Mi columna en Invertia de esta semana se titula «El cuidado de la salud y las métricas deficientes» (pdf), intenta crear conciencia sobre un problema importante en el planteamiento habitual del cuidado de la salud: la inconsistencia de muchas de las métricas utilizadas habitualmente en el diagnóstico.
Parámetros utilizados habitualmente como elementos diagnósticos están probando cada vez más sus problemas: el último es la presión arterial, una de las medidas más habituales, que prueba ser completamente arbitraria en función de muchísimos elementos, desde el estado del paciente hasta su dieta el día anterior, pasando por simples errores de lectura o de sesgo de quien toma la medida. En muchos casos, esos errores dan lugar a malas decisiones en los tratamientos administrados, simplemente porque la métrica era errónea. La única solución razonable, además de promediar varias lecturas para intentar reducir o, cuando menos, acotar un poco el error, es la medición habitual mediante dispositivos sencillos, idealmente wearables.
Exactamente lo mismo ocurre, por ejemplo, con la mayoría de las mediciones de parámetros de la salud coronaria: un electrocardiograma es solo una imagen instantánea de un momento en el tiempo, las métricas habituales con dispositivos sencillos resultan mucho más fiables. El uso habitual del holter prueba la evidente desconfianza de los facultativos ante las métricas instantáneas, pero aún así, es utilizado de manera muy poco habitual. Otras métricas, como las analíticas de sangre, son igualmente imprecisas: si quieres tener una métrica de colesterol razonable, come fruta el día anterior. Los efectos de utilizar medidas puntuales son evidentes, y en muchos casos generan diagnósticos erróneos.
En general el planteamiento sistémico de la salud, combinado con malas métricas, termina generando situaciones indeseables como personas de edad avanzada tomando auténticos cócteles Molotov de medicinas imposibles de recordar si no es con enormes pastilleros, con problemas de adherencia al tratamiento o de confusiones, y con un efecto posiblemente subóptimo sobre la salud del paciente.
En su lugar, el planteamiento razonable es buscar una monitorización lo más habitual posible mediante dispositivos y prácticas que permitan alimentar algoritmos que mantengan un control de la salud en términos continuos. Obviamente, es fundamental trabajar en la confidencialidad de esos datos de una forma que posibilite su uso en investigación y evite fugas de una información obviamente sensible para otros propósitos, pero solventada esa limitación, hablamos de algo que podría llevar a la investigación médica a una nueva frontera. Hablamos, por un lado, de una reducción palpable en el sufrimiento, morbilidad y mortalidad del paciente y, por otro, de una reducción en los costes derivada de diagnósticos más tempranos.
La monitorización habitual es la nueva frontera de la medicina. Ahora solo queda que los organismos encargados de gestionar la atención médica se den cuenta de ello y empiecen a moverse en esa dirección.
This article is also available in English on my Medium page, «Why aren’t algorithms being used to improve health care?»
Con la iglesia hemos topado.
Esas medidas, que ya se podrían implementar por que lo que se necesita ya está disponible, se las tienen que ver con un gigantesco aparato burocrático, como es la Seguridad Social , que está completamente enfrascado en lo urgente, abandonando lo importante.
Y lo urgente son las listas de espera interminables, la legión de pacientes que tiene que atender el medico de familia diariamente, la escasez de facultativos que empeora cada vez mas, los presupuestos restrictivos, las politicas de privatización (y como resultado, de precarización de la atención medica para que nos apuntemos a lo privado) de determinado partido que yo me sé, etc, etc.
Vamos , que ser será, pero …¡¡mañaaaaaana||
Y lo peor es que la tendencia a futuro no es a mejor, sino a peor. En occidente los estados van a contar con cada vez menos presupuesto para destinar a la salud, precisamente en un entorno de mayores niveles de envejecimiento de la población. La edad dorada del buen atendimiento médico pasó a la historia (y fue breve).
Como diría Enrique, todo esto va a tener un efecto subóptimo sobre la salud del paciente. Palabro éste que me he molestado en consultar en el diccionario de la RAE y responde que no existe. ¿De dónde la has sacado, Enrique?
El gasto público en salud por habitante sube año a año desde siempre. ¿De dónde sacáis esos datos?
Por cierto, si queremos relacionar gasto con calidad, tenemos que EEUU se gasta 5 veces más que España en salud por habitante.
FUENTE: Santiago Niño Becerra (Catedrático de estructura económica)
«El número de pensionistas va a aumentar desde los 10 millones de la actualidad hasta los 15 millones en 2050».
“A medida que se vayan acelerando los recortes en la sanidad pública la esperanza de vida caerá. Es debido a la sanidad pública universal que la esperanza de vida ha ido aumentando”.
“La población pasiva aumentará y los recursos públicos y privados serán cada vez más insuficientes para atenderla: se ha alcanzado la actual esperanza de vida gracias a una sanidad pública que no es sostenible y no es sustituible por una privada porque las decrecientes rentas medias no podrán pagarla”.
«Los progresivos recortes y encarecimiento de prestaciones de la sanidad pública universal y la insuficiencia de renta para contratar pólizas sanitarias privadas harán que la esperanza de vida vaya disminuyendo aceleradamente».
“El modelo de protección social, el gran sostenedor de la clase media, se está resquebrajando porque no es sostenible».
Ahí es donde el «eHealth» puede echar una mano! Toda la gente mayor bien monitorizada de forma automática:
De forma presencial y manual será insostenible!
El Sr. Niño está ahí, deliberadamente, obviando los aumentos de productividad que trae la mayor formación del trabajador y (especialmente) el progreso tecnológico.
