Los argumentos a favor o en contra de las oficinas con diseño abierto siguen acumulándose en uno u otro sentido, sin que la cuestión se resuelva de manera definitiva. Trabajadores que las consideran sitios en los que les resulta imposible concentrarse, distracciones, mayor número de equivocaciones o falta de intimidad son quejas habituales, que contrastan con otros tantos argumentos a su favor que van desde la mayor cohesión y comunicación, trabajadores que se mueven y ejercitan más o que se estresan menos que en oficinas privadas, o por supuesto, coste. Muchos años de discusión, partidarios fervientes de uno y otro lado, y ninguna respuesta clara.
¿Por qué no aparecen respuestas claras? Muy sencillo: porque estamos planteando las oficinas abiertas sin llevar a cabo una redefinición del modelo de trabajo. Una redefinición cada vez más necesaria, pero que choca con todo tipo de barreras culturales o incluso con medidas en sentido contrario, como la retrógrada, absurda e imposible pretensión de que todos los trabajadores fichen cada vez que entran o salen de trabajar.
La naturaleza del trabajo ha evolucionado muchísimo desde la revolución industrial, y es cada vez más necesario tener esa evolución en cuenta si no queremos caer en extremos cada vez más ridículos e insostenibles. Plantear el trabajo como un lugar físico al que hay que necesariamente acudir y en el que tienes que llevar a cabo una serie de tareas es cada vez más anacrónico. Cada vez está más claro que la oficina del futuro es la que no existe: la tecnología permite que los trabajos que hacemos sean cada vez más independientes de unos medios determinados, de un lugar o de un momento dado, y la ciencia demuestra que trabajar de forma remota es no solo positivo, sino que conlleva además la eliminación o redefinición de aspectos políticos absurdos y en muchas ocasiones contraproducentes. Todos los equipos de trabajo deberían trabajar en remoto, y hacerlo, además, ofrecería muchas ventajas en términos de productividad, de menor frustración, de menor presión sobre el medio ambiente y de salud.
Plantearse una oficina abierta no tiene nada que ver con cambiar los planos, quitar las paredes y poner a la gente a trabajar en un panóptico, y las compañías que lo hagan así, fracasarán. Una oficina abierta debe plantear lugares de trabajo cómodos para quien quiera utilizarlos de manera más o menos habitual, jamás asignados, y un buen número de infraestructuras para aquellas tareas que sí es interesante hacer en la oficina: algunas reuniones, eventos, tareas de producción que precisan de equipamiento específico, etc.
¿Se quejan los trabajadores de que no se concentran cuando están en una oficina abierta? Eso es, ni más ni menos, porque hay trabajos que es completamente absurdo plantearse hacer en una oficina abierta. Si precisas concentración, busca la concentración en otro sitio, sea tu casa, un centro de teletrabajo, la terraza de un bar o lo que tú quieras. Búscate el sitio en el que te gusta trabajar, en el que te concentras adecuadamente, y utilízalo siempre que quieras concentrarte. Acude a la oficina cuando de verdad necesites ver a alguien, intercambiar información que por la razón que sea te parezca que es mejor intercambiar en persona, cuando necesites unas instalaciones o unos medios determinados, o cuando tengas que congregar a una serie de personas y quieras utilizar unas instalaciones profesionales y adecuadas. Pero no vayas a la oficina ni para «que te vean trabajar», ni para que «parezca que trabajas», ni para «competir en la hora de entrada o de salida», ni ninguna de esas estupideces del siglo pasado propias de una economía post-industrial. En el contexto tecnológico actual, toda esa basura es simplemente innecesaria. Si crees que tienes que tener necesariamente a tus trabajadores en un entorno controlado y bajo tu atenta mirada para que produzcan, contrata trabajadores en los que puedas confiar, cambia los métodos de control de gestión, o mejor dedícate mejor a otra cosa.
Las oficinas abiertas son buenas si la compañía que las adopta ha racionalizado sus métodos de trabajo, y se ha planteado optimizarlos para el contexto tecnológico actual. Si no vas a hacer eso, simplemente no te plantees una oficina abierta, porque generarás más problemas que soluciones. Si no estás dispuesto a cambiar tus métodos de trabajo, a replantear las necesidades de cada puesto y a confiar en tus trabajadores, pensar en una oficina abierta es una pérdida de tiempo absurda. Si quieres que una oficina abierta tenga sentido, empieza a pensar en cómo, en el contexto tecnológico actual, se debe plantear el trabajo.
