Un interesante artículo en Fast Company, «We have to fix fashion if we want to survive the climate crisis«, critica de forma implacable y muy justificada a la industria de la moda por el elevado impacto medioambiental del fenómeno del fast fashion, que ha desarrollado un importantísimo modelo de negocio basado en la fabricación de prendas extremadamente baratas en países con bajos costes laborales unitarios, y en una fortísima rotación.
Basar un modelo de negocio en la venta de prendas de ropa que resisten únicamente unos cuantos usos, con un precio y unas calidades que invitan irremisiblemente a usar y tirar, y que genera miles de millones de dólares en stock no vendido que termina incluso quemándose es, en el momento en que vivimos, un hábito que sencillamente no nos podemos seguir permitiendo.
La industria de la moda se une así a villanas habituales como las petroleras o las automovilísticas en el club de los responsables de la mayor catástrofe que la humanidad ha experimentado en toda su historia, una crisis importantísima que ya estamos viviendo, de la que aún no somos suficientemente conscientes, y que se ha convertido en una realidad cada vez más amenazante. El mundo no va en absoluto bien encaminado si pretende cumplir los objetivos necesarios para evitar el desastre: hacerlo implicaría cambios y transformaciones inmediatas y radicales que nos afectan a todos, a todos los aspectos de nuestros hábitos de vida, desde cómo nos vestimos a cómo nos alimentamos, cómo nos desplazamos o cómo consumimos. La única respuesta es la eficiencia bien entendida y el foco constante y obsesivo en la sostenibilidad. Esto solo va a cambiar si obligamos a algunas industrias a hacer cambios radicales, sea mediante regulación o mediante cambios en nuestros patrones de consumo.
La conciencia sobre la importancia del cambio climático está creciendo, pero no a la suficiente velocidad. Es el momento de entrar en pánico, de entender que de verdad somos la última generación que tiene la posibilidad de evitar el cambio climático: el informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) que generó la alarma es fruto de un consenso conservador que deja fuera algunos de los factores más alarmantes, efectos en cascada que convierten la amenaza en algo todavía más preocupante. Las iniciativas políticas que comienzan a despuntar en este sentido son todavía demasiado tímidas y se encuentran con críticas de todo tipo, tanto de los que directamente niegan la existencia de un cambio climático como de los que niegan la urgencia de tomar medidas inmediatas. Ambos son igualmente irresponsables, impresentables y corresponsables de un desastre que amenaza con terminar con la civilización humana.
No dejo de decirlo: no os quedéis con lo que escribo. Lo que escribo son simples opiniones de un analista, y las opiniones son como los culos, todos tenemos uno. En lugar de leerme a mí, haced clic en los enlaces. Recordad que esta es la página de un profesor que escribe fundamentalmente para mantener ordenado un repositorio de enlaces sobre los temas que le interesan, y que esos enlaces, que provienen de muchas y muy diversas fuentes, lo cuentan mucho mejor que yo. Haced el esfuerzo de seguirlos, leerlos y entender lo que está pasando, por favor. La situación es de verdad terminal, se sitúa a muy pocas décadas, y nos condena a unos últimos años en un planeta sobrecalentado, con migraciones masivas, con inestabilidad, con desastres medioambientales constantes, y con una fortísima competencia por los recursos. Un planeta en el que nadie en su sano juicio querría vivir. Por favor, seamos conscientes de ello.
This post is also available in English in my Medium page, “Why fashion is now helping drive climate change«
Siento disentir.
En ocasiones…. Tengo más de una opinión…!
