El laborista Jeremy Corbyn lanza una propuesta de ley en el Reino Unido para declarar el estado de emergencia climático, coincidiendo con el análisis de una serie de documentos confidenciales que revelan que el gobierno únicamente ha invertido una pequeña parte de un fondo creado en 2015 para promover iniciativas relacionadas con proyectos de reducción o eliminación de las emisiones y la contaminación.
La declaración de emergencia climática exige actuaciones urgentes destinadas a evitar que el calentamiento global supere los 1.5ºC, lo que a su vez implica conseguir que en el año 2030 las emisiones globales hayan disminuido un 45% con respecto a las del año 2010, y lograr emisiones cero en el año 2050. Estos objetivos implicarán medidas con un despliegue mucho más acelerado que lo que la gran mayoría de los gobiernos mundiales habían planteado hasta el momento, y el desarrollo de una nueva mentalidad y conciencia en este sentido.
Por el momento, con el laborismo en minoría, a lo que Corbyn aspira es a ejercer presión sobre los representantes conservadores para que se definan en un tema que, con las recientes manifestaciones en las calles de grupos como Extinction Rebellion ganando apoyo a gran velocidad, está ganando cada vez más importancia en la agenda política del país. Pero en la práctica, una declaración de emergencia climática en un país como el Reino Unido podría desatar también una reflexión colectiva y una serie de movimientos similares en otros países, con todo lo que ello podría conllevar.
Conviene que vayamos familiarizándonos con el término «emergencia climática», porque es realmente el estado en el que estamos actualmente, por mucho que existan enormes intereses tratando de negarlo. El Club de Roma define el estado de emergencia climática en un documento en el que define la necesidad de transiciones económicas rápidas destinadas a la descarbonización de la economía: no se trata de entrar de ninguna manera en modo pánico, sino de pasar de una mentalidad de «el problema aún no es serio» a otra que reconozca la elevada probabilidad de una escalada del calentamiento a niveles de imposible control en el momento en que los ciclos de realimentación se disparen, algo de lo que el planeta lleva ya un tiempo avisándonos. La alerta está más que justificada, como lo está la indignación con unos gobiernos que, de manera completamente irresponsable, han contribuido a ocultar el problema durante años. Exigir el desarrollo inmediato de acciones de emergencia es fundamental, y no fundamental para ninguna agenda político ni económica, sino para algo mucho más importante: la supervivencia.
Es importantísimo que seamos capaces, como sociedad, de tomar conciencia de la importancia del momento actual, de la necesidad de tomar decisiones aparentemente radicales, y de cambiar de manera significativa nuestro estilo de vida. Solo apoyando sin fisuras la declaración de ese estado de emergencia climática conseguiremos una mentalidad adecuada que permita superar el desafío. Esto deberá condicionar cómo hacemos muchas cosas: cómo consumimos, cómo votamos y hasta cómo nos expresamos, porque actitudes como el catastrofismo o el escepticismo no nos llevarán a ningún sitio. Y por supuesto, conllevará muchos cambios, pero también muchas oportunidades.
Estamos – o mejor dicho, llevamos mucho tiempo – en estado de emergencia climático. El Reino Unido está iniciando un movimiento para declararlo, y puede ser una decisión sumamente importante para todos. Es el momento de tomar conciencia de ello.
This post is also available in English in my Medium page, “It’s about time we recognized that we’ve been in a state of climate change emergency for some time«
¡Las propuestas tan valientes que hacen los partidos en la oposición!
Si tuviera que poner banda sonora a sus artículos sobre medio ambiente, sería este: «Siempre que te pregunto … Qué, cuándo, cómo y dónde»
Se puede ser un alarmista, o un pesimista informado, pero lo de la emergencia los españoles NO LO VEMOS. ¿Igual Vd. conduce en sentido contrario en la M30? ¿Es populismo deliberado el alarmar sobre el cambio climático? Evidentemente los Panchos creemos que si, salvo que haya bases sólidas en la que basarse. Cuando te fijas en un problema de «calentamiento» día si y día también. Y en tu agenda política no está el bien de los ciudadanos, en realidad lo que haces es intentar desviar el foco informativo sobre lo que nos afecta, para defender unas tesis elitistas y que le vienen muy bien a ciertos patrocinadores.