This article was also published in English on Forbes, “Why are we still arguing about open-plan offices?«
¿Me quieren explicar como «los equipos de trabajo deberían trabajar en remoto» si por ejemplo su trabajo es reparar averías de automóvil.?
Yo creo que cualquier generalizacion de como ha dce ser el puesto de trabajo lleva al absurdo cundo no tienes en cuenta el trabajo que se va a realizar en él.
Pero hay otra cosa a tener en cuenta que es la propia personalidad del trabajador. Yo como muchos informáticos soy un poco a Asperger, eso quiere decir que rtenemos una capacidad de concentración muy superior a la media, lo cualesuna ventaja p cuando trabajas en una oficina diáfana, pues cuando estás concetrado ni oyes el teléfono que tienes en la mesa y por su puesto mucho menos la conversacion q
Gorki, aquí tienes un ejemplo de como
https://retina.elpais.com/retina/2018/11/09/tendencias/1541758613_246730.html
Lo siento. El otro mensaje se me escapó sin acabarlo
¿Me quieren explicar como «los equipos de trabajo deberían trabajar en remoto» si por ejemplo su trabajo es reparar averías de automóvil.?
Yo creo que cualquier generalización de como ha de ser el puesto de trabajo lleva al absurdo, cuando no tienes en cuenta el trabajo que se va a realizar en él.
Pero hay otra cosa a tener en cuenta que es la propia personalidad del trabajador. Yo, como muchos informáticos soy un poco a Asperger, eso quiere decir que tenemos una capacidad de concentración muy superior a la media, lo cual es una ventaja cuando trabajas en una oficina diáfana, pues cuando estás concentrado ni oyes el teléfono que tienes en la mesa y por su puesto, no oyes la conversación de dos compañeros de trabajo. Pero hay personas sin esa facultad y precisan silencio y tranquilidad en donde trabajan si es un trabajo de que no admite distracciones.
A ver, Gorki, si intento hablar de oficinas y me sales con el ejemplo de un taller de coches, cómo te diría yo… no parece una conversación muy productiva :-)
Asumamos, por una simple cuestión práctica, que pretendemos discutir para alcanzar algún tipo de objetivo razonable, ¿no?
…Y espera que la robotización llegue a los talleres de coches y que los mecánicos trabajen en casa desde un ordenador. Mecánicos que serán prácticamente ingenieros, porque para llegar a donde no pueda llegar la automatización y la inteligencia artificial…
Aunque es cierto que lo de la oficina abierta es prácticamente inminente, lo de los mecánicos llegaréis a verlo -siquiera en sus inicios- los actuales cincuentones… quizá sin necesidad de ser muy longevos.
Yo siempre he tenido esa sensación con la moda del espacio abierto, tanto por experiencia propia como por lo que me cuentan cuando visito otras oficinas.
En mi caso, hace un par de años el dueño de la empresa decidió que todos los despachos se convirtieran en salas de reuniones y él predicó con el ejemplo sentándose con los curritos. Sólo decir que no he visto nada más lamentable, conversaciones forzadas e irrelevantes, todo el día fuera de la oficina excepto a las 8 de la mañana y a las 6 de la tarde. Un miércoles antes de un puente pasarse a las 6 de la tarde, qué horror vivir con esa desconfianza continuamente.
Y lo peor es que mi jefe directo ni está en la misma ciudad y se escandalizan cuando les comentas la posibilidad de teletrabajar un día aislado. Pero alma de cántaro, que interactúo con mi jefe por webex, ¿qué más te dará?
En fin, ellos tan contentos cuando te venden el impacto de la estructura «horizontal» en el aumento de la facturación.
Sr. Dans
No entiendo el porque de las críticas a tener registradas las horas de los empleados de una empresa. Si vd. revisa un contrato tipo, por ejemplo indefinido, se establece la jornada laboral, normalmente medida en horas semanales. Entiendo que vd. entiende lo mismo que yo, que esas horas son de trabajo real y efectivo, no de calentar la silla. Así cuando tu función es ser el gestor de personas o proyectos, lo que quieres, salvo imprevistos o contingencias, es que se lleven a buen término el proyecto o las tareas de cada trabajador, y que haya un mecanismo, p.ej. un timesheet, para saber en que se emplean las horas semanales, más allá del número de horas «fichadas», por ejemplo formación, reuniones, etc Por tanto es bueno para la empresa conocer la productividad real de sus empleados.
