Durante mucho tiempo, la investigación científica ha estado sujeta a métodos y canales que han condicionado gravemente su difusión, que han dado lugar a intermediarios profundamente ineficientes y que han provocado el desarrollo de toda una subcultura basada supuestamente en el prestigio, en la que las editoriales han logrado situado en un papel central.
En la práctica, muchos de los elementos de esa cultura se basan en supuestas formas de hacer las cosas que tienen consecuencias en cuestiones que van desde el acceso a fondos de investigación (con científicos obligados a dedicar la mitad de su tiempo a redactar propuestas), hasta al desarrollo de sistemas de reputación que pueden condicionar fuertemente (y a menudo con incentivos erróneos) la carrera de un investigador o el prestigio de la institución en la que trabaja, o limitar el acceso a las publicaciones científicas a quienes no pueden pagar una cara suscripción a esas revistas.
Movimientos como Open Science, que promueven que las publicaciones sean de acceso libre, han redundado en que ahora, muchas revistas exijan importantes pagos a los autores publicados si quieren que, como las instituciones para las que trabajan obligan, sus trabajos se mantengan disponibles de manera abierta (más de $11,000, por ejemplo, en el caso de Nature).
Decentralized Science, o DeSci, es la aplicación de los principios de descentralización de la llamada Web 3 a la producción científica, mediante el uso de herramientas como la cadena de bloques, los DAOs, los NFTs o los smart contracts para solucionar problemas reales del proceso de investigación y publicación.
¿Qué problemas son esos? En primer lugar, el sistema utilizado para la obtención de fondos de investigación, que está condicionado a métricas de impacto inadecuadas y calculadas en función no de la calidad de los trabajos o de sus autores, sino del supuesto prestigio de las revistas en las que se publican. Esta meritocracia adulterada permite a determinadas editoriales situarse en una posición de absoluto dominio desde la que pueden dictar sus propias normas, mientras se aprovechan además del trabajo gratuito de miles de investigadores que llevan a cabo la revisión de los manuscritos que les son enviados.
En un sistema descentralizado, un investigador puede no solo retener los derechos vinculados a su trabajo, sino además, evaluar correcta y objetivamente su trascendencia, ganar tokens por trabajar como revisor, o utilizar formatos que permiten, por ejemplo, vincular mediante la trazabilidad adecuada los ficheros de datos a la investigación generada, posibilitando así la replicación de la investigación.
Una guía sobre DeSci publicada por la neurocientífica Sarah Hamburg, que buscaba desarrollar una metodología para que los propietarios de wearables pudiesen retener el control de los datos generados por sus dispositivos mientras posibilitaban su uso para investigación, y que escribió una carta a Nature para intentar que más investigadores se uniesen a ese movimiento, describe muy bien tanto las bases de la idea como sus posibles problemas o limitaciones, y añade al final un listado de recursos mediante los cuales poder seguir o colaborar en el desarrollo de la idea.
Mediante el uso de smart contracts, los investigadores pueden ser recompensados por trabajos que van desde la propia publicación a las revisiones ciegas, lo que genera incentivos para estas actividades, ademas de un sistema de métricas más objetivo que las actuales «listas de journals considerados de prestigio». Una manera de poner en práctica los protocolos en los que se basa la llamada Web 3, pero de cara a una actividad, la ciencia, que tiene todos los elementos necesarios para considerarla un bien público de acceso libre, en lugar de aprisionarla en un modelo propietario bajo el control de las editoriales.
Una idea sin duda interesante. Veremos cuánto y a qué velocidad es capaz de implantarse entre la comunidad científica, actualmente anquilosada en un isomorfismo que lleva, por miedo a perder prestigio o acceso, a mantener los esquemas tradicionales.
This article is also available in English on my Medium page, «DeSci, an opportunity to decentralize scientific research and publication«
Ufff! Mucho tengo que explicaros y opinar sobre este interesantísimo y crucial tema. Hoy, con iPad y sin teclado, no puedo.
Mañana, antes de ponerme a trabajar con el ordenador y un buen teclado me explayaré un rato.. quedáis advertidos! ;-))
Te me adelantaste… :P
Mi opinion en ese aspecto, queda muy en duda… no siendo como no soy, ni investigador ni usuario…
Pero, mi sentido comun, me dice, que, intentar hacer negocio con algo que se supone «un bien para la humanidad» es poco menos que reprobable…
Los «papers», deberian ser publicos. Y punto.
