Sea por el éxito de documentales como «The Social Dilemma« o por la mala prensa cada vez más asociada con la marca Facebook, cada vez son más las personas interesadas en reducir su dependencia de la compañía, una tarea complicada dada su condición de red social y, por tanto, la importancia de las externalidades de red. Cuando una red social es utilizada por más de 2,500 millones de personas y su industria se caracteriza por determinar un ganador único, salir de ella no resulta necesariamente sencillo, y la impresión que tienes si simplemente desconectas es, en muchos casos, que te has convertido en asocial.
¿Qué es lo que realmente nos perjudica de una red como Facebook? Simplemente, el infinito nivel de control que la compañía aspira a tener sobre todos nuestros datos, unido a la ausencia de ética que manifiesta en su uso, que ha dado lugar a su actual reputación. Por tanto, si no te planteas eliminar esa red de tu vida, sí pueden plantearte reducir su impacto, retirando de ella todos los datos que estimes conveniente. Para ello, conviene reflexionar sobre el uso que das a Facebook: si su función principal es mantenerte en contacto con amigos y conocidos, lo normal es pensar que estos ya conocen la inmensa mayoría de tus datos personales básicos, los que Facebook utiliza para administrarte una buena parte de su publicidad, y por tanto, podrías eliminarlos, manteniendo un perfil básico.
Pero si quieres llevar el tema un poco más allá, y considerando que Facebook exprime toda la información posible de todo dato que le suministres y que no le suministres, opta por una medida mucho más razonable: desinstala la aplicación de tu smartphone, y empieza a utilizarla únicamente en el navegador de tu ordenador, tan solo durante el tiempo que quieras hacerlo. Eliminar la app de tu smartphone evita que la compañía obtenga mucha información sobre tus hábitos, y disciplinarte para entrar únicamente una vez al día y cerrar la ventana inmediatamente después puede ser, incluso, una buena forma de terapia. Entrar, ver si alguien te ha enviado algo o quieres comentar alguna cosa, y salir. Y sobre todo no leer noticias en Facebook. Simplemente, no la consideres una aplicación para eso. Infórmate en otro sitio. Y obviamente, no utilices tu perfil de Facebook para autenticarte en ningún sitio: ¿tiene algún sentido compartir la información de uso de ese sitio con el mayor cotilla del mundo?
Ahora bien: dada la progresiva fusión e interdependencia de las propiedades de la compañía, sigues seguramente teniendo un problema, llamado WhatsApp o Instagram, que también se dedican a capturar todos los datos a los que le permitas acceder. ¿Siguiente medida, por tanto? En el caso de WhatsApp, tratar de convencer a tus contactos para pasaros a una app más inocua, que podría ser Telegram – que alcanza ya los quinientos millones de usuarios y empieza a revelar algunos planes para su próxima monetización – o, idealmente, Signal, que pertenece a una fundación sin ánimo de lucro y mantiene la privacidad como bandera fundamental y razón de ser. El caso de WhatsApp es importante, porque tras unos años de relativa inocuidad, ahora constituye la apuesta más importante de Facebook de cara al futuro, lo que implicará grandes cambios en el uso que la app de mensajería hará de tu información.
En el caso de Instagram, la sustitución puede ser una tarea sensiblemente más difícil para muchos de sus usuarios habituales, así que como mínimo, revisa en los ajustes de tu smartphone los permisos que das a la app y, al menos, elimina la localización (la puedes añadir manualmente a cada foto). Por su naturaleza, plantearse utilizar Instagram únicamente en el ordenador en lugar de hacerlo en el smartphone parece sumamente difícil, de manera que constituye, muy posiblemente, uno de los canales por los que la compañía obtendrá información sobre ti. Sé consciente de ello cuando la utilices.
¿Qué más puedes hacer? Si además de lo ya comentado instalas Ghostery o algún otro add-on similar en tu navegador, podrás pedirle no solo que elimine la publicidad de todas aquellas páginas donde no quieras verla (y que la mantenga en aquellas otras que quieras apoyar y en las que no te resulte especialmente molesta), sino también otra cuestión más imperceptible, pero que permite a Facebook conocer una buena parte de tus intereses: interrumpir la carga de botones sociales. En efecto, esos pequeños y aparentemente inofensivos botones de «Me gusta» o de «Compartir» posibilitan que Facebook registre tu visita a esa página, y la añada a la información que utiliza para que los anunciantes segmenten tu perfil.
