Un informe de Gartner predice que el 25% de las personas pasarán al menos una hora al día en el metaverso en el año 2026 llevando a cabo todo tipo de actividades, desde participando en eventos o en actividades educativas hasta jugando, relacionándose, comprando o trabajando.
Sin entrar a calificar la predicción de Gartner, que se trata simplemente de eso, de una predicción sin más base científica o metodológica que una impresión derivada de las posibilidades de adopción de una tecnología determinada y, en este caso, con un escenario a tan solo cuatro años, más próximo de lo habitual, sí resulta interesante plantearse cómo debemos aproximarnos o explorar la idea del metaverso como escenario de actividad, en concreto, para aquellas actividades que nos afectan.
Si lo planteamos como simples usuarios, todo se reduce a un papel de observación relativamente casual: estar razonablemente atento a los desarrollos que van surgiendo, y probar aquellos que podemos probar de manera ocasional. Pero lo verdaderamente interesante surge si nos lo planteamos como participantes activos, es decir, como compañías que ofrecen productos o servicios en un escenario que hasta hace un par de décadas solía ser la calle, que desde entonces han ido pasando a ofrecerlos en ese escenario que llamamos internet, y que dentro de pocos años podrían estar ofreciéndolos en ese otro escenario llamado que hemos convenido en llamar metaverso, definido como un espacio virtual colectivo, compartido, inmersivo y persistente, creado por la convergencia de realidades físicas y digitales virtualmente mejoradas.
¿Qué debe hacer una compañía en ese sentido? En primer lugar, plantearse cómo podrían sus ofertas de productos y servicios encajar en un escenario así. En mi caso, cuando pienso en la actividad que he desarrollado durante treinta y dos años, la educación, se me ocurren prácticamente infinitas posibilidades de llevar a cabo actividades relacionadas con ello en el metaverso, más allá de lo que sería simplemente «estar en él» o «hacer en él lo mismo que hacemos fuera de él». Las oportunidades que un escenario como el metaverso ofrece a la educación son indudablemente enormes, y más aún si pensamos que muchas de las actividades para las que la educación debe preparar a los que participan en ella van también a verse modificadas por la adopción del metaverso a todos los niveles. Del mismo modo que no tendría sentido poner graduados en el mercado hoy en día que no entiendan como funciona internet como escenario, tampoco lo tendrá, si la progresión de la adopción de la tecnología resulta razonablemente consistente, que nuestro graduados no sepan desenvolverse en un metaverso.
Un paralelismo interesante puede surgir con lo ocurrido durante la primera fase de la pandemia: al tiempo que muchas compañías pasaban a operar sistemáticamente a través de videoconferencias y sistemas de trabajo distribuido, la educación trató también de hacer lo mismo, pero con resultados muy dispares: mientras la mayoría de las compañías en las que este fenómeno se produjo fueron bastante capaces de mantener su productividad y su ritmo de trabajo durante los confinamientos, la de la educación, salvo excepciones, resultó en un conjunto de experiencias generalmente muy malas, muy limitadas, profundamente aburridas y, a muchos niveles, incluso completamente negativas. Esta semana participo en un curso en la Universidad de Arkansas con su Decano, Matthew Waller, y con Phil Libin titulado «Out of Office«, sobre las implicaciones, tanto organizacionales como personales, del desarrollo de una fuerza laboral cada vez más distribuida, con una sesión en el módulo «Important Questions in Distributed Work» titulada «Reimagining Higher Education», en la que espero ser capaz de mantener un diálogo interesante sobre el tema.
Obviamente, el conjunto de factores que determinó que muchas compañías lograsen una adopción razonablemente eficiente de metodologías distribuidas mientras que una mayoría de las instituciones educativas fallasen al hacerlo es complejo, y tiene que ver con los estímulos a los participantes, con su nivel de preparación o con la determinación de llevar a cabo unos objetivos incluso aunque las condiciones no fuesen, al menos al principio, ideales. Pero muchos otros factores tiene que ver con el isomorfismo, con la incapacidad para plantear experiencias diferentes o con la desidia motivada por percibir la situación como algo meramente temporal. De una u otra manera, lo interesante es que la educación y el mundo de la empresa no son entornos disociados, y que si la educación quiere llevar a cabo su función de una manera adecuada en un mundo en el que cada vez más personas trabajan de manera distribuida, está obligada, quiera o no, a incorporar esas metodologías en su desarrollo. Pronto, las mejores instituciones educativas serán las que sean capaces precisamente de eso, de preparar a sus alumnos para desarrollarse en un mundo en el que muchos de ellos trabajarán en entornos híbridos o completamente distribuidos.
