Un estudio de la Federal Trade Commission (FTC) norteamericana pone cifras al fraude y a las estafas que tienen lugar a través de redes sociales, y se encuentra datos realmente preocupantes: una de cada cuatro personas que han perdido recientemente dinero a través de fraudes en la red afirma que el contacto comenzó a través de alguna red social, con la posibilidad, dado que este tipo de delitos muchas veces no son denunciados, de que sea todavía mayor.
Unos fraudes que, además, tienden a afectar a los usuarios más habituales de este tipo de herramientas, los jóvenes: en los primeros seis meses de 2023, en los informes de pérdidas de dinero a través de fraudes y estafas sufridos por personas de 20 a 29 años, las redes sociales fueron el método de contacto en más del 38% de las ocasiones. Para las personas de 18 a 19 años, esa cifra fue del 47%.
El fraude reportado más frecuentemente en la primera mitad de 2023 fueron las compras de artículos comercializados en redes sociales, fundamentalmente a través de los ubicuos y constantes anuncios en Facebook (60% de los casos) o en Instagram (24%), que representaron un 44% de todos los informes de pérdidas por fraude en redes sociales. En la mayoría de los casos, el fraude consiste simplemente en productos no entregados, con la ropa y los productos electrónicos encabezando la lista. WhatsApp, con el 13%, y Telegram con un 9% completan la lista, calculada sobre todos los casos reportados y excluyendo los que no fueron capaces de identificar una plataforma concreta.
Otros tipos de estafas, como los intentos de derivar contactos a páginas web o de supuestas inversiones en criptomonedas componen también una parte sustancial de este tipo de estafas, el 20%, mientras que las supuestas relaciones románticas que terminan solicitando dinero suponen un 6%. Sin embargo, estos dos tipos de fraude, a pesar de ser menos numerosos, suelen suponer pérdidas económicas más elevadas, y elevan su importancia a un 53% y un 14% del dinero total estafado.
En el caso de las compras de productos ofrecidos en anuncios en redes sociales, que en muchos casos son fruto de una segmentación muy trabajada y que coinciden con intereses de unos usuarios más propensos a sentirse atraídos por los productos, el informe de la FTC recomienda investigar la reputación del vendedor, y hacer búsquedas del nombre de la compañía acompañado por términos como scam o fraud.
Decididamente, un tema para hacérselo mirar: el control que plataformas como Facebook o Instagram llevan a cabo sobre las compañías que se anuncian en ellas es ínfimo, y la preocupación que parecen tener sobre este tipo de estafas es prácticamente inexistente, dado que las compañías se benefician directamente del hecho de que los estafadores paguen puntualmente por sus anuncios y no tienen, debido a ello, especial interés en perseguirlos. Bajar las barreras de entrada al comercio electrónico de manera completamente irresponsable tiene precisamente eso, que los primeros que hacen su agosto son aquellos que, aprovechando el tirón de una plataforma determinada y la confianza que supuestamente genera en unos usuarios no preparados para reconocer patrones fraudulentos, tienden a ser capaces de hacerlos incurrir en ellos con suma facilidad.
En el fondo, lo de siempre: si renunciamos a educar a los usuarios en plataformas que se han convertido en ubicuas y presentes en cada vez más aspectos de la vida de las personas, lo que estamos haciendo es generar carne de cañón para delincuentes y estafadores de toda ralea. Estamos creando segmentos de la población carentes de toda educación formal en el uso de entornos tecnológicos y dedicándonos, además, a hacerles creer que son «nativos digitales» que usan sus dispositivos mejor que nadie, cuando en la práctica son una panda de incautos con los que cualquier estafador hace su agosto. Sigamos así, sin introducir la tecnología en los procesos educativos, y ya veremos qué bien nos va…
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La confiabilidad es lo más fácil de perder como negocio legítimo y trae como consecuencia la ruina. Lo triste es que las empresas reputadas no necesitan anunciarse en redes sociales, así que solo abundan las startups y las estafas.
No le veo buena solución a menos que las RRSS pidan datos fiscales comprobables para poder hacer una denuncia y seguimiento.
Otra cosa que nunca he sabido es por qué no se implican los bancos. Si hay una denuncia, el dinero se debe congelar en la cuenta del destinatario hasta resolver la querella. Eso acabaría con muchos timos y estafas. Además, ¿quienes son los titulares de esas cuentas? En España todos los bancos son de KYC, ¿verdad?