Estos son algunos de los pasos que he ido dando personalmente a lo largo del tiempo, a medida que mis percepciones sobre la compañía evolucionaban. El siguiente paso vendrá cuando termine el próximo rediseño de esta página: eliminar totalmente los botones sociales y convertirla en completamente Facebook-free, por coherencia y por respeto a mis lectores. ¿Suena razonable? ¿Exagerado? ¿Imposible? Simplemente, plantéate este tipo de cosas si realmente quieres reducir tu dependencia del imperio Facebook y no te ves preparado para una desconexión radical. ¿Arreglamos el problema reduciendo nuestra dependencia de Facebook? Posiblemente no, pero al menos, posibilitará que tengamos un poquito más de control sobre nuestros datos, y sobre todo, que seamos algo más consciente sobre lo que entregamos cuando utilizamos un servicio en la red y sobre nuestro nivel de dependencia de ellos.
This article is also available in English on my Medium page, «What can you do to reduce your dependence on Facebook?«
Menos mal que por lo de ahora solo colgué tres veces este blog en Facebook, pero pienso que la medida resulta algo «conspiranoica». Respetando desde luego la tendencia social de cada uno. Por lo demás, las otras recomendaciones son inútiles para mi navegación por esa red social.
Y mientras me parezca más «amigable» el algoritmo de Facebook que la mayoría de internautas que se tienen que sufrir (por diversas razones) en la dichosa red, pues «en ella » seguiremos.
Eso no es lo que opinabas en esta conversación
Te vuelvo a decir exactamente lo mismo que entonces: hazte mirar ese nivel de análisis. Es profundamente simplista.
Eso puedes hacerlo ya mismo…
Te vas al administrador, bajas hasta PLUGINS, y lo desactivas… XDD
¡Pues si que empazamos bien el año! ¡Qué poco duran los buenos propósitos!
Y mañana, nos volvera a hablar del Tesla eléctrico y el fin del mundo,… En fin,…
Ahora en serio ¿Qué puedo ocultar a Facebook que ya no sepa? ¿Dejará de saber sobre mi, todo que sabe porque deje Facebook?
La privacidad es como la virginidad, se pierde la primera vez. Una vez perdida no la puedes recuperar.
Te preocupará mas o menos, según tus convicciones religiosas, políticas y sociales. Habrá quien no le importe nada y quien lo considere un desastre, pero la cosa no tiene arreglo.
La ventaja, es que como estos cotillas digitales que se aprovechan de ella. el operador de Internet, (del que casi no se habla), Facebook, Google, Twitter, 200 App. variadas… son insaciables, cabe la solución, (parcial), de quedarte enganchado y hacerles llegar datos falsos además de los verdaderos, de forma que tus datos reales se diluyan junto con cientos de datos falsos. Es la política de si quieres taza dos tazas que yo practico
Empieza a segur personajes de un determinado sesgo cultural o económico, por ejemplo, feministas, inversores en bolsa, taurinos y apoyalos en todas sus mas extremosas afirmaciones, o sigue a los gurus de la cienciologia y aplaude cada uno de sus sermones.
Al mes cambias y haces lo mismo con otros, Chiquito de la Calzada, o Cristina Pedroche, la Ponferradina CF, o Amig@s Marina D’or, no impoerta quien valen hasta kllos concesionarios de automóviles. o los que dan recetas de cocina
Todo lo registrarán en tu «perfil». Cuando tu perfil sea como la hidra de las siete cabezas, habrá dejado de tener sentido.
Yo desearia crear bots que hicieran esto por mi en aplicaciones de segundo plano desde que enciendo el Pc hasta que me voy a dormir.
Un boot que hicera consultas seudoaleatorias a Google y visitara paginas pinchando de vez en cuando en alguno de los enlaces
Una web en donde cada dos hora intercambies 5 de tus cookies por otras cinco cookies dejadas por otros usuarios.