Me temo que se equivoca, JAVIER M. No lo obvia en absoluto. Cita completa:
“Ya saben: pienso que ni la solución es esa ni vendrá por ahí sino por un aumento exponencial de la productividad obtenido por la implementación de tecnologías cada vez más sofisticadas desarrolladas por un capital crecientemente concentrado. Y será al revés: la demanda de trabajo irá cayendo porque cada vez más tareas serán automatizadas. En ese escenario la población pasiva aumentará y los recursos públicos y privados serán cada vez más insuficientes para atenderla: se ha alcanzado la actual esperanza de vida gracias a una sanidad pública que no es sostenible y no es sustituible por una privada porque las decrecientes rentas medias no podrán pagarla. La esperanza de vida decrecerá excepto para una élite. Nos hallamos en un momento parecido a lo que sucedió con el transporte terrestre a finales del S. XVIII: mejoraron los pavimentos y se diseñaron carros mayores a la vez que se desarrollaron los canales. Pero la solución llegó con el ferrocarril. En términos económicos ni es necesaria más población ni es sostenible, hace falta más inversión, más investigación, más innovación y más productividad. Los recursos, ni son infinitos ni son gratuitos ni todos podemos tener un Ferrari; por creer eso y actuar en consecuencia estamos donde estamos: en un planeta que se abrasa y ocupado por 8 mM de personas de las que el 90% ni malviven. Se sigue aumentando el tamaño de los carros, pero ese no es el camino. Desgraciadamente la realidad llegará de improviso (como suele ocurrir)”.
Esa es la paradoja.
Los recursos para pagar las jubilaciones ( y esas no se tocarán por que quien toca las jubilaciones no gobierna – acordemonos que a pesar de que no son sostenibles les han subido todo el IPC de la inflación-) se detraerán de la seguridad social, que es el monto mas importante de donde pueden sacar el dinero.
Y el resultado , sin embargo, es que los mayores morirán antes por que son los que mas utilizan y necesitan la Seguridad Social , y al morir antes Hacienda se ahorrará un montón de pasta en jubilaciones.
Es decir, jubilación y seguridad social son vasos comunicantes.
Muy de acuerdo en general, pero, como pasa con el sector de educación/domesticación , hay que empezar la casa por los cimientos.
Así que toca «tocarle los huevos y los ovarios» al personal humano, que se dedica a observar los datos sobre la salud de un ser humano.Y a ser posible antes (ahí incide la prevención informática). Aparatos sí, pero personal médico y docente, realmente profesional, también.
En ese aspecto, de que no todos los datos son los que están, ni todos los que están son, me gustaría rememorar la situación similar, que se da en la política actual.
Cuando había Asociaciones de Vecinos (esas que se cargó el PSoE), durante el franquismo tardío, el partido político de turno podía recibir datos casi cotidianos. Donde surgía un problema se llamaba al «médico» rápidamente. No se esperaba a que el problema pillara una septicemia y acabase con la paciencia e, incluso, con alguna casa deteriorada.
Y no había instrumental medidor, era el propio vecino concienciado, militante o no, el que daba señales da alarma.
Pero con los nuevos partidos, muy informatizados ellos, no hay la conexión directa necesaria para «vivir el problema», que se decía entonces. Aparte de las pocas ganas que pueden tener, para resolver rápidamente los problemas que «nos dan». Sobre todo, si no hay tarjeta Black para buscar una solución.
Así que volvemos a lo mismo, la solución no pasa por el instrumental medidor, sino por la cabecita de los lectores de las medidas. Sean los vulgares pacientes, o sean los doctos especialistas.
En la clandestinidad el líder político dependía directamente de sus camaradas/fuentes. En la actualidad depende más del Ferreras de turno, que le vaya dando la coba pertinente, con «sus» datos incluidos. Cuando gustan nos encanta, cuando no gustan le llamamos de todo. Y, además, los datos son cocinados a fondo por la maquinaria del partido, antes de ser digerida por sus militantes.
Por eso tiene mucha razón JUAN T, cuando nos acerca al dicho que dicen dijo el amigo Cervantes. El que podemos acompañar por este otra : «No hay buena medida si no hay buen medidor/intérprete», parafraseando a otro famoso dicho medieval, sobre vasallos y señores.
No puedo estar más de acuerdo, Enrique.
De hecho me estoy planteando muy seriamente orientar mi actividad de investigación en la linea de los wearables y la monitorización continua de parámetros.
Tengo dos anécdotas al respecto:
1) Hace poco me fuí ha hacer «una ITV» y el mismo médico declinó medirme la tensión arterial: me dijo que lo hiciese 3 veces al dia durante dos semanas en casa y que luego le pasase los resultados, que no se fiaba de una medición puntual en su consulta.
Da la casualidad que mi aparato de medición, un OMRON, que parece ser el stándard, requiere de 3 o más mediciones seguidas para empezar a dar valores consistentes, de lo que deduzco que una medida tan tradicional (y supuestamente simple) como la tensión arterial es un problema no resuelto… y menos con un posible wearable.
2) Hace 5 días fuí presidente de un tribunal de tesis doctoral y el doctorando presento unos nuevos sensores basados en aptomeros y transistores FET superselectivos a glucosa, serotonina, etc… Parece que se podrían medir, de forma fiable, dichos parámetros con el simple sudor o transpiración de la piel.
En definitiva, el tema de la bioquímica en tiempo real, algo muy inmaduro a nivel de wearebles empieza a despegar a nivel de laboratorio e investigación preliminar. Seria el «holly grail» de la monitorización continua de constantes vitales, que se podrían enviar en tiempo real con un «Apple Watch» o similar al servidor del hospital del facultativo de turno, por no decir el campo que se abriría respecto a la posible correlación de su dinámica con otros parámetros como la actividad del paciente. Todo un campo por investigar..
