos y en qué lugares no. Por ejemplo casi todos los niños saben montar en bicicleta y muchos tienen una, pero no ves niños de 12 años montando por las calles entre el tráfico, pero si en plazas y parques. Los padres les han dado un bicicleta, pero también les han dado instrucciones claras de como utilizarla y los niños como norma general la cumplen.
¿Algo parecido podría hacerse con los teléfonos? Lo tienes y los usas pero solo para conectar en sitios determinados y sin riesgo. No se bien como podría hacerse, pero pienso que si es posible.
En tu penúltimo párrafo te has dado tú mismo la respuesta: hay que hacer de padre. Todos volvemos cansados del trabajo y todos deseamos tumbarnos en el sofá a ver la tele con una copita de algo o una cervecita. Pero, cuando tienes hijos, eso no funciona así, hay que estar por ellos, interesarse por lo que hacen, averiguar (por la buenas, no inquisitorialmente) con quién lo hacen. Si manejan una tecnología que tú no conoces, tienes que buscarte la vida y aprenderla, no confiar en la cretinada de que son nativos digitales y de que, por definición, siempre sabrán más que tú. Mentira.
Si en vez de eso te encoges de hombros y te dices yo de eso de la informática no entiendo (mi padre decía, en coña, que él no entendía nada de estas cosas de software y de taekwondo), vas camino del desastre, y ese esfuerzo que ahora te ahorras tendrás que desplegarlo deprisa y corriendo y mal, utilizando más horas y sudando tinta china para sacar del lío a tus hijos… si es que se puede.
Era más fácil la conclusión de quitar los smartphones que una conclusión más elaborada sugiriendo medidas sociales contra Meta, TikTok, patrones oscuros, etcétera.
Imagina el marrón para el gobierno de turno que tuviera que implementar esas sugerencias. Con lo fácil que es demonizar, prohibir y echar la culpa a los padres de ser unos débiles al mismo tiempo que se elogia a las elitistas escuelas privadas que sí han tomado medidas «responsables».
Creo que no has interpretado correctamente el informe, Enrique. ¿Lo has leído detenidamente o recurriste a una IA para revisarlo a las apuradas? En cualquier caso, parece que te has apresurado y quizá reaccionado de forma impulsiva. En tu lugar, reconsideraría este posteo, me tomaría un tiempo para reflexionarlo y, si lo consideras necesario, un momento para relajarte antes de continuar. Y una tila. O dos.
He generado una conversación (son 140 líneas) usando NOTEBOOK-LM con los PDF de España. Francia y Suecia, y este artículo. Estas son las líneas finales, puedo incluir el resto…
REFLEXIONES SOBRE LAS PROPUESTAS DE ESPAÑA PARA LA PROTECCIÓN DE MENORES EN EL ENTORNO DIGITAL
El informe español, que abarca una amplia gama de medidas, se centra en la regulación de la industria digital, la educación digital y el papel de la familia en la protección de menores. A continuación, se presentan cuatro reflexiones clave sobre las propuestas de España:
1. Énfasis en la regulación y la responsabilidad de la industria:
El informe español destaca por su fuerte inclinación hacia la regulación de las plataformas digitales, buscando establecer un marco legal que garantice la seguridad de los menores en el entorno digital. Se propone la implementación de sistemas de verificación de edad, la regulación de aplicaciones y plataformas en línea, la regulación de la publicidad dirigida a menores, la regulación de la retirada de contenidos ilícitos y la actualización de las leyes existentes para garantizar la protección de los menores en el acceso a internet.
Esta apuesta por la regulación, si bien busca proteger a los menores de los riesgos del entorno digital, ha sido objeto de críticas por parte de algunos expertos, como Enrique Dans, quien considera que un enfoque excesivamente restrictivo podría ser contraproducente y limitar las oportunidades que la tecnología ofrece.
2. Promoción de la educación digital integral:
El informe reconoce la importancia de la educación digital para formar a los menores en un uso responsable y seguro de la tecnología. Se propone la inclusión de la educación digital en el currículo escolar, la formación del profesorado en competencias digitales y la creación de programas de alfabetización mediática e informacional (AMI) para capacitar a los menores en la comprensión crítica de la información.
La educación digital integral, que abarca tanto las habilidades técnicas como el pensamiento crítico y la ética digital, es fundamental para preparar a los menores para los desafíos y oportunidades de la era digital.