A la gente, que se dedica a la investigacion, habria que darles un sueldo como dios manda, para que no «emigraran» (digo esto por no poner palabra mas soez al respecto), o no tuvieran que andarse con crowdfunding o similares, vamos, en castellano normal… mendigando…
Que para que una publicacion cientifica, tengas que pasar por auditorias (revision de pares, etc) vale. Que para que la publicacion «se publique», tengas que apoquinar… igual ya no tanto «vale». Que una investigacion concreta, no se tenga en cuenta, sino ha sido «publicada»… vaya huevos…
Insisto en que hablo de lo que no se… igual, Chipiron, que esta de lleno en ello (segun nos dice) podria darnos mas amplitud de miras… XDD
Pero vamos, se de dos personajes, un frances y un aleman, que estan en sendos programas de investigacion (y no dare ni nombres ni ambitos) y los meritos se los lleva su «superior» (igual que un paston al mes) mientras ellos son los que se lo trabajan, a precio «becario»
Lua: No me queda claro lo que significa para ti que los «papers» tienen que ser publicos. ¿Podrías explicarlo un poco mejor?
Que sean de «open access», es decir, que te los puedas bajar y leer de forma totalmente gratuita, cosa que hace 5 años era imposible.
Ahora puedes escoger que sean de «open access» (pero pagas para que te lo publiquen) o de pago (y tú no pagas por que lo publiquen pero quien quiera leerlo lo debe pagar).
Y sí, totalmente de acuerdo con LUA que toda investigación científica pagada con fondos publicos debería ser reportada en formato «open access».
Eso mismo… gracias. :P
Entiendo que los autores deberían decidir si es público o si quieren que se pague por ello, lo cual me parece lo más lógico.
Pues me temo que depende de quien paga…
Pasa como con las páginas vista, los likes, y cualquier métrica que se proponga para cualquier cosa, Se pervierte el objetivo, que en principio era medir el contenido y que con el tiempo lo que se mide, son las métricas, cuantos seguidores, tiene, cuantos likes, cuantas veces se ha abierto la pagina, cuntos paper ha escrito el científico,…y se inventan mil sistemas de aumentar esas métricas sin tratar de mejorar el contenido que valoraban.
Aparecen bots que abren páaginas, likes comprados, seguidores falsos y científicos poniendo a los becarios a escribir «papers» como sino hubiera un mañana.
No tiene solución se pondrán nuevas métricas y se inventara cen poco tiempo el sistema para pervertirla. ¿Cómo medir la calidad de algo y no la cantidad? ¿Qué sistema de medida hay, que ponga a Marie Curie por delante de Kim Kardashian?
Con la naturaleza humana hemos topado, Gorki.
Nos sabemos ventajistas, intereseros, fachadistas y arrimadores del ascua a la propia sardina; sabemos que la cabra tira al monte. Y precisamente porque somos conscientes de ello, para compensarlo inventamos todo tipo de sistemas, incluyendo métricas, que nuestra naturaleza acaba irremisiblemente arrastrando de vuelta hasta su línea de flotación inicial y natural.
Bueno, al menos tenemos la virtud de tener cargo de conciencia y de intentarlo, aunque a la vista está que los resultados no son todo lo buenos que desearíamos.
El problema de los papeles es más bien un síntoma de un sistema centralizado. Así que, blockchain y ciencia descentralizada van de la mano. Los papeles son específicos para la tecnología y la creación de acceso – especialmente conveniente para las personas que residen en las naciones oprimidas.
Otros beneficios no lineales surgen a través de la inclusión y la diversidad porque hay un problema con los editores que buscan el estatus por las razones equivocadas.
Ejemplo:
Mas allá de los modelos económicos de estas corporaciones, como Elsevier, se cobra mucho por el acceso a estos papers.No es un ataque a Elsevier, de nuevo, es sólo un ejemplo.
Los sistemas centralizados impiden el acceso a estos trabajos a través de modelos de suscripción, independientemente del acceso abierto (Enlace: http://oad.simmons.edu/oadwiki/OA_journal_business_models).
Existen otros recursos – me doy cuenta de que el enlace no contiene «https». Perdon, es el mejor ejemplo que puedo encontrar para un escrito rápido como éste.
Se me olvido!
https://decentralized.science/wp-content/uploads/peere2018.pdf
Bueno, como había prometido ahí va mi cucharada. Cómo es un poco largo y tengo otras cosas que ir haciendo, lo dividiré en partes. Intentaré ser breve y didáctico:
PARTE 1
Cómo ha funcionado la actividad científica los últimos 25 años (digamos hasta hace 3-5 años)?
Pues bien. Básicamente se ha medido la «productividad» del científico en función de la cantidad y calidad de «papers» (articulos científicos) que ha publicado. Se suele hacer balance cada 6 años y si pasas un determinado umbral «ganas» un complemento de productividad que se denomina «sexenio de investigación».
