La National Climate Assessment (NCA) norteamericana publica un informe sobre el impacto, los riesgos y la adaptación de los Estados Unidos al cambio climático, y concluye, contradiciendo radicalmente la opinión del irresponsable de su presidente, que los efectos están siendo y van a ser devastadores, con impactos que van desde decenas de miles de muertos a cientos de billones de dólares en daños. ¿Cuál es la reacción de la administración Trump ante el informe? Sencillamente, publicarlo en pleno Black Friday, la cita comercial más importante del año, para intentar que pase desapercibido. Mientras el informe revela de manera evidente el cada vez más elevado coste de no hacer nada, Donald Trump sigue proponiendo exactamente eso: no hacer nada.
Reportes de este tipo van a seguir proliferando a medida que los científicos consiguen unir los puntos del fenómeno global que estamos viviendo: entender que la intensificación de huracanes, olas de calor, incendios e inundaciones que está asolando el planeta no es una casualidad ni un fruto de la mala suerte, sino el resultado de una auténtica catástrofe climática. Las cadenas montañosas del oeste del país retienen menos nieve durante todo el año, y amenazan el suministro de agua de sus cuencas. Los arrecifes de coral en Caribe, Hawai, Florida y los territorios del Pacífico sufren un blanqueo cada vez más marcado, amenazando gravemente los ecosistemas que cobijan. Los incendios forestales devoran áreas cada vez más grandes en temporadas de incendios que se alargan cada vez más. Alaska, el único estado ártico del país, experimenta un asombroso ritmo de calentamiento que supone un cambio drástico de su ecosistema, con deshielo tanto de sus costas como de las tundras de permafrost.
El informe, de 1,600 páginas, es el resultado de la colaboración de trece agencias federales: más de mil personas, incluyendo trescientos científicos destacados en el tema. No es un informe para tomárselo a la ligera ni para tildarlo de alarmista, salvo que se sea un completo irresponsable, un imbécil, o ambas cosas a la vez.
La magnitud del problema exige la creación de un consenso amplio para poner en marcha acciones inmediatas. Inmediatas quiere decir ahora, no en el año 2040. Con las acciones adecuadas, aún podemos provocar efectos tangibles que mejoren la situación: a medida que dejamos pasar el tiempo, los efectos son cada vez más inabarcables y el coste, cada vez más elevado. No tomar acciones inmediatas implicará que los efectos se hagan cada vez más intensos y más difíciles o imposibles de paliar.
Entender esto, y dejar de alegar excusas para no hacer nada, resulta cada vez más importante: no hablamos de largo plazo ni de supuesto problemas para nuestros nietos, sino de efectos que todos vamos a presenciar. Mientras muchos irresponsables intentan mirar hacia otro lado o criticar a los expertos con excusas, con argumentos insostenibles o directamente con mentiras, la gran verdad es que estamos hablando de los elementos de una catástrofe que ya está teniendo lugar, y que va a ser cada vez más grave.
This article was also published in English on Forbes, “When will we accept that climate change is real?»
この記事は日本語で出版されました, «止まらない気候変動 米国はいつ事実を受け入れるのか?«
Yo sospecho que hay muchos norteamericanos que ven con verdadero placer cómo se achicharran sus odiados californianos… y si son ricas estrellas de Hollywood, mejor todavía.
Desde mi posición de izquierdas, opino que todo es culpa del «gran capital» que nos quiere seguir vendiendo coches como escombro. ¡Viva la artesanía «maker» sustentable y sostenible!
La prueba mas que vidente que vamos hacia la catástrofe, es que un grado más de temperatura que la actual permitió la aparición de ese gran imperio colonialista que fue el Imperio Romano que no cayó, hasta que la bajada de las temperaturas permitieron a los Barbaros cruzar a caballo las e heladas aguas del Rin
También un grado mas había en el «Óptimo Medieval» y otro imperio colonialista, el Español, aprovechó para descubrir América, imperio que fue decayendo con la bajada de las temperaturas en llamada, «Pequeña edad del hielo», que tuvo su punto más frío en 1659 y que se extiende hasta nuestros días.
Tu sentido de lo que es una ‘prueba’ creo que dista bastante de lo que se considera una prueba en el ámbito científico…
Absolutamente de acuerdo, como otras muchas que se aportan,
Ah bueno, pues cuando aumente un grado la temperatura aprovechamos para hacernos con Gibraltar e iniciar la reconquista de America.
Me temo que esta vez quien aprovechen la ocasión sean los chinos
El Homo sapiens ha sabido demostrar, a lo largo de su periplo de 300.000 años sobre la Tierra, que es capaz de lo mejor y de lo peor. La versión sapiens de estas últimas décadas está resultando bastante decepcionante, a mi juicio: poseemos los datos, tenemos pruebas de que nuestro modelo de vida nos lleva al carajo, al desastre, a un escenario incompatible con la vida buena y justa para todos, tenemos recursos económicos, tenemos ciencia y técnica, tenemos elaborados corpus jurídicos, etc., pero todo apunta a que, como digo, nos vamos al carajo, y en un plazo posiblemente más corto de lo que pensamos. ¿Por qué estamos fallando tanto?
Solo cuando el daño sea evidente y diario los ciudadanos comenzaremos a exigir medidas urgentes y decididas, pero seguramente será demasiado tarde. Ay de quienes tengan hijos o los estén teniendo ahora y en los próximos años… Menudo futuro les espera.
