Es sin duda la noticia del día: J.P. Morgan decide unilateralmente terminar su macrocontrato de outsourcing con IBM (cinco mil millones de dólares), reclama a los cuatro mil empleados que había enviado bajo la tutela del gigante azul, y anuncia que en adelante gestionará la tecnología de manera completamente in-house.
El banco de inversión es uno de esos clientes «referencia», no sólo para IBM, sino para todo el sector de la externalización de servicios. Cuando se anunció a finales del 2002, se constituyó en el mayor contrato de outsourcing nunca firmado, y de manera inmediata en un fortísimo argumento comercial: «hombre, si J.P. Morgan lo ha hecho…» Ahora, el argumento podrá funcionar exactamente al revés, al afirmar el banco que la tecnología es su core function fundamental y que se beneficiará de un control más directo y privado de la misma. El anuncio es un golpe durísimo a las expectativas de un sector en crecimiento como el del outsourcing, que viene a ser, en realidad, parte de la «gran esperanza blanca» del mundo de la consultoría a ciertos niveles.
Por ahora sólo tengo la noticia de WSJ, que no está en abierto. En cuanto aparezca en más sitios, haremos un update.
UPDATE: Ya está la noticia en Libertad Digital.
Y yo me pregunto: ¿qué dirá Nicholas Carr al respecto? :)