La verdad es que hay que moverse hacia una economía sostenible. El problema es que no hay incentivos para que las empresas hagan productos duraderos. Porque la ropa cada vez aguanta menos? Porque así se vende más. Realmente de todo el entorno geopolítico solo veo a la UE (tal vez aliado con Canadá y Australia) como un actor lo suficientemente interesado en el tema y lo suficientemente grande para cambiar la tendencia global (efecto Bruselas). El problema es como generar una legislación que haga que la ropa dure más o cómo hacer que para las empresas sea más rentable hacer prendas que duren mucho. ¿Algo similar a la ley anti obsolescencia programada de Canada? (Creo que la UE también anda legislando en ese sentido). Yo trabajo como investigador en el el ámbito de empaquetado/plásticos bio-based y biodegradable, y siempre he dicho que no tiene sentido que el empaquetado que usa plástico no biodegradable y no bio-based debería pagar por ese extra de contaminación. Es esa la solución? Que los productos paguen por lo que luego van a contaminar? Pero cómo? O tal vez deberíamos formar a los consumidores para que tomen la decisión correcta? ¿Es viable hacerlo? Recordemos que hay consumidores que creen que las vacunas causan autismo y que en el día a día tomarse un tiempo para ver qué producto es más sostenible o no, tal vez no sea viable ya que en la vida diaria hay muchas cosas que considerar (medio ambiente, alimentación saludable, igualdad, trabajo infantil, …) Es difícil gestionar todo.
TL;DR: hay que moverse hacia una economía sostenible, pero veo difícil como hacerlo.
Lo tenemos francamente mal ; Extracto del discurso de Trump este último fin de semana, un discurso que podríamos calificar ya de pre-campaña. :
» Cariño, cariño, ¿sopla el viento hoy? Es que quiero ver la tele’”, dijo Trump modulando la voz, como si fuera un actor de una comedia de televisión «. Mucho me temo que poca gente, de momento, esté dispuesta a involucionar/reducir consumo aunque sea un poquito por él bien del planeta y la humanidad. Todos preferimos nuestro propio bien antes que hacer un esfuerzo en pro del bien general.
Modelo neo-liberal puro y duro.
Siempre se basa en un sistema insostenible, pero si consigues que los costes los asuman otros, a quién le importa, eres un triunfador.
Casi hay que dar las gracias, porque gente como Trump, Putin o el que mande en China, no sean de los que ven con buenos ojos lo de «arrasar la Tierra, para hacer un nuevo Génesis» entre unos pocos elegidos, que estarán a salvo en sus … búnkeres, naves espaciales, ciudades en la Luna … o vaya usted a saber, en qué novela de Sci-Fi basarán sus sueños
Nos pasa poco
El cemento y la construcción en general produce mucho CO2. La ganadería y la agricultura contaminan los freáticos, acaban con el medio ambiente y las vacas producen gases de efecto invernadero. De la minería y el petróleo y el petróleo, no hablemos, ….
Cuando nos daremos cuenta que solo hay UN GRAN PROBLEMA que somos 7.500 millones de habitantes y vamos a más. Nos hemos transformado en la gran plaga del planeta.
¿Qué solución dan los ecologistas para eliminar el 20% de la población?
Hacerse las preguntas incorrectas no va a ayudar a solucionar el problema. Sólo sirve para desviar la atención o pensar en sinsentidos.
¿Por qué a los liberales os cuesta tanto reconocer que el liberalismo actual nos lleva al colapso? La libertad es una aspiración legítima que toda sociedad debe buscar, pero el liberalismo actual sólo garantiza esa libertad a una cantidad ínfima de población. Todos los precarios, todos los que no pueden pagarse estudios que garantizan empleos dignos, todos lo que no pueden pagarse tratamientos de cáncer o tratamientos básicos, todos los que no pueden encender la calefacción o no pueden alimentarse dignamente, todos esos no son libres, y son la mayoría, tanto en España como en el mundo. Hoy en día, liberalizar significa concentrar la riqueza salvajemente. Concentrar los mercados en dos o tres actores.
Solo se conseguirá evitar el desastre con medidas audaces que impliquen de verdad pensar en beneficios para toda la sociedad. Y sí, medidas audaces que limitarán la concepción de «libertad» del liberalismo que no asume que vivimos en sociedades y en un planeta con recursos finitos que se deben repartir.
En el caso que nos ocupa: un límite al consumo personal y anual, basado en la medida de CO2 de los bienes y servicios que cada persona consume, esto es, un crédito anual de CO2 personal e intransferible. Es decir, orientar el sistema económico totalmente hacia la sostenibilidad y desincentivar o prohibir el consumismo.
