Provocativo artículo en Wired, «Just rent your clothes«, acerca del concepto del closet in the cloud, o armario en la nube, compañías como Rent the Runway (RTR), Le Tote, CaaStle y otras dedicadas al alquiler temporal de prendas de ropa de diversas marcas, y que empiezan a trascender el concepto original de alquiler de vestidos de lujo o para ocasiones especiales y apuntan a convertirse – no a los actuales niveles de precio, seguramente – en una tendencia interesante dentro del mundo de la moda, a menudo en colaboración con los propios fabricantes.
Las ventajas de alquilar prendas de ropa, vestirlas y devolverlas posteriormente para que sean, tras el correspondiente proceso de limpieza y esterilización, alquiladas por otros clientes apuntan claramente al concepto de fast fashion sobre el que ya hemos hablado recientemente y calificado como insostenible: la huella de carbono de la fabricación de ropa es habitualmente superior a la suma de todos los vuelos y actividades de logística internacionales, se calcula que tiramos aproximadamente la mitad de la ropa que compramos en un año, y los textiles constituyen en torno al 5% de los vertidos en basureros. Algunos analistas afirman que el modelo de fast fashion está en crisis, y que algunas compañías como H&M han visto declinar sus ventas y han cerrado ya algunas de sus tiendas.
Las distintas modalidades de alquiler van desde un catálogo de ropa de marcas de lujo con opciones de cuatro prendas al mes o ilimitadas, a otras enfocadas en marcas de consumo más habitual. La idea se encuadra en tendencias como la de probar nuevos looks de manera habitual, reducir el riesgo percibido en probar nuevos estilos, renovar el armario de manera más rápida y, por supuesto, tener una forma sencilla de proceder al reciclado de las prendas cuando su condición deja de ser adecuada para el uso. El reciclaje de prendas de ropa permite reducir algunas de ellas, como los vaqueros, a fibras que pueden ser convertidas de nuevo en hilaturas y en telas, y es una forma evidente de reducir la cantidad de basura generada y de buscar métodos de producción más razonables.
Algunos analistas creen que una tendencia de ese tipo podría llevar a las marcas de gran consumo a plantearse la fabricación de ropa más duradera en lugar de la actual tendencia de prendas para ponerse cuatro o cinco veces y tirarlas, dado que esas prendas podrían amortizarse durante más tiempo y generar un rendimiento económico superior.
El Clothing as a Service es un concepto sin duda provocativo: algo tan personal como la ropa, convertido en un servicio y planteado dentro de un esquema económico posiblemente más racional, incluso tras factorizar el impacto de la logística. Sin embargo, choca seguro con numerosas barreras culturales, y se sitúa aún en niveles de precio que, seguramente, hacen que alguien se lo plantee más por extravagancia o por algún tipo de convicción más que por una razón puramente económica. No tengo ni idea de si realmente evolucionaremos hacia modelos de consumo de ropa en régimen de servicio mediante alquiler ni de si algo así podría funcionar por el desarrollo de una mayor conciencia ecológica o como una forma de hiperconsumismo, pero la reflexión acerca de la transición de producto a servicio de cada vez más elementos de nuestra vida me parece interesante y digna de exploración.
This post is also available in English in my Medium page, “Why buy new clothes when you could rent them?«
Buena reflexión acerca de dónde caminamos con el consumo desmedido de textiles.
Como siempre el gran perdedor es el medio ambiente, es irracional comprar una prenda y dejarla morir en el armario después de unos usos, hemos sido condicionados hasta el punto de sentirnos mal si usamos una prenda no está impecable, o si «no se lleva» no hay gūevos para usarla, que llevante la mano quien sea el valiente que saldría a la calle con un pantalón de campana o un jersey deteriorado, ningún gurú de la moda se atreve.
En el fondo es educación condicionada por los intereses de una industria irresponsable, altamente contaminante, que sobrevive gracias a la explotación de mano de obra esclavista.
No entiendo dónde se meten los «influencers» que no dejan de ser unos cobardes que parasitan a la sociedad y «educan» a las nuevas generaciones que hace años perdieron el timón de sus propias ideas.
Yo pondriai granito de arena en la montaña de la supervivencia.