Una estafa en la que estuve más o menos cerca de caer (lo bastante cerca como para que me dé un poco de vergüenza reconocerlo) en Twitter (lo siento, me niego a llamar «X» a Twitter):
1. Tengo un problema con una aerolínea.
2. Escribo un tweet sobre ello mencionando la cuenta oficial de la aerolínea, a ver si suena la flauta y me ayudan.
3. Recibo una respuesta pidiéndome que les siga para poder hablar mediante mensajes privados. Lo hago.
4. Me piden un número de teléfono, lo doy.
5. Me llaman, me atiende un señor con un acento inglés muy divertido.
6. Me dicen que me van a pagar una jugosa indemnización. ¡Yupi!
7. Me piden que instale una aplicación de envío de dinero. Me extraña pero lo hago.
8. Me piden que seleccione la opción «Enviar dinero». ¿Cómo enviar? «Sí sí, no se preocupe, eso es sólo para activar la cuenta».
9. Me piden que seleccione Kenia como el país receptor. Mosqueo máximo.
10. Caigo en que la cuenta que me respondió en Twitter no es la oficial de la aerolínea sino otra de nombre parecido, caigo también en lo estúpido que he sido, cuelgo y denuncio la cuenta.
En fin, cuidadín que nadie está a salvo, y a fijarse bien en los nombres de usuario.
Gracias por compartir tu experiencia, siempre es bueno aprender de lo que les ha posido potencialmente pasar a los demás.
No hace falta ser un fanático de la seguridad para estar razonablemente protegido.
Yo solo tomo tres precauciones:
-Contraseñas seguras.
-Emails sospechosos o no esperados a la basura (por supuesto no clickar en enlaces de dichos correos).
– No comprar en sitios no conocidos sin conocer su reputación o que no tengan un sistema de pagos seguro.
Suficiente para un uso básico de internet.
Ah, y mantener una cuenta corriente para pagos online con el dinero justo.
¿Todavía no ha salido nadie diciendo que la culpa es de los usuarios por ser muy crédulos, estúpidos, etc. y que a él no le pasará nunca porque hace no sé qué cosas?
Estoy sorprendido.
Nadie esta exento de caer en una trampa, no hace falta ser ni crédulo ni estúpido… solo “despistado”.
Hace unos meses casi me cambian de compañía de teléfono. Se hicieron pasar por la mía y me hicieron una buena oferta (de vez en cuando mi compañía me llama para eso, así que nada anormal), sabían mi nombre, apellidos y domicilio… hasta que me pidieron el DNI. Era mi compañía y no tenía mi ficha en pantalla?
Hubiera podido caer en la trampa y muy fácilmente.
Mira lo que dice Konamiman… yo no creo que sea ni crédulo ni estúpido, pero fíjate en el punto 7. Eso ya es sospechoso.
Así que no creo que nadie se pueda librar. Y cada vez se perfeccionan más. El príncipe nigeriano quizás ya no cuele, pero tienen más arsenal.
Eso no quita, que si andas por las redes, haya mas oportunidades de que “te cacen” :P
Totalmente de acuerdo, cualquiera puede caer, sea por tener un mal día o porque «los malos» tienen el día espabilado. De hecho, uno de los problemas importantes que tiene este tema detrás es que mucha gente a la que le pasan cosas y que pierde dinero no lo denuncia ni habla de ello: se sienten avergonzados, y lo ocultan. Eso evita que se puedan conocer más rápidamente las operativas de los estafadores, y que no se hable demasiado de elo. Si todos compartiésemos nuestras malas experiencias sin miedo a sentirnos idiotas o a que nos tomasen por ello, nos iría mucho mejor…
En mi caso, lo puse en conocimiento de mi compañia, de Bandaancha y de Usuarios Teleco. No perdi mas de media hora.
Dar visibilidad ayuda.
A mí también han intentando hacerme cambiar de compañía telefónica haciéndose pasar por la mía, dos veces… y además de mi nombre, dirección y lista de productos contratados también tenían mi DNI. Da miedo pensar las vueltas que dan nuestros datos.