¿Qué te parece? ¿Tú que harías en el caso de que dieras por válida la afirmación de que si no hacemos nada en 25 años REALMENTE habrá un colapso? Colapso significa, entre otras cosas, que una gran parte del planeta se verá obligada a migrar hacia el Norte. Significa que será nuestra obligación acoger a decenas o cientos de millones de migrantes climáticos en España porque, directamente, la alternativa será dejarlos morir de hambre en el desierto.
¿Somos 7500 milloners de habitantes ? – Si o no
Vamos camino de ser 9000 millones. ¿Es esto excedsivo? – Si no
¿Crees que este problema se soluciona dejando de comprar camisetas?
Eso es simplista. Una vez más cuando el sabio señala la luna el tonto mira el dedo. Con este nivel no hay debate.
¿Cual es la Luna, los 7500 millones de habitantes, o las camisetas?
Comprar camisetas cada 2 meses es un símil válido sobre las actitudes de consumo que nos llevan al desastre. De manera que sí, una parte del problema se soluciona usando solo unas pocas camisetas en los próximos 10 años. Y esto ataca al corazón del consumismo: la moda.
La moda debe redefinirse completamente. No es sostenible incentivar modas que generan un enorme impacto negativo en el planeta. Es necesario desarrollar e incentivar modas que no sean insostenibles, que no sean un cáncer para el planeta.
La moda es valiosa y tiene una función en la sociedad (no lo sé, imagino que su función tiene alguna relación con el ocio, incluso con el arte y la felicidad) pero el nivel de irracionalidad con el que hoy en día se produce y se vende industrialmente productos y servicios, incentivados por la publicidad, nos conduce al desastre. De algún modo, es necesario acercar la moda (y con ello la producción y la publicidad) al terreno de la racionalidad, es decir, adaptarla a la estrategia de sostenibilidad global del planeta. Esto quiere decir aumentar mucho los tiempos de renovación de productos y eliminar la obsolescencia programada. Penalizar los modelos de negocio basados en vender modelos nuevos cada año, tanto en la electrónica como en otros sectores. No podemos cambiar de móvil o de TV cada dos años, y no podemos tener muebles de usar y tirar.
Y sí, supongo que esto implica reducir el tamaño de grandes empresas actuales que basan su éxito y su crecimiento en este modelo que es perjudicial para el planeta, y por tanto que no debe existir.
Otra medida interesante sería desincentivar los envíos masivos a domicilio de paquetes, aplicando un impuesto fuerte a las empresas por el CO2 generado por cada envío. Se puede apoyar a los autónomos y PYMES que venden por internet, pero no creo que sea sostenible seguir incentivando o permitiendo el modelo de distribución de Amazon, basado en el envío de millones de paquetes a domicilio por cada producto. Tampoco lo es el exceso de plásticos en el supermercado y para ello hemos comenzado a desincentivar el consumo de bolsas, ¿cuándo empezamos con el comercio online?
Bueno, todo apunta a que nos encaminamos hacia otra guerra mundial (ojalá el ser humano no vuelva a ver ninguna…).
Los parásitos nunca infectan del todo a su huesped. Morirían. Tendremos que aprender algo de los parásitos.
Y todavia hay quien tiene miedo a la inteligencia artificial, o que termine haciendose con el poder una AI tipo HAL 9000.
Claro, es mucho mejor la estupidez natural del hombre, donde va a parar.
Lo de las camisetas, como lo del tabaco, es mucho más estúpido que lo del coche. En el caso del coche hai una pantalla que nos deslumbra: el transporte. Pero en matarse fumando (y matar a otros) o vestir con camisetas de Zara, ya queda más en evidencia el patinaje neuronal que tanto gusta como deporte.
A un fumador se la suda responder a la pregunta trampa de que hacemos con el 20% de la población. Si no le «importa» su vida, que coño le va a importar la ajena. Al fumador ni siquiera le importa la medida democrática de impedir el gasto publico (de mis impuestos) en sanar sus ganas de suicidarse.
