Mi artículo de esta semana en Invertia se titula «Bienvenidos a la ‘nueva normalidad’» (pdf), y habla de esas medidas recién anunciadas de cara al desconfinamiento o la desescalada tras pasar, se supone, esa fase más aguda de la pandemia que, como dice Sabina, nos robó el mes de abril (y buena parte de marzo y de mayo).
La idea de una «nueva normalidad» debería venir con una intención clara: hacer las cosas mejor que como se hacían en el contexto de la normalidad anterior. Y francamente, no lo tengo claro. En este momento, lo fundamental es retornar a una normalidad en la que los niveles de contaminación no vuelvan a ponernos en peligro de morir por una infección viral, que posibilitemos que lo verde tenga un protagonismo elevado en la reconstrucción de una economía menos basada en los combustibles fósiles, y sobre todo, poner en peligro a las menos personas posibles.
El fin de una desescalada no es que no nos infectemos, sino que lo hagamos de manera controlada y sin saturar la capacidad de los hospitales. Para ello, es fundamental no cometer algunos errores básicos:
- Terminar con las medidas de distanciamiento social demasiado pronto. China no lo hizo hasta que lograron estar catorce días sin nuevos casos detectados, una situación que en España aún está aparentemente bastante lejos. Si se produce una segunda oleada de infecciones importante, sabremos que lo hemos hecho mal.
- No preparar los hospitales para otro posible pico: y eso implica, obviamente, no enviar a los sanitarios a su casa ni desmontar las infraestructuras que se montaron para la peor fase de la pandemia. Necesitamos seguir almacenando equipos de protección individual, medicamentos, respiradores y capacidad de UCIs hasta que tengamos claro si se produce un segundo pico, bien ligado al desconfinamiento o a la combinación del virus con la nueva temporada de gripe el próximo invierno.
- No hacer suficientes tests: si no elevamos drásticamente la capacidad de hacer tests, estaremos tan a ciegas como al principio. Si una de cada cuatro personas es asintomática, tenemos que ofrecerle la posibilidad de someterse a un test cada poco tiempo, con el fin de interceptarlos y detener el progreso de la infección. Los tests llegarán a ser más sencillos, baratos y accesibles que un test de embarazo, y deberemos hacérnoslos cada poco tiempo. En los Estados Unidos están haciendo entre 130,000 y 160,000 tests al día y pretenden elevar su capacidad a entre 500,000 y 700,000 tests diarios.
- No hacer contact tracing o contact monitoring: necesitamos apps que, con las adecuadas garantías de privacidad, nos digan cuándo hemos estado en contacto con una persona infectada. Es importantísimo, fundamental para tratar de contener una segunda oleada. Alemania ha renunciado a un desarrollo propio y ha optado por el que conjuntamente están desarrollando Apple y Google, Singapur ha abierto el código de su aplicación, habrá múltiples opciones. Pero no hacer nada en ese sentido no debería ser una opción
- Caer en el ciclo de pánico – abandono: desconfinarnos en verano, ver que no pasa nada, y para el siguiente otoño y la vuelta de la estación propicia para el contagio, haber abandonado la mayoría de las precauciones, con la consiguiente nueva oleada, potencialmente más peligrosa, como ocurrió en pandemias anteriores. La epidemiología no es magia, y la pregunta ahora, desgraciadamente, no es si volveremos a pasar por esto, sino cuándo va a ocurrir.
Como todos sabemos contar al menos hasta cinco, ahí dejo los cinco puntos para que cada uno extraiga sus conclusiones sobre cómo se está planificando la desescalada en su país.
Finalmente, algunos detalles adicionales: pretender definir una «nueva normalidad» como un mundo en el que tendremos que relacionarnos sin ver la mitad de nuestras caras es absurdo, y extremadamente complejo para muchos, desde personas con problemas de audición hasta trabajos que requieren hablar en público. Tenemos que diseñar rápidamente un modelo de mascarilla transparente y lavable, con válvulas de ventilación situadas lateralmente que nos permita ver la boca de nuestros interlocutores, que evite tener que desecharla cada poco tiempo y que simplemente obligue a cambiar, lavar o esterilizar sus filtros, en lugar de la actual solución de emergencia.