Si como manager sabes el performance previsto y la productividad real de cada empleado podrás tener claro quien realiza de forma óptima su trabajo y quien no. Habrá tareas más dificil de evaluar (p.ej. remoto, comerciales,…) pero en definitiva el tener unos registros te ayudan como empresa a tener tu actividad controlada. Y podrás ver si tal función es mejor realizar en UNA OFICINA ABIERTA, o EN REMOTO, o poner despachos, …
De forma colateral, verás si un empleado declara que «trabaja» 60 horas, pero que funciona como uno de 20 horas que es simplemente un CALENTADOR DE SILLAS, y que en ningún caso es merecedor de horas extras, y que debe desaparecer de tu organización, por mucho que sea un lameculos y un pelota. Del mismo modo si tienes problemas de recursos, y estás yendo en horas extras verdaderas más allá de lo normal, verás que necesitas incorporar más empleados
¿Qué es lo retrogrado? En mi opinión no tener NPI de como funciona tu empresa porque no hay registros.
No saber si las personas en un concepto de oficina abierta son más o menos productivas, etc. Eso es lo arcaico, la falta de datos y de gerencia
Aunque no lo creas, fueron los propios sindicatos los que acabaron con fichar, porque se consideraba una fiscalización y una desconfianza absoluta de los empresarios, sobre s los empleados.
Desde luego alguien de mi edad lo considera un retroceso en las relaciones laborales, pues considerábamos un avance, que se te encomendara realizar un trabajo y no el calentar silla durante un determinado tiempo
La postura de no fichar siempre ha venido de personas que no les convenía, por ejemplo comerciales, paletas que van a astajo, y profesionales que no les interesaba estar fiscalizados, y todos sabemos porque….
Jamás un sindicato de clase ha pedido que no se cuenten las horas. Al revés, siempre ha sido una revindicación que se paguen las horas que se trabajan. Lo tomaré como una fake news o siendo benévolos como una anécdota de las tuyas.
Poco parece que hayas vivido tú el mundo sindical, salvo quizás el vertical, por insinuar lo que haces en tu comentario, lo mínimo que te llamarían es esquirol y vendido. Lo que digo NPI de lo que es un tracking de costes, y una evaluación profesional del desempeño al empleado.
PD:Si nos citas una fuente fiable, te retiraré lo de faker ;-)
No cambies mis palabras, lo que he dicho, es que los sindicatos pidieron que se quitaran los controles de fichar.
Por supuesto que los sindicatos siempre han sido favorables a que se paguen las horas extra pero mas aun a que no se hagan. La mayoría de los convenios colectivos limitan el número de horas extraordinarias que se pueden hacer. y se reservan para casos realmente extraordinarios.
Entonces todo queda en una anécdota imaginativa de las tuyas.
No hay ninguna declaración en ningún lado que Marcelino o Nicolás dijeran: «proletarios de España, que malos son los empresarios que nos hacen fichar, pero eso si pagarnos las horas registradas en la barra del hielo».
Ja, ja, ja. Y ahora les gustó tanto la petición inventada de los sindicatos que los empresarios diciendo que para que vais a fichar, que mejor seguimos haciendo de las nuestras… Eso si en oficina abierta y aqui, para vigilaros a todos, que no haceis más que pedir
Trolero….
Busca tu una referencia donde Marcelino o Nicolás soliciten la implantación de la obligación de fichar.
En cambio te puedo mostrar convenios colectivos que limitan a 80 el máximo de horas permitidas y en muchos casos se pide que se compensen con tiempo libre.
Los sindicatos siempre han sido muy contrarios a hacer horas extras pagadas o no.
Gorki en ocasiones hace en este blog el mismo papel que el que hacen en otras redes sociales las multicuentas que defienden al trifachito, las cuales usan muchas figuras literarias. Si te mueves por Twitter sabrás de lo que te hablo.
Allí, como aquí, hay que tener ojo avizor.
No se de lo que hablas.
No defiendo nada, doy mi opinión. Si no coincide con la tuya, lo siento mucho, pero no encuentro razones para cambiarla. O ¿es que todos debemos pensar lo mismo?
Es lo mismo que pasa con la transformación digital, que nunca sucede porque lo unico que se cambia es la plataforma digital
Lo llevamos años gritando, esto va de personas y estructuras organizativas. Seguimos viendo empresas con estructuras organizativas, procesos, departamentos incluso del siglo XX tratando de competir en el 2019.
