Ante el fuerte clima regulatorio que intenta evitar que las compañías big tech se dediquen a adquirir todas las iniciativas interesantes en un área determinada para seguir consolidando su poder como monopolios, empresas como Microsoft o Amazon parecen haber encontrado su nueva forma de hacer las cosas: en lugar de lanzar operaciones de adquisición formales, se dedican a fichar a buena parte de la plantilla, incluidos los directivos más importantes, de la empresa que les interesa y que, en condiciones normales, adquirirían sin más.
Tan sencillo como eso. Y para muestra, las recientes operaciones llevadas a cabo por Microsoft con Inflection, y por Amazon con Adept. En el primer caso hablamos de la compañía creada por Mustafa Suleyman, Karén Simonyan y Reid Hoffman, cuyos directivos recibieron ofertas para incorporarse a Microsoft – Reid Hoffman ya estaba en su consejo – y con ellos, la mayoría de los empleados de la compañía. A todos los efectos, no se trata de una adquisición como tal, y la operación, de hecho, se parece mucho a lo que Microsoft propuso a los empleados de OpenAI tras el fulgurante despido de Sam Altman y Greg Brockman en noviembre de 2023. Pero para no ser una adquisición, el resultado de la operación es básicamente el mismo: te quedas con los empleados de la compañía y, por tanto, con toda su propiedad intelectual, aunque formalmente no cambie de manos. Lo que queda en Inflection, simplemente, se dedica a otra cosa.
A ese mismo esquema se ha apuntado ahora Amazon en el caso de Adept: Amazon hace ofertas de incorporación a los fundadores de la compañía y, con ellos, a dos tercios de la plantilla. Además, licencia la tecnología de la compañía, con lo que de nuevo, la propiedad intelectual no cambia de manos, pero a todos los efectos, la compañía ha conseguido exactamente lo mismo que lo que pretendía con una adquisición. Únicamente se ha quitado de encima a Lina Khan y a su equipo de reguladores.
¿Debe ser realmente tan sencillo como eso? ¿Los monopolios de facto siempre encuentran su forma de hacer las cosas, y pueden empezar a diseñar con este tipo de estrategias la forma de perpetuarse ante el cambio de era que significa la llegada de la inteligencia artificial, con pocos sustos más que la llegada de algunos nuevos actores a la escena? ¿O debería el regulador tener claro que eso, aunque no sea una adquisición como tal, sí ha funcionado realmente como una, y no es más una forma de tomar el pelo a la regulación que la sociedad se impone para evitar abusos?
This article is also available in English on my Medium page, «Non-acquisition strategies: Big Tech’s new regulatory workaround«
Llevamos ya muchos años, en que la tendencia es el Acqui-hiring, cuando se ha creado una estructura de capital inflada con sucesivas rondas de inversión.
Inflection está valorada en 4000 millones, 4 veces instagram.
A veces, la parte valiosa de una empresa es su talento, no el producto. Antes se adquiría la compañía al completo para integrarla en la oferta de tecnología de la compañía matriz, pero suele dar un pobre resultado, una fragmentación y disolución de los equipos, que se quedan sencillamente hasta la fecha de vesting de su stock en la anterior compañía.
Con el Acqui-hiring, se inicia un nuevo proyecto y hay una integración y objetivo común, no se está atado la tecnología original. Todo lo contrario de lo que sucede cuando se trata de captar cuotas de mercado, y los empleados, solo son parte del equipaje y acaban despedidos.
No es por evitar ninguna regulación, es que la empresa no ha afianzado la tecnología y su valoración radica en la PI y su potencial de desarrollo. qué es la decisión más apropiada.
En el caso de Instagram, por ejemplo, era el producto, aunque no hubiese generado ni un euro de ingresos antes de la adquisición.
En el caso de Inflection, solo es un chatbot, similar a ChatGPT. Su valor en el mercado es escaso, pero su tecnología puede ser utilizada en otros proyectos, da igual su valor de mercado, porque es su valor de innovación lo que prevalece.
Con Adept lo mismo, no es el producto o el mercado, sino la tecnología que subyace la que tiene valor.
If this isn’t acquisition, what exactly is this deal?
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Hablando de Mustafa Suleyman, y de los Vermut del mundo, veréis, el mayor truco de estás personas es el silencio. La prudencia y el pudor ajeno, que les permite mantenerse bajo el radar.
Sostener su camuflaje social. No hay toma de posición, ni hay que buscar. Pero ese silencio, solo es sostenible en una cultura empresarial cerrada, como los media, o cuando se pretende preservar la consideración social, el que dirán de los pueblos. Y no es el caso.
«Status, you know, is Latin for ‘the mess we’re in’.»
«Inflection está valorada en 4000 millones, 4 veces Instagram»
According to a Bloomberg Intelligence report, Instagram was worth $100 billion by 2018.(*)
No me salen las cuentas….:-o
(*)https://www.investopedia.com/articles/personal-finance/030915/how-instagram-makes-money.asp
Ni te salen las cuentas, ni sabes jugar al fútbol y sin embargo, aquí estamos,.
La cámara de mil millones de dólares, en Expansión
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Efectivamente, no se jugar al futbol. Pero se contar.
Tu también, pero cuentas cuentos del año 2012….
En un Estado de Derecho, lo que no esta explícitamente prohibido, está permitido. Solución, mejorar la legislación para evitar que escapen por la puerta de atrás.
Si mejoras lo suficiente tu legislación, las empresas se van a otro país. La única escapatoria que te queda es prohibirles vender sus productos y servicios hasta que no acaten la regulación del país donde venden/sirven, pero esto lleva a críticas tipo «huyen los mercados…destrucción de empleo…bolivarización de la economía», etc.
Cierto es un riesgo. Pues entonces o mejoras la legislación, o permites los cuasimonopolios por la puerta de atrás.
De todas formas no me parece mal que una empresa consiga empleados brillantes, «robándoselos» a otra compañía a base de hacer mejores ofertas económicas.
Quizá porque he vivido una época en la informática que era un fenómeno habitual.
¿Cómo nos defendíamos de eso?.- Teniendo mucho becarios formandose para cubrir los huecos que se produjeran. Dos actitudes que favorecían a los empleados.
El dilema más profundo de la humanidad en la actualidad es la concentración de capital: si no hay suficiente concentración, los procesos económicos y de producción son ineficientes. Si se concentra demasiado, se subvierte el orden democrático y la soberanía popular.
El bueno de Reagan nos sumergió de lleno en el extremo de la segunda opción: la democracia es una pantomima para que los ciudadanos esclavos no se rebelen ante sus nuevos «reyes del mundo», y nada hay que puedan hacer los gobiernos, ni siquiera a nivel de EU, para dejar de obedecer a estos nuevos señores feudales.
Por esto, cualquier ley está destinada al fracaso, ya que el único criterio debería ser el exceso de concentración de capital, y el arma principal (automáticamente, sin tener que argumentar una mierda) el desmembramiento y fraccionado del poder (recordemos que estuvo a punto de pasarle a Microsoft, pero se alegó no sé qué leches del «bienestar el consumidor», y falló el poco control democrático que le quedaba a EEUU). Otro ejemplo: el golpe de estado de 2008. Aglomeraciones financieras, con suficiente acumulación de dinero (de los demás, no suyo, tócate los cojones), too big to fail (eso ya te dice todo….fue fallo nuestro por dejarles ser too big), decidieron bombear riqueza de todo el sistema y quebrarlo. Las consecuencias han durado 15 años, que le han robado la vida y el bienestar a cientos de millones de personas. Los banqueros de los bancos rescatados, se pusieron bonus con la pasta inyectada.
Una duda.
Muchas de esas «startup» lo integran personas que trabajan por un pequeño salario y una Stock Options que supuestamente les compensará económicamente si triunfan o son adquiridos por un tercero. O pueden tener inversores no trabajadores con la misma esperanza.
¿Qué pasa con ellos en estos casos con los no contratados por ese tercero? ¿No pueden, legítimamente, sentirse estafados
Tengo una pregunta: ¿Es que en EEUU no existen las clausulas de no competencia, que impiden al que se va trabajar en las mismas actividades en otra compañía?
Porque en Europa sí.
En el estado de California son ilegales desde hace mucho tiempo, el motivo es maximizar la protección del trabajador. Y en esta legislatura, Lina Khan ha luchado para que también sean ilegales en el resto del país. La cuestión, además, tiene bastante sentido.
Aquí si existen porque las he firmado en varias ocasiones. También es cierto que, si eras hábil en la negociación, metías con calzador la contrapartida: cláusula de blindaje.
Es decir, si te echaban a la calle por causas no objetivas, te llevabas tu parte (en las que he firmado yo, la mas pequeña 2M y la ultima 4,5M) a cambio eso sí, de no ir a la competencia “directa” en un plazo determinado (en mi caso 1 y 2 años). En manos del juzgado queda definir que es competencia “directa”. (Debo decir que no todo es tan bonito, que en esa última, sufrí un mobbing/bulling de siete meses esperando que yo me fuera para ahorrársela, pero no contaron, ni con mi santa paciencia ni que 4,5 tiran mas que dos tetas y dos carretas juntas. Tarde un año, juzgado mediante, pero cobré).
No digo que no haya algún caso, raro, raro, raro, pero, por mi parte, jamás de los jamases he visto NUNCA que desde el legislativo se haya promulgado una ley ante la cual los de siempre hayan visto mil y una posibilidades de saltársela sin ninguna consecuencia. Y, en el caso más que remoto de que haya habido consecuencias, les ha salido no sólo a cuenta la sanción, (si es que encima la han llegado a pagar), sino que, incurriendo en flagrante delito, han visto centuplicado sus beneficios. Y aquí paz y después gloria.
O sea, “Vuestro derecho es solamente la voluntad de vuestra clase, erigida en ley, voluntad cuyo contenido se determina por las condiciones materiales de existencia de vuestra clase”. Si es que esto es de 1848 y nada ha cambiado, ni de antes ni de después. Y nada de nada cambiará al respecto por los siglos de los siglos.
Si es que no somos más tontos porque no damos más de sí; y no damos más de sí porque somos tontos y nos repampinfla la historia.
Saludos.