Deberían crear un distintivo para pegarlo en ropas «inadecuadas» que ponga «doy una segunda oportunidad al medio ambiente» y colocarlo bien visible en nuestras ropas «demodé», al menos daríamos un mensaje aquellos valientes que nos negamos a tirar cada temporada kilos de ropa.
No comparto tu opinión, sin duda muchas personas se dejan seducir por la moda y todo eso, pero no todos seguimos ese tipo de tendencia y utilizamos nuestra ropa hasta que sencillamente está rota o muy desgastada por el uso. En mi caso, compro ropa de «buena calidad» por la que pago un precio superior, pero que amortizo con un uso continuado durante varios años (obviamente tengo ropa para primavera – verano y para otoño – invierno). Ni que decir tiene que podría añadir algún que otro matiz más en según qué circunstancias, pero la norma es lo que he escrito.
Me parece que estamos llevando el concepto As a Service demasiado lejos. Vale que hay determinados bienes cuya propiedad no se justifica con el uso que vamos a hacer de ellos y que incluso nos conviene que estén en la nube, como infraestructuras IT y software muy especializado y complejo que así todos pueden usar. Si me apuras entiendo hasta el transporte As a Service puesto que muchas veces no se justifica la propiedad de un vehículo para el uso que hacemos de él. En éste caso tengo mis dudas sobre que sea más rentable que la propiedad de un vehículo. Veremos si me equivoco.
Lo que planteas es el sueño húmedo de todo neoliberal. Despojar a la humanidad de todo bien y cobrarnos permanentemente por su uso. Incluso en bienes de primera necesidad, lo cual me parece un disparate aunque se disfrace con una pretendida buena intención ecologista.
Lo que hay que hacer es concienciar y concienciarnos sobre el consumo cabal y responsable.
Soy una persona comprometida con la sostenibilidad de nuestro hábitat, pero con seriedad, y por ello rechazo las medidas de falsos ecologistas que sólo buscan negocio a nuestra costa y que empañan y desprestigian aquello que defendemos.
Muchos ya vivimos As a Service, nos moveremos As a Service y nos vestiremos As a Service. ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Respirar As a Service?
Buenas! Aquí Jaír, de EfectiVida.
El consumo desmedido siempre es y será negativo en muchos sentidos.
Pero creo que hay límites en el uso compartido.
Son pocas, las cosas que necesita un ser humano. Aire para respirar, alimentos y agua, un hogar y algo con lo que cubrirse (ropa). El aire, los alimentos y el agua son consumibles, por lo que, o lo tenemos gratis, o se paga por consumo (no hay posibilidad de alquiler). La casa es un inmueble, y, con lo cual, se puede alquilar sin problema. Pero la ropa se usa y se gasta. Más allá de un vestido de fiesta o un traje para una ocasión especial, dudo mucho que este tipo de sistemas lleguen a funcionar. Además, la comodidad de tener la ropa en tu armario es dificil de superar.
No sé… es lo que he pensado mientras escribía. Igual me equivoco, y dentro de unos años estoy alquilando calzoncillos (ups).
Saludos desde Las Palmas!
Si no acaba imperando el sentido común la economía As a Service acabará siendo un depredador de los recursos económicos de los ciudadanos, porque será la única opción.
Que razón tiene José Miguel…
Me recuerda este post, al caso de la Funeraria de Valladolid, que inventaron el «ataud as a service» en modo economía sumergida
Modelo de negocio que podía funcionar si se hiciera legal y sin engaños, porque total para quemarlo después,…. como dice Gorki, si será por ideas de negocio,
y el que no se pueda permitir uno reciclado, bolsa homologada por la OTAN, de colores a la moda, de quita y pon, pretapotter o algo así. a ser posible que no produzca dioxinas…
Pues efectivamente, el ataúd As a Service en las incineraciones tiene todo el sentido del mundo, puesto que se va quemar. Eso sí, sin timos de por medio sino con toda honestidad.
El problema es que sólo usamos uno por barba y durante 24 horas en toda una vida, y a las empresas en ese caso les interesa vender la propiedad y no el uso, que va ser escaso.
Y fíjate que hay que talar árboles para hacerlos y luego desprenden CO2 al quemarlos. Luego sería bastante ecológico el AaaS.
Pero amigo, la sensibilidad ecológica de las empresas alcanza solo a ideas que incrementan sus beneficios, no a los que los disminuyen.