El trabajo desde casa debe continuar en la medida de lo posible, y los acuerdos flexibles que permitan trabajar desde casa o desde la oficina en función de cada momento, convertirse en un nuevo estándar. Alemania, de hecho, está planteando legislar el derecho del trabajador a trabajar desde su casa, algo que tendría un gran impacto no solo en las relaciones laborales, sino en problemas como los atascos en hora punta.
No sabemos cómo será la «nueva normalidad». Es posible, incluso, que veamos cambios geopolíticos, dado que China, a pesar de haber provocado la pandemia con sus deleznables prácticas de seguridad alimentaria, parece haber estado en sus respuestas mucho más a la altura que unos Estados Unidos dirigidos por el presidente sin duda más incompetente de toda su historia. Pero al menos, esperemos que en esa «nueva normalidad» seamos capaces de aprender del pasado reciente, de compartir datos en repositorios abiertos, de tomar definiciones comunes para la toma de datos, o de adoptar buenas prácticas conjuntamente.
Podemos – y debemos – hacerlo mejor.
This article is also available in English on my Medium page, «What does the “new normality” mean?«
Sabina es un especialista en normalizar la anormalidad, pero dudo mucho de los políticos. Mucho (?) escuchar a Sabina, pero nada de pillar su espíritu cantor.
Aparte de Esperanza Aguirre no me suena ninguna que me pueda dar algo de esperanza en esta salida (temporal?) de la crisis. Y esa Esperanza, ya hizo lo que hizo para «preparar» la sanidad española, sobre todo la pública.
En fin, que luego dirán que «hacemos» política por dar simples datos científicos sobre el comportamiento público de un político. Como si estar callado, no fuera una forma bien asquerosa de hacer política.
Será mejor dejar para las redes sociales la relación íntima entre la tecnología y la política (es coña, sobre todo porque un blog es también un tipo de red social!).
El fin de una desescalada no es que no nos infectemos, sino que lo hagamos de manera controlada
Coño… infectate tu controladamente… mi objetivo es no hacerlo XDDD
Hace una hora:
https://www.xataka.com/medicina-y-salud/alemania-relajo-su-confinamiento-tener-coronavirus-control-semana-despues-su-tasa-contagios-ha-empeorado
Desengañemonos que esto va para largo…
No estabamos preparados para la que nos ha caido, y no estamos preparados para una futura, que llegara (no es ser agorero, sino realista)
Los test, aunque jueguen un papel, no creo que vayan a aportar demasiado. De hecho habrá que tener cuidado porque como confiemos demasiado en ellos igual tenemos un problema. Recogido hoy mismo de 5W al hilo de lo que sucede en China.
«Algo parecido sucede en Harbin, capital de la provincia nororiental de Heilongjiang, donde una mujer que regresó el pasado 19 de marzo procedente de Estados Unidos ha contagiado a más de 50 personas. Lo llamativo del caso es que, siguiendo los protocolos, fue sometida a nada menos que cuatro test de coronavirus. Y en todos dio negativo.»
En el primer punto sobra el «No», es decir, el error sería » Terminar con las medidas de distanciamiento social demasiado pronto».
Salvo por el punto 4 (me parece de eficacia práctica muy dudosa, tecnológicamente complejo para obtener datos útiles/fiables, potencialmente muy intrusiva en la privacidad y que requiere de mucha colaboración ciudadana) de acuerdo en los demás, lo cual me hace pensar que no estamos realmente bien preparados para la ‘desescalada’: no hay los suficientes tests, ni mascarillas, ni tecnología de contact tracing, ni probablemente tengamos la disciplina de mantener distancias y no relajarnos (¿os seguís lavando las manos tan a menudo como al principio? :)
Lo que temo no es un rebrote en otoño sino al de 2-3 semanas de terminar esta desescalada, en pleno Julio.
Lamentablemente, esos puntos me parecen practicamente imposibles de cumplir:
-Lo ideal sí, sería no abrir el país hasta 14 días despues de que no hubieran casos … pero en la practica eso es imposible porque aun queda mucho tiempo para que se de eso y la ruina economica sería espantosa.
-Muchos hospitales ya estan despidiendo a los profesionales que reclutaron en lo peor de la pandemia.
-Lo de los tests se vende como la panacea … pero no son totalmente fiables, no hay para todos y mucho menos para hacerselos a todo el mundo cada poco tiempo.