Esas publicaciones deben estar en «Journals» (revistas científicas) normalmente internacionales y con «peer review» (revisión por pares). Es decir, antes de ser publicado, dos científicos, supuestamente del mismo área de conocimiento (anónimos para los autores del paper para evitar compromisos incómodos) hacen una revisión científica gratis y voluntariamente.
Que problemas hay con esta forma de funcionar? Muchísimos. Expondré los dos o tres más importantes:
1) Hasta hace unos 5 años, estos «Journals» se publicaban basados en las contribuciones de científicos y el árduo trabajo de corrección gratuita por los «referees» (los científicos que revisan el contenido científico del artículo). El problema radicaba es que el acceso a dicha revista requería de una subscripción general o la obtención del artíclo concreto previo pago. Además, los autores cedían todos los derechos de copyright a la revista.
Como os podeis imaginar, menudo negocio! Es como si la revista Hola! «aceptase» trabajos de fotografos y periodístas, lo corrigirean gratuitamente colegas de la profesión y luego, para poder tu acceder a dichos reportajes, tuvieses que pagar la revista. Como además la cienca se suele pagar con dinero público y los «Journals» son de editoriales privadas, ya tenemos a varias empresas editoriales (Elsevier, Springer…) apilando millones de euros aprovechandose del trabajo «desinteresado» de científicos financiados con dinero público.
Resumiendo: Sólo se podía acceder al trabajo cientifico reportado y financiado con dinero público previa subscripción y pago a revistas científicas de editoriales privadas. Empresas, por cierto, de las más rentables del mundo.
2) La revisión por pares para evaluar la validez cientifica del paper, idealmente, la hacen dos especialistas en el tema en cuestión. Como la revisión es voluntaria y no pagada, no siempre se encuentran «referees» expertos en la materia. A veces te das cuenta de que ni han entendido el trabajo científico y, en vez de corregirte científicamente, te corrigen el inglés, como deben verse las gráficas, etc. Y puedes publicar auténticas barbaridades sin que se vete el artículo. Otras veces, a pesar de ser un buen trabajo, como no lo entienden o no son especialistas, no te lo aceptan a pesar de tener mucho interés y ser muy válido científicamente hablando.
3) Todo el proceso, desde el envío del artículo, su asignación a revisores, correcciones, etc hacía que desde su concepción, esos resultados científicos podían ser finalmente publicados hasta más de 12 meses después de iniciar el proceso.
4) Cómo el mundo es un pañuelo y muchas veces los «referees» son conocidos tuyos (rivales o competencia directa) y ellos si saben los autores reales del paper, se han dado casos de retraso expreso en la corrección para robar ideas o de tumbar directamente el trabajo para luego publicar ellos cosas similares.
Sobre todo por este último punto, apareció Arxiv, donde los cientificos reportan en un repositorio abierto sus trabajos previa revisión por pares para que quede constancia de lo que han hecho de forma inmediata, aunque esté pendiente de la evaluación científica y publicación en un «Journal» de prestigio.
En definitiva, un despropósito descomunal. Así ha funcionado la ciencia, más o menos en todo el mundo, los ultimos 30-40 años.
Seguire en la parte 2 como está cambiando el panorama y cómo eso enlaza con el artículo de Enrique, claramente conocedor de la situación.
PARTE 2:
Los cambios en los últimos 5 años:
Con el advenimiento de internet y cada vez una mayor fustración tanto de científicos como de las agencias financiadoras, las editoriales tradicionales, que estaban montadas en el dólar basandose en el árduo trabajo de investigadores y fondos publicos de financiación vieron una formula que les permitia seguir con su negocio pero «contentar», ligeramente, a dichos colectivos:
El «open access».
En que consiste? Pues que, cómo científico, para probar tu productividad sigues necesitando publicar en revistas de prestigio, pero las agencias financiadoras públicas ven la necesidad de que los «scientific reports» o articulos cientificos deberían ser accessibles públicamente, pues así han sido financiados.
La solución de compromiso que se inventaron las empresas editoras es la posibilidad de publicar en modo «open access». La idea es simple pero muy retorcida: El científico envia su trabajo a una revista de prestigio, se revisa la calidad del trabajo y su corrección científica y, si se acepta, es el propio autor el que debe pagar una nada despreciable suma de dinero (entre 2000 y 12000€) para que le publiquen su «paper».