Yo siempre te respondo que quizás, quizás
y evidentemente Estás perdiendo el tiempo
Pensando, pensando
Por lo que más tú quieras
Hasta cuando, hasta cuando
Si quisiera ser una persona con artículos con Interés humano se fijaría en lo que realmente nos importa como españoles, y no en una realidad inventada que le viene muy bien a cuatro espabilados., que cobran de las empresas por colocar su agenda. Su preocupación ni aparece. La preocupación de los Panchos la puede ver en el siguiente enlace.
http://www.cis.es/cis/export/sites/default/-Archivos/Indicadores/documentos_html/TresProblemas.html
https://www.youtube.com/watch?v=IYPoIuoZb-Q
Hay evidencias más que de sobra, que no las quieras ver es cosa tuya. El problema es que cuando aparezca en la tabla del CIS seguramente ya sea demasiado tarde, de hecho ya es demasiado tarde como dicen las mayoría de científicos que desde luego son más inteligentes y entienden mejor del tema que yo y desde luego también que tú.
Por cierto ahí tienes la alta preocupación de los españoles sobre la corrupción y de los partidos más importantes sólo uno la ha abordado en la campaña y seguro que aún así no les has votado ;-)
Catatrofismo y escepticismo no son actitudes que evitaran precisamente la caída de imperios como el de Alejandro Magno, romanos, brítanicos o, en cierto modo, el usamericano. Eso por no meterse con los orientales o incluso los americanos precolombinos.
La lucha por el poder es la única causa de ceguera política (intelectual en cierto modo). El temaneje cotidiano durante la República/Imperio romanos explica muy bien su desenlace. la historia de Roma explica perfectamente como la negación de determinados aspectos evidentes sobre traiciones (Trajano ejemplifiquemus) llevaban a un tremendo final. Mucha gente aún no entiende que la proclamación imperial fue una medida para sanear la podredumbre de la República, por ejemplo. Y que el imperio se disolvió, no por el empuje de «bárbaros» sino por la disolución más o menos caótica del entramado sociopolítico.
Y ahí está lo del catastrofismo (miedo ante los bárbaros) o lo del escepticismo (el imperio era algo imbatible).
En este momento tenemos trumpitos que se consideran imbatibles. Mucho más pernicioso que los cospiranoicos habituales. El escepticismo tiene muy poca cura, pero el catatrofismo se puede filtar con la mera observación científica de la naturaleza (inerte y viva). Así que prefiero ecologistas casi fanáticos (y oposiciones provocadoras) que escepticos sabiondos y fanáticos de diversas creencias. Algún ejemplo: euroescépticos, negacionistas del holocausto, escépticos de la barbarie franquista…
Por cierto, que esto de usar el concepto «escéptico» suele usarse muy mal. Ser no creyente, por ejemplo, no es ser escéptico sobre la existencia divina. Ser no creyente es simplemente ver la realidad con los ojos bien abiertos… nada de escepticismo…. es solo ciencia. Y la ciencia no piensa que la verdad sea imposible de alcanzar, solo dice que la verdad es muy, muy difícil de alcanzar. Porque está en perpetuo cambio, y eso la hace siempre renovable, en función de los descubrimientos futuros.
Y si, mi rollo tiene que ver con el tema de la entrada. Ya que el escepticismo sobre el calentamiento global, puede ser mucho peor que el escepticismo sobre la barbarie interna del imperio romano.
Creo que no soy sospechoso de enfrentarme a muchos puntos de publicados por Enrique sobre el calentamiento global. Sin embargo hay hechos irrefutables que no se pueden negar.
Estamos acabando con montones de especies . Cuando yo era niño aun había en mi pueblo prados naturales, que quizá en alguna época fueron talados de árboles, pero que nunca fueron roturados, Hoy no queda un metro cuadrado de prado natural
La razón es que eran zonas casi encharcadas, donde se podrían las semillas de los cereales. y se consideraban que solo valían para hierba, En ella vivían desde ranas y ranitas de San Antonio, a incluso lagartijas y puercoespines, por supuesto y todo tipo de insectos como libélulas, mariposas, escarabajos,… y por supuesto múltiples lombrices y pájaros insectívoros, tanto de tierra como palmípedos-
La maquinaria acabó con todo , por un lado se «limpio» el cauce del río, (y de paso mataron los cangrejos) y la tierra se «saneo», porque drenaba mejor. En consecuencia se levantaron absolutamente todos los prados y ademas se abrieron pozos de riego, porque había agua casi a ras de tierra, y se sembró patatas y maíz. y se echaron muchos anti plagas para acabar con los insectos y caracoles.