– Entonces, ¿hay cambio climático?
– Sí, porque el clima siempre ha estado cambiando a lo largo de la historia de la Tierra.
– Pero entonces, ¿no hay calentamiento global?
– Sí que lo hay. Estamos en medio de un periodo interglacial. Los mares están subiendo después de haber bajado 15 metros desde la última glaciación.
– Y el responsable es el ser humano, ¿verdad?
– Humm… Hay muchos estudios que muestran cambios, e incluso cambios muy fuertes en la potencia (kw) de la energía acumulada en las grandes masas de agua y aire, que están afectando al número, fuerza y dirección de tormentas y fenómenos extremos como sequías o inundaciones… pero no hay ningún estudio que lo haya demostrado. No podemos decir que el ser humano sea responsable porque no sabemos cómo puede haberlo hecho.
– Pues por la contaminación, la deforestación, el CO²…
– No podemos usar esos factores: la contaminación ha afectado a la composición química de los mares y de la capa más externa del suelo, lo cual nos está afectando a la alimentación más directa (pescado, carne, vegetales…), y una afección clara a la temperatura de superficie producida por los gases de los aviones (casi 2 °C), pero no sabemos aplicarlo a los modelos actuales. De la forestación, en términos globales, está aumentando la superficie arbórea en todo el planeta. Es cierto que hay zonas donde el impacto humano está acabando con los bosques, pero, repito, el balance es positivo. Y el CO²… pues que la concentración actual es miles de veces más baja que en épocas pasadas. De hecho, los océanos contribuyen con muchísimo más CO² que todo lo que puede generar la humanidad, por año.
– Entonces… ¿hay un culpable, como dicen los científicos rusos, señalando al Sol, o es la suma de muchos factores?
– Lo más probable es que sea la suma de muchos factores, o… que realmente, lo que está pasando, es que estamos viendo lo que significa «cambio climático». ¿Cuánto de ese cambio podríamos evitar si eliminamos el factor humano? Pues más bien poco. Pero eso no quiere decir que podamos inundar nuestro aire de más y más contaminación. Debemos pensar en las generaciones futuras, limpiar nuestra propia basura, usar tecnologías limpias. Tengo fe que algún día un científico salga con un modelo matemático que explique qué está pasando, y por qué. Pero de momento, lo único cierto, y seguro, es que si quieres que tu departamento reciba dinero de forma regular, debes incluir «cambio climático» en el título. Es triste, pero así funciona la ciencia en nuestros días.
El escenario que describes es todavía más espeluznante y dramático, si cabe.
Si la actividad humana de los últimos 200 años fuera la principal causante de la aceleración del calentamiento global.y del incremento acelerado de CO2, entonces aun cabría alguna esperanza de solución o de respuesta ante el problema.
Pero si la actividad humana de los últimos dos siglos no tiene especial relevancia en el calentamiento global ni en la acumulación de CO2, entonces no hay nada relevante que podamos hacer para paliar ese proceso de calentamiento, así que estamos irremediablemente condenados a un escenario de catástrofe, básicamente.
Bueno, miento: sí podemos hacer dos cosas:
a) rezar para que el proceso no sea demasiado destructivo para la vida humana.
b) prepararnos para la catástrofe, tomando medidas para que nuestras sociedades sean más resilientes, para que, en la medida de lo posible, puedan adaptarse a condiciones de vida mucho más duras (temperaturas más altas, sequías más habituales, olas de calor más largas y mortíferas, hambrunas, procesos migratorios masivos, etc.)
Si el ser humano interviene en el calentamiento global, mal.
Si no interviene, peor.
a) curiosidad: fue un cambio climático localizado el que obligó al ser humano a salir de África (las montañas no permitían el flujo de humedad al interior, y la selva se convirtió en sabana).
b) esa es justo la gran diferencia entre nuestros antepasados y nosotros: que
somosdeberíamos ser previsores. Pero seguimos insistiendo en construir casas en las cuencas y orillas de los ríos, por la sencilla lógica que hace un siglo que «no pasa nada».Y sobre el tema de la intervención. Hablando con físicos que estudian la baja atmósfera (menos de 15 km) todos ellos te dicen que realmente no se sabe qué pasa porque el número de variables es enorme, y siempre ponen de ejemplo las predicciones meteorológicas.
Sobre el tema del CO², se sabe que los humanos contribuimos con cerca de 30 Tn/año, pero los mares emiten 332 Tn/año. El equilibrio está en que la vegetación y el propio mar luego lo absorben (no todo, por cierto, de ahí el exceso). Mirando el histórico de la Tierra, el exceso de estos dos siglos pasados (de CO²) es muy poco comparado con lo que ocurría en épocas pasadas. Así que la razón del calentamiento debe ser otro(s) o quizás sumado al factor del CO².
Y es claro que debemos intervenir. Aunque la humanidad sea muy pequeña en comparación con el tamaño del planeta, no podemos quedarnos de brazos cruzados.
Lo triste es el ninguneo a científicos por ser «disidentes» de la creencia generalizada. Se les tacha de «negacionistas» o pro-industria-contaminante, cuando lo que hacen es buscar más variables de la solución. Que tenga que ser un premio nobel como Ivar Giaever a decir que la actual climatología