Me imagino el diagnóstico de cualquier médico a una persona sin patologías que se mida la presión arterial, se haga un ECG o una analítica de sangre diariamente, hipocondría extrema.
Para una persona enferma si que son buenas iniciativas.
Estoy contigo.
Le doy la razón a eDans, en tanto estaría bien una monitorización continua y centralizada. Pero en los casos que así se requiera. De hecho, que el medico decida meterte el holter, no es porque no se fie de lo que esta “leyendo” en ese momento, sino de que ve tu historial y lo considera necesario.
La monitorización continua abriría otro tema. Mediante “que” dispositivo, y eso ya seria arena de otro costal. Por supuesto los Appleboys dirán en seguida que el AppleWatch. Bueno, hay muchos más y tan precisos como ese (y más baratos).
Y en el otro lado, ya comenté por aquí una vez, que por la profesión de mi mujer (enfermera de paliativos), un buen numero de nuestros amigos son del ámbito sanitario, TS, enfermeras y médicos. Y que dos de estos últimos, ya nos comentaron que estaban hasta el moño de los hipocondriacos que se presentaban en consulta por culpa de sus watch, creyendo que el mundo se acababa a la mínima lectura que -ellos- consideraban “anormal”.
Por tanto, el punto medio estaría en la monitorización con un dispositivo “estándar”, de los casos que realmente requieren de la misma (y siempre por prescripción médica, no por comprarte el cacharro). Centralizado en los centros de salud y con alertas que les adviertan que ese paciente “se va de madre” en la medición que precise ser controlada.
Por supuesto, que dicha monitorización, tiene que estar lejos de la empresa del dispositivo si de verdad queremos respetar la privacidad o la “fuga de datos” hacia aseguradoras y similares.
Ni que decir tiene, que las monitorizaciones de ECG, no serán nunca las mismas en un watch que en un medidor en consulta. Dicho por esos mismos médicos.
De acuerdo, en general, con tus comentarios.
Excepto en el último párrafo: Un ECG verdaderamente representativo, te lo dará mejor un Wearable aprobado por la entidad correspondiente que uno hecho tumbado en una camilla en situación de reposo.
Tal y como apuntas, el Holter te permite obtener una visión mucho más completa de como funciona tu corazón.
Respecto a los hipocondríacos? Entiendo la situación. Pues que no se muestren los resultados al paciente, simplemente se envíen a un servidor que, con una serie de algoritmos, avise al cardiologo si hay alguna lectura preocupante, pero siempre dejando al paciente de lado.
En el fondo es un tema en la misma categoría del «no mires nada de medicina por internet que te vas a asustar» que tanto te dicen los médicos (supongo que con toda la razón del mundo).
Un saludo, aunque me ignores (cosa que entiendo y respeto).
Y sí, hay alternativas al AppleWatch mucho más baratas. Pero también es cierto que no todas está aprobadas por la FDA.
Mira, por una vez no te voy a ignorar, y no te acostumbres…
Vas a saber mas tu que un medico con 45 años de experiencia, cardiologo para mas inri.
El holter lo he llevado colgado mas veces de lo que te imaginas.
No, tranquilo, ni necesito ni quiero acostumbrarme a que me contestes, pues para escupirme a la cara, mejor ignórame.
Yo también conozco un genial cardiólogo más o menos de la misma edad y experiencia. Y a todo un equipo de cardiólogos del hospital universitario con los que colaboro. Y están emocionados con la idea de una monitorización continua con reloj.
Y el cardiólogo de alta experiencia también recomienda holters cuando no lo ve claro. Y eso es exactamente lo que he dicho, que una medida puntual de EGC no substituye a una medida continua…. Y tampoco quiere saber nada de pulseritas o relojes, pues me confiesa que como no conoce la tecnología se fía sólo de lo que siempre le ha funcionado.
Y razón no le falta, pues falta gente cómo yo que colabore con estos equipos de cardiólogos para analizar y correlar datos para empezar a sacar conclusiones y vías alternativas de diagnóstico.
Un Apple Watch no va a ayudarte en nada con tu salud.
Y la monitorización continua y estar conectados a una entidad pseudo-médica, recolectando datos de salud de forma continuada, solo es una muestra de hipocondría digital, sin valor para cuidar la salud de nadie o prestarle una mejor asistencia sanitaria, salvo para alimentar lo que se conoce por «trastorno de ansiedad por enfermedad» o hipocondriasis.
Convertirte en un «Cíborg» no va a alargar tu vida, mucho menos si llevas unos hábitos de salud pésimos y dedicas toda tu atención a mirar analíticas («métricas») como si fuese un índice bursátil.
El transhumanismo no es una panacea digital, sino una pseudociencia.
–
Todestrieb
Hipocondriasis
Con todos los respetos, amistad y consideración , Menestro, no estoy nada de acuerdo con tus comentarios. Por favor no lo interpretes como un ataque personal, que para nada lo es. Es simplemente un debate sobre el tema de hoy:
1) Sobre el AppleWatch existen ya centenares de casos en los que ha salvado vidas. Solo hace falta que lo pongas en Google y te encontrarás muchas referencias
2) La hipocondria digital es un término que no existe, que tú te inventas:
No tiene nada que ver un ECG tumbado en una camilla que una prueba de esfuerzo, sin ir más lejos. Por lo tanto, monitorizar la actividad cardíaca en diferentes situaciones de actividad da muchísima más información.
Hay todo un campo de estudio en parámetros sobre lo que se denomina HRV (heart reat variability). ¿Porqué crees que cuando un cardiólogo tiene dudas razonables sobre un paciente le pone un holter 24h?