Consecuencia, con los cangrejos murieron las ranas, las orugas, los caracoles los pájaros e insectívoros y los erizos, también un puñado de vacas que pastaban en los prados y las ovejas que de vez en cuando , cuando no había otra cosa iban allí a comer.
Sobre explotación del terreno También se hizo la concentración parcelaria, una «bendición», porque la nueva maquinaria precisa de grandes fincas para ser rentable. Lo malo es que desaparecieron kilómetros de lindes que eran el refugio de perdices, libres, topillos, lagartos, culebras,… y miles de insectos. Por otra parte los nuevos arados profundizaban 10 cm mas que los arados romanos con mulas,
Con ello se levantó la capa que durante siglo habían enriquecido las lombrices, por eso y porque la tierra captaba mas agua de lluvia, al principio hubo grandes cosechas sin necesidad de abono y bandadas de pájaros seguían a los tractores cuando araban para comerse las orugas que los arados levantaban. Hoy no hay ni un pájaro que se coma las inexistentes orugas y hay que echar mucho abono a las tierras para mantener las cosechas, aparte como son fincas grandes compensa hacer un pozo, de modo que el primer freático a 5 mts., lo hemos agotado y el segundo a 60 mts. está a punto de agotarse., Cayeron los árboles pues sus raíces tampoco encuentran agua . No que da un chopo ni álamo ni almendro y vegetan los pinos y los olmos.
En cuanto al calentamiento, solo diré una cosa, cuando yo era joven había una tradición en la Sierra de Madrid, que era descender esquiando la noche de año viejo, con antorchas desde la Bola del Mundo. Esa tradición se ha perdido, porque en la mayoría de los años el 31 de diciembre no hay nieve en la Sierra.
Arias, muestra primera medalla olímpica en Saporo, se dedicaría hoy a la hostelería porque, hoy de el esquí, no se puede vivir en la sierra de Madrid pese a los miles que suben los pocos días que se puede esquiar.
Estos cambios los he vivido yo en 70 años, ¿Qué puede suceder en los próximos 70?. – Ni idea, pero la cosa sigue y el que no quiera ver la realidad que no la vea.
Aumenta el CO2 Es innegable que el CO2 aumenta en la atmósfera, ¿Es eso lo que ha aumentado e la temperatura ? – Pues muy probablemente, pero los cambio que yo he vivido, se han debido mucho mas a un explotación intensiva del terreno, imprescindible para dar a comer una población que en España en estos años ha pasado de 24 millones a 40 millones que a que haya dejado de llovero que haga mas calor.
Por eso digo y mantengo, que lo que lleva a la catástrofe es la super población y que todas estas medidas que se nos ofrecen, como pasarse a un coche eléctrico, o dejar de comprar camisetas, o colocar molinos de viento, es como decir a un señor que tiene un cáncer galopante, que de se ponga a régimen y que aqui tiene unas tiritas y un laxante y un analgésico, Puede ser necesario, pero oculta la enfermedad, quizá podemos eliminar los síntomas, pero la enfermedad sigue imparable.
Y nadie da una idea sobre como controlar la super población, sino que no utilicemos plásticos, ¡PUES MUY BIEN!
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Un tema, la superpoblación, para reflexionar
«La alerta está más que justificada, como lo está la indignación con unos gobiernos que, de manera completamente irresponsable, han contribuido a ocultar el problema durante años».
Pues yo diría que en este caso es al contrario. Son los ciudadanos los que impiden que se implanten estas medidas y los políticos no se atreven a ello por el castigo que puedan tener en las urnas. Recordemos la que le cayó (bueno, las que le han caído) a Carmena por algo insignificante en comparación lo que significaría declarar el estado de emergencia climático.