-Y no hace falta que ya no pase nada para que la gente abandone las precauciones. Recordemos las imagenes de este domingo del paseo de los niños cuando aun mueren cientos de personas al día. Y cuando lleguemos a la siguiente fase se volveran a llenar las terrazas el primer día. La naturaleza humana es así. Y diría que la española aun más.
Sigo que se me ha cortado:
-Lo de las mascarillas tambien estaría muy bien … pero si aun no tenemos de las normales para todos y todos los países van robandose y requisandose cargamentos de ellas los unos a los otros, que todos lleguemos a llevar mascarillas de esas que describes ya me parece de ciencia ficción.
-Y lo de la monitorización está muy difícil: Muy poca gente se va a instalar voluntariamente una aplicación que la monitorize las 24 horas del día y que le diga si puede salir de casa o no.
Curiosamente, «voluntariamente», nos dejamos monitorizar por Google, FB, Twiter, etc… XDDD
Si … pero no es lo mismo. La mayoría de la gente ni se entera de lo que hacen las apps que tienen instaladas y ademas de que te monitorizen esas no notas las consecuencias … que te monitorice el gobierno y te impida salir de casa si estas infectado o tienes algun conocido infectado con el que has interactuado si lo notas. Y para qué contar si el gobierno no es de tu cuerda … cuando el gobierno presentó la app del coronavirus (que era voluntaria) lo mínimo que se leía en las redes y foros era que eso era estalinismo y que iban a enviar al gulag a quien no pensara como el gobierno.
Nunca llegue a entender que utilidad tiene una App con GPS si no te dejan moverte de casa-
Te lo dice MATT en el mismo mensaje al que respondes:
que te monitorice el gobierno y te impida salir de casa si estas infectado o tienes algun conocido infectado con el que has interactuado si lo notas.
Que quieres que te diga, por mas que hagan gala de tal delicadeza, que hasta que no hayan «terminado» yo no me entere que me han puesto el ojete como la plaza de las Ventas… no, no me va a gustar que me den por el culo… siento ser tan bestia XDDD
Y si, si me afecta, sobretodo cuando esa monitorizacion les reporta beneficios gracias a mi vida, y yo no veo un duro…
De no saber que y quien acaba teniendo esos datos, ya ni hablamos…
Por eso no utilizo esas aplicaciones…
Sorprende la dificultad de aprovisionarnos en mascarillas para todos, y epis para los sanitarios y personal mas expuesto.
Hemos visto como la industria ha reaccionado rápidamente con los respiradores, y tanto SEAT como PSA en Francia o Tesla en USA han construido respiradores en un tiempo record. No he visto muchas explicaciones convincentes como para explicar como fabricar mascarillas y trajes EPI en masa en Europa, de la misma manera que lo han hecho. Lo mismo con los medicamentos de Reanimación.
Añadiría que el Punto 2 debería de referenciar el aprovisionamiento desde la industria Europea y distribuida.
Mascarillas se hacen en España y muchas, pero lo que se necesitaría son 40.000.000, para que cada uno tuviera una, (y son de usar y tirar).
Las fábricas están dimensionada para servir a una veintena de hospitales, aunque trabajen a tres turnos y sábados y domingo, (suponiendo que tuvieran materias primas), no producen ni de lejos para toda la población.
Las fabricas están ahora intervenidas por el Gobierno, y no puede fabricar para otros clientes sin su permiso.
De los trajes EPI no se si se hacen o no en España.
La mayoría de respiradores alternativos que se han anunciado, incluidos los de SEAT, son sistemas muy rudimentarios, que sólo servirían con suerte provisionalmente a la espera un respirador de verdad y que, afortunadamente, no han llegado a tener que utilizarse en la práctica clínica en España. El prototipo de Tesla parece más sofisticado, pero no es lo que envió Elon Musk a diversos hospitales, lo que llegó fueron dispositivos de ventilación no invasiva muy básicos que no se si llegaron tampoco a usar. Hacer un respirador de verdad no es tan sencillo y, sin una homologación adecuada, es como jugar a la ruleta rusa.
Lo de las válvulas en las mascarillas es una mala idea. Esas mascarillas deberían estar prohibidas en esta pandemia. Sirven cuando se trata de protegerte de tóxicos externos para ayudar a expulsar el aire que exhalas al exterior. Pero ahora la mascarilla tiene otra función principal, que es la de evitar también que tú contagies. Y con una válvula que permite expulsar tu aire sin filtrar al exterior no cumple esa función, ya esté en el medio o en un lateral.
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