El metaverso, en ese sentido, es un paso más: si Gartner acierta en sus predicciones, en tan solo cuatro años estaremos reuniéndonos, yendo a conciertos, jugando, relacionándonos o trabajando en un entorno virtual de algún tipo, y a las instituciones educativas les tocará no solo maximizar su utilidad de cara a su actividad, sino también preparar a sus graduados para un escenario así. Así que, acierte Gartner o no con su estimación temporal, más nos vale ir poniéndonos las pilas.
This article is also available in English on my Medium page, «It’s time to get up to speed on the metaverse«
Yo creo que la disponibilidad de herramientas para crear (diseñando y programando) entornos adecuados a nuestras necesidades dentro del metaverso va a ser fundamental. Imagino que en algún momento existirá algún tipo de App Store para este entorno o quizá, como sucede hoy día en la web, cualquiera pueda publicar sus creaciones donde mejor le parezca.
Se me ocurren muchísimas oportunidades, pero también muchas limitaciones que no se yo si para 2026 estarán superadas suficientemente.
En todo caso resulta muy interesante.
Esas herramientas ya existen, y seguirán evolucionando.
Los motores de videojuegos Unity o Unreal desarrollan Apps para VR con mucha eficiencia.
Mejorarán, por supuesto, pero la base ya existe
En mi opinión hay actividades, como la educación donde puede tener sentido en un momento dado.
Lo mismo en el trabajo, donde habrá momentos donde será apropiada la RV y otros donde sea suficiente con otras herramientas menos sofisticadas.
Con los juegos y otros aspectos de la vida lo mismo: en juegos en primera persona será casi una necesidad y en otros como por ejemplo el ajedrez no tiene ni sentido.
En general un 25% para TODO el mundo me parece una estrategia de marketing.
Estamos frente al problema esencial de la interactividad, sea con humanos o con algoritmos.
El llamado sistema educativo, más bien domesticador, falla sobre todo por la incapacidad de establecer una interacción viva, natural (analógica o virtual) y libre, entre el docente y el discente, tanto de «tú a tú» como de «tú a varios»…
Sumergir a un ser humano en un grupo de crías humanas analógicas, para sufrir un deterioro constante en su capacidad genética de relación, por diversos acosos que el adn social de los demás favorece, es una experiencia de auténtico zoo humano.
Y hacerlo en un entorno tipo SIM o metaverso, por mucho que la experiencia pueda ser en modo Avatar, no mejorará la experiencia, mientras sigamos teniendoe l nivel d emediocridad huaman que impera en docentes y desarraolladorse de programas cibernéticos.
Yo sigo prefiriendo una experiencia tipo Her o BR 2049, ya que tanto Samantha como Joi son, por lo de ahora, insuperables en mi pobre (actual) imaginario. No podemos suplir con un exceso de tribalismo (de nuevo, aunque sea virtual), nuestra necesidad de evolución individual. Compartiendo «los principios» en el terreno próximo del «tête à tête».
Los detractores del metaverso, exceptuando aquellos que desconfían de las posibles implicaciones perniciosas en el tema de la privacidad, entre lo que me incluyo, son los mismos que decían no necesitar el smartphone cuando se inventó.
Entonces era inimaginable la tremenda variedad de usos y aplicaciones, y así sucede con el metaverso.
El metaverso es la evolución lógica de lo tecnológico, en primer lugar por que la tendencia imparable es virtualizar todo lo susceptible de ser virtualizado. Primero digitalizar y luego virtualizar.
Por otra parte las empresas reacias a adoptarlo se van a encontrar competidores en el metaverso que van a optimizar y abaratar lo que hacen ellas.
¿Se van a quedar con los brazos cruzados viendo como les adelantan por la izquierda?
Me da que no. Aunque sea de forma preventiva se van a posicionar mas temprano que tarde en el metaverso. El ejemplo de Kodak y similares ya lo tienen bien estudiado.
¿Alguien se acuerda de ‘Second Life’?
Pues eso…
No tengo muy seguro el futuro del Mertaverso, Puede ser todo humo, o no, depende del poder de atracción del sitio sobre los cl posibles usuarios y de la capacidad que tenga el metaverso para hacer volver periódicamente a la gente..
