El pasado día 2 de junio, Apple anunció que a partir de Septiembre, sus empleados deberían volver a trabajar desde sus oficinas, el impresionante Apple Park en Cupertino, California, con la posibilidad de trabajar desde sus casas únicamente dos días a la semana con un máximo de dos semanas al año y bajo aprobación de la dirección. La política, que especifica que será necesario trabajar en la oficina los lunes, martes y jueves, es más conservadora que la de muchas otras compañías y, particularmente, mucho más que la de otros gigantes tecnológicos, pero supone una cierta flexibilización de las condiciones de trabajo para una compañía que tradicionalmente ha mantenido una actitud hostil ante el trabajo distribuido y ha exigido a sus empleados estar presentes en las oficinas de manera habitual.
En la nota, firmada por Tim Cook, la compañía hablaba de hasta qué punto los empleados se habían pasado todo el año pasado echándose de menos y de cómo las videoconferencias, aunque habían servido para estrechar algo la distancia, no podían replicar muchas de las cosas que tenía el estar físicamente en la oficina. De hecho, el pasado marzo, el propio Tim Cook había afirmado que estaba deseando que los empleados volvieran a las oficinas, y había hablado de cómo «la innovación no siempre es una actividad planificada», y de por qué «el encontrarse a lo largo del día y el hacer avanzar una idea que se acaba de tener es algo para lo que realmente se necesita estar juntos».
Tan solo dos días después, varios miles de empleados de la compañía han dirigido una carta de protesta contra el anuncio de la vuelta a las oficinas en la que afirman no solo no haberse sentido escuchados a lo largo del pasado año, sino incluso activamente ignorados, en sus demandas para seguir trabajando de manera distribuida, y reclamando una política más flexible con respecto a este tipo de acuerdos. Básicamente, no solo no quieren volver a la oficina, sino que afirman que la falta de flexibilidad de la compañía ha llevado a muchos a dejar su trabajo en Apple, y hablan de una fuerte desconexión entre la forma en que el equipo directivo piensa sobre el trabajo distribuido y las experiencias positivas vividas por muchos de los empleados de Apple durante la pandemia. La carta considera además el trabajo distribuido como una parte más de los esfuerzos de la compañía por acomodar la diversidad y la inclusión, dado que “para que la inclusión y la diversidad funcionen, tenemos que reconocer cuán diferentes somos todos y, con esas diferencias, surgen diferentes necesidades y diferentes formas de prosperar”.
Según afirman en la carta, el año pasado llevó a que muchos empleados se sintiesen como si realmente pudieran hacer el mejor trabajo de sus vidas por primera vez, libres de las restricciones de los desafíos que inevitablemente impone el desplazamiento diario a las oficinas o las oficinas de uso compartido, todo ello sin dejar de poder cuidarse mejor a sí mismos y a las personas que les rodeaban.
Si esto ocurre en una compañía como Apple, con una cultura histórica de trabajo presencial, una sede carísima representativa y recién construida, y un liderazgo fuerte en ese sentido, ¿qué no ocurrirá en otras empresas cuyos trabajadores hayan podido experimentar las ventajas del trabajo distribuido? ¿Y qué ocurre cuando ese trabajo distribuido, en lugar de ser la opción obligatoria debida a una pandemia, es una opción no única y decidida con total libertad?
No volvamos al pasado.
This article was also published in English on Forbes, «Back to the office? No thanks…«
Se me hace difícil pensar que empresas que han gastado gran cantidad de millones en sus enormes sedes corporativas para reunir a todos los empleados en sus micro-ciudades, ahora vayan a favorecer el trabajo remoto. Eso sería reconocer un gasto quizás desmedido en esas mega construcciones que ahora podrían morir, quedando como símbolo ya de otra época. Una época que esperemos no vuelva. Flexibilidad para elegir cómo trabajar es el futuro. Si la empresa quiere dar una imagen moderna, no lo conseguirá con grandes y deslumbrantes templos. Ya no.
Comprensible hasta un gran cierto punto.
El edificio es, “diseñado” por Steve Jobs al igual que “diseñó”, las actuales oficinas del mejor estudio de animación. Y este lo hizo de la manera en la que lo hizo pensando en la conexión creativa y en él, el trabajo colaborativo y la improvisación de ideas surgidas de encuentros y conversaciones.
Me cuesta creer que esto sea la razón en esta Apple Post Jobs, no por las formas, que podrían ser las mismas, sino por por la raíz de todo ello, ya que no creo que la empresa esté comandada por ese halo artístico y existencial que se asociaba y desprendía Steve.
No digo que sea la mejor de las razones no que hoy por hoy tenga más fundamento que la opinión contraria en este debate, pero creo que tiene cuanto menos, cierto sentido.
Cierto sentido puede tener marcar ese aspecto tan «espiritual» del amigo Jobs. De hecho me limitaría, sin olvidar todo su ardor pasional por la «excelencia eficiente», a esa característica que tanto lo marcó por vida : dejar el cuidado de su hígado en manos no demasiado tecnológicas.
Es lo que tengo entendido, pero si no fuese verdad podía serlo, ya que esa faceta menos tecnologizada, permite explicar, en parte, su amor por la pureza del blanco o por pedir una colección de tipos de letra, digna del más puro clasicismo griego.
Pero la Apple del Steve no era la de los Beatles, ni la del Tim tiene que ser la del Steve. Solo tienen que ser las más eficientes. Y en esa liga juegan conjuntamente, tanto ejecutivos empresariales como empleados «manufactureros»
Lo que no dice la noticia, es que el título de la nota de Tim Cook comenzaba diciendo: «Das neuere diktat»
Siempre había oído que trabajar en Apple no era, ni de lejos, lo mejor que le podia pasar a uno. Básicamente exigia vivir para y por la empresa.
Antes de la pandemia, los rankings de las empresas con mejores condiciones de trabajo siempre las lideraba Google.
Y creo que en este caso, Tim Cook se equivoca y va a perder mucho talento que se pasará a empresas más flexibles en este sentido.
Soy ingeniera informática y si me hacen volver a la oficina en mi actual empresa me iría. Sin más. Tenemos opciones como para que nos obliguen a perder la conciliación familiar y personal que hemos obtenido con el trabajo en remoto. Soy igual de productiva remote que en oficina.
Lo que si es cierto Noe, que al trabajar en equipo, tus compañeros te hacen mejor profesional y tu haces a tus compañeros mejores profesionale y eso en tele trabajo no es igual.
En eso lleva razon Apple
Igormó, eso depende mucho del tipo de empresa y de su organización. Cuando hay muchos aprendices que deben rotar entre diferentes áreas para enterarse de primera mano sobre el funcionamiento de cada una de ellas es bastante claro que la presencialidad podría facilitar el proceso. Pero si se trata de profesionales con larga experiencia y que saben cuál es la labor de cada quien en el proyecto en el que trabajan, considero que la opción virtual puede funcionar perfectamente.
No eres desarrollador de Software, ¿verdad?
Yo lo soy, y por cuestiones familiares renuncié a una empresa donde era obligatorio estar de forma presencial en sus oficinas.
La libertad que obtienes es algo a lo que es muy difícil renunciar. Y eso de hacerme ‘mejor profesional’…. ser eso es tarea diaria para un desarrollador de software: o aprendes cosas nuevas, o dejas de valer en el mercado. Y no necesariamente hablo de aprender habilidades técnicas.
Para un desarrollador software, que haga en su trabajo algo más que recibir un requisito bien detallado e implementarlo, es muy conveniente estar con un equipo de desarrolladores, analistas y jefes de proyecto, observando y aprendiendo muchas más cosas que sólo codificar. Incluso igual llega a ser capaz de codificar entregables usables para los demás.
Me da a mí que en septiembre, o enero a más tardar, todos al redil. Por muy distribuido que lo queramos llamar.
Enrique, en tu entrada de hoy confundes el Apple Campus con el Apple Park. La sede central actual de Apple Inc. es el Apple Park.
¿Quién dijo que todo está perdido?
Apple puede ponerle unos propulsores al círculo y transformarlo en una nave espacial.
Todo se recicla, nada se pierde.
: ).
El teletrabajo, bien gestionado, es más productivo y más cómodo para los profesionales. Sin embargo, no todo en una empresa es la productividad y no siempre lo más cómodo es lo mejor para una persona.
Una empresa puede ser muy productiva, pero haber cerrado en 5 años por no vender, no innovar, perder el compromiso de sus profesionales, etc.
Para un profesional es mucho más cómodo no formarse, pero no parece una buena idea. Para una persona puede ser mucho más cómodo pasarse el día en el sofá comiendo comida basura y viendo Netflix, pero igual acaba en el hospital.
El teletrabajo tiene pros y contras y el trabajo presencial también. Una buena idea parece combinarlo de tal manera que se pueda aprovechar lo mejor de ambos tipos de trabajo.
La gran mayoría de las grandes tecnológicas están apostando por el trabajo mixto y flexible. Por algo será. Tienen grandes áreas de recursos humanos y estudian mucho la mejor forma de trabajar para la empresa y la carrera profesional de sus profesionales. Desdeñarlas, así sin más, no parece muy inteligente.
Aprovecho para volver a comentar nuevamente en relación a Steve Jobs.
Parece que la actual gente está a disgusto de tener que volver a la oficina. Resultan obvias las razones que, además se explican en este artículo.
Resulta curioso el mantra que se decía (no literalmente, pero era más o menos) que cuando Steve presentaba una nueva vía de trabajo o producto, mucha gente sabía que se había quedado sin vacaciones.
Por otra parte, cabe rescatar el campo de distorsión de la realidad de Steve Jobs, donde todos los que los sufrieron, se sorprendieron con que los resultados y los objetivos se acabaran logrando en tiempos y plazos que eran inimaginables.
Esto era debido a ciertas cosas concretas. Steve seguramente era un déspota y un, si me permiten, hijo de puta en el trabajo. Como House, la serie “esa” del medico cojo. Lo que pasa es que cuando trabajabas con gente de ese tipo, puede ser un infierno, pero uno que amas y en el que te dejas la piel.
No digo que desde casa no puedas amar tu trabajo, pero que haya gente que estuviera dispuesta a dejar su trabajo en Apple, por el hecho de tener que volver a la oficina me llama la atención. Jobs diría posiblemente algo como … “id a trabajar en un sitio donde no haréis nada de interés ni sorprendente, perfecto”. Eso es lo que me parece curioso.
Si la gente en Apple se ha planteado Trabajar en Apple como un trabajo meramente… cuanto menos es una pena para todos los eslabones de la cadena. Habrá gente que diga que cómo deben de tomárselo entonces. Cosas absurdas y sorprendentes como firmar la carcasa de un ordenador por detrás, cosa que casi nadie verá jamás, pero que…. Está ahí, creo que son el tipo de cosas que hace que tu perspectiva del trabajo cambie.
Todo esto para decir que quizás, Apple, no tiene esa visión y eso se evidencia en la propia visión de los trabajadores. En este caso no creo que fuera el estilo “guay” que millones de empresas han acabado adoptando hoy, sino que era algo profundo y real. Con sus inconvenientes pero también con algo que pocos podían permitirse tener, disfrutar.
Simplificando mucho en este asunto veo como tres partes condenadas a entenderse, por un lado las capas directivas, que en mayor o menor medida sienten el empuje de la fuerza a reunir a todos sus ejércitos bajo un mismo techo. Muchos de ellos han seguido yendo a las oficinas y quieren que los demás también tengan que ir como ellos.
Luego están los que han probado el teletrabajo, pero que por el motivo que sea no les acaba de convencer, eso de estar en casa todo el día, no socializar, echan de menos el café con los compañeros, en definitiva, en casa se aburren, prefieren el cambio de contexto, y quieren ver gente.
Y luego está el tercer grupo, en el que me encuentro, los que vemos en el teletrabajo una pequeña válvula de escape para conciliar mejor, ahorrar tiempos en desplazamientos, moverte a segundas residencias en las vacaciones de los niños, etc… Pero que pasa, que este tercer grupo es rehén de los dos primeros, que no les vale con volver, sino quieren volver y que los demás vayamos a amenizarles la mañana…….y no se quien va a ganar……pienso que al final habrá victorias parciales para todos.
En mi caso la experiencia profesional es en la Administración Pública. Entiendo el trabajo presencial y el trabajo telemático. Lo que no termino de entender el modelo mixto como el que plantea Apple o muchas organizaciones. El modelo mixto significa no beneficiarse respecto a los grandes efectos que puede tener el teletrabajo, para en mi opinión crear una sensación de no saber muy bien en donde estás profesionalmente. Ya veremos como las organizaciones y las personas nos vamos adaptando a esta situación cuando la pandemia ya no esté con nosotros.
Hay un tema relevante en este caso: el coste de la vivienda y la fiscalidad. Muchos empleados se han ido a vivir a otra parte, con el sueldo de SFO/California pero los costes de otras zonas y tener que ir un par de veces a la semana les obliga a volver a vivir cerca.
Al final, el Apple Park no es más que un monumento a la megalomanía de Steve Jobs y dejarlo semivacío no haría más que evidenciar esta realidad. Al gran Jobs se lo podría definir como el jefe que nunca querrías tener, excepto si eres alguien con tendencia a servir, respetar y querer al tirano de turno, sea este un político, un artista, un líder religioso o un disruptor.
Suma a todo eso… alguien que consigue hacer llegar a algunas personas a donde no hubieran creído llegar.
Pero es que ahí es donde nos confundimos, Marcos. Piensa en lo que ha logrado el gobierno de Corea del Norte en materia nuclear, a pesar de la pobreza y el aislamiento del país. Seguro que algunos ingenieros nucleares norcoreanos estarán felices de lo que han conseguido para su país, pues se trata de algo realmente difícil de alcanzar, pero eso no quita que haya sido en un contexto de liderazgo completamente vertical.
En todo caso, es evidente que siempre existirá el caso del individuo o individuos cuyos deseos coincidan casi totalmente con los de su impositivo jefe, pero difícilmente encontrarás actualmente los suficientes en la empresa de Cupertino como para llenar voluntariamente el Apple Park, menos aún cuando el jefe se ha transformado es un recuerdo cada vez más lejano.
Esto pasa por idealizar el TRABAJO, cualquier tipo de trabajo, y no querer saber nada de su etimología y origen, que marca a hierro hirviendo dicho «concepto»: TRIPALIUM, instrumento de tortura romano.
Sólo los CEO de las compañías y sus accionistas están encantados de someter a semejante tortura a sus empleados. ¿Por qué alguien iba a ir a su puesto de trabajo pudiendo quedarse en casa donde la otra tortura, la familiar, en algunos casos es algo más llevadera? En fin… Ver para creer, pero sigamos idealizando y luego vendrán las sorpresas.