> “Y cada vez se perfeccionan más”
El día en que escriban los correos o SMS sin faltas de ortografía o sintaxis van a causar estragos…
Ojo… que la IA ayuda… XDDD
Sí, yo mismo, salgo. Todas estas estafas siempre tocan el punto narcisista del «suculento» beneficio. ¿A que a nadie le ha estafado pidiéndolo que les enviasen una buena cantidad de dinero a la cuenta del que estafa, que la luz le iba a salir por un güebo de la cara, o que las facturas del movil iban a ser de tres ceros…? ¿Verdad que no? Pues eso, a tomar nota.
Por eso jamás atiendo ninguna llamada, ni ninguna comunicación por ningún medio, de nada que me ofrezcan nada. Soy yo el que pide. Rechazo TODO lo que me ofrezcan sin yo pedirlo., principio fundamental.
Eso no quita que los estafadores lo sean, y que, IA de por medio, y como ya estoy harto de decir, veréis lo que nos vamos a reír cuando se necesiten autentificaciones para mantener siquiera una comunicación telefónica hasta con nuestra pareja, sea por el medio que sea, incluso una video conferencia…
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/novaceno/2023-05-25/estafa-china-videollamada-inteligencia-artificial_3636801/
Hala, saludos.
A mi me pasó algo que me costó mucho trabajo descubrir que era real. Alquiler un coche en Sixt países bajos y tuve un percance con una rueda, en un bache me reventó. Cuando entregué el coche me dijeron que no me lo cubría el alquiler, lo cual era cierto, y que tenía que pagarla.
Efectivamente, de allí a un par de meses me llegó un correo solicitando el pago de la rueda aunque el correo no era de Sixt. Al principio lo ignoré ya que supuse que me lo tendría que enviar Sixt. Posteriormente me llegó otro correo de la misma compañía solicitando de nuevo el pago. Después de muchas averiguaciones efectivamente tuve que pagar aunque, como digo, ese correo me generase mucha desconfianza.
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Alguien está suplantando a los hoteles en la misma app de Booking. Ten cuidado de no caer en la trampa: puedes perder miles de euros
Estos casos están a la orden del día. Hace un mes le vaciaron una wallet a uno de los evangelistas más importantes de Ethereum. La estafa comenzó con una falsa cuenta twitter de otro famoso personaje crypto.
Yo sólo compro en sitios muy determinados y he tenido suerte que no me han lanzado anzuelo, pero creo que es principalmente porque compro pocas cosas en general.
Además de RRSS, otro coladero son las telecos con los SIM swaps. Las telecos deben de extremar las condiciones de duplicar un SIM. Deberían de hacer como los bancos con las tarjetas de crédito y pedir una denuncia policial.
Una constante bastante extendida es que casi siempre les falta un dato. Uno de los primeros checks de los sistemas de fraude son los datos incompletos. Nombre completo, apellidos (los dos), DNI, Dirección, codigo postal, fecha de nacimiento. Si no tienen todos. Alto riego.
Tristemente no es muy diferente de lo que pasa con las tarjetas de crédito que a todos nos ofrecen constantemente. Tarjetas de bancos fiables e importante compañías, todas sin comisiones e incluso algunas nos ofrecen un % de vuelta de las compras realizadas. ¿Dónde está el truco? En los incautos que aplazan pagos realizados con las tarjetas con unos tipos de interés elevadísimos, muy muy por encima de mercado. Y no pasa nada.
También recuerdo cómo telefónica (y las compañías que fueron surgiendo) nos timaban con sus servicios 90xxxx. Llamabas a uno de esos, te cobraban lo que querían y luego la compañía te decía que no sabía nada de nada, ni quien daba el servicio ni se hacía responsable de nada. Y eso empresas muy solventes.
Parece que el lobo va cambiando de piel, pero permite que sus clientes caigan en manos de estafadores siempre y cuando ellos se lleven su parte.
¿No debería una empresa ser responsable de lo que le ocurre a sus clientes con en sus servicios?
Filtros, filtros, filtros… y no de pitillo, ni de bazar chino.
Estafas y mucho más… Sin comentarios.
“La mejor coca de Barcelona”: los traficantes usan la publicidad de Facebook para atraer a nuevos clientes
https://www.eldiario.es/catalunya/mejor-coca-barcelona-traficantes-publicidad-facebook-atraer-nuevos-clientes_1_10628162.html