Mi primera aproximación a algo que podríamos considerar similar a las redes sociales fue a principios de los ’90, primero con las BBS, después con los foros de Usenet y CompuServe, y probando todo aquel servicio que iba surgiendo en la red. He tenido perfiles en Friendster, en Myspace, en Orkut y en casi todo aquello que pudiese considerarse social, incluidas redes regionales insospechadas a las que me invitaban alumnos de las más variadas nacionalidades. De ahí, a los sospechosos habituales de nuestros días, que cada día uso menos como forma de expresión personal o para informarme y más como simple forma de difundir lo que escribo.
Son ya más de veinticinco años experimentando con lo social en la web a todos los niveles, y sigo convencido de que, digan lo que digan las tendencias de uso, las redes sociales están aquí para quedarse: que responden a una necesidad básica de comunicación de las personas que, en la era de la interconexión de todos sería de todo punto absurdo pensar que desapareciese (¿conectarlo todo menos a nosotros mismos?), y que en el futuro, seguiremos utilizando internet para compartir cosas con personas, como reflejo de cosas que hacemos, que leemos, que sentimos, que nos preocupan o que nos identifican, con modalidades de todo tipo. Sin embargo, soy cada día más crítico con la que durante algunos años parecía la red que había aprendido de los errores de todas las anteriores, Facebook, convertida en el mayor ejemplo de irresponsabilidad total en la gestión de una plataforma, y mi progresivo escepticismo con el imperio de Zuckerberg me lleva a pensar que el modelo de plataforma social como tal, la idea de financiar una compañía explotando la información y la privacidad de los que publican en ella resulta cada día más insostenible, más susceptible de generar problemas.
¿A dónde se dirigirán las tendencias de las redes sociales en el futuro? ¿A qué se parecerán? ¿Estamos realmente esperando que aparezca un nuevo actor y reviente la curva de adopción? ¿Es TikTok, el nuevo fenómeno social venido de China, una red también marcadamente irresponsable y controladora que Zuckerberg no parece alcanzar a entender, representativo de algo? ¿Pretenden los jóvenes salir del control de Zuckerberg para seguir siendo comercializados, pero ahora por Beijing? Es posible que sea porque el fenómeno me haya pillado ya mayor, pero francamente, no lo veo.
Mi impresión es que el futuro de las redes sociales evoluciona de otra manera, una deriva que aún no vemos del todo y de la que aún no somos conscientes, pero que en realidad no es nada nuevo, que lleva mucho tiempo ahí. Creo que en el futuro, cada persona tendrá su página en la red, que estará construida con herramientas de diversos tipos, y que utilizará esa página como expresión personal, como lugar en el que compartir lo que buenamente quiera, desde su perfil personal o profesional hasta sus fotos, las noticias que le interesan o lo que le dé la gana… un lugar donde hacer de tu capa un sayo, un reflejo de tu identidad de cuyo contenido seas el único responsable, con todo lo que ello conlleva. Que la relación entre esas páginas vendrá no a través de una plataforma, sino de la red misma, de la posibilidad de establecer zonas de contenido con distintos niveles de acceso, un área abierta a cualquiera, otra solo para amigos, otra para familia… algo similar a lo que ocurre fuera de la red: conoces a alguien, y solo puedes ver su capa pública, lo que comparte con todos, y vas consiguiendo acceso a otras capas si la otra persona lo permite, o lo pierdes en función de la evolución de tu relación. Y todo ello, sin que ninguna autoridad central tenga intervención ni supervisión de ese proceso, ni cotillee nuestra relación ni sus pormenores, ni mucho menos intente monetizarlo a toda costa.
Mi impresión es que llevamos mucho tiempo dando vueltas a un concepto que solo tiene sentido cuando se vuelve personal, cuando la gestión es completamente dependiente de nosotros mismos, con todos sus grados de libertad, sin depender de un tercero más que para proveernos herramientas neutras o para proporcionarnos un determinado nivel de servicio. En ese sentido, desde los blogs personales en su origen hasta conceptos como Tumblr pueden parecer precedentes interesantes – y la adquisición de este último por parte de Automattic lo convierte en más interesante aún, a falta de definir cómo evolucionará su funcionamiento y su modelo de negocio, o el nivel de independencia y autogestión que otorgará a sus usuarios.
Una herramienta para la expresión personal, con una capa que permita establecer conexiones con cierto nivel de control, y sin un modelo de negocio que pretenda espiarnos o imponernos una publicidad hipersegmentada en función de nuestra actividad. Desconectar lo social de lo publicitario, desestructurarlo, y darnos control total sobre lo que decidimos mostrar o no mostrar en la web, sin la presión de un modelo de negocio asociado a ello. Personas conectadas a través de la red, sin ninguna autoridad central, sin más supervisión que las leyes, y sin más monetización que la que el propio usuario quiera darle.
¿Podría ir por ese lado la futura evolución de lo social?
This post is also available in English on my Medium page, «Could this be the future of the social networks?«
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid,hoy toca Facebook.Curioso RRSS y nos habla de su historietas de abuelo cebolleta. Tengo la misma edad que usted y jamas he necesitado una RRSS para no vivir.
