La autoridad antimonopolio británica, Competition and Markets Authority (CMA), a instancias del regulador de las comunicaciones Ofcom, ha decidido investigar las prácticas de licencia y uso de los dos principales competidores en el ámbito del cloud computing, Amazon y Microsoft, debido a sospechas de la existencia de prácticas anticompetitivas en este entorno.
Una investigación que amenaza claramente el negocio de estas compañías, protagonistas de una de las más importantes transiciones en la historia de la computación al ofrecer a sus clientes costes potencialmente más bajos que la gestión de sus propios data centers y, al tiempo, la tranquilidad mental que proporciona el que los problemas de gestión del hardware pasen a ser cosa de un tercero.
Las compañías tecnológicas, que por la naturaleza global de su negocio fueron las primeras en plantearse la necesidad de las arquitecturas de cloud computing, tuvieron que afrontar muchísimas resistencias por parte de sus clientes al principio para convencerlos de que la propuesta de valor de la nube no solo tenía sentido, sino que suponía además mayor seguridad, tranquilidad y escalabilidad, algo que muchos clientes aún no han terminado de entender. Las compañías proveedoras protagonistas de esa transición se convirtieron en los llamados hyperscalers, en propietarias de enormes infraesructuras distribuidas por todo el mundo, una evolución de los centros de datos tradicionales, que aseguraban la posibilidad de una arquitectura de escalar adecuadamente a medida que se incrementaban las demandas al sistema.
Pero obviamente, no todo iba a ser simplemente «trae tus datos a la nube y vivirás mejor». Dada la naturaleza relativamente comoditizable del negocio y la perspectiva de que terminase convertido en una simple contratación en función del coste, casi en una utility indiferenciada, los proveedores desarrollaron sistemas que dificultasen la posibilidad de que una compañía pudiese decidir de forma sencilla cambiar de proveedor. Llegó el temido vendor lock-in, esquemas de licenciamiento que imponen, por ejemplo, un precio de salida, o incluso arquitecturas específicas destinadas a tratar de elevar los eventuales costes de cambio.
¿Qué ha ocurrido? Simplemente, que un número creciente de compañías británicas se han quejado al regulador de las dificultades que se encuentran a la hora de cambiar de proveedor de cloud computing o de tratar de construir las cada vez más frecuentes arquitecturas multi-cloud, lo que ha llevado a ese regulador a investigar. Y puestos a investigar, lo lógico es comenzar por quienes detentan entre un 60% y un 70% de ese mercado, es decir, Amazon y Microsoft (llegarían a un 81% de la facturación de ese mercado en el Reino Unido si incluimos a Google), y suponer que parte de su éxito puede provenir precisamente de estar aplicando esa construcción de barreras de salida.
La respuesta de Amazon al respecto ha sido la habitual en la compañía: decir que el regulador no se está enterando de nada. Básicamente, que las conclusiones preliminares de Ofcom están «basadas en una idea errónea fundamental sobre cómo funciona el sector de TI y los servicios y descuentos que se ofrecen». Algo muy poco probable considerando el trabajo previo que suele haber antes de presentar este tipo de demandas, y que suena más bien a que se benefician, por su tamaño, de poder hacer de manera natural ofertas que otros competidores no pueden alcanzar.
Esto llevaría la discusión a un terreno complicado porque, lógicamente, no se puede castigar a un proveedor por alcanzar mejores economías de escala y, por tanto, poder ofrecer mejores precios a sus clientes… salvo que, además, utilice otro tipo de técnicas para obtener ese vendor lock-in. El otro investigado, Microsoft, ya ha sido objeto, de hecho, de varias demandas antimonopolio por sus prácticas de licencia en la Unión Europea, presentadas por varios de sus competidores agrupados en Cloud Infrastructure Services Providers in Europe (CISPE), y ya ha ofrecido hacer cambios en esos modelos de licencia para tratar de acomodarlos a la legislación y evitar así posibles multas.
Otro frente más en la escena regulatoria que afecta a las big tech, y que tiene además una enorme importancia por la trascendencia que alcanza, cada día más, la migración de las operaciones de las compañías hacia la nube, que debería producirse en un entorno de competencia abierta que beneficiase a los clientes de estas compañías. Y de nuevo, Europa convertida en el escenario en el que primero se juegan las batallas regulatorias más importantes. Veremos cómo evoluciona.
This article is also available in English on my Medium page, «The next big regulatory battle will be… in the clouds»
Perdonad por la ignorancia, el Cloud Computing no es mi especialidad.
A parte de Microsoft con Azure y Amazon con AWS, que otras compañias relevantes y de posible cierta importancia ofrecen servicios de Cloud Computing?
Como se llama, por ejemplo, el servicio de Cloud Computing de Google, sin ir más lejos?