Es fácil imaginarse lo rocambolesca que es la situación:
a) Para empezar, un conflicto de intereses. Si la revista quiere ganar dinero, como más articulos acepte más ingresos tendrá. Y eso choca con la posibilidad de vetar trabajos científicos que no sigan un estándard de calidad.
b) Como científico, resulta que te partes el cráneo haciendo tu investigación, quieres compartir tus hallazgos con el mundo entero y para ello debes pagar un peaje nada desdeñable para que tu artículo se publique en modalidad «open access». Cosa que por supuesto te interesa pues lo leerá más gente, tendrá más repercusión en la comunidad científica y, supuestamente, será citado como referencia en más artículos. Y con ello aumentas la calidad de tus publicaciones y puedes demostrar tu productividad científica, tanto en cantidad como en calidad.
En eso consiste el movimiento «open access» y muchos de los proyectos financiados PUBLICAMENTE ya preveen una bolsa de dinero para pagar a las revistas PRIVADAS «el peaje» para que publiquen en esta modalidad tus hallazgos. Simplemente el mundo al revés!
En definitiva, en esta modalidad, las revistas se convierten en «panfletos de publicidad científica» y tratan tu artículo científico como publicidad.
Y como todos sabemos, no vale lo mismo publicitar en The New York Times» que en el diario de albacete (con todos mis respetos para esa bonita ciudad).
En definitiva, que hace Nature o Science (las dos supuestamente más prestigiosas revistas científicas)? Cargar 12.000$ a los autores de un estudio cientifico que, eso si, debe ser de muy alta calidad y alta relevancia científica.
Pero lo único que hace Nature o Science es «prestarte» su portada para que tu trabajo tenga una publicidad enorme entre la comunidad científica y tu trabajo tenga una divulgación cientifica grande o muy grande.
Pues te agradezco las explicaciones, porque me confirman que no andaba equivocado, y porque me añaden un plus de conocimiento sobre el tema… :P
Pues de nada, encantado de informarte.
Lo triste del caso es que lo del «Open Access» haya tardado tanto en llegar y, aún así, es una solución en plan parche, ya que las editoriales privadas siguen haciendo negocio con el trabajo de los científicos (la mayoria estamos pagados por los gobiernos públicos) y con el dinero que financian la mayoria de proyectos de investigación publicos.
En la tercera parte pondré hacia donde vamos (básicamente ya lo apunta Enrique) y a donde, segun mi humilde opinión, seria deseable que llegase la gestión de la actividad científica, que a dia de hoy corta mucha creatividad y es altamente ineficiente (es decir, poco productiva para el dinero que se invierte, que a pesar de todo sigue siendo insuficiente).
Últimamente no he tenido mucho contacto con ellos, pero todo lo que cuentas, ya me lo explicaban esas dos personas que mencione en otro comentario. Además, se enfrentaban al problema, de no poder publicar ellos directamente, sino que siempre eran “firmas segundonas” de la firma de su superior, no solo porque fuera “el jefe”, sino porque las propias editoriales lo exigían. Como decimos por aquí: “uns carden la llana i altres porten la fama”…
Sabes si eso es asi realmente?
Si, tristemente es así pero con matices. Poco a poco las cosas van cambiando, pero para mi gusto demasiado lentamente.
Hoy en dia un artículo suele estar firmado por varios autores, y el orden importa.
Normalmente el primer y a veces, el segundo firmarte, suelen ser los que han hecho el trabajo de campo (vamos, los currantes!).
Luego está el «corresponding author» que puede estar en cualquier posición ordinal , y se suele interpretar cómo el que ha dirigido realmente el trabajo y, posiblemente, el padre de la idea original. Para acabar, el que suele firmar último, que hoy en dia todos sobreentienden que a lo mejor ni se ha leido el articulo, es «el capo» o jefe de grupo de investigación (o PI, Principal Investigator). Su «mérito» radica en ser el que dirige el grupo de investigación, lo coordina, (a veces) el que redacta los proyectos para conseguir fondos… una labor aún científica pero cada vez más «administrativa». Suelen ser investigadores «seniors» que han pasado por los pasos anteriormente citados.
Y los de enmedio… pues bueno, gente del grupo de investigación que pasaba por ahí…
Ese es uno de los problemas con la ciencia de hoy en día. Se hace en equipo (lo cual de por sí no está mal), pero hay jerarquías y no siempre son justas.
Por desgracia «el currante» suele ser el becario candidato a obtener un doctorado que recibe una misera paga (beca) de poco más de 1000 euros al mes y se pasa 12 horas en el laboratorio, todo un ejemplo de explotación. El sistema (y por defecto los investigadores que llevamos más tiempo, hay que reconocerlo) indirectamente nos aprovechamos de que su objetivo fundamental es conseguir un doctorado y, probablemente, perseguir a posteriori una carrera científica postdoctoral.