Un Apple Watch (o Android Wear, o Xiaomi band…) son aparatos que hacen la misma función que un holter pero más de 24h. Y poder extraer valores de esas monitorizaciones continuas puede dar muchísima más información sobre el funcionamiento del corazón de la que se obtiene de pruebas totalmente puntuales.
Existen multitud de variables YA DEFINIDAS (y las que quedan por definir!) que aportan mucha información que no se consigue con una medida puntual:
¿No has oído de nadie que haya muerto de un infarto cardíaco al que días antes le hicieron un ECG que salió correcto?
Lo de la hipocondria dependerá de la persona, es un tema mental, pero además puede ser totalmente transparente: Tu llevas tu pulsera, recopila datos, los envia a un servidor que va calculando determinados parámetros de funcionamiento de tu corazón y, sólo cuando se detecten anomalías, o bien te avisa a ti o a tu cardiologo de confianza.
Te guste o no, la monitorización continua de ciertas constantes vitales ha venido para quedarse. Falta tener el tiempo, cabeza, consenso y recursos económicos, para establecer una infraestructura que recoja y analice automáticamente dichos datos. Y en caso de que sean anormales, recibir una llamada de tu cardiologo preferido.
3) El que tenga un «transtorno de ansiedad por enfermedad o hipocondriasis» ni se va a curar por no ir al médico ni tiene porqué aumentar si se le monitoriza constantemente. En cualquier caso es una enfermedad o síndrome que deben tratar los psicólogos o psiquiatras formados para ello, no depende de una pulserita.
4) No tienes porqué ir mirando los parámetros. Tu pulsera los envia automáticamente y ya lo hará por tí, y sólo te avisará si hay algo anormal, lo cual te puede dar mucha tranquilidad. ¿Cuanta gente conoces que teme tener un problema cardíaco porque le duele justo sobre el corazón y se asusta? Pues teniendo la seguridad que una máquina te va midiendo todos los parámetros esa preocupación (por cierto errónea, te doleria en el brazo) podría suavizarse.
5) El monitorizar datos de salud de forma continua no es «transhumanismo», es un paso adicional hacia la llamada»medicina personalizada», palabra clave en salud en el siglo XXI.
6) Automatizar todo este tipo de medidas, a demás de aportar una nueva dimensión sobre tu salud, puede ayudar a descongestionar la sanidad pública, para que no tengas que ir cada x meses ha realizarte un ECG rutinario que además no detectará gran cosa, liberando recursos para que no los use el que no los necesita y sean usados por el que si está en peligro.
En fin… con todo el respeto y cariño del mundo, tengo que debatir tu posición. Te aseguro que va en sentido contrario hacia donde va la medicina.
Algo que todos deberíamos tener en cuenta, las «constantes vitales» no son constantes, Realmente sólo la temperatura corporal, (la fiebre), es una «constante» bastante fiable, Las demás «constantes» dependen del momento en que te las tomes.
Por tanto en una medicina preventiva, lo que dice Enrique es muy sensato, Un sistema que vigile las «medias» de las «constantes vitales» y alerte en caso de deviación, podía ser muy útil y valdria para centrar los servicios médicos en aquellos que puntualmente lo necesitan, en el momento que lo necesitan, algo que no ocurre con los chequeos de salud habituales actuales.,
Pero, exige una cesión constante de datos muy sensibles, y un sistema centralizado y automatizado que avise de las incidencias. Quizá en el futuro sea una realidad, por el momento es una utopía.
Hola Gorki:
Desde un punto de vista tecnológico, no estamos nada lejos.
El problema es la voluntad de priorizar un sistema de salud adecuadamente digitalizado y conectado.
Para empezar, es necesario estandarizar (y no será por que no existan propuestas o estándares ya diseñados) el historial clínico del paciente.
Lo que está más en pañales es la obtención de datos bioquímicos (i.e. valores sanguineos) de muchos metabolitos y otros marcadores.
Y obviamente, como bien dices, las «constantes vitales» no son constantes: tu ritmo cardíaco DEBE variar según el tipo de actividad física que estés realizando, si no si que tienes un problema. Pero no es nada que una pulsera de 50€ no pueda monitorizar a la vez: tu pulso cardíaco y tu movimiento, por ejemplo.
Lo que indicas es la mitad del problema, conseguir tener una terminal warealble, y desde luego lo que hay, no es ni mucho menos lo que necesitamos, Falta incluir información sobre, el nivel de oxígeno en sangre, el jadeo respiratorio, el movimiento del corazón, la tensión, la temperatura, quizá la actividad cerebral, el nivel de insulina, y otras «constantes» para tener una cierta imagen precisa de la salud de una persona.
Pero faltan dos cosas, a mi modo de ver fundamentales, ¿Cómo se realiza toda esa cesión de datos super confidenciales, de modo que solo lleguen para el objetivo que se ha previsto y no tengan acceso, otros servicios como seguros, control del trabajo, e incluso policiales y estatales.
Y la segunda parte, como indicas, ¿Cómo normalizar los datos?. Algo que a mi me parece sencillo, pues basta saber el aparato que los recoge, para que los normalices en el servidor, y como hacer un scanner constante de la multitud de datos recibidos en cada instante, para disparar las alarmas preventivas. Tal torrente de datos a nivel de toda la población, supere con mucho la capacidad de cálculo que hoy hay instalada, Posíblemente sólo la informática cuántica se pueda utilizar a esa escala.
Hola Gorki:
Sobre tu primer párrafo, decirte que, a día de hoy, un Apple Watch te monitoriza actividad con accelerometros, pulso cardíaco, hace un ECG de un canal si se lo pides, te mide la saturación de oxigeno en sangre y con estudios que se están realizando, puede deducir otros parámetros que pueden tener cierta importancia.