Sería Casket as a Service, CaaS, hasta suena bien. Se apuntaría seguro todo el mundo, menos tal vez los más pijos, tradicionales o idiotas, por una cuestión de conciencia ecológica. El ataúd se puede hacer monísimo y carísimo porque se reutiliza, y a la hora de incinerar, incineramos el cuerpo metido en una bolsa de algodón en un recipiente metálico abierto, que se quema prácticamente sin dejar residuos y permite recoger las cenizas. Un modelo fantástico, disminuye un montón el coste, es ecológico y hasta atractivo – considerando el contexto. La disrupción llega a las funerarias LOL LOL LOL :-D
¿Alguien se anima a montarlo?
Pues… si eso luego os paso mi talla. Eso sí, tened paciencia.
Ahora mismo seria ilegal. La legislación española (y la de cualquier país europeo) prohíbe expresamente la reutilización de ataúdes por motivos sanitarios.
Sí que existen ataúdes hechos de cartón reciclado, muchísimo más baratos, pero encuentran muchas dificultades para ser comercializados por el boicot de las funerarias
Es un sector muy lucrativo u con una disrupción pendiente…
Eso creo que ya se hace. El ataúd para el funeral es uno muy bonito y lustroso y luego, el que se usa para la incineración es uno muy fino y simple. Quizás sería aún mejor lo de la bolsa de algodón, como dices.
Puestos a ser emprendores, lo mejor es tomar BUENAS ideas del pasado. Ya saben que aquello que antaño funcionó puede volver a funcionar. Y la mayoría de las ideas se copian, aunque hoy en el neolenguaje, usamos la palabra reinventar.
¿Nos reinventamos para salir de la crisis?
En la posguerra del franquismo, florecía el Rastro como el antiguo Wallapop, en aquella época de penuria y escasez, había que ingeniarselas para sobrevivir y así la gente más humilde iba a vender la ropa de sus finados, su ajuar, y todo lo imaginable, poco importaba que el muerto lo hubiera sido por tifus o cualquier otra enfermedad contagiosa, si sacabas unas pesetas para poder comer, buenas eran.
Aquello se podía justificar por la escasez de una posguerra civil, agravada por una guerra mundial en nuestro entorno. Como justificamos hoy la degradación que nos lleva las actuales políticas, pues una vez más echamos manos de la neolengua, vamos a llamarlo, no malgastemos en ropa de mala calidad hecha en Bangla Desh.
Pues esta marca holandesa vende los vaqueros por leasing y los recompra una vez que han cumplido su ciclo.
No es exactamente un alquiler, pero se acerca.
Otro chollazo similar a los que enlaza Enrique. 29 de subscripción + 90 de leasing en 12 mensualidades + 18 de gastos de envío = 137 pavos por los vaqueros. Y si te lees la FAQ te descojonas. Dicen que si los devuelves para reciclar, como los vaqueros son en realidad de ellos, pues deciden si aún son usables como «vintage» para colocarselos a otro (son unos cachondos estos tíos, ¿seguro que no son de Cádiz?).
La idea es muy ecológica, si. Y muy rentable si funciona. Pero es que una cosa ser ecologista y otra es ser gilipollas.
Me gusta tu forma de expresarte sobre el tema del consumo de textiles y lastimosamente el medio ambiente es el que siempre sufre las consecuencias.
Hablando de ropa ¿Qué pasó con la ropa inteligente de la que tanto se hablaba hace 15/20 años? Se que ya han lanzado unas zapatillas deportivas que se abrochan solas, pero aparte de eso ¿Han sacado algo que merezca la pena?
¿Y qué me dices de las tiendas gratis que hay muchos barrios, llevadas por asociaciones de vecinos? Empezaron como un servicio para gente sin capacidad para comprar ropa, pero ahora son una forma de compartirla entre gente del vecindario.
Tarde o temprano nos quedamos sin espacio en la nube y tenemos que comprar mas espacio
Todo lo que se pueda reutilizar ayuda a conservar los recursos. Si fuese económicamente viable y seguro para el consumidor porque no.
En Panama se ha puesto de moda en vestidos de noche y ha crecido bastante el negocio pero a nivel de boutiques no en la nube.
Quizás sea una solución también para poder actualizar tu armario de cuando en cuando sin acumular.