3. Fomento de la participación familiar en la educación digital:
El informe español subraya el rol crucial de la familia en la educación digital y la creación de un entorno seguro para los menores. Se propone la creación de planes de formación para padres, la provisión de herramientas para la mediación parental y el fomento de la comunicación entre padres e hijos sobre el uso de la tecnología.
La participación activa de las familias en la educación digital es esencial para complementar las acciones de la escuela y las instituciones, creando un entorno de confianza donde los menores puedan aprender a utilizar la tecnología de forma segura y responsable.
4. Atención a la salud mental y el bienestar digital:
El informe aborda la creciente preocupación por el impacto del uso excesivo de la tecnología en la salud mental de los menores. Se propone la inclusión de recomendaciones preventivas sobre el impacto de la tecnología digital en el neurodesarrollo desde la atención perinatal, la inclusión de preguntas de cribado de hábitos de consumo de tecnología en las consultas pediátricas, la información sobre riesgos relacionados con el uso de dispositivos digitales y posibles trastornos derivados y la atención específica a los colectivos en situación de vulnerabilidad.
La atención a la salud mental y el bienestar digital es un aspecto crucial que debe integrarse en las estrategias de protección de menores en el entorno digital, reconociendo la importancia del equilibrio entre el uso de la tecnología y el desarrollo de hábitos saludables.
Mi opinión es que la única manera de equivocarse es no hacer nada, hay un problema y evidentemente hay que que proteger a la infancia, citan cosas tan obvias como cajas botín, deepfakes, restringir el acceso a RRSS y otros contenidos nocivos, ya están tardando en aprobar la ley. Obviamente eso hay que acompañarlo con una formación gradual adecuada del espíritu crítico, con supervisión gradual como me imagino que las familias hacen ya, y que la inmensa mayoría de los padres se preocupan por tener una educación integral en casa, y fomentando actividades sanas, deporte, spcialización, comunicándose y no entregando un móvil para que se callen y no molesten. Si se aprueba una ley en los términos de las medidas expuestas, la educación familar no estará reñida con el uso sensato que ya debería darse, si para eso no hace falta leyes, pero si el acompañamiento familiar se refuerza con el espíritu del informe, pues bienvenida sea.
Aquí chocamos con la jodida pereza de muchísimos padres/madres. No entro en las circunstancias personales de cada uno, pero tener hijos es un contrato con la vida de que vas a crear adultos funcionales.
Cuando los padres delegan esa función al colegio y el estado degrada ese colegio y la autoridad de sus profesores, el caldo de cultivo es horrible.
Para mí lo mejor sería nada de móvil hasta cierta edad (que decidan los expertos si es 11, 13 o 16) pero no necesitamos una ley para eso, con el sentido común basta. Creo que todos sabemos que los bebés en los carritos es demasiado pronto.
Por otro lado, hay que fomentar la lectura analógica también. Y lo siento mucho por los chavales porque francamente los libros que me dieron en la escuela eran bodrios. Leer el Quijote o Goethe no tiene la emoción ahora que tenía en el siglo XVI. Deben poner ciencia ficción, fantasía, realismo, ilustración… pero modernos. Ya cuando les guste puedes subir el nivel.
Pero me acuerdo que con 16 me mandaron leer «historia de una escalera» y desde la página 5 ya andaba buscando elrincondelvago.com. Estaba acostumbrado a leer a Clive Cussler y Tom Clancy que eran tochos de 400 a 1300 páginas y me gustaban. Incluso más que el ordenador.
Hasta que no aprendan a imaginar lo que leen y lo vean como película mental, que no tengan móvil.
El Quijote y Goethe no pueden proponerse a chavales de 16 años, y menos a la fuerza. La vida es larga: si les entra la lectura en vena, leerán a Cervantes, a Shakespeare a Goethe y la intemerata. Y si no les entra, como decía el rótulo de la puerta del infierno de Dante: abandona toda esperanza
En la teoría lo de enseñar a los niños para que despues no se coman «todos los bulos, estafas y demás barbaridades» suena muy guay … pero ya verías las risas cuando los retoños le contaran a sus papis que le han dicho en la escuela que eso que ellos creen fehacientemente son bulos. Tendrían que ir los profesores con guardaespaldas y con pasamontañas para no acabar en el hospital y/o en la portada de el mundo por adoctrinar a los niños.