Respecto al segundo párrafo, es cierto que la confidencialidad es clave, concuerdo contigo. Pero debes saber que ya existen estándares (que por ahora no han tenido mucho éxito en su adopción) sobre el historial clínico de cualquier persona. Y por supuesto, contemplan la confidencialidad como un aspecto importante. ¿Están esos datos suficientemente protegidos? Pues no se decirte, quizás habría que dar una nueva vuelta de tuerca al tema de la confidencialidad, pues no es un tema fácil: si sólo pueden acceder a los datos quien tu decidas, en caso de una emergencia (como un accidente de tráfico), como accederían a tu estado de salud, alergias, etc.? De nuevo, estoy de acuerdo que es un tema complejo que hace falta resolver con mucha calma y solvencia dados los tiempos que corren.
Respecto al tercer párrafo y normalizar los datos, es cierto que muchos de ellos vienen con unidades diferentes (incluso hay analíticas que te los dan con dos unidades de medición diferente). La mayoría de estándares propuestos permiten incorporar analíticas y supongo que tendrán en cuenta dichas normalizaciones.
Hasta hace poco, estos estándares de historiales médicos tenian un problema grave: el idioma en el que se debían introducir los datos. Pero yo creo que con los excelentes traductores que tenemos a día de hoy, se puede perfectamente hacer una traducción adecuada de síntomas, prescripciones médicas, tratamientos, parámetros vitales, etc…
En definitiva, y tal como decías tú al principio, es más una falta de voluntad de hacer que el «eHealth» empiece a ser una realidad (lo cual, sobre todo inicialmente, requiere una buena inversión de dinero), pero que a medio plazo puede ahorrar muchos recursos y evitar el colapso de la sanidad pública de muchos países, entre ellos el nuestro!
Un fuerte abrazo!
Por cierto, se me ha olvidado que la infraestructura para almacenar «tantos datos» es ínfima con la que necesita Youtube, sin ir más lejos.
Tu eres informático y ya sabes lo que «pesa» un video de 10 minutos frente a un informe, escrito con caracteres de 1000 páginas.
Por lo tanto no es un problema de almacenamiento y recursos informáticos. Más bien es un problema de planificación (hay que hacerlo bien) y desarrollar el software (standarizado para todo el mundo) adecuado.
Y en esa estandarización mundial puede estar el problema: que empresa o empresas de que países realizan la consultoría y direcciòn de una infraestructura tan crucial? Los intereses económicos están ahí llamando a la puerta…
Yo actualmente la confidencialidad la doy por perdida, En mi opinión es imposible ocultarse al control digital y sólo te queda el recurso de tratar de pasar desapercibido, lo cual cada día es mas problemático.
Otro asunto es el «peso de los datos» y cómo monitorizan y elaboran repuestas a semejante cantidad de datos instantáneamente. Simplificando mucho el problema, no es una cuestión de ROM, sino de RAM.
40 millones de personas elaborando «sólo» 10 datos cada minuto, suponen 2.400 millones de datos a elaborar y comparar con 24.000 millones de datos históricos, (100 de cada individuo), cada hora, para buscar los motivos de alarma.
Eso sólo en un país mediano, como España. Traslada el problema a la escala de Estados Unidos o China.
Gorki:
Respecto a la privacidad no seré yo quien diga que la tengas asegurada. Totalmente de acuerdo contigo…. No hace ni un mes que hackearon el Hospital Clínico de Barcelona y empezaron a publicar historiales médicos de pacientes.
Pero respecto al volumen de datos siento disentir. En primer lugar hay mucho margen para modular el Duti cycle de los datos que se recogen. En segundo lugar se pueden guardar sólo las series históricas “anormales”. Y en tercer lugar sigo manteniendo que todos esos datos recolectados seguro que ocupan mucho menos, por ejemplo, que las fotos y vídeos que se suben a Instagram cada día.
Un abrazo.
Yo, en mi trabajo, tengo dos OMROM para la medida de la presión sanguínea para las prácticas de los alumnos. Pilas nuevas y los probé. Con uno me daba hipertensión, y con el otro no. Mismo modelo y comprados a la vez. Tenían una diferencia de 5 mm Hg en la medida.
Además de la puntualidad de la medida de determinados parámetros, tenemos los límites que separan lo normal de lo hiper. Y esto es fruto de consensos, no de mediciones científicas. I.E. en USA la hipertensión es más de 130 mm Hg de sistólica, en Europa es 140.
Lo mismo para el colesterol.
Etiquetar como hiper es un gran negocio farmacéutico.
Confirmo y estoy de acuerdo en todo lo que dices.
Sólo una matización: creo que se empieza a adoptar el límite de 13mm de Hg en España últimamente.
Es una decisión solidamente (y exclusivamente) basada en ciencia o hay un interés econónico detrás? Pues me inclino por lo segundo… igual que lo que pasó con el colesterol al bajar el límite de 250 a 200…
Lo de los límites son consensos de sociedades medicas norteamericanas, que despues se trasladan a las europeas (el consenso del colesterol data de los años 80). No hay evidencia científica detrás. Y esto es un problema.
Y si además tenemos que comprarnos un aparatito cada uno para mirarnos la tensión en casa, el negocio es….