Y aún así, deben vigilar que el mérito que les corresponde por su trabajo es suficientemente reconocido, pues muchas veces, a pesar de no ser los padres de la idea original, aportan mucho al proyecto.
En ese sentido, las revistas de más prestigio, al final del paper exigen que se explique el trabajo que ha realizado cada autor firmante, pero ya sabes… hecha la ley, hecha la trampa…
Hay papers en revistas de alto impacto (es decir, de mucho prestigio) que tienen hasta 50 autores! Un verdadero escándalo!. Eso ocurre mucho en las publicaciones médicas, no tanto en las de ingenieria.
Pues gracias de nuevo por las explicaciones…
Lo que ellos me comentaron era mas o menos asi, hay todo un grupo de trabajo, pero el merito es para el senior (que por lo visto, no da golpe), y al problema de la falta de recursos/financiacion, se añadia el de «la firma»…
Poco mas o menos, decian que estaban hartos y que igual no compensaba tanto… insisto, hablo de lo que me comentaban. No es mi ambito.
Por desgracia hoy en día para ganarte el pan como científico tienes que ser un autentico crack, hay mucha competencia y muy pocas plazas.
Para poder coger una plaza en la universidad debes tener un grado (4 años), un máster (1-2 años), un doctorado (3-4 años) y hacer una estancia postdoctoral en el estranjero de mínimo dos años… ves sumando!
Y aún así eso no te garantiza nada, especialmente en España. El conseguir una plaza fija es el «holy grail» de un candidato a científico. Es muy, muy triste, solo lo consiguen los mejores de los mejores.
Cuando yo entré no era tan complicado. Pero ahora hay muchísima competencia y mucha exigencia.
Pero para mí, lo peor de todo, es que tal y como está montado todo el sistema, los que ganan dichas plazas son muy trabajadores, pero no necesariamente ni los más listos ni los más creativos, si no los que saben jugar mejor las cartas «hackeando» todo lo posible el sistema montado.
Sistema que no digo que sea el peor posible, pero tampoco creo que sea muy justo. El aspecto más grave es que corta de raíz la creatividad y la libertad científica.
Gracias por tus informaciones!
Sincéramente: es deprimente que a estas alturas de internet estemos así. Nunca debemos de olvidar que Internet ha supuesto el acceso al conocimiento a millones de personas. Es dificil pensar que sin internet, hoy hubiesen tantos «extranjeros» dirigiendo empresas punteras de USA o Europa.
Pues en ciencia deberia de pasar lo mismo. Cuanto talento científico desaprovechado por ineficiencias de viejas rémoras! Y cuanto tiempo/científico nos hubiesemos ahorrado!!!
Un placer y me alegra que os sean útiles.
PARTE 3: Hacia donde va la ciencia y que deberia cambiar
Como ya ilustra Enrique, en primer lugar está el tema de la publicación de resultados científicos. Se ha dejado, demasiado tiempo, que empresas privadas hiciesen mucho dinero con las ideas y experimentos realizados con dinero publico.
Repositorios como Arxiv y los que menciona con los enlaces Enrique son intentos de «cortocircuitar» a las editoriales y de que la ciencia sea abierta («open access») y no valga un dineral el publicar unos resultados científicos que, si son financiados publicamente, deberían ser accessibles publicamente para el bien de la humanidad.
Eso deja en suspenso como evaluar la productividad científica y como separar la paja del grano; es decir, la ciencia bien hecha de experimentos que no siguen la rigurosidad del método científico (que ahora se controla, de forma subóptima, con el «peer review»).
No sólo eso, los datos crudos (raw data) de todo experimento financiado pùblicamente también debería estar en repositorios de acceso publico suficientemente bien documentados para que pudiesen ser reutilizados por nuevos investigadores o siemplemente reanalizados para confirmar las conclusiones originales.
Por otro lado está el tema de la financiaciónde proyectos de investigación: cada vez más el trabajo necesario para pedir financiación para un proyecto requiere mayor esfuerzo y tiempo, de forma que los investigadores dedican cada vez más tiempo en labores «administrativas» que haciendo ciencia. Dicho de otra manera, la burocracia que rodea la financiación científica está creciendo a niveles insostenibles.
Es cierto que el dinero publico se tiene que justificar en que se gasta y administrar con mucho mimo, pero al final los científicos investigan en temas que saben que son financiables y no aquellos temas que.,. por intuición o interés, consideran importantes.