Un boot que siguiera a personajes aleatorios en Facebook, Twitter Instagram, etc y hiciera likes y retuits y comentarios como muy bueno, o que hermoso
Un club en el que los socios intercambiaran emails con parrafos textos sacados de algun pdf a voleo, o que cpopia párragos de periódicos digitales.
Tambien. por qué no, para mantener entretenidos a los servicios secretos, de ver en cuando cruzar textos carentes de sentido, generados con caracteres aleatorios, a ver si la informática cuantica es capaz de sacarles algo legible.
Si alguien se decide le doy ideas, puede crear un a empresa dedicada a la generacion de datos de mierda para alimento de cotillas digitales, El problema es que no tengo claro como monetizarlo.
Eso se hacia a mano ya hace tiempo metiendo en emails palabras clave como bomba , terrorismo , jihad , etc. que un sistema , Carnivore, de la CIA habia instalado en los redireccionadores y espiaba masivamente …. debio de ser eficaz , no he vuelto a oir hablar de el hace mucho tiempo ..
Aquí tienes tu idea ya desarrollada: https://adnauseam.io/
Vamos un poco de divos con la privacidad, ni que fuéramos estrellas de Hollyvood con secretos inconfesables.
La inmensa mayoría llevamos vidas anodinas que no le interesan a nadie, nos creemos especiales pero somos mas bien fotocopias de fotocopias.
Esto es como el erotismo, solo atrae si no se descubre todo.
Nuestro problema con la privacidad es que si la gente supiera nuestros secretos se enteraria que no hay nada que rascar.
Cierto, pero el que no rasca, vale para sacar brillo.
No valemos nada, pero somos consumidores de bastantes cosas.
Con lo que estoy contigo es que, de forma muy generalizada, nuestras vidas son de un aburrido que atufa, Pero quizá sea eso lo que tratamos de ocultar.
Si yo hubiera sido amante de Lola Flores, misionero en una leproseria de Thailadia y hubiera descendido el Ganges en canoa inflable, quiza estuviera feliz que eso se divulgara, pero,…. na’ de na’
A ver si algún día toca Amazon. Que esos si que son peligrosos, chupando datos de los vendedores, puenteandolos cuando detectan un producto de éxito para arrebatarles el distribuidor, eliminandolos de la plataforma sin mediar palabra y derecho a defensa, para poder sacar asi el exitoso producto con la marca Amazon sin competencia alguna. Y así el monstruo crece y crece cada vez más bajo los aplausos de millones de marionetas y fieles compradores, cegados por el brillo de la A a la Z, lo que les convierte en auténticos dictadores frente a comerciantes que cada mañana se levantan acojonados por si algún espabilado les ha puesto una reclamación falsa y la gran Amazon les ha cerrado el grifo y retenido sus ingresos porque ya se sabe, el cliente siempre tiene la razón, aunque no la tenga.
O cuando te meten el impuesto revolucionario y te cierran la venta por sus bemoles en periodos navideños o de alta actividad consumista y te dicen «si quieres volver a tener los productos visibles para la venta, pasa a logística de Amazon». Genial chantaje disfrazado de «calidad al cliente».
Lo dicho. A ver si algún día toca Amazon, porque Facebook no arruina comercios ni empresas, Amazon sí.
Me encantaría ver a Apple portando su app iMessage (ahora llamada Mensajes) a Android. Sería un buen sustituto a Wapp sabiendo que nunca va a monetizar con publicidad.
Yo ya venía de las BBS (1988), así que estaba acostumbrado al uso de “alias”, pero en 1994/95 tuve el placer de participar en la creación de los primeros ISP de Barcelona y Valencia. Lo primero que hice, fue hacerme con un dominio “extravagante” y usar como email, un nombre que para nada me relacionaba con mi persona, algo incomprensible para mucha gente en esa época.
Esa costumbre la he mantenido desde entonces. Tengo a mi nombre varios dominios y empleo unas 16 cuentas de email, según su función. Solo hay una con mi nombre real (y en la práctica, casi no se usa).
Inicios de FB, podías darte de alta con el nombre que quisieras, y así lo hice. Si bien es cierto, que después vino lo de asociar el número de teléfono (y nombre real), de aquellas tenía otras líneas diferentes a la actual (usaba dos móviles, personal y laboral).