Lo de los consensos tiene miga… el del colesterol sin ir mas lejos…. Dicho por los propios médicos que he mencionado antes, hay mucha presión de farmacéuticas para hacer bajar el nivel (y enchufarte sus medicamentos), cuando lo que hay que hacer en realidad es ver las diferencias entre LDL y HDL (Bueno y malo), es decir, la compensación (no soy experto, transmito lo explicado por ellos)
Sin embargo, algo similar ocurre con algo que si he padecido (y padezco) la presión intraocular por mi glaucoma. Durante años (de los 16 a los 48 aprox) he sufrido la condena de aplicarme a diario 7 tipos diferentes de gotas. Hasta que a un iluminado se le ocurrió medir el grueso de mi cornea (paquimetria).
Lo normal es estar entre 12 y 14 de presión. Una de 26 haría que mis ojos explotaran (expresión novelada por supuesto). Pues resulta que con una cornea de 750uM como la mía (lo normal es entre 350 y 450), puedo alcanzar tranquilamente los 26/28 de presión que suelo tener (y dicen que hasta 28/30). De 7 tipos de gotas, a solo una al día para mantenerme en 20/22 (y las campimetrías correspondientes cada seis meses).
Quiero decir con esto, que los “estándares”, hay que mirárselos con lupa en todos los aspectos. Y que si no hay una definición lo mas exacta de los mismos, libres de condicionantes como las farmacéuticas, de poco nos valen todos los artilugios medidores que metamos por medio.
Este comentario no te lo han troleado… es que ni pasando nos libramos de las doctas palabras
Lo tenia preparado por si acaso… XDDD
y me contengo
A SP le han fulminado tb. Otro al bote
(algo habra hecho) XDDD
Permíteme una pregunta (de nuevo si quieres ignorala, pero va con buena intención):
Te has planteado o te han propuesto alguna operación para substituir el cristalino? O es un problema de cornea que nada tiene que ver con el cristalino?
Obviamente ni soy oftalmologo ni tengo mucha idea sobre el tema. Sólo decirte que mi mujer tenia riesgo de generar un glaucoma (o eran cataratas… no se), se operó de ambos ojos, le pusieron unas lentes trifocales reemplazando el cristalino y está encantada de la vida.
Sólo te lo pregunto por si te puede servir de ayuda, y siempre desde mi ignorancia supina en el tema oftalmológico. Todo el proceso duró un día, operación ambulatoria y el el IMO de Barcelona (se que tu eres de bcn, por eso te lo digo).
En fin, sólo es una pregunta/sugerencia bienintencionada.
Un saludo!
Me tratan desde hace años en el ICR (Institut Catala de la Retina). Mal iríamos si no supieran lo que hacen. No. No se trata de sustitución de cristalino. La hipertensión es falta de drenaje del líquido acuoso del ojo. Ya he pasado por varias goniopunciones con laser YAG para perforar membranas y facilitar el drenaje. El resto, colirios para mantener la presión.
Mientras el nervio óptico no resulte dañado, todo controlado.
Pues me alegro de que lo tengas controlado y, por el momento, no sea grave.
Un saludo.
Perdona, Enrique, pero no. Los wearables no sirven para diagnósticos médicos porque, aún los de gran calidad, son muy imprecisos. Excuso decir los de gama media y baja. Podrían servir, si acaso, para marcar tendencias, puesto que, aún con error, ése sería siempre el mismo, pero sus valores absolutos son, en términos generales, basura.
Yo soy hipertenso y me controlo -de cuando en cuando, no estoy todo el día con ello, no podría vivir así- con dos aparatos: uno, que se vende en farmacias, para uso familiar y otro el profesional que utiliza mi mujer. Hay una diferencia entre ambos que siempre es la misma; y tengo más que comprobado que, una vez tomada la medicación, a primera hora de la mañana, durante el resto del día -siempre que en él haya hecho el mismo reposo o el mismo ejercicio- la lea con el aparato que la lea, mis datos son absoluta y casi milimétricamente estables, Si, en cambio, me fío de mi wearable estaría yendo a urgencias tres o cuatro veces por semana cagado de miedo ante la supuesta inminencia del infarto o del ictus.
Con la diabetes (tipo 2 o mellitus, en mi caso), lo mismo. Si te fías del pinchacito, acabas histérico. He estado ingresado dos veces durante en mes de abril (por causas traumatológias) y el tema del pinchacito en el dedo era para cagarse. Un ratito antes de entrar en el quirófano, me meten un litrito de glusosado al 10% (nada menos); salgo del quirófano y me veo conectado a otro litrito de glucosado 10% (e ignoro si habría más entre ambas botellitas); encima, como tengo que ir en rigurosas ayunas, no he podido tomarme la medicación antidiabética. Claro, salgo del quirófano, me meten el pinchacito, a la enfermera -en su caso, que ya no se sabe- le sale un 240 y me enchufan automáticamente una estúpida ración de insulina. Claro, 4 horas después -y sigo en ayunas- el pinchacito baja a 80 y ay, coño… Pero bueno: ¿me están sacando sangre tres veces cada día para analítica y no saben mirarme la glicosilada, que es lo que verdaderamente canta el estado de un diabético? Bueno, pues ríete tú de todo eso si, encima, el pinchacito está a cargo de un wearable (el mío no puede, aunque su app, la misma para todos los modelos, sí lo tiene previsto).
Cualquier médico o enfermera competentes, saben que la TA hay que tomarla tres veces, dejando un pequeño descanso entre cada una de ellas (sí, se produce una especie de estrés que hace que la primera medición salga disparada; o bien, el paciente ha hecho algo de ejercicio minutos antes de ir a la consulta) y la buena es la tercera, siempre que los parámetros de las tres sean de proporción regular, o sea que se vea que la TA está bajando -o subiendo- de una manera regular. Mi cuñado, cirujano vascular, a la que no lo ve claro, desenfunda el aparato de columna de mercurio, un trasto, pero se ve que eso, como preciso, es Dios.