No son pocos los descubrimientos e inventos que se han encontrado fuera de estos proyectos, y dicho alrevés, muchos de los proyectos financiados producen pobres resultados científicos, pues se da poca libertad y se deja poca creatividad para que el científico investigue en lo que considere crucial, independientemente de la financiación.
Que no sirva de precedente…
pero me descubro ante tus comentarios :P
(insisto, que no sirva de precedente, no paella… no merito) XDDD
Gracias!
Y si, espero que sirva de precedente en ambos sentidos!
Un abrazo!
¿Y tu eras el de los comentarios a Musk?
Enrique a Chipiron le ha hackeado la cuenta !!!!
ahora soy Carlos Jesus, ahora Mikael»
No, Meji, soy yo.
Y no tengo personalidad doble, pero este tema lo conozco a fondo. Es en lo que he trabajado 25 años de mi vida.
Como Lua y Gorki (y probablemente tu) lo habeis hecho en el desarrollo de software.
Es solo eso, de lo que uno tiene experiencia sabe más. Y de lo demás, menos.
Un abrazo.
Ya me imagino….. ;-)
mira como en estos comentarios estamos la «mayoría» de acuerdo
Por un momento… por un momento…. tambien lo crei… XDDD
Chipirón, se agradecen los comentarios y la claridad en tus respuestas (incluido el reconocimiento en primera persona de la praxis, llevados por el sistema, de los investigadores que llevan más tiempo). :))
En esta descripción del sistema depredador de publicación científica, es importante poner encima de la mesa, como lo has hecho en tus comentarios, las horas mal pagadas/reconocidas de investigadores predoctorales e, incluso, de mucho profesorado universitario laboral interino (que no tiene acceso a dichas becas predoctorales) y que está haciendo su tesis doctoral y trabajo de investigación bajo el paraguas de contratos docentes a tiempo parcial que pueden no llegar ni a los 500 euros/mes.
Es tal cual lo has explicado. Es un despropósito supino que se retro-alimenta y del que, lamentablemente, parece muy difícil salir. Un sistema depredador que se capitaliza de manera muy cuestionable. Por explicarlo de nuevo: muchas investigaciones científicas en este país salen adelante (con mucho esfuerzo personal mal pagado) gracias al dinero público de una universidad pública. Cuando esas investigaciones científicas finalmente se publican (cediendo todos los derechos) en una revista de prestigio (y por tanto referente para la comunidad científica mundial) porque sus revisores (recordemos no pagados por la revista) así lo estiman conveniente, dichas investigaciones, repito pagadas con dinero público, no serán accesibles para otros investigadores de esa misma universidad publica que había subvencionado la investigación, salvo que dicha universidad page a la revista una altísima prima anual para poder acceder a los contenidos de la revista. Es decir, una universidad paga con dinero público de un país el poder llevar a cabo una investigación científica relevante para el mundo científico y luego debe pagar también si quiere que su propia comunidad académica e investigadora pueda acceder a la lectura de dicha investigación realizada con su propio dinero y en su propia casa.
La investigación dentro de una organización privada es privada y punto. A pesar de ello, grandes corporaciones liberan de manera completamente gratuita parte de su conocimiento para beneficio de otros investigadores o de la sociedad en general.
La investigación pública (investigadores y becarios contratados eternamente en universidades y diversos chiringuitos públicos) debería publicarse directamente de manera gratuita por los servicios editoriales del organismo en cuestión. Del mismo modo que en las bibliotecas universitarias están a disposición tesis y proyectos de alumnos, o del mismo modo que ministerios, gobiernos regionales, diputaciones, ayuntamientos, organismos sanitarios o tecnológicos publican libros o documentos de caracter formativo, divulgativo, cultural o de simple entretenimiento.
La conclusión, desde la barra del bar, es que para algunos investigadores la publicación de «papers» se ha convertido en un negocio como otro cualquiera, donde los logros y beneficios reales y aplicables de la supuesta investigación en muchos casos es más que discutible. Como ser escritor de relatos o comics, pero para otro público.
La investigación privada: se fundamenta en 2 pilares
a) Utilizar lo que se investiga de forma pública (si esa de los chiringuitos) y apropiarse de ella mediantes diferentes técnicas. Ejemplo: vacuna de Oxford para Covid19. Hasta dar alguna migaja al sector público y si se ve que no va a ningún es un camino que no llega a ningún lado, ya saben por donde no ir, y si realmente va a algún lado (pasta detrás) utilizar el derecho de pernada
b) Utilizar fondos privados para hacerse con alguna «patente», comprar alguna empresa, etc etc y subir el precio final al consumidor de manera insostenible. Ejemplo: Sovaldi.