Nunca se conseguirá nada, si no se cambia la esencia de la empresa
Pues sí. Es lo mismo que yo he dicho desde hace treinta años de las administraciones públicas y particularmente de la mía: ¿de qué sirve estar abarrotados de PCs si se trabaja como antes -son máquinas de escribir que hacen más cosas– salvo que, encima, se gastan cantidades ingentes de papel?
Ha venido la normativa de administración electrónica -que, salvo el inevitable par de estupideces, no está mal del todo- y nos ha pillado en bragas a todos, a lo largo y ancho de la península, no por falta de medios, sino porque nadie tiene ni puta idea de cómo entachonar los procesos viejos en los procesos nuevos, ya que nadie se da cuenta de que lo que hay que hacer es abandonar los procesos viejos. Y, claro, ha habido que prorrogar la plena aplicación de la normativa un par de años más. Y gracias si con ese par es suficiente.
No entiendo casi nada, pero me meto por el medio.
Estamos en la era de internet, cuando se puede hacer con ella un trabajo, casi de todo tipo. Hasta dar los pasos necesarios para arreglar un coche o para una operación neurológica. ¿No se habla de «operar a distancia». ¿Acaso sigue siendo ciencia ficción, que un médico pueda dirigir un proceso de cirugía específica, que se realiza en Kenia, desde un «centro de mando» en NY?
¿Y, por supuesto, que narices estamos diciendo cuando hablamos del aula virtual?
Parece que las series y pelis podían ser usadas (con los necesarios reparos o filtros científicos), para ilustrar aspectos posibles de nuestro futuro. Y como no, ahí está GOT, también para ilustrar aspectos de nuestro tenebroso pasado. Para ser exactos, nos ilustran del tenebroso y del iluminado, tanto del pasado como del futuro.
Off topic:
Me ha parecido curiosos los resultados electorales en los distritos del noroeste de Madrid ciudad. Prácticamente en todo ha ganado el PP a excepción del distrito Centro. Creo que queda claro quién ha percibido el beneficio de hacer una urbanización privada en pleno centro de Madrid, sólo los interesados.
Mi opinión personal y abierta a cambiar si alguien me da argumentos coherentes en contrario, es que hay personas que tienen un trabajo discreto, que precisa ser tratado en un despacho de un solo ocupante.
Si ese trabajo es ocasional, puede ser que se utilice para ello una sala de juntas, pero si es muy frecuente, es razonable y conveniente que trabaje en un despacho aparte,
Pero la mayoría de los puestos no precisan de esa discreción y es mejor trabajar en salas por equipos de trabajo, pues tener un equipo en una misma sala facilita el crear el espíritu de grupo y el deseo de superar la tarea a realizar, como un reto al grupo,
Al menos a mi me ha dado muy buen resultado el trabajar con mi equipo en salas de unas diez personas, que entre todos tenían como tarea crear una aplicación.
Lo que detesto son los apartados individuales poco mas grandes que un ascensor, separados con mamparas , pues, a parte de hacerte sentir como ganado, cada uno en su pesebre, me hace el efecto que fomentan el individualismo, el egoísmo y la mezquindad que todos llevamos dentro.
En cuanto al teletrabajo , es posible, pero presenta algunas desventajas, como es que la mayoría de los españoles que viven normalmente en casas muy reducidas, terminan trabajando en la mesa del comedor, mientras pasan el aspirador y hacen la comida y si se van a un coworking, se resuelve solo parte de los problemas y se anulan parte de las ventajas.
Creo que te centras exclusivamente en las circunstancias de tu entorno personal y no en las de millones de trabajadores menos privilegiados.
La obligación de fichar (impuesta por Europa porque para nuestros políticos hubiera sido impensable) está dirigida a todos aquellos trabajadores a los que se les pide (u obliga) a realizar horas sin cobrarlas.
Concretamente en mi lugar de trabajo se pide echar horas extra para remediar las pifias de los comerciales y que no pierdan sus bonus, ya que los jefes son realmente comerciales.
impuesta por Europa La primera noticia, creí que había sido cosa de Sánchez
No: Sánchez ha realizado la trasposición de una directiva europea. Hace muy pocos días, precisamente, el TJUE avaló -y abundó- en el tema de la obligación de establecer controles de entrada y salida de trabajadores precisamente por proceder de normativa UE.