O sea que NO: hasta que los sistemas de medición personales, los dichosos wearables, ganen muchísima precisión (pero que muchísima ¿eh?) y sus usuarios sepan utilizarlos correctamente (que esa es otra: encárgale un ECG a un orangután por más que la máquina sea digna de la NASA) a lo que tú propones, la descentralización en la toma de constantes vitales correctas y precisas, le faltan bastantes años.
En general, muy de acuerdo con lo que dices, en especial con la TA. pero alguna matización:
1) tu mismo comentas el desfase constante entre tu aparato doméstico y el profesional de tu mujer, y cómo deduces tu medida con el de casa. Eso no es más que una calibración.
2) las Smartband y relojes hacen bien lo que hacen: no hay ningún secreto ni es difícil que te midan bien el pulso cardiaco , o que te hagan un EGC de un canal. Por eso, todas las medidas relacionadas con el HR y el HRV se están estudiando a fondo en medición continua y relacionados con la actividad física que realizas. Con sus limitaciones pueden dar información parecida (sólo parecida, no de la misma calidad) a una prueba de esfuerzo o a un holter.
Un saludo.
La TA es otro tema, y para mi la clave está en la calibración.
Enrique
Te das cuenta que sin nombrar la marca, la publicidad subliminal la tienen tus seguidores
Eres un crack!
Todo el mundo diciendo ya está éste dando la bara con el relojito de los cojones
Que no lo nombra
(lo pense… ) XDDD
Yo lo he nombrado, no me escondo: APPLE WATCH. Pero también están los de Samsung, las pulseras MyBand, etc.
Dudo que Enrique haya escrito el artículo para que le hiciéramos nosotros una propaganda subliminal…
Cuida un poco lo que dices de Enrique, conozco a un tal JPR que se pasó de la raya y está desaparecido… ;-)
La idea puede ser buena, no lo discuto…
Ahora bien: si ya hubo que hacer malabarismos para que la receta electrónica sirviese en cualquiera de los 19 «reinos de taifas» que componen España, ¿cómo va a enviar un dispositivo las mediciones en tiempo real?
Por no hablar de que se multiplica por 19 la probabilidad de que alguien incompetente facilitase «inconscientemente» un ataque a servidores / bases de datos…
La gestión de algunas cosas debería estar en manos del estado, centralizada. Al menos no habría tanta posibilidad de tener éxito en un ataque informático.
Hablando de «wearables«: hace ya la friolera de 25 —o más— años nos obsequiaron a todos los asistentes a una convención con un reloj Casio BP-100, que era capaz de medir pulso y tensión arterial. La diferencia consistía en que lo hacía cuando se lo ordenabas, y no «permanentemente».
Lo primero que había que hacer era grabar tus datos habituales, obtenidos por otro medio, de tensión y pulsaciones. Esto lo convertía en un dispositivo personal, aunque diversas pruebas sin grabar ningún dato ofrecían resultados bastante fiables en diferentes personas.
No sé bien cómo obtenía los datos el BP-100 —las pulsaciones las obtenía «mirando» el flujo sanguíneo en la yema de un dedo— ni cómo los obtienen los actuales dispositivos… En teoría, debería ser más fiable la tecnología actual.
Muy interesante tu aportación. Sobretodo la idea de la calibración previa. Tengo entendido que es uno de los caballos de batalla para que determinadas funciones de los Wearables se puedan considerar fiables. Y de ahí que no se puedan vender en masa, pues requieririan una calibración periódica con aparatos profesionales.
Un saludo.
Cualquier aparato de «diagnóstico» doméstico debería calibrarse periódicamente, sobre todo antes de empezar a utilizarlo.
En el caso de los aparatos para medir la tensión, lo más sencillo es llevarlo a la consulta cuando tengas cita médica y comparar el resultado de tu aparato con el del que emplean los doctores. Los que emplean ellos sí que se calibran periódicamente.
Como anécdota, no imagináis lo que fardabas llevando el Casio BP-100… Hoy en día cualquiera lleva un reloj «muy listo» en la muñeca, en aquellos años no.
Exacto.
Estuve viendo un «reloj2 de los que venden por Amazon chinos, que miden la presión arterial y el pulso. Pues ninguna de las 2 cosas las hacía era una simulación dentro de unos márgenes y algo de aleatoriedad. De hecho lo ponías encima de la mesa y hacían que median.
Por otro lado, he chequeado oxímetros(sin marca conocida) y pulseras (xiaomi) y la medición era correcta y precisa. Y por otro lado un medidor de tensión de un familiar con lo que mides en el médico, y también OK.
No confío en medidores de tensión que no tengan la banda en el brazo.
«La monitorización habitual es la nueva frontera de la medicina. Ahora solo queda que los organismos encargados de gestionar la atención médica se den cuenta de ello y empiecen a moverse en esa dirección.»
¿Y la privacidad?
No lo veo.
Entiendo que no lo veas y, sobretodo, que te preocupe la privacidad. No tanto porque haya gente pendiente todo el día de tus constantes vitales (eso es fácil de anonimizar), si no por los constantes hackeos y ataques de Ramsonware de los que son víctimas los hospitales.
Pero en un mundo ideal, deberíamos caminar en esa dirección resolviendo los obstaculos que aparezcan por el camino.
Otra cosa es la voluntad política para dedicar y poner los medios que permitan avanzar en esa dirección. Cómo suelo decir con las líneas de metro en Barcelona: «a ningún político le gusta dedicar recursos a obras de larga duración que inagurará el siguiente que le releve»… Y la digitalización profunda de la medicina es una obra a largo plazo, incluso si no incluye wearables, sólo estandarizar los «medical records» es un trabajo enorme.