La investigación pública debería estar abierta, cuando es pública. Por ejemplo PNAS, es decir la academia nacional de ciencias de los EEUU está a tu disposición en pnas.org. Lo que no está en abierto es cuando meten la zarpa las empresas como nature, o elsevier que viven de publicar y vender artículos. O entidades públicas como CSIC, que no nos tiemble la critica porque sea española… que no todo lo hace bien. Tene su departamento de publicaciones ¿perdona? Que eres un organismo público y tus obras tienen precio…. lo mismo aplica a las diferentes universidades públicas, que sus obras en 2022 no estén disponibles via PDF en abierto para todos.
No es una cuestión de blockchain o choradas por el estilo, es tan sencillo como que la UE tuviera un repositorio público «obligatorio» en abierto como el magnífico arxiv.org de Cornell University, que además es una institución privada… para mas inri, y americana
«Como ser escritor de relatos o comics, pero para otro público.» (AITOR MENTA).
Podría ser un excelente epitafio para algún que otro científico «famoso».
Con la facilidad para publicar información, sea por el conducto que sea, tenemos un campo más donde la contaminación «hace majas». Y con al contamianción, la crecienet necesiadd de ecologistas y comisarios/inspectoers, que nos puedan orientar sobre este mar de sargazos, tan tan lejano del buenazo del Verne.
Porque, sobre lo que pasa, después de parir una explicación científica, está muy bien expuesto en la entrada y los comentarios. Pero el fenómeno que complica tanto este tipo de asuntos «post»creativos es el enorme ego, que está montado en la no menos enorme torre del Dubai, que tenemos todos en nuestra «modesta» cabeza.
La prisas y el entramado, más o menos erróneo, que se incluye en el texto (o imagen) de casi todo estudio serio de un científico, individual o colectivo, suele presentar diversas fisuras egocéntricas. Y la «terminación «, por parte de un monarca departamental, de los excelentes datos de un equipo colaborador, también anda metiéndose por las fisuras citadas.
Volviendo a la clase inicial : no solo los escritores de ficción se dejan llevar por sus egos (o por los tres, que forman «como uno solo»). Y esto vale tanto para el escritor como para el lector. Sobre todo si es «el recolector de la editorial», a fin de cuentas, una especie de «delimitador de público» (eso tan guay del target).
Veo que se os ha olvidado otro punto crucial en las publicaciones de la investigación, fácilmente detectable en cuanto ves las «afiliaciones» de los autores, es decir, sus direcciones, esto es: haces un contacto, o tienes un conocido, y yo te pongo en mis publicaciones y tu me pones en las tuyas, así tenemos el doble los dos, y como no nos vamos a trasladar de universidad, subimos más fácilmente. Me rodean unos cuantos ejemplos.
Se me olvidaba comentar que probablemente este movimiento de las open access y open science ha tenido mucho que ver el aldabonazo que para la industria editorial científica supuso la plataforma sci-hub, que de forma -legal (y póngase en vez de – el prefijo que se considere a, i, pseudo…) puso, y sigue poniendo a pesar de la persecución; millones de artículos científicos a disposición de investigadores de todo el mundo.
Totalmente correcto. Science-hub les ha hecho mucho daño a las editoriales.
Si es que al final no se le pueden poner puertas al campo…
Somos los mismos investigadores (en general, no personalizo), a través de nuestras subscripciones, que alimentamos a Science-Hub. Porque estamos cansados de que unos pocos se enriquezcan con nuestro trabajo y se limite su difusión a toda la humanidad.
Diferente es el tema si la investigación la financia una empresa privada, claro.
Pues fíjate que yo, ni así. Si me financia una empresa privada, le puedo dar unos meses, como mucho, de exclusividad sobre las conclusiones, y ello teniendo en cuenta que se las puedo empezar a adelantar antes de comenzar siquiera a trabajar su publicación. Pero en unos meses, deberían ser públicas, porque es investigación, y debe serlo, sin más explicación. Si no están dispuestos a aceptar eso, que se vayan a investigar a otro sitio…
Correcto, estoy de acuerdo. Pero como bien debes saber, no puedes publicar antes de patentar.
Y si una empresa te paga el sueldo y te pone los medios para que inventes, descubras,etc, durante muchos años, creo que tienen derecho a exigir que la patente sea de ellos.
Después, deberían dejarte publicarlo en abierto, claro que si.