Como he explicado otras veces, me quite las RRSS de encima ya hace años, así que lo único que puede saber FB sobre mí, es vía wasap. Y también os comenté que eso iba a durar poco.
He empezado el año, eliminando el wasap. De momento me paso a telegram/signal, donde ya tenía cuenta, pero casi no usaba, previo aviso a los contactos que me interesan. Pero mi intención va mas allá… en realidad, quiero volver al SMS y la llamada directa.
A nivel de navegación web, NoScript, uBlock y ABP son mis aliados, y aunque me da una pereza increíble, cuando me sale el anuncio de cookies, me entretengo en ir eliminando a mano toda aquella que no afecte a mi navegación en la página. Así que no suelo ver los “botones sociales”. Cuando me pongo drástico, simplemente busco la misma información en otras paginas mas “amigables”. Toda aquella que no me permite un registro con email y me obliga a hacerlo con cuenta de FB, TW o Gmail, queda descartada.
Respeto totalmente que haya gente, a quienes las RRSS les sirvan de algo (o estén “enganchados”, que también). Pero no es mi caso.
Y si, valoro mi privacidad por encima de todas las cosas, tanto más, cuando se trata de que otros se forren de pasta a costa de mis datos y yo no vea un duro.
Y de verdad, se vive sin RRSS…. XDD
Admirable. Te debería contratar Suiza para proteger su oro.
Cada oveja a su corral…
Aqui el mas tonto arregla relojes… XDD
Me parecen muy acertadas tus recomendaciones Enrique, recomendaciones que aplicaré por supuesto, siempre en defensa de mis lectores y de mi propia privacidad.
La privacidad: para mi es un valor a proteger. Romper esta privacidad es como si se me pudiera leer el pensamiento. Uno no va por ahí revelando lo que es; y sin embargo, sin que nos demos de cuenta, si hay empresas que bucean en nuestro entorno intentando averiguar lo que somos y lo que hacemos, con el fin de vendernos como mercancía apilada a mejor postor. Nos convierten en bases de datos segmentadas, para que seamos dianas de publicidad adaptada a nuestros «intereses», publicidad por cierto no deseada, pero que a diferencia de la tele, en la cual la publicidad es manifiesta, en este caso es subrepticia, y de esta manera Facebook y sus redes aledañas obtienen pingües beneficios. Somos la vaca que Facebook ordeña diariamente para vender la leche a empresas que con ella hacen quesos, yogurt, mantequillas y muchos otros productos que después compramos nosotros.
No me gusta este tipo de economía basada en la minería de los datos, y no me gusta este capitalismo de vigilancia también descrito por Shoshana Zuboff. De estos abusos si creo que hay de defenderse y tomar ciertas precauciones. Si hay quien no lo ve, y no toma medidas, allá el.
Yo por mi parte, agradezco tu claridad, tu clarividencia y tu valentía. Me gusta Apple por su defensa de la privacidad, y me gusta el Blog de Enrique Dans, por su contenido: informado, justo y veraz. Un saludo desde Galicia. Y feliz año 2021. Cuidaros todos mucho.
El problema de los que seguimos utilizando todo este enjambre de control y seguimiento es precisamente que para seducir o directamente captar usuarios, compradores, clientes potenciales, para dar a conocer lo que estás haciendo… necesitamos estar y participar, salvo WhatsApp (esta la detesto a más no poder) que me parece ya entrar en tu vida personal a niveles profundos, tu agenda, tus conversaciones, etc. Estoy muy de acuerdo con el análisis y con las conclusiones, personalmente buscaré alternativas y si puedo las envío a tomar viento. Sobre todo al WhatsApp, eso de que me metan en grupos sin parar y por narices, me supera. Como las almorranas lo venía sufriendo en silencio, pero tras la pandemia creo que un resorte ha saltado. Saludos.
Google y su asistente de voz lograrán crear tal dependencia que no entenderemos como se vivía sin el, de manera análoga a que hoy no entendamos como se vivía sin sanidad.
Es importante mantener un sano uso de la plataforma, no sólo por cuestiones de privacidad o acumulaciòn de datos, sino también para permitirnos enfocarnos en otras actividades.
-Gustavo Woltmann.