Por invitación de Huawei, tuve la oportunidad de estar en el 5G Smart Farming Tour en Nussböckgut, una finca en Austria a unas dos horas de Viena, en la que están desarrollando varios programas de incorporación de tecnología a la explotación agrícola, un tema que me resulta enormemente interesante y sobre el que he escrito en numerosas ocasiones.
Hay muy pocas razones que justifiquen que la adopción tecnológica tenga velocidades desiguales en entornos urbanos y rurales, y más cuando los entornos rurales pueden ofrecer importantes ventajas en su desarrollo. En ese sentido, la visita a un entorno puntero, en la que la actitud proactiva de la familia que la regenta ha obtenido la colaboración del Ministerio de Agricultura austríaco, del Ayuntamiento de Linz y de compañías como Huawei o la austríaca Dronetech ha conseguido incrementos importantes en el rendimiento de la explotación, me aporta la posibilidad de ver en vivo soluciones muy interesantes.
La finca que visitamos, una explotación familiar de cultivo orgánico, está especializada en vino y en espárragos, dos productos de margen elevado que justifican más fácilmente la inversión en tecnología, y se apoyan en 5G para el uso de drones para múltiples tareas, desde la determinación de zonas con estrés hídrico hasta la aplicación de tratamientos de forma localizada. Además de demostraciones prácticas, pudimos hacernos una idea de algunos de los desafíos interesantes, como la cobertura de 5G en altura – la explotación operaba con la cobertura pública de 5G, pero en alturas operacionales elevadas, utilizadas para tomar imágenes infrarrojas de las parcelas, era en ocasiones algo más difícil, sobre todo de cara a misiones más allá de la línea de visión (Beyond Visual Line Of Sight, o BVLOS).
Los drones, desarrollos a partir de modelos de DJI que integran 5G y procesamiento de Huawei, son capaces de analizar las parcelas, generando aproximadamente 70GB de datos por cada diez hectáreas y procesándolos en vuelo durante la misión, y transmitirlos sin pérdida de calidad gracias a las velocidades de entre 5 y 10 veces más rápidas que ofrece 5G frente a 4G. Cuestiones como el análisis de la salud de los cultivos, incluso en el caso del espárrago, que no tiene hojas propiamente dichas, no supusieron demasiados problemas, y las misiones de prospección para determinar el estado de los cultivos ofrecieron un rendimiento muy elevado, de unos 400 Kg más de productividad por hectárea, además de posibilitar, mediante el tratamiento localizado (ver vídeo), una reducción del 50% en el uso de aditivos como el cobre (permitido en el cultivo orgánico) y en el de pesticidas y fertilizantes (en el caso de cultivos convencionales). Obviamente, el uso de drones tiene algunas limitaciones, porque no es capaz, por ejemplo, de detectar determinadas afecciones de la planta a niveles cercanos al suelo (algunos hongos o plagas, etc.) que en caso de ser observadas por primera vez por los drones a nivel foliar, estarían ya probablemente en una fase demasiado avanzada.
El uso de drones tiende a configurarse, por el momento, como un servicio que puede ser ofrecido en aquellas áreas en las que la cobertura de señal lo permite, y que además de determinar posibles problemas en la explotación detectables mediante imagen térmica, también se utiliza, por ejemplo, para la supervisión de paneles solares, entre otras cosas. En zonas de cultivo intensivo de especies que puedan beneficiarse de este tipo de supervisión desde el aire, lo habitual en el futuro será que se establezcan zonas con cobertura 5G propia para evitar depender de posibles colapsos en la red pública y para cubrir algo más en altura, con estaciones de drones que cubren extensiones amplias y que los propietarios de una parcela pueden solicitar en modo servicio para obtener resultados en tiempo real en pocos minutos, reduciendo así el uso de mano de obra. Todo ello contando, además, con una transformación cada vez mayor del perfil de los propios agricultores, cada vez más conscientes de los beneficios, mejoras y ahorros que pueden obtenerse utilizando tecnología.
Una visita francamente interesante, y unas conversaciones y un entorno, el de la aplicación de la tecnología a la agricultura, en el que estoy convencido que veremos muchísimas novedades en el futuro.
This article is also available in English on my Medium page, «How drones are playing a growing role in agriculture«
Hace ya tiempo que cierta marca de maquinaria agrícula, cuyos equipos son de color verde, anuncia desarrollos de tractores que funcionan solos una vez los sitúas en la finca a laborar, y también sistemas para gestionar casi todo en el campo desde equipos aéreos…
Vamos, que en un futuro no muy lejano los agricultores trabajarán todavía menos que ahora: les bastará con «soltar» tractores y demás máquinas mientras ellos siguen «a la bartola en el sofá».