Esta página es interesante
https://www.mipatente.com/las-ideas-se-patentan/
Aunque se refieren a la ley de Mexico. Dice algo importante creo que aplica a más paises
«Se escapan de la definición de invención los siguientes
los principios teóricos o científicos;
los descubrimientos referentes a algo que ya existía en la naturaleza;
los planes, métodos o reglas para realizar actos mentales, juegos o negocios;
los métodos matemáticos;
las formas de presentar información;
las creaciones estéticas y las obras artísticas o literarias, entre otros.
Por lo tanto, regresando a la pregunta original: ¿es posible patentar las ideas? La respuesta es no»
Se podrá patentar un determinado SW pero no debería de poder hacerse con un algoritmo. Si 2 empresas llegan a las mismas conclusiones haciendo cada una de ellas su propio desarrollo, lo que se podrá patentar es el SW de cada uno, pero no debería de poder patentarse por ej. un «algoritmo de minimos cuadrados»
En investigación se suele hablar de ciencia, lo que es una ingeniera, es una aplicación de un principio físico. Desde ese punto de vista las obras de ingeniería si podrían patentarse.
Correcto, si desarrollas cosas en ingenieria, se pueden patentar.
Durante un tiempo trabajé en el desarrollo de sensores químicos semiconductores.
Pudimos (el grupo entero, no yo solo) patentar el proceso de fabricacion de los mismos.
Pero ya puestos, Meji, una pregunta:
Como está el tema de la patentabilidad del software en Europa?
Entiendo que el software (no el algoritmo en sí, pero si el paquete de software) si se puede patentar en USA, pero tenía entendido que en Europa no, aunque puede haber cambiado esa asimetría.
Que sabes al respecto?
Has dado en el tuetano…
Un ejemplo…
Se puede patentar un programa de software en Europa?
Muy interesante, LUA, muchas gracias.
Es que tengo una idea que quiero implementar en software y gracias a la información que me has dado veo que orientación debería darle para patentarla y que nadie se la pudiese copiar.
Quien sabe, igual me la compra el New York Times por más dinero que al de Wordle XDDD!
Hace años:
Yo utilizaba una serie de librerias propias, que me ayudaban en mi trabajo…
Bien, parto peras con la empresa y ademas de muy malas maneras. Nunca me plantee la «propiedad» de dichas librerias…
La cosa no llego a juzgados (encontramos un acuerdo via abogados).
Por una parte, la empresa tenia razon, todo lo desarrollado en ella, era propiedad intelectual suya.
Por otro, yo tenia razon, mis librerias (aunque ni con patente ni propiedad intelectual) eran mias, porque se habian usado tambien en otras empresas anteriores…
no puedo publicar el resultado, forma parte del acuerdo. Digamos que fueron tablas.
No me lo he leido a fondo, pero mirate esto otro:
Patentar Software?
Aunque creo que con el PDF de Lua queda claro…
Más info
https://fsfe.org/activities/swpat/how-the-eu-patent-system-works.en.html
Muchas gracias a los dos!
Un placer.
Me he releido varias veces tu comentario…
Me surge la pregunta:
Hasta que punto, Tu, puedes forzar la publicacion de tus conclusiones, sin que…
a) afecte a la empresa en cuestion (Aprovechamiento por parte de otras)
b) te metas en un brete judicial..
c) que esas mismas conclusiones, puedas «adaptarlas» por asi decirlo a una segunda empresa…
Te lo pregunto como neofito, claro… :P
LUA, me lo preguntas a mi o a Enrique?
Mi experiencia es que puedes hacer básicamente lo que quieras: las editoriales son muy grandes, muy torpes y se enteran de poco, su mano derecha no sabe lo que hace la izquierda. Yo he publicado en unos cuantos journals, y siempre he publicado además una copia en abierto en mi página personal (que como sabes, no es precisamente «personal» ni «discreta»), primero en formato pre-publicación antes de que saliese el número correspondiente del journal, y después, una vez publicada oficialmente, en el formato final. Y nunca me ha pasado nada. También he subido esas publicaciones en texto completo o en formato final a sitios como ResearchGate, Google Scholar o Academia.edu. También es verdad que no he publicado nada que pueda ser considerado «sensible», es posible que si investigas en temas susceptibles de ser patentados o de tener una trascendencia industrial importante, te controlen más, pero no he tenido esa experiencia.
Chipi, era por Enrique…
eDans… a eso me referia…
También es verdad que no he publicado nada que pueda ser considerado «sensible»
posible conflicto de interes cuan lo menos.. :P
En física cuántica se ha usado de toda la vida arXiv.org, del que ya se ha hablado.
Es tal el hartazgo de la comunidad con las revistas, que surgió este proyecto :
https://quantum-journal.org/about/