A inicios de este año, ya expresé mi opinión de una manera relativamente amplia sobre este tema y te sugiero volver a leerla. En todo caso, diría que sería conveniente que tuvieras en cuenta lo siguiente:
1) Nunca vas a conseguir que alguien cambie de opinión diciéndole que es un ignorante o lanzándole cualquier tipo de epíteto descalificatorio. Hay temas en los que tienes total o casi totalmente la razón, pero en los que te ha faltado suficiente empatía como para entender las razones de los demás.
2) Siempre es bueno preguntarse si uno realmente ha sabido explicar adecuadamente el meollo del asunto. Cuando en tu columna de Invertia del 17 de enero de 2024 dijiste que los teléfonos móviles actuales son en realidad potentes ordenadores de bolsillo, no solo expresaste algo que toda la gente puede entender con facilidad sino que entraste de lleno en el enorme potencial (también educativo) que tienen estos aparatos. Creo que te ayudaría mucho insistir más en dicha idea.
3) En la misma línea, es claro también que, desde una perspectiva ergonómica, los alumnos no necesitan un potente ordenador portátil del tamaño de un teléfono sino uno que al menos tenga el tamaño de una tablet o laptop. Y es que ni siquiera un móvil con lápiz óptico como el Samsung Galaxy S24 Ultra resulta suficientemente cómodo para un uso escolar. Además, durante las horas lectivas, los alumnos no necesitan, en realidad, de acceso a su línea telefónica o a sus redes sociales.
4) Para formar el pensamiento crítico los dispositivos electrónicos con acceso a internet pueden ser útiles, pero no son la única opción. Proyectos como el de Filosofía para niños son una muestra de que hay valiosas iniciativas en este sentido que pueden darse incluso en escuelas sin energía eléctrica, que son muchas más de lo que la gente cree.
Tenia intencion de una parrafada… igual mañana…
De momento os dejo un hilo que justo hoy, me han enviado… sacad vuestras conclusiones…
el hilo en cuestion
https://elpais.com/educacion/2024-12-04/los-alumnos-espanoles-bajan-en-matematicas-y-ciencias-y-se-agranda-la-brecha-entre-ninos-y-ninas.html
Y que esperas…. si la «tecnologia en las aulas» pasa por este proceso…???
innovamat
Y ojo… que empezaron por Catalunya y se estan expandiendo por el pais…
Uno dice
2 minuts per fer una puta resta que es fa en segons amb el metode ‘de tota la vida’
Pozi !
Los hay mejores… XDD
«Muy útil cuando tienes q ir a comprar el pan y tienes q sacar la hoja, los lápices de colores y hacer palés y crucetas, x saber si el cambio q te han dado es correcto o no.»
———
Una sobrina mía de Madrid (que pasa de la veintena, es enfermera), me dijo un día que la acompañara al centro comercial, que se iba de compras (maquillajes). Y olvido su tarjeta de crédito en casa (vaya por dios). Le dije que no se preocupara, que yo siempre llevo 150€ encima… “no te pases, que nos quede para tomar una cerveza”…
No sabia si reír o llorar, viendo como “calculaba” de memoria (y con los dedos).
Al final, el de las sumas fui yo. Hablando con ella después, me dijo: “claro, es que yo voy a comprar, paso la tarjeta y ya esta”…
Como dije ayer: “igual mañana suelto una parrafada” (o sea, hoy). Pero va a ser que no, porque resulta muy cansado, que cada cierto tiempo aparezca un articulo así, y estemos dando siempre las mismas respuestas.
Lo que pudiera decir ahora, no cambiaria ni una coma de lo que ya he dicho (hemos dicho) en ocasiones anteriores, así que mejor, mirar los comentarios del articulo al que apunta MAURICIO , Donde Menestro, yo y otros, apuntamos a los mismos argumentos… se lee rápido… (y me ahorro el trabajo) XDD
Uno de los profesores de mis hijas (excelente profesor, he de decir) me explicó, muy convencido, que era mejor que los estudiantes no tuvieran acceso al smartphone en clase porque se le «despistaban,» usándolo para cosas que no se deben hacer dentro de clase con un smartphone. Desde su punto de vista, tenía razón: El profesor debe enseñar, pero la «educación» se tiene que impartir en casa. No es él quien tiene que asumir la responsabilidad de hacerle ver a un alumno que durante una clase no tiene que estar contestando mensajes, o perdido en una red social, sino sus padres. A este respecto tenemos un problema irresoluble: A los viejunos que nos pilló el cambio, nadie nos enseño; pusimos interés y aprendimos por nuestra cuenta. O no.