Eso sí: bienvenidos sean el aumento de producción y el ahorro de costes que todo esto conlleva.
Bueno… si esos «equipos agricolas», son los «J*** D**» tambien habria que decir que no se pueden tocar ni con la verga de otro para reparar lo mas minimo… sobretodo a nivel de soft…. :P
Como «a favor» puedo decir que he visto una puñetera maquina, con diez brazos que trabajan al unisono recolectando manzanas «maduras» dejando las otras que sigan su curso de maduracion…
Ahi abrimos otro dilema… que ya se ha hablado abastamente en estas lineas… una maquina que hace el trabajo de diez braceros…
resumen: el 5G permite transmistir datos a mayor velocidad y con menor latencia
Correcto, pero te falta mencionar dos adicionales: URL (Ultra Reliable Links) y massive IOT (teóricamente hasta más de un millón de dispositivos IOT por celda o antena, que en 5G se llaman GnodeBs.
En el caso de los drones, más que la gran velocidad de datos (el 4G es suficientemente rápido), es la baja latencia y directividad de las antenas lo que importa más.
Por ejemplo, cómo inconveniente que comenta Enrique, las antenas pueden «apuntar» al drone aunque esté elevado si las antenas MIMO permiten orientación vertical (en elevación) con un beamforming dinamico.
Y en el caso de cultivos extensivos no es descabellado pensar que cada cepa tenga un pequeño equipo IOT, alimentado por una pequeña placa solar y baterias, que envie información sobre temperatura, humedad, irradiación solar, viento, etc.
Precisamente este artículo viene muy bien para «educar» al gran público o mayoría de usuarios, que lo que aporta el 5G está más pensado para nuevos escenarios o aplicaciones que para el tradicional uso que hacemos hoy en dia del smartphone.
Es cuando la «smart city», la agricultura hipercontrolada, la petroquimica que quiere detectar la mínima fuga o el agente forestal quiere hacer un censado de especies animales en peligro de extinción (con drones con cámaras de infrarojos por la noche) empiezan a cobrar sentido.
Pero con el despliegue del 5G, inicialmente hecho por las operadoras españolas en la banda de 700MHz, sólo se va incrementar la cobertura, especialmente en interiores, pero no la velocidad pues la modulación en 5G no es más eficiente (a mismo ancho de banda) que la de 4G.
Las altas velocidades las conseguirá en las bandas milimétricas (FR2). Y es que esa es una de las grandes bazas del 5G: las redes privadas frente a las públicas, como presumo que pasa en esta granja.
Un saludo.
Otro buen ejemplo de como la sociedad no se quiere preparar, para avanzar tecnológicamente, sin dejarse destrozar por los «meteoritos tecnológicos».
La actualización del tejido productivo implica que los robots (exmáquinas «a secas») hagan el trabajo duro. Por ejemplo dentro de una mina subterránea.
Pero los campesinos siempre presumieron de saber más que nadie del campo. Algo totalmente cierto para una agricultara no actualizada. Y con grandes problemas de hacerla más eficiente. Incluso extraterrestre.
Ya no es la época de los abuelos que saben mucho, sino de los ingenieros agrícolas «a porrillo». Pero eso sí, con estudios postmedievales.
Pero mientras los agricultores tradicionales (y ganaderos) sepan más que todos los dioses juntos, y no reconozcan los estragos agrícolas que se han hecho (muchas veces con ayuda universitaria, incluso MIT), vamos mal. Como pasa con los depredadores del pescado (marino y fluvial), alguien tiene que responsabilizarse del mucho mal cometido sobre la superficie terrestre. Y muchas veces, con la desvergüenza de presumir que eran auténticos avances científicos.
Y ya lo decía el llamado Club de Roma, aunque fuera algo mojigato : «cuídate de los gigantes que parecen molinos».
Uno delos factores principales en la contaminación, pérdida de biodiversidad, el calentamiento global y la pérdida de fertilidad de la tierra es sin lugar a dudas la agricultura intensiva o industrial. Si no vamos hacia una agricultura sostenible, la tecnología no va a remediar los males descritos, de hecho los aumenta. Lo digo por poner los bueyes delante del carro tecnológico.
Exclusiva
El próximo año lo hacemos con Wifi ya que este soponsor 5G nos cierra el mercado en USA, UK,…
Grüss Gott Literal de Enrique
No hacia falta irse hasta Austria para verlo, los drones ya se usan en muchos cultivos de España, lo llaman agricultura de precisión.
Hombre Enrique, esto se lleva trabajando desde Hemav, unos tipos de Barcelona, hace ya muchos años, no hace falta que se vaya usted muy lejos. De hecho Hemav son bastante mejores que otros del sector.
https://hemav.com/