Si como ocurrió, (que a mi juicio es lo mas probable), con Second Life. que era lo mismo pero en dos dimensiones, la gente siente curiosidad, entra y lo explora. Pero cubierta la curiosidad desaparece y no vuelve, Entonces esto es humo
Pero hay una diferencia entrar en Second Life era gratis, en cambio aquí hay un coste de unas gafas que puede ser apreciable, Eso cambia mucho la cosa, Puede ocurrir que sea un barrera de entrada que impida el éxito del invento, o por el contrario, una vez hecho el gasto, empuje a su uso como una forma de amortizar el fasto inicial.
Pero si como pasa en WhatApp, la gente se engancho y todos los días se da un vueltecita virtual por esa ciudad virtual, ve las novedades y sobre r todo COMPRA, puede ser el futuro.
A mí me pasa igual. Hoy en día, y aun sabiendo lo que hay, no lo concibo. Además que es poco saludable, al igual que la domótica, el metaverso fomenta el sedentarismo (y el riesgo a enfermedades cardiovasculares, por ende), es la otra cara del confort que te ofrece la tecnología con el control remoto, por ejemplo, y puede afectar al aislamiento social si se torna como adicción (con ludotapía incluida o no, incluso por la gamificación), o al menos, incita a ello por no salir de casa y puede afectar a tu vida social, al absorberte tiempo que podrías resolver en una rutina normal, pero para pandemias venideras, no digo que no pueda funcionar. Otra cosa es que a uno le guste o no (porque habrá que ver el tratamiento de nuestros datos personales), y no nos fuercen a utilizar ese sistema como medida para espiar los hábitos de cada persona. A mí no me cautiva, y tengo gafas de realidad virtual, y así algo se puede jugar a la realidad aumentada.
Loó mismo se dijo de la televisión, Los niños no juegan porque ven mucho la televisión.
Hoy nadie hqabla de la perversa televisión porque lo que esta de moda llamar perversa es a las redes sociales.
Su pongo que si triunfa el metaverso, que está por ver, las redes sociales pasaran de moda. Todos seguiremos ,, os utilizándolas, como todos seguimos viendo televisión. pero del que no hagamos ejercicio y socialicemos se echará la culpa al Metaverso.
Pues yo pronostico que dentro de cuatro años el 25% de las personas no pasaran al menos una hora al día en el metaverso.
He dicho.
Por cierto Enrique, ¿un curso de una semana en la universidad de Arkansas?
Actualiza el curriculum que como ha demostrado cierto prohombre español, eso te lo puedes contar como un master :)
No, para nada. Es un curso que se desarrolla mayoritariamente online, y mi participación es utilizando herramientas de discusión online en tiempo real, concretamente OOO. Por el momento, me quedo con ser profesor en IE University desde hace 32 años, y profesor visitante en la Escuela Diplomática y en Oxford University… que no está mal, qué diablos!! ;-)
Uno tiene pensado perderse la Playstation 5 y esperar a la 6, ya se seguro que no me hare con la 5, y lo del metaverso lo mismo, lo vere si acaso en casa de un amigo de estos que no se pierden nada pero nada, pero uno tiene pensado perderse el metaverso, y mucha gente asi, antes no existia eso, antes lo que existia era «a ver lo que dicen que saca, lo comprare sin mirar», para hacerse con el metaverso sera algo como que un amigo conocido se forre con el, eso de que diran «se forro un tio en Texas y otro en Vladidostok gracias a sus gafas de metaverso» eso ya no cuela para un publico harto y quemado, internet no es cosa nueva, sino vieja ya y nos conocemos
Enrique, en general tienes bastante razón cuando dices que en el campo educativo ha habido una cantidad elevada de malas experiencias durante la pandemia, pero no estoy seguro de que las causas que mencionas sean las principales. En países como Alemania, por ejemplo, mucho de esto ha ocurrido debido a que en bastantes instituciones educativas ha estado prohibido el uso de Zoom. Obviamente, esto no se dio en otros países y aún así hubo problemas, pero en esto hay que tener en cuenta que incluso Zoom no funciona bien si tienes una computadora antigua con menos de 4 GB de RAM y con una conexión a internet de solo 16 Mbp/s, algo que en muchos sitios del mundo fue una parte central del problema.
Solo intenta jugar con Kahoot con tus alumnos en una computadora con procesador de 1,10 GHz y 4 GB de RAM, mientras tienes abierto Zoom, Moodle, Acrobat Reader, Power Point y un libro virtual: Todo se vuelve un verdadero ejercicio de auténtico malabarismo. Ni hablar de usar, por ejemplo, el famoso mmhmm de Phil Libin. Tienes también Genially, Padlet, Flipgrid, Google Docs, Gather, Miro, Flippity, AnswerGarden, Wordwall, ThingLink, Voki, etc, pero en ciertos casos los docentes no solamente tienen dificultades técnicas para usarlos sino también económicas, pues no todas las funcionalidades de algunos de estos sitios son gratuitas. Muchos docentes, por ejemplo, no pueden pagar los 16,65 euros que cobra Zoom mensualmente por la posibilidad de usarlo más allá del límite de 40 minutos, lo que transforma las clases en un continuo salto de un enlace a otro.
Es claro que algunas plataformas muy potentes como Moodle o Ilias no siempre se han usado de la mejor manera. Hay que tomar en cuenta, sin embargo, que si bien algunas editoriales tenían materiales libremente disponibles para Moodle, otras se lanzaron a crear sus propios entornos de pago a los cuales, obviamente, solo las escuelas privadas con más recursos podían acceder. Y si alguien piensa que cada docente debería haber creado su propio material para su asignatura, debo decir que muchos efectivamente lo hicieron, pero que la cantidad de tiempo que esta tarea implica es impresionante: En una de las universidades donde trabajo en Alemania fueron necesarios varios meses hasta tener listos un conjunto de módulos que efectivamente pudiera apoyar el aprendizaje a distancia.
En todo esto hay que tener en cuenta también que la enseñanza virtual puede funcionar bastante bien si los alumnos tienen como mínimo 16 años de edad. Con los niños, especialmente con los más pequeños, las clases en línea tienen una efectividad muy limitada: Pueden servir para determinados cursillos y talleres virtuales que no duren demasiado tiempo, pero no son la mejor opción para sustituir las clases presenciales. En Alemania, en los últimos meses, las autoridades han preferido que las escuelas sigan en modalidad presencial, con tests de coronavirus tres veces por semana, lo que ha sido, en general, una decisión adecuada, pues el trabajo a distancia del año 2020, que con los más pequeños se realizó principalmente con guías de trabajo y Homeschooling, no funcionó de la mejor manera.
En cuanto a que las cosas se han desarrollado de mejor manera en las empresas, cabría preguntarse, Enrique, en cuáles de ellas. No olvidemos que para muchos oficinistas el cambio no fue demasiado grande, pues efectivamente ya desarrollaban buena parte de su labor a través de la computadora y el teléfono. Por otro lado, el presupuesto para pagar por la utilización de determinados programas y por la respectiva capacitación es mayor en las compañías que en muchísimas instituciones educativas a lo largo y ancho del mundo. Además, el funcionamiento de muchas grandes firmas no se ha visto realmente muy afectado, porque el trabajo principal, es decir el de los obreros de la planta de producción (el de los blue-collar workers) se ha seguido realizando de manera presencial.
En cuanto al metaverso y la educación, ya expresé hace unas pocas semanas mi opinión preliminar al respecto. Creo que la pandemia debería haber dejado claro que siempre es más fácil que triunfe ampliamente un software que no necesita de demasiados recursos, como Zoom o el mismísimo Facebook, que otro que requiere de una computadora potente, como ya sucedía con Second Life y ocurrirá muy probablemente con el metaverso.
Yo….
Abro un paquete que palomitas… y espero… XDDD
A poco que la «gente», empiece a percibir como son las cosas (algo que desde ya hace unos años, pongo en duda, y sin embargo, empieza a darme satisfaciones…) para metaverso, el que tengo en el «entrepiernerso»… XDDD
Ya lo ha comentado Gorki y algun otro… para juegos, vale… para ir de compras, mis dudas tengo… para «conocer gente» (seamos claros, para ligar), te vas a enamorar de un avatar???? Si ya es dificil con las aplicaciones y sus multiples filtros, que no sabes si tienes delante a alguna Kardasian o a Manuelita la de la churreria…
En fin… si metaverso implica un dispositivo mas… no se yo…
A mi me gusta referirme al periférico del metaverso, la VR, como simplemente «El Periférico», en singular.
Será probablemente el único periférico que los que nazcan en la próxima década usen para interactuar con los ordenadores, (metaverso)
Yo solo una pregunta: esa hora que dicen que va a pasar la gente en el metaverso, ¿será a costa de a qué dedicar menos?
Esto del metaverso me recuerda a los que se las daban de «visionarios» cuando decían cosas como esta cuando empezó FB:
«será gilipollas quien va a queres poner sus fotos de las vacaciones para que las vea todo el mundo». El problema es que seguimos sin ver la magnitud de lo que nos viene encima (para bioen, o para mal). solo vemos un tio con unas gafas de VR.
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2022-01-06/aun-no-sabes-que-es-el-metaverso-pero-alli-ya-te-estan-esperando-para-venderte-ropa-digital_3354083/