Se llama Google Cloud, y tiene un 11% del mercado mundial. Tienes otros competidores en el enlace de Statista, que además, como yo, podrás ver seguro con el site license de tu universidad…
El servicio de Cloud Computing de Google se llama “Google Cloud Platform” (GCP): https://cloud.google.com/gcp
Hay también cloud computing de Oracle Cloud Infrastructure (OCI), IBM Cloud, Alibaba Cloud, Digital Ocean, etc.
Y luego estamos los particulares y que acabaremos montando una “cloud” casera con servidor de almacenamiento, servidor de correo, HSM, etc. dadas las decisiones unilaterales de los proveedores habituales: subidas de precio del almacenamiento, eliminación de funcionalidades, eliminación capas gratuitas o baratas, etc. Yo ya he vuelto a desempolvar unos discos SSD que había dejado de usar para backups y a dejar uno en casa y otro en el trastero…
Soy CTO de una empresa, y en nuestra empresa , tenemos CPD propio y luego usamos servidores en la nube de linode, Google y Digital Ocean.
Llevo 25 años montando infraestructura y diría que el tema de serividores en la nube, es un sector con mucha compencia, o mejor dicho , en el que cada vez hay más competencia.
En mi opinión, la dependencia de un proveedor y por lo tanto la dificultad de migración dependerá de la tecnología que uses. En nuestro caso montamos en la nube servidores Ubuntu y por encima todos nuestros servicios con docker swarm, todo ello opensource y con unas facilidades de despliegues brutales. Una infraestructura de 20 servidores con 40 servicios podemos migrarla de Amazon a Google en 1 hora…
Sin embargo , sí que es cierto que como empieces a utilizar servicios, APIs y demás de más alto nivel te empiezas a atar al proveedor y por cierto, te empieza a salir la cuenta mucho más alta..
Eso es porque utilizais contenedores, que son agnósticos de la infraestructura en la que se ejecuten. Tiene el «inconveniente» de requerir mantenimiento y supervisión por parte del usuario.
Hay muchas empresas que utilizan la aproximación «handd off», delegan todo a su proveedor de la nube y luego se encuentran con la «sorpresa» de subidas de precios, retirada de servicios, dificultad de cambiar de proveedor, etc.
En fin, «enshitification» en estado puro pero ahora en «la nube».
Uno de los problemas a la hora de moverse a otro proveedor es la «gravedad de los datos». Es decir, el tiempo y el dinero que cuesta moverlos.
Las aplicaciones nativas (PaaS) y los servicios serverless (lambda, Azure Functions, etc) que ofrecen muchas nubes, sí suelen ser difíciles de migrar, porque son precisamente tecnologías dedicadas de una nube y dependientes de su API.
Es código como servicio cloud, no infraestructuras tal como se conocían en el modelo cliente-servidor clásico. La solución pasa por la llamada orquestación de servicios cloud, utilizando capas de abstracción de los servicios y el código. (TerraForm, etc)
Es diferente utilizar una nube como IaaS (infraestructura) que como plataforma de desarrollo, como Heroku. Han dado lugar a todo un nuevo sector, lo que se conoce como DevOps.
Recientemente, se están creando Frameworks «cloud agnostic» como alternativa a las infraestructuras de contenedores en Kubernettes y Docker.
No existe ningún monopolio real, salvo por la asignación de precios basados en la escala de las infraestructuras. A mayor tamaño de la nube, menor precio.
Pero hay que entender, que la palabra Cloud ya no es el modelo clásico de infraestructura, sino que estamos hablando de otro tipo de servicios dependientes de la plataforma.
Así, en breve, para los de la escuela clásica (5 años atras). No, no es chino.
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Acabo de quedar tan enshistificado, que solo voy a decir una cosa.
Lo más difícil de mi desempeño como profe, era bajar al alumnado de la nube (donde se situaba pacíficamente durante la clase).
Sobre todo si había nidificado en ella y estaba en edad preadolescente. Estos podían darse por perdidos, hasta que un tema les pinchara en el culo, con más o menos ganas. Pero era un trabajo excesivamente arduo.
La importancia de regulaciones efectivas que aseguren que la transición hacia la nube sea inclusiva y beneficiosa para todos los actores del mercado es un punto muy importante a tomar en cuenta, cada persona, profesional ó empresa está migrando a la nube con cautela esperando obtener beneficios que a la larga el proveedor en la nube te la puede cambiar en cualquier momento a favor de ellos y en perjuicio de los clientes. Me imagino un mundo en la nube muy particular ó atomizado donde cada persona o empresa maneje su nube opensource hecha a su medida.
Un punto muy importante es la importancia de regulaciones efectivas que aseguren que la transición hacia la nube sea inclusiva y beneficiosa para todos los actores del mercado. Actualmente las personas y empresas están migrando con cautela sus datos a ala nube con miedo que en cualquier momento este servicio realice cambios que perjudican en precio y funciones el servicio que contratemos. Al final veo un mundo en la nube al igual que en las redes sociales atomizadas donde cada uno va ser dueño de sus contactos ó datos.