Te pondré un ejemplo: Hace un par de años asistí a una conferencia en la que la Generalitat de Catalunya quería poner en marcha un programa de harmonización de los diferentes sistemas informáticos de cada hospital público en Cataluña. Creo que había 25 paquetes de software diferentes… y consideraban que era un esfuerzo titánico normalizar en un único formato los datos de todo el sistema de salud catalán. Ya te puedes imaginar lo que supondría hacerlo a nivel español, europeo o mundial…
Pues. Se me diagnosticó en España hipertensión en una sola medida hecha en el consultorio. Y se me trató con amlodipino. Meses después en Irlanda al comentarselo a mi medicó alli me mandó al hospital. Y después de una espera de 9 meses sin tratamiento alguno me pusieron en el hospital un manguito que debia llevar siempre y se inflaba cundo le salia de los cojones con las pilas en la cintura. 24 horas de monitorización con manguito. No podía trabajar ni hacer nada habitual, sólo estar en casa relajado. Pues mi presión arterial resultó ser normal para mi edad. No se puede evaluar algo variable en una sola medida, y menos diagnosticar en base a eso.
Creo que un wearable que pudiera medir presión sin manguito sería un gran avance. Pero no os calenteis la cabeza, por hoy no existen
La expresión «normal para tu edad» significa que la tienes más alta de lo normal, aunque dentro de los límites que ellos consideran saludables para una persona de tu edad…
No es lo mismo «normal para tu edad» que «normal».
Totalmente de acuerdo con lo que comentas.
Obviamente lo que te pusieron era un holter que probablemente te media TA y seguramente HR (Heart Rate). Si era más completo hasta puede que te hiciese ECG cada x minutos.
Y es cierto, a dia de hoy no conozco un wearable que sea fiable en las mediciones de TA, por más que lo anuncien.
Dispositivos de control accesibles a todos + ChatGPT seguro que diagnostica mejor que el 90% de los actuales médicos en la mayoría de las ramas y usando sistemas tradicionales.
Hola Javier:
No se si lo dices en modo irónico o lo afirmas de forma contundente.
Mi respuesta a tu comentario es la siguiente:
1) Dejame que defienda a los profesionales de salud que tenemos. En general están bien preparados si los comparas con otros paises. Lo que pasa es que van sobrecargados de trabajo y muy presionados en cuanto a costes, por lo que si no es necesario no te hacen ciertas pruebas complementarias o te envian a casa sin ingresarte salvo que sea imprescindible. Si no les dan una colleja a los pobres…
2) Cómo se ha dicho varias veces, la exactitud de los wearables, en la mayoría de los parámetros, aún no son suficientemente fiables, aunque espero que vayan mejorando. Por eso creo que es un campo de investigación y desarrollo muy interesante, pero aún no estamos en la cúspide. Y respecto a ChatGPT… pues también irá mejorando, pero por ahora no te puedes fiar demasiado.
Un saludo!
No es irónico, es simplemente una visión a muy largo plazo.
Si disponemos de medidores fiables y baratos, con la IA podemos bajar los costes de la salud, a largo plazo.
Tengo mucho respeto a los sanitarios, pero creo que a largo plazo, mucho de los trabajos que hoy hacen los médicos, los van a poder hacer enfermeras, con buenos dispositivos baratos asistidas por la IA.
Ese servicio enfermera-weareables-IA, será infinitamente mejor que el actual. En cuanto tiempo? entre 10-20 años., supongo
Completamente de acuerdo. Pero aún no hemos llegado.
Un saludo!
OFFTOPIC (a medias)
Quiero sacar aquí algo a contracorriente. Ya que en el artículo hay mucha opinión de no profesionales (perdón si hay algún medico opinando) de buena fé sobre lo que ellos piensan que es lo más adecuado. Yo tendería a pensar que esas opiniones que llamariamos normalmente de sabelotodo y/o de cuñado. PERO !!!, giro de guión…
Resulta que tengo un histórico, y varias veces (nos) ha sucedido que en casos distintos, dependiendo del médico que des, obtienes diagnósticos similares pero luego lo que te tienes que hacer depende del criterio de ese profesional, entiendo que no es una ciencia exacta, más bien un arte, que resulta que van desde recetarte un cóctel a quitarte esos medicamentos, y no solo eso van del opérate ya, al yo que tu no haría que no vas a quedar bien
Así que he variado de opinión, y que cada «ignorante médico» diga lo que le dé gana, que relojito, pues relojito. Que hay que operar pues operar o no. Al final tenemos que confiar en el médico que conozcamos con buenas referencias ( como si fueran un restaurante y el trip advisor) y que según nuestro criterio (el de cada uno y su cuñado quiera tener en cuenta)
Por lo tanto de acuerdo con todo el mundo, que ya haré yo lo que vea…
Pues no puedo estar más de acuerdo contigo!
La mayoría expresamos opiniones sin ser especialistas en muchos de los temas que se tratan. Sin ir más lejos, el autor del artículo (Edans) no es médico, que yo sepa. Es doctor, y licenciado en Biología, pero no facultativo.
No es nada nuevo, pues muchos de los temas que se tocan en este blog son interdisciplinares. El de hoy es de medicina y tecnología, podríamos decir que de bioingenieria.
Por lo tanto, tambien nos lo podemos cuestionar al revés: Cuántos médicos te pueden hablar con propiedad de los wearables y sus propiedades? Pues supongo que los mismos que «los cuñados» (es decir, nosotros) sobre medicina…
En cualquier caso, como bien dices, ni un médico es infalible en su toma de decisiones ni un ingeniero en sus diseños. Por eso nos debemos tolerar y debatir sobre el tema que toca con respeto a las opiniones de los demás.
Un saludo!