Parece que ambos tenemos razón, Sanches impuso, porque le pareció conveniente. el control horario, y dos días DESPUES el TJUE en un contenccioso del Deutche Bank dictaminó que «los Estados miembros deben imponer a los empresarios la obligación de implantar un sistema objetivo», que no precisa y que no necesariamente, ha de consistir consite en fichar.
Gorki,
El Tribunal Supremo, interpretando el artículo 35.5 del Estatuto de los Trabajadores, falló (nunca mejor dicho) (Sentencias TS, 23-03-2017 (Rec. 81/2016) y 20/04/2017 (R. 116/2016)) que las empresas no estaban obligadas a llevar un registro de la jornada diaria de toda la plantilla para comprobar el cumplimiento de la jornada laboral. Pero según el Alto Tribunal el Estatuto de los Trabajadores solo obligaba a contabilizar las horas extras realizadas.
Ahora dos años después se extiende ese registro obligatorio a todas las horas realizadas. Según ese mismo artículo 35 el número máximo de horas extras anuales es de 80 horas.
Y claro si eres un sindicato, no vas a defendar que se hagan horas extras,…
«Casi 376.000 trabajadores realizan un total de 2,96 millones de horas extra a la semana sin cobrar por ello, una situación que tratará de atajar la Inspección de Trabajo y Seguridad Social una vez implantado el registro de jornada.»
https://www.elperiodico.com/es/economia/20190401/casi-376000-trabajadores-hacen-296-millones-de-horas-extra-sin-cobrar-7384903
PD: Lo que no entiendo es la sin razón de defender esta delincuencia por doquier. Venga del lado que vengas, y opines lo que opines. Que incoherencia el hacer esas prácticas y luego declararse practicante y defensor de valores cristianos.
Donde está que defienda que no se paguen las horas extra. Coincido además con los sindicatos, que salvo notivos extraordinarias, como puede ser aumentos de trabjo por cierre del año, o enfermedad de un compañero, no se deben hacer horas extras y que es mejor compensarlas con tiempo libre cuando se pueda, que pagarlas con dinero.
A ver si lo entiendes de una vez, contra lo que estoy, es contra el acto de fichar, que siempre ha sido y será muestra de desconfianza tanto por parte de la empresa como del empleado y porque creo mas que se te encargue un trabajo a realizar, (realizable en una jornada normál), al que se tenga sujeto a una silla con o sin trabajo.
Cuando eso es además discriminatorio, pues los jefes no fichan y solo fichan los mindundis.
Me parece un avance que la empresa y el trabajador llegen a un cierto nivel de confianza y que el fichar fuera innecesario.
«como la retrógrada, absurda e imposible pretensión de que todos los trabajadores fichen cada vez que entran o salen de trabajar.» El único problema que tiene esa medida es que llega 40 años tarde. Si el cumplimiento (sobre todo por parte de la empresa) de los horarios laborales fuera la norma desde hace años hoy podríamos plantear que no hace falta que todo el mundo fiche. Pero como la realidad es la que es, o sea, que en Españistán siempre vamos tarde y mal, pues es una medida muy necesaria. Cuando se termine con las horas extra por la filomatic hablaremos de su posición al respecto.
Aunque en general suelo coincidir, difiero con muchas de las opiniones de este artículo. Para no extenderme: fichar NO es un anacronismo, es un derecho, algo completamente necesario para el trabajador. El inconveniente que señalas, por ejemplo, es bien sencillo de evitar: hacerlo en el móvil de empresa, con sensor de huella y localización activada si se requiere.
Lo de fichar en el trabajo es una manera de controlar el dinero negro que algunos cobran con horas extras. Es absurdo seguir pensando que todos los trabajos se midan por horas, yo cómo autónomo, he realizado proyectos por 300€ que apenas me han costado 1 hora a ser realizados, ello no significa que cobre 300€/hora, pues, en muchos otros proyectos cobro lo mismo y me puede llevar más de 10 horas, el precio lo marca el valor del propio trabajo, no se paga lo mismo por 100 gramos de jamón 5J que por 100gr de jamón York.