Edans, si vive, por eso pude que necesite las RRSS.
Para no vivir, no son necesarias las RRSS, lo que se necesita es un columbario
Tengo un blog que lo empecé allá por 2007, lo he ido transformando a la vez que mi vida se iba transformando también, pero cada vez lo tengo más abandonado, por falta de tiempo, por falta de ganas… pero principalmente porque no me genera interacción ninguna con otras personas, y eso aburre. Sin embargo en otras plataformas sí soy capaz de generar interacciones publicando ese mismo tipo de contenido. El futuro de las redes sociales para mi es de pago, hoy en día pagamos por todo, y no veo nada descabellado que por una determinada cantidad (dependerá de la oferta y demanda) tengamos una red social de calidad, donde nosotros no seamos el producto sino que pagamos por el. Esto ayudaría también a la desaparición de muchas cuentas falsas, trolls…
Como tu tuve un blog y lo abandoné por lo mismo que tu, «no me genera interacción ninguna con otras personas»
Mi opinión es que las redes si existen en el futuro, (que yo creo que si, porque como bien dice Edans «responden a una necesidad básica de comunicación de las personas que, en la era de la interconexión de todos sería de todo punto absurdo pensar que desapareciese»), serán gratuitas y nosotros seguiremos siendo el producto, porque los internatas somos alérgicos a pagar absolutamente nada.
“Los internautas somos alérgicos a pagar absolutamente nada”.
Me llama la atención este detalle.
-La gente pagaba cuentas premium de Megaupload, mayoritariamente ya sabemos para qué.
-Spotify, Netflix u otras suscripciones se basan en un medio, que es internet. Lo que me lleva a una pregunta que me parece de lo más interesante.
¿A qué hace referencia hoy el término Internauta?¿se puede considerar internauta a alguien que visita este blog, que visita foros de cine o webs de una temática de trenes de manera mayoritaria? ¿Y si usas generalmente la red para ver contenidos online ya sea de pago o no?
Cuidado con la etiqueta, porque me parece curiosa la evolución como tal que podría haber desarrollado. Me gustaría poder leer por aquí una reflexión del tema del señor Edans, sería muy interesante..
Yo, cuantas más cosas hago en internet, más cosas pago. A mí, sea por sostenibilidad del servicio o porque percibo un valor añadido cuantificable, me gusta pagar por servicios en la red. Esa idea de que «los internautas somos alérgicos a pagar» es algo con lo que no podría estar más en desacuerdo.
No se trata de estar de acuerdo o no, simplemente es que es así la realidad.
¿Te acuerdas cuando WahtsApp quería cobra un 1 € AL AÑO por su servicio?
¿Te acuerdas de tu campaña para conseguir socios para Mobuzz.tv?
¿Que pasó con los videojuegos ? -Que todos los pirateábamos y pregunta a tu amigo Jesus Raro por los derechos de autor de los músicos.
Y con el Office de Microsoft – ¿Conoces a alguien que lo tenga legal? y los muros de perióodicos, ¿tuvieron éxito?
«4 DE CADA 10 PROGRAMAS EN ESPAÑA SON ILEGALES. SEA PARTE DE LA SOLUCIÓN»
https://reporting-emea.bsa.org/r/report/add.aspx?ln=es-es&src=ES&utm_campaign=nopiracy&utm_source=facebook&utm_medium=cpc&utm_content=ES_VG_AW
«Los Internautas somos alérgicos a pagar absolutamente nada…»
Gorki, también pirateas la conexión??
En este caso no, son mis vecinos quienes me la piratean, (con mi permiso)
Por otra parte repito por enesima vez que la gran competencia no viene de loo pirateado sino de lo GRATUITO, LEGAL y de CALIDAD.
¿Has visto en cuantos lugares te dan el WIFI gratis.
A mi casa llegan dos redes gratis abiertas a las que me podría conectar si quisiera, la:
EMT-Madrid
TP-LINK_Extender_COBAF7
Como bien dices estamos hablando de herramientas de expresión personal. Algo que fomenta nuestro ADN precisamente como claro diferenciador entre los seres vivos del planeta. Y dudo mucho que por ahora (un ahora eónico), se puedan albergar esperanzas de que el posible ADN social futuro (con algoritmos incluído) consiga superar la necesidad natural de expresarse que tiene el ser humano. Aunque por desgracia se desplieguen ejemplos de todo tipo y cada vez con más frecuencia.
Lo que también parece (?) indudable es que la sociedad ha perfeccionado mucho sus mecanismos disuasorios en la práctica natural de expresarse humana y libremente (indisociables por cierto). No se incluyen desde luego pitidos varios, bits por ejemplo, ni tampoco una especie de lenguaje animal, que nos retroceda hasta los primeros primates, en el concepto que uso como expresión humana.
Así que parece ser que el probelma non es tanto tecnológico como educativo. ¡Mecachis la siempre presente (para algunos) educación!
