Andrés Marín, de Atlas Tecnológico, me llamó para hablar sobre las perspectivas de futuro tras la crisis que ha provocado la pandemia, y hasta qué punto ha evidenciado la necesidad de una transformación digital. La publicó hace dos días con el título «La crisis ha hecho que se les vean las vergüenzas a los que no tenían un nivel de digitalización adecuado» (pdf).
Hablamos sobre la paradoja de las compañías que están esperando que la pandemia termine para poder «volver a hacer las cosas como antes», como si fuese posible dar marcha atrás al reloj, frente a las que ya se han dado cuenta de que la pandemia ha cambiado muchas cosas y no tiene sentido volver a como las hacíamos antes. Las nuevas filosofías de trabajo, con los grados adicionales de libertad y confianza que pueden otorgarse a los trabajadores, determinarán qué compañías son capaces de atraer y retener talento, y cuáles, por contra, se quedan con el «sedimento», con esos trabajadores que permanecen en su puesto porque carecen de valor en el mercado para plantearse la posibilidad de irse a otro sitio.
Hablamos también de machine learning como tecnología que no es preciso «inventar» para poder utilizarla, de las criptomonedas como refugio ante un entorno inflacionario, de digitalización y de varios temas relacionados más.
El que solo tiene un martillo, solo vea clavos por todos sitios
Me pregunto que tendra que ver el nivel de digitalizacion con las penurias que han pasado las compañías aéreas, los tablados flamencos, los hoteles, los taxistas, los músicos, los circos, la cinematografía, los fabricantes de fuegos artificiales,…
El astrónomo centrado en mirar el universo por el telescopio, no se da cuenta que el fuego del bosque rodea su observatorio.
Amén
Como era aquello…???
El arbol no te deja ver el bosque…???
Hay muchos que solo ven arboles… XDD
Concedido Gorki , pero entiendo que Enrique se centra en las empresas que siendo susceptibles de desarrollar su trabajo en forma digital no se habían preparado para ellos en comparación con las que sí. Y no son pocas.
Solo en USA la mitad de la fuerza total laboral teletrabajó en la pandemia.
Ahora imagina el desastre económico si , por ejemplo, solo un 5% hubiera podido hacerlo por falta de preparación.
Reductio ad absurdum
Enrique, me gustaría hablar contigo en privado para una posible conferencia. Tienes mi correo, ya me dirás.
Volviendo al tema, yo ya veo la política de personal de Caixa Bank: prejubilar a los 55 y sólo contratar lo mínimo y, por supuesto, nativos digitales.
Las API de ML no se usan en Python, sino en módulos que solo necesitan una línea para llamar al modelo….no hay que inventar
Enrique, con respecto a «las compañías que están esperando que la pandemia termine para poder volver a hacer las cosas como antes» debo decir que, por lo que he visto:
1) Las empresas cuyo jefe tiene nula o poca afinidad con las nuevas tecnologías volverán al trabajo presencial e incluso festejarán que todo haya vuelto a la antigua normalidad.
2) Las empresas cuyo jefe tiene una mediana o alta afinidad con las nuevas tecnologías son las que mantendrán en mayor o menor medida la posibilidad de trabajar a distancia y de aprovechar algunas herramientas que han demostrado facilitar muchas tareas durante esta pandemia.
Por lo demás, es claro que, como dice Gorki, hay otras empresas que por más digitalización que hayan tenido sencillamente tendrán que cerrar sus puertas porque la pandemia ha limitado enormente la posibilidad de ofrecer sus servicios y están al borde de la quiebra.
Últimamente se hace mucho hincapié en el problema de actualizar las empresas. Desde luego si las comparamos con el software informático, podemos decir que tienen algo de celacanto, o cualquier otro fósil viviente. Su grado de actualización puede ser mínimo, pero tiene un acicate extremo que se llama beneficio.
Pero yo me pregunto que hace pensar que el trabajador, el ser humano más o menos hardware informático, que cada vez se siente menos unido al beneficio empresarial, tiene las actualizaciones precisas y esperadas, para no quedar totalmente obsoleto.
Para mi es comparable al dinosaurio, tanto en el modo de trabajador «que no cuenten conmigo», o como mucho el modo trabajador mamut «enhielado», tipo «que me lo den hecho».
Llamarme desconfiado, pero son muchos años de observación casi devota, tanto del trabajador manual como del trabajador intelectual, pasando por el aprendiz de trabajador, ese alumno con tantas ganas de aprender, que se les quedaban pegadas al asiento del aula.
Y, sinceramente, nada nuevo (y menos mejor) me espero de la fase postpandémica. A los hechos de esta triste temporada me remito.
La primera guerra mundial se perpetró en noches locas de charleston. No quiero ni pensar en lo que somos capaces de atraer, viendo como baila una población que no quiso aprender nada de dos guerras mundiales, y de diversa variedad de otros escarceos bélicos, no precisamente amorosos.
De siempre las empresas se han adaptado a la tecnología, Si no fuera asi. habria empresas que aun no utilizarian la electricidad y harian los transportes en carretas, Parece como si la tecnología fuera un invrnto de hace cinco años
¿Hay alguna empresa que no utilñice hoy una computadora? .- Si hasta el bar de la esquina tiene códigos QR
El error de base es que algo o alguien se tenga que adaptar a una herramienta. Es al revés tienes una empresa y como buen empresario, investigador o trabajador tienes que conocer que tecnologías te pueden ser útiles y cuales se adaptan mejor a tu perfil ya sea de negocio o de persona.
Hay tecnologías que por mucho tiempo que haya pasado son plenamente vigentes, e incluso más aplicables que muchas actuales. El modesto «lapiz y papel» creo que se debe seguir utilizando como herramienta para apuntar por el 90% de los que necesitan o saben apuntar algo. ¿es mejor para apuntar un móvil, un tablet o un asistente de audio? Pues depende de lo que quieras apuntar. La eficacia de apuntar una línea con algo de información es directamente proporcional a su sencillez. Y no choca con tener notas digitales. Se complementan.
A ver cuantos hay que afirman ahora que jamás cogen ya un papel y un lápiz desde hace años porque son transformistas digitales… que para todo hay en este blog, y que cuando entras en faenas digitales son ilustres.
Ejem.. el lapiz y papel… yo… XDDD
El cambio tecnológico está muy bien, pero se ha empezado la casa por el tejado, las personas, lo «Líderes» tienen que cambiar de mentalidad y aportar, no restar. De nada sirve si seguimos haciendo las cosas con la mentalidad del siglo pasado.
Evidentemente a todos nos preocupa el futuro post pandemia, es incierto. Yo tengo un comercio electrónico en Chile y para evitar daños colaterales decidí crear una compañía en Islas Vírgenes británicas con cuenta bancaria. Fue mi estrategia con los asesores financieros de Foster Swiss, me prestaron su ayuda y sus conocimientos para hacer movimientos inteligentes con mi dinero. Muy buen equipo.