El tema del trabajo, aunque algunos trabajos lo aceptan, no es cierto que todos los trabajadores sean buenos haciéndolo, yo por ejemplo, si no tengo más remedio lo hago, pero prefiero ir a las instalaciones de la empresa, cierto es que no vivo en una ciudad y me es muy cómodo asistir allí con coche sin perder tiempo ni dinero en parkings, allí solo trabajamos dos personas, el jefe y yo en un ambiente abierto, se puede hacer bien, pero siempre hay momentos que no es una buena solucion, cuándo ambos hablamos por teléfono es muy incómodo, pero, sobretodo cuándo el decide que necesita concentración pone alguna música que para mí hace exactamente lo contrario o me distrae o me perjudica directamente en el trabajo. Trabajé en otra empresa con muchos más trabajadores con mesas grandes y espacios abiertos, pero, la mayoría usaban cascos y se aislaban del grupo y eso era lo mismo que poner paredes, era insostenible y frustrante, por eso decidí dejar el trabajo, el ambiente no era agradable y, ya que tengo que estar muchas horas allí, al menos quiero sentirme bien.
Cada trabajo y trabajador necesita tiene si entrono ideal, dejad de hacer el burro, no hay una opción ideal para todos no y tampoco trabajos que admitan grandes cambios.
Solamente aclarar que cuando eres director de proyecto con responsabilidad de control de costes hay una figura necesaria que es el tracking de horas x empleado. Independientemente de si son extras o regulares. Consultar cualquier metodología como PMP…
Otra cosa es que una persona como dice Jordi, su relación «mercantil» que no «laboral» es que a él le paguen por proyecto. No tiene nada que ver, del mismo modo que cuando una empresa «normal» vende sus proyectos a un cliente. A este cliente nada le ha de importar nada más que una fecha de entrega del entregable comprometido. Que hay muchos clientes que juegan a hablar de horas, si la mayoría, pero eso son sus técnicas de compras para obtener un precio ajustado y usan un manxpower para ello, cuando lo que hacen es comprar carne en vez de servicios… y tienes que darle su contabilidad de horas en paralelo a las reales… que siempre son menos, por si no se han enterado aún. Que puede que son unos HP, pero siempre hay otro HP que ha nacido 5 min. antes.
Y como decía JM, la práctica de «regalar» horas extras se origina en gestores y comerciales, que como ellos no son los que van a hacerlas, les da lo mismo vender a su madre, con tal de obtener un bono basado en el sudor de los demás. Pero estamos hablando siempre de empresas carniceras que se dedican al body shopping, y tanta culpa tienen ellas como las que las grandes que las utilizan. Claro que así nos va.
Toda la razón del mundo, Enrique. Nuestra mentalidad se agarra – en esto y en todo – a un mundo (el analógico) que no existe ya. Aunque como siempre, aún queda mucha gente – casi el 99.99% – que no se ha enterado todavía. Ni se enterará en los próximos 10 años.
Por eso:
a) estamos abocados al fracaso como economía – al no ser prácticos – Hemos aceptado el “que inventen ellos”. Me acuerdo que eso se le reprochaba a cierto personaje. Y la historia “no se repite, pero rima”. Ahora, los progres de violín y salón de moqueta y naftalina, lo aplican a rajatabla, y
b) Hemos renunciado – “hemos” mayestático – a observar y entender el mundo allí donde el mundo se mueve hacia el futuro. Así es que “la economía” nos importa y solo nos importa si responde a nuestros esquemas teóricos doctrinales del catecismo y predicamento homiletico políticamente correcto del siglo XIX. Lo que nos dicen los teóricos de la política que no saben que es una empresa. Y si la realidad no responde a nuestro catecismo progre, habrá que cambiar la realidad !, habrá que cambiar el modelo social !, como lo hicieron en tantos países hasta la caída del telón de acero.
Al final importa más a quien expulsan los jueves por la noche que si nuestra economía (y su contexto, donde las oficinas es un puro contexto) responde al siglo XXI (por cierto, no responde). Nuestros hijos tendrán que seguir emigrando para encontrar trabajo porque esta vieja economía no se mueve: nuestras oficinas siguen siendo lo que han sido siempre se hunda el mundo o no. Y, sin darnos cuenta el mundo se salva y nos hundimos nosotros; pero – para alivio de los burócratas – el violín de los políticos progres de catecismo rima al mismo son de esa economía que construyo el muro!.
Un abrazo, Enrique.