Y me da la sombría impresión de que en la mayoría de los casos fue que no.
Muchos de mis familiares son usuarios, pero su nivel de conocimiento es bajísimo. ¿Cómo, en este orden de cosas, van a ser capaces de enseñar a sus hijos a responsabilizarse del uso de una tecnología que en el fondo ni siquiera entienden? Y si ellos no lo pueden hacer, y el sistema educativo se sacude el ficticio polvo de los hombros y mira hacia otro lado ¿Quién lo hará? Tenemos a toda una generación de jóvenes que está nadando sola. Este problema no es grave, es gravísimo.
Apañaos estamos.
Deckard escribe: «El profesor debe enseñar, pero la «educación» se tiene que impartir en casa.».
Es una opinión. No la comparto totalmente.
He sido profesor a jóvenes universitarios durante años, y siempre mi opinión ha sido que cualquier profesor es también un educador, consciente o inconscientemente.
Así que considero mejor que lo sea conscientemente, porque creo que enseñar es una responsabilidad humana y social; además nadie puede controlar aquello de lo que no es consciente.
¿Es necesaria la protección?
https://moviltesla.com
Ya está aquí una página que vende móviles anunciando «el móvil Tesla Pi»,
Pero…..
Lo que hacen algunos por vender, página que parece real, con el careto de Musk y el gancho de su «móvil» y luego te dirige a comprar otras marcas a Amazon
Aviso para los niños: es fake, y este tipo de páginas son las que tenían que bloquear !!!
Por resumir algunas cosas dichas y pensamientos míos.
– la Educación empieza con los padres. Si se usa un móvil para que el bebé no llore, para que el crío no de el coñazo, para que el chaval se comunique con los amigos… vamos muy, muy mal. No se aprende a hablar, escuchar y, en definitiva, a socializar con otros a través de una pantalla.
– El móvil puede ser en la escuela tan útil o más que un libro siempre y cuando A) no sea tu propio móvil y B) forme parte del diseño educativo y no esté sujeto a las ocurrencias de los profesores.
No se puede pedir a un que chaval estudie con su móvil, ¡estará más tiempo chateando que estudiando!
En España tenemos 17 potenciales sistema educativos, unos más ideologizados que otros pero todos con un pretendido espíritu modernista que provoca situaciones como las que dice LUA, algo que cualquier empresario puede corroborar cuando trata de contratar a un joven. Resumiéndolo en palabras de un amigo mío: “no tienen ni p*t* idea”.
– la tecnología ni es el demonio ni es la salvación, depende de cómo se utilice y, en general, se utiliza mal, muy mal. Y por eso sorprende ver noticias como esta:
Suecia encuentra la fórmula para mejorar el rendimiento de los alumnos: «Habíamos perdido el rumbo»
La estrategia del Ejecutivo sueco pasa por priorizar el uso de libros de texto físicos, así como la eliminación de los dispositivos digitales durante los primeros años de enseñanza.
https://www.eldebate.com/educacion/20241202/suecia-encuentra-formula-mejorar-rendimiento-alumnos-habiamos-perdido-rumbo_247548.html
¡Los puñeteros suecos! Llevamos años alabando a los nórdicos por sus avances y bla, bla, bla, para que sean precisamente ellos quienes acaben aceptando que no tenían razón.
No sé, yo no lo te go tan claro.
Es evidente que los smartphones son ‘armas de distracción masiva’ que dan acceso a ‘un mundo de posibilidades’. Y es muy fácil nadar fuera del agua diciendo que hay que educar en sus peligros y ventajas y con eso se soluciona.
No quiero imaginarme una clase con 25 alumnos en la adolescencia cada uno mirando su dispositivo sin poder ver lo que sucede en sus pantallas. Por mucho que les digas que busquen en wikipedia o debatan con chatgpt para comprender el tema del día pueden estar chateando, mirando redes sociales, jugando, viendo porno, fútbol o cualquier otra cosa, apostando, ‘invirtiendo en estafas piramidales’ o leyendo El Quijote. Cualquier cosa menos lo que corresponde. Y ya sabemos el caso que pueden hacer a sus profesores ante todas esas tentaciones.
Si a los adultos nos cuesta controlarnos y no podemos dejar de mirar ese cacharro incluso en parques infantiles cuando debemos estar viendo a nuestros hijos, en comidas con otras personas o hasta cruzando la calle, ¿qué vamos a exigir a niños cuyo cerebro no se ha terminado de formar?
Creo que lo importante es que aprendan a usar la tecnología como herramienta para ayudarles en su formación académica.
Y para eso la solución son tablets controladas por el centro educativo. ¿En cuántas empresas no hay controles sobre el contenido que se puede acceder desde el ordenador de trabajo? ¿No deberían los adultos saber que eso no lo pueden mirar durante su jornada laboral y no deberían existir esos controles? Pues el mismo concepto aplica aquí. Demos herramientas para aprender y eduquemos en su uso, ventajas y peligros, pero controlando que no se vayan por fuera de los límites.
Y que sean los padres y madres quienes eduquen en su uso ‘en sociedad’ fuera del entorno escolar.
Por cierto, Enrique, en Australia prohibieron las redes sociales y no los smartphones, como dices en el post.
Un saludo
Abel
And one more thing:
No me quiero imaginar esos recreos de instituto donde todos están mirando a sus pantallas, aunque no estén haciendo nada peligroso.
A parte de una imagen espantosa, se pierde el aprendizaje de habilidades sociales básicas durante su etapa de evolución. Y eso es catastrófico. Hace poco leía algo como que el problema de la juventud no está tanto en las pantallas como en la falta de espacios sociales. Y los colegios e institutos deben ser de los únicos espacios sociales que quedan. Luego se meten en casa y están mirando pantallas, o algunos pintando, leyendo o haciendo deporte, pero ya no están en la calle sociabilizando sin normas.
Ya hay generaciones post universitarias, en sitios como Estados Unidos, donde tienen problemas para relacionarse porque no saben hablar en persona o tomar decisiones porque siempre han sido dirigidos en sus actividades diarias.
Un drama.
Pues mira, al final si que tendré que escribir la parrafada (seré breve, lo prometo)
Esto es algo, que también he comentado con anterioridad por aquí. Frente a mi casa, tengo un instituto público. Alrededor de las 11:00h salen al patio y los veo (veía) desde mi ventana. Hasta hace un año, solo veías varios corrillos de 5 o 6 adolescentes, todos móviles en mano, sentados en los bancos, las escaleras…
Desde que en el curso pasado, les obligan a dejar el móvil en unas taquillas, hasta la hora de salida, ni te imaginas el escándalo. Ya se que son las 11h por el ruido (mi despacho esta en la otra punta de la casa), y si saco la cabeza por la ventana, les veo charlando, interactuando, y hasta algunos, con una pelota… Es así como deberían disfrutar los adolescentes, y no pegados a una pantalla.
Añadiré, que conozco a la directora (he dado charlas y extra-escolares ahí), y me ha certificado que el nivel de atención en clase ha aumentado, y que las tutorías semanales, se han relajado.
Así que algo beneficioso, si ha tenido el eliminar el móvil.
ps.- A criterio de los profesores/materias, a veces se los dejan para sus trabajos. En otras clases, tienen tablets, que pasan por el firewall de la escuela donde hay una lista de 3000 sites bloqueados, entre ellos, todas las redes sociales. Así, SI.
Lo que cuentas es de un sentido común que nadie puede rebatir que sería lo normal y que cualquiera pudiera estar de acuerdo.
Luego ya cada uno con sus opiniones.
Voto afirmativo a la propuesta!
¿Cuando vas al bosque vas a por setas o a por Rolex?
Y otro voto a favor del comentario de Mauricio y su referencia a Honduras. En España tenemos a este país siempre muy presente, pero por otro motivo
Me has recordado un texto de Iñigo Beristain…
A por setas o a por Rolex
Recomendable el libro, descargable en PDF…
Calmar la Educacion
Estoy harto de románticos que quieren volver al pasado. Volver a un idealizado pasado nunca va a ser una solución. Ni en el pasado funcionaba bien la educación (en absoluto, por mucho que podamos querer comparar lo con la basura actual), ni los métodos del pasado funcionan en un contexto actual ya drásticamente diferente que requiere otras habilidades y experiencia. Si cambia el contexto, hay que cambiar los métodos, a ver si nos enteramos…
Ríñeles a ellos, no a mi…
No se trata de volver a ningún pasado, sino de adecuar, complementar y hacer las cosas con cabeza.
Es mala la tecnología en clase?
NO, NO LO ES. Siempre que se haga con criterio. (Existe ese “criterio”?) Igual ahí ya tenemos el primer problema.
Es malo que los chavales usen sus móviles en clase?
SI, SI LO ES, si no se usan para la finalidad que se espera. Y guste o no, los chavales utilizan los móviles para todo, menos para lo que deberían. Y de ahí llora la criatura.
Si un instituto, provee de material (tablets controlados), los chavales aprenderán EXACTAMENTE IGUAL de sus competencias digitales, de sus peligros (RRSS, malware, estafas), y como desenvolverse, pero con un entorno “seguro” para ellos. No necesitan para nada sus móviles.
Claro, eso ocurrirá siempre que el profesorado… y sus padres, estén por la labor (y sean igualmente capaces y capacitados)
Eso ocurre…??? Mayoritariamente, NO.
La tasa de enfermedades mentales (y suicidios) entre los jóvenes está aumentando alarmantemente. Y los avisos de los profesionales de la salud apuntan al uso que se hace de dispositivos.
La tasa de abandono escolar, también está aumentando, y los informes PISA ponen el acento en la perdida de habilidades básicas, en el cálculo, en la comprensión lectora…
El ejemplo de no saber ni siquiera usar una calculadora, porque se desconoce como hacer operaciones básicas, creo que es un buen punto de partida para no decir que “somos unos románticos”. Quieres que te cuente cuantos MBA’s de 30/35 años tengo en mis clases que no saben calcular un tanto por ciento sin su móvil o su calculadora, porque desconocen la formula?
Ni todo es blanco, ni todo es negro. Y si la comunidad educativa en general, esta abogando por ello, será por algo. Digo, que hay que implementar la tecnología en el aula, como en nuestros tiempos, y como nos recuerda Xaquin, ocurrió con las diapositivas y los documentales.
Servían de algo? Si, siempre que el profesor después, te complementara explicaciones y te pusiera trabajos para ello. Pero Xaquin también dice (y yo mismo), que eso no siempre era así. Te ponían la pantalla y ale, ya te apañaras. Pues lo mismo.
A cuantos profesores de primaria/secundaria conoces que estén capacitados para llevar una formación “puramente tecnológica”…??? Te recuerdo lo que ocurrió en pandemia? Los alumnos perdieron un año… UN AÑO, porque los profesores no sabían desenvolverse en un entorno virtual (los alumnos “tan digitalizados ellos”, tampoco).
Y te repito, que las cosas ni son blancas ni negras… hay muchos grises en medio, y a veces, esos grises, suelen ser la solución.
Yo dejo el tema aquí… cada cual saque sus conclusiones.
Lúa, no tengo ni la edad, ni la experiencia ni la autoridad como para reñirte. Y te agradezco enormemente este intercambio de pareceres y lo que aportas a la discusión. Yo tampoco tengo verdades, solo opiniones, pero sobre todo, una certeza: haciendo las mismas cosas no vamos a cambiar nada, y se necesitan muchos cambios…
En eso, estamos tremendamente de acuerdo… pero va a costar… :*
A parrafada, parrafada y media
A raíz de tu ejemplo, LUA:
Una persona fue al médico para que le ayudara a perder mucho peso. Este le marcó análisis completos y diferentes estudios. “Dentro de 3 semanas, podré proporcionarle un programa completo y acertado de alimentación y ejercicios para Usted”.
Por casualidad el día siguiente, el médico encontró a su paciente en la terraza de un bar, comiéndose un abultado bocadillo rebosando de jamón y visiblemente acompañado de una cerveza.
“Es así como Usted piensa perder peso” comentó el facultativo? “¿No le he dicho que le voy a diseñar un programa saludable perfecto?”
“Si señor, dentro de tres semanas lo tendré, pero mientras tanto ¿qué hago, morirme de hambre”?
Educar a los niños, que antes requiere educar a padres y profesores, cuesta tiempo. Mientras tanto ¿qué hacemos?
No quiero centrar la atencion en mis comentarios, asi que:
Alqvimista – 6 diciembre 2024 – 10:32
«– El móvil puede ser en la escuela tan útil o más que un libro siempre y cuando A) no sea tu propio móvil y B) forme parte del diseño educativo y no esté sujeto a las ocurrencias de los profesores.
No se puede pedir a un que chaval estudie con su móvil, ¡estará más tiempo chateando que estudiando!»
Se puede empezar por poner trabas a lo que sabemos que distrae al alumno…
¿Que qué hacemos? Ponernos a la faena cuanto antes: si dejamos de hacer las cosas porque cuestan tiempo y algo hay que hacer mientras tanto, dentro de veinte años estaremos igual.
Hay que ponerse las pilas y entrar fulminantemente al trapo de la formación del profesorado en la que todavía se les enseña que informatizar el aula es instalar una pizarra electrónica y adelante con los faroles, que los inventos, con gaseosa. Sólo así se puede entrar a reformar la metodología educativa; si lo haces al revés, como se ha venido haciendo, si empiezas por la metodología educativa (y encima la reformas mal) y el profesorado si eso, ya tal, estás empezando la casa por el tejado y te vas a encontrar con decenas de miles de profesores estupefactos que no van a entender nada.
¿Que hacer las cosas bien costará veinte años? Es mucho, pero, bueno, para 2045 el problema estará resuelto. Si nos ponemos el año que viene no se resolverá hasta 2046 y así sucesivamente.
He preferido no entorpecer la visibilidad del resto de comentaristas y al ser largo retrasar la publicación de este «trullo»
AVISO: Esto es parte de la conversación con notebookLM. El procedimiento que use fue introducir por pasos los PDF y el artículo, y que me resumiera
METODOLOGÍA:
1. Las prohibiciones del informe español
2. Las medidas proactivas
3.Comparar con Francia y Suecia
4. Analizara la opinion del artículo frente al informe español
5. Que reflexionara y se centrara en el informe de España (el de arriba)
Como es muy largo, evite los 4 primeros, y este es el análisis del artículo de Enrique (literal sin cambios mios)
4. ANÁLISIS DE LA OPINIÓN DE ENRIQUE DANS EN EL CONTEXTO DE LOS INFORMES SOBRE PROTECCIÓN DE MENORES EN EL ENTORNO DIGITAL
Enrique Dans, en su artículo «Tecnología, educación… y aproximaciones retrógradas», critica fuertemente el informe español por su enfoque restrictivo y su falta de innovación en la búsqueda de soluciones para la protección de menores en el entorno digital. Considera que las medidas propuestas, centradas en la limitación del acceso a la tecnología, son retrógradas y ya han demostrado ser ineficaces en el pasado.
A continuación, se analiza cómo la visión de Dans encaja con los enfoques de los informes de España, Francia y Suecia:
España:
● Coincidencia en el diagnóstico, discrepancia en las soluciones: Dans coincide con el informe español en la identificación de los riesgos que la tecnología presenta para los menores. Sin embargo, critica la propuesta de soluciones restrictivas como la prohibición del uso de smartphones, que también se menciona en el informe español como una recomendación de la UNESCO para los centros educativos. Dans argumenta que estas medidas no han funcionado en el pasado y que la solución reside en la educación, la formación en pensamiento crítico y el aprovechamiento de las virtudes de la tecnología. Esta visión choca con el enfoque del informe español, que apuesta por un fuerte control y regulación, incluyendo la verificación de edad, el etiquetado de dispositivos y la regulación de aplicaciones.
● Crítica al comité de expertos: Dans cuestiona la selección de los expertos que elaboraron el informe español, sugiriendo que se ha buscado un consenso en torno a la restricción. Esta crítica, si bien no puede ser verificada sin información adicional sobre la composición del comité, apunta a un posible sesgo en la elaboración del informe.
Francia:
● Enfoque en la educación y la responsabilidad de las plataformas: La visión de Dans se alinea en parte con el enfoque francés, que, si bien aborda la necesidad de proteger a la infancia, también enfatiza la importancia de la educación para la autonomía digital y la responsabilidad de las plataformas digitales en la protección de menores. El informe francés busca un equilibrio entre la protección y el acceso a la tecnología, promoviendo una mayor comprensión de los riesgos y la formación en competencias digitales.
● Diferencias en el grado de intervención: A pesar de la coincidencia en la importancia de la educación, la visión de Dans podría diferir del informe francés en cuanto al grado de intervención estatal. Si bien el informe francés propone medidas de regulación y control, es posible que Dans abogue por un enfoque más centrado en la responsabilidad individual y la educación.
Suecia:
● Alineación en la crítica a la digitalización educativa: La postura de Dans coincide con la del informe sueco en la crítica a la digitalización educativa indiscriminada. El informe sueco cuestiona la efectividad de la tecnología en el aprendizaje y alerta sobre sus posibles efectos negativos en el desarrollo cognitivo. Dans también argumenta que la tecnología no debe ser vista como una panacea para la educación y que su uso excesivo puede ser perjudicial.
● Énfasis en métodos tradicionales: Tanto Dans como el informe sueco parecen valorar los métodos educativos tradicionales y la importancia del pensamiento crítico por encima de la implementación acrítica de la tecnología en las aulas. El informe sueco aboga por un retorno al uso de libros de texto y la enseñanza presencial, mientras que Dans anima a formar en el uso de la tecnología y a educar en pensamiento crítico para aprovechar sus virtudes.
En resumen:
La visión de Enrique Dans, crítica con el enfoque restrictivo del informe español, encuentra puntos de convergencia con los informes de Francia y Suecia en la importancia de la educación digital, el rol de las plataformas digitales en la protección de menores, y las posibles desventajas de la digitalización educativa. Sin embargo, es posible que existan diferencias en el grado de intervención estatal que cada país propone.
Es importante considerar que la opinión de Dans, como la de cualquier experto, está sujeta a debate y a diferentes interpretaciones. Su análisis, si bien aporta una perspectiva crítica valiosa, no representa necesariamente la visión de la comunidad académica en su conjunto.
Enrique, me preocupa un poco la respuesta que le das a Lúa. Le dices:
Dudo que alguien esté en desacuerdo con todo lo que afirmas en este párrafo. Sin embargo, lo haces como respuesta a dos enlaces que aporta Lúa y no me queda claro dónde ves en dichos vínculos a los románticos que quieren volver a un idealizado pasado. Es más, cuando abro el breve artículo de Iñigo Beristain titulado A setas o a Rolex veo, por ejemplo, que se menciona a José Gimeno Sacristán y a César Coll y me pregunto si alguna vez has oído hablar de ellos o si los has despachado sin ninguna contemplación, sin saber que son autores muy relevantes dentro del mundo educativo hispanohablante.
El tema central que plantea Beristain no es otro que el de la continua presión que tienen los docentes para cumplir con el plan de estudios prescrito y el problema que se da tanto con los alumnos que no alcanzan a seguir el ritmo de las clases como con aquellos a quienes les parece que se avanza muy lentamente, por lo que, en la línea de César Coll, sería necesario distinguir entre los aprendizajes básicos imprescindibles que deberían alcanzarse necesariamente antes de finalizar la educación obligatoria y los aprendizajes básicos deseables que podrían venir después.
Este es un tema polémico, que sigue siendo muy actual, que es muy significativo especialmente para los que se van quedando atrás y ante el cual tú mismo, de cierta manera, ya has dado en tu artículo actual una aproximación digna de debatirse:
Debes tomar en cuenta, sin embargo, que lo que dices tendría más relevancia si lo hicieras dentro del contexto de las Ciencias de la Educación. Si no, lo único que vas a lograr es que te tomen tan en serio como a cualquier youtuber que habla sobre temas de administración de empresas sin tener ni la más mínima idea de cuáles son los autores más relevantes en dicha área.
Por otro lado, el libro Calmar la educación, que es el segundo enlace que aporta Lúa, es el típico libro de microensayos en el que a veces te queda la idea de que falta sustancia, pero que a ti, Enrique, debería servirte para hacerte una idea general de muchos de los temas que nos preocupan a los educadores y que, de ninguna manera, giran únicamente en torno a la tecnología educativa. Ahí encuentras de nuevo el artículo de Beristain, pero me detendría brevemente en el del muy conocido catedrático Ramón Flecha García, donde dice algo en lo que probablemente estarás de acuerdo:
Y aunque uno podría argumentar que en el momento actual hay publicaciones educativas con mayor Journal Impact Factor que las mencionadas por Ramón Flecha, es claro que lo que él dice sigue siendo tan válido ahora como en las ocasiones anteriores en las que ha manifestado ideas similares.
Entiendo que te quejes de los comités de expertos porque en ocasiones parecería que solo sirven para avalar decisiones ya tomadas, pero tampoco se puede caer en el simple desprecio a los investigadores en el área educativa y a los docentes que trabajan con jóvenes que en muchas ocasiones son muy diferentes al cultivado y acaudalado alumnado del IE.