Pero fumarse el planeta, bien por destrucción atómica o precisamenet por dejarlo inerte energéticamente, ya son ganas de ser animal irracional. ¿Cuándo coño nos daremos cuenta que es un problema de educación, que se haga una reproducción y un consumo sostenible? Antes de sostenible había ya un concepto preciso para hablar del continuismo planetario: equilibrio en el ecosistema. Pero el macho humano (sic) está empeñado en que lo de Sócrates diciendo que no sabía nada era una simple boutade de intelectual. Y así nos va.
Hai mucho que aprender, pero ¿para que? La misma palabra equilibrio se usa malamente (Rosalía dixit). La gente está empeñada en que quiere decir al 50%, pero equilibrio se refiere al punto en el que se consigue que los dos términos de la ecuación se igualen, por ejemplo «consumir= desaparecer»…. que en este caso podía ser : menos consumo = menos desaparición… solo son puras matemáticas sociales…
Ah, y otra cosa de la que se olvidan los descerebrados como Trump (¡o quizás no!), es que el universo no se va a desequilibrar demasiado si desaparecen los diversos tipos conocidos de homo sapiens.
Si, es un problema de educación, hai mucho que aprender
Buenas! Aquí Jaír, de EfectiVida.
Hace unos días, tuve la “oportunidad” de estar en el Primark de la Gran Vía, en Madrid, de nada menos que 5 plantas enteritas de ropa barata, y, como dice Enrique, lista para usar y tirar. Miles y miles de personas gastando como locos, como si se fuera a acabar el mundo. La única opinión responsable después de semejante espectáculo es algo así como decir que “eso no es normal”. Por cierto, iba con mi familia, y salimos del edificio sin comprar nada. Lo único que nos llevamos fue una bolsa de sorpresa y otra de decepción.
Personalmente, creo que la pelota se ha hecho tan grande, que pararla sencillamente se escapa de nuestras manos. Por otro lado, eso no quiere decir que haya que mirar para otro sitio. Entender la diferencia entre deseos y necesidades, y educar a nuestros pequeños en esa línea, y ser consecuentes con ello, debería ser el mínimo pensamiento viable.
Un saludo desde… Madrid!
Sobre todo este tema del textil me gusta siempre observar, leer y aprender de la marca Patagonia y de las ideas de su fundador Yvon Chouinard. Creo que son un ejemplo de sostenibilidad.
Échale un ojo a la gráfica de temperatura del planeta del último millón de años y relájate. Shit happens -con intervención humana y sin ella-.
Imagino que habrás querido decir «shift» y no «shit», aunque en este contexto casi hasta queda mejor.
Lo de «relajarse» no lo veo tan claro. Un cambio de este tipo (causado además por nosotros), en el contexto actual de la humanidad, es para todo menos para relajarse. Pero, como decían los Celtas Cortos… «Tranquilo majete en tu sillón…»
Y somos la quinta extincion… no os preocupeis…
con nosotros o sin nosotros, igual iba a ocurrir…
es parte del proceso natural del organismo que es el planeta
Creo sinceramente que esto tiene una solución muy sencilla. Tabla rasa. De ahora en adelante todo lo que se comercialice debe ser reciclable 100% y además el fabricante debe disponer de el canal para hacerlo.
Es extremo pero la situación lo es más. Creo que es un concepto del que no se habla y que solucionaría todo de un plumazo. Los productos serían más caros y tendríamos menos cosas, que por otra parte no necesitamos. Eso a corto plazo.
Los ingenieros pensarían los productos de otra manera, probablemente más complejas y difíciles pero sería un juego sostenible.
Estoy seguro que con todos los fabricantes jugando a lo mismo el juego sería el mismo pero, con VAR.
Pues Enrique…. como te digo…
Yo creo que no hay nada que hacer y no es una opinion pesimista sino realista.
Mientras la industria me invita a ahorrar agua, esa misma industria la gasta en su negocio…
Negocio en que no participamos y que el unico papel que nos dan es para ser el consumidor.
Me parece que es una mala vuelta a lo que nos invitan.
Digo… si digo algo incorrecto para algunas personas, me excusan…