Estimado Enrique, tengo emociones encontradas cuando se trata de asociar la tecnología a algo positivo y realmente superador de lo que tenemos, si esto implica una inevitable precarización laboral. Y el caso del teletrabajo o Home Office es uno al que desde hace tiempo veo como víctima de esto que comenté al principio. Lo digo por experiencia 100% persona y como férreo defensor y evangelizador del Home Office durante mis años de emprendedor, que cuando firma un contrato con un cliente, por más freelance que pretendas ser, no dejas de estar obligado a cumplir con cierta agenda de actividades casi al nivel de un asalariado.
Hasta que volví a pisar una oficina, no me di cuenta de la importancia y delicado de no generalizar con este tema, por varios motivos:
1) Las empresas (principalmente corporaciones que mueven la aguja de los índices de trabajo) encontraron en l Home Office el negocio perfecto para mejorar el clima laboral (días en casa, no tengo que viajar a la oficina, puedo trabajar en pijama mientras miro fútbol), y achicar costos y precarizar empleados (ahorros de insumos, servicios, locaciones, comedores, etc). En Argentina se ha llegado al extremo de alquilar pisos enteros de coworkings por parte de corporaciones, para que empleados que viven en las cercanías puedan trabajar remoto desde esas zonas.
2) Los empleados: porque la cultura del Home Office es espantosamente amateur a todo nivel. Hoy por ejemplo hubo un paro general en Argentina. En las redes sociales la tendencia más fuerte fue #HomeOffice. Mientras sucedía esto, yo esperaba que dos personas de un equipo me respondieran reiterados mensajes que envié hacía 4 horas (cuando en la habitualidad de la oficina los tengo a un piso de distancia). Disculpas/Excusas mediante (me quedé sin internet, salí unos minutos, etc), la productividad del día de hoy llegó con suerte al 30% de un día normal presencial, y a un 0% en temas que requieren de procesos creativos y equipos cara a cara rompiendo y reconstruyendo ideas y conceptos.
3) Las dinámicas laborales: porque seamos honestos. El 60% o más del empleo global es rutinario, sistemático y me atrevería a decir «predecible», lo que implica una futura (y cercana) automatización de esos trabajos, y en consecuencia pérdida de puestos.
¿Quién quiere a un empleado en su casa si lo puedo reemplazar con un algoritmo que no ocupa espacio ni toma café, ni se queda sin internet, ni tiene que llevar a los chicos al colegio? ¿Cómo vamos a defender esos empleos que, si los desgranamos un poco y medimos en horas/trabajo, notamos que son empleados adelante de una computadora haciendo prácticamente nada, lo que no impide medir sus tareas remotas en horas «reales de trabajo (por ejemplo, monitoreando su actividad online) y pagarle en función de ese «progreso», tanto que se justifica y asocia hoy en día el Home Office con la productividad no?
Pido mil disculpas por lo extenso del pensamiento, espero poder aportar al menos un punto de vista basado en experiencias personales, y que se entienda que, soy pro innovación y progreso tecnológico, siempre y cuando esto, «no sólo» redunde en mejorar la calidad de vida (que no es poca cosa) sino que también evite precarizar aún más a la fuerza laboral global que mueve gran parte de la economía actual. Saludos!
Hola:
Interesante debate el que se plantea frente a esta cuestión que es el modo de trabajar hoy en día.
Se defiende el teletrabajo como si fuera la panacea pero hay que ver, como siempre, los pros y contras.
Pros:
– para la empresa, todos los pros que haya en el mundo mundial. Paso a enumerar algunas de ellas: 1) coste de electricidad (¿quién paga el facturón que supone trabajar en casa? ¿Cómo se sabe la cuota de electricidad que corresponde al trabajo y cuál a la vida privada?; 2) las empresas no tendrían que necesitar un local: toda la infraestructura estaría distribuida en las casas de su personal. Con estas dos, ya llevo reducido el 70% del coste de una empresa: coste de recursos, electricidad, agua (por eso de que somos humanos y necesitamos ir de vez en cuando a descagarnos), espacio físico, etc.
– para el trabajador, depende: no todas las personas somos igualmente eficientes, eficaces trabajando desde casa. Es más, hay algunas que, como yo, lo veo un tormento. Yo necesito hablar con las personas de mi grupo de trabajo. ¿Por qué? Precisamente para anular el efecto «muro de las lamentaciones» que supone la tecnología. Quiero saber con quién trabajo…y no precisamente ver sus caras solamente.
Un artículo escrito para concienciar a las personas de lo que nos viene encima: un cambio en el paradigma en el modo de trabajar…que no todas las personas estamos dispuestas a pagar por tal peaje.
No, gracias.