Por mucho que a un chimpancé se le enseñe un palo, no pienso que le interese mucho. Por lo menos no tanto,como en el momento que aprenda a usarlo para conseguir comida. Algo tan sencillo, parece imposible en esta puñetera sociedad. La gente prefiere pensar que son las crías humanas las que deben venir con la barra debajo del brazo y con ganas de saber todo el rollo de «saber» que le monten , especialmente en los territorios formales llamadas escuelas y demás.
Con el agravante de que las familias humanas, tan importantes ellas que dice la Santa Madre Iglesia, no se encargan de educar convenientemente a sus crías. Y digo educar. No digo domesticar como si fueran simples lobeznos, en vez de seres humanos (actualemte homo sapiens). Porque de domesticación de menores si que saben muy bien los tipos de sociedad dominnates. Toda cría humana, con un ADN muy preparado, tanto para cosechar lo que le siembren (en condiciones libres) como de rebelarse contra aquellas condiciones que le condicionan, valga la redundancia, precisamente para no poder madurar libremente como un ser humano.
¿Seguro que hay heramientas de comunicación más personales y eficaces, hoy en día, que internet y sus diferentes mecanismos de interacción?
Creo que Facebook está acumulando tanto poder porque controla tanto el almacenamiento como la presentación de los datos. Irse a otra red social supone perder la red de contactos y la potencial audiencia que se puede tener en FB.
Creo que el gran desafío viene de que en pocas décadas hemos pasado de tener escasez de información a tener más información disponible que tiempo para asimilarla. Posiblemente, en el futuro el valor no esté en tener los datos, sino en hacer la «curación» (editorialización) de éstos.
Imaginemos por un momento que Facebook tuviera una API por la que terceros pudieran acceder a los datos con el consentimiento del usuario (similar a la compartición de datos de los bancos con PSD2). Podría haber distintas empresas que compitan entre sí con distintos algoritmos de «curación» (automatizados, manuales, mixtos, con diferentes sesgos según las preferencias de cada uno, gratis con publicidad y segmentación, de pago…) y distintas formas de presentación. Esto sigue sin ser la solución óptima pues Facebook se convertiría en una especie de utility pública que almacenaría los datos y sería vulnerable a la censura gubernamental.
La solución puede que venga por almacenar los datos en IPFS y que la capa de presentación la realicen empresas en competencia. Ya no importa qué empresa se utilice para acceder a la red social, puesto que los datos están siempre accesibles en la «nube» pública de IPFS. Finalmente, para asegurarse de que siempre existe al menos una copia del perfil de uno accesible en IPFS, los servicios de presentación podrían prestar este servicio, ya sea incluido en la cuota en el caso de los servicios de pago, o con la condición de ver cierta cantidad de publicidad en el caso de los gratuitos (por supuesto, siempre puedes montar tu propio nodo IPFS y asegurarte de que hay una copia de tu perfil accesible ahí).
Lo positivo de este modelo es que los servicios de presentación/curación competirían en igualdad de condiciones, puesto que los datos estarían accesibles para todos por igual.
¿Podría ir por ese lado la futura evolución de lo social?
NO. Hay miles y miles de millones en juego. No van a dejarlos escapar así tan fácilmente
el concepto de «redes sociales», definido como un medio electrónico donde se reúnen la opiniones de multitudes personas es un concepto que ya existe desde 1980, en aquel entonces ya existía Compuserve y Habitat de LucasArts (enlace en inglés), los cuales ya tenían millones de usuarios en Estados Unidos en tal tiempo y con relevancia similar al Facebook actual.
El resto del mundo no necesitaba algo tan sofisticado, se conformaban con usar Fidonet, el cual ya reunía características propia de «red social», como foros de discusión y correo, lo sé porque mi padre era administrador de un nodo Fidonet aquí en México, donde a principios de los 1990 Echomail (correo en Fidonet) tenía la misma relevancia social que whatsapp hoy en día especialmente en la época que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio en America del Norte y manejar toda la logística de aduanas era más fácil vía Echomail (en la actualidad usan whatsapp, claro esta)
Las «redes sociales» actuales su problema es estar definidas como una empresa de capital privado con la misma mentalidad de crecer eternamente y ganar poder comprado a sus competidores, con ganancias fiscales de millones de dólares. Esto las pone al mismo nivel de otros lobby (petroleras, eléctricas), que sencillamente han llegado a la cima y hacen todo lo posible para mantenerse ahí. Lamentablemente esto significa que tal «red social empresarial» ya no tiene futuro, se estanca; no puede ser creciendo más ni evolucionar en nuevos campos o proyectos.
Para gustos los colores. La variedad es la sal de la vida.
Mi apuesta de futuro es una de diversificación, «outsourcing», recurrir a diferentes apps/webs por su especialización, sea FB porque están todos nuestros conocidos o Google Maps por la calidad y funcionalidad de sus mapas.
¿Que ventaja tiene meterlo todo en un mismo sitio? Suena muy bien, pero no es práctico.
De los proyectos (experimentales en su mayoría) que persiguen que el usuario si sitúe en el centro y sea dueño de la información y de las interacciones que genera me encanta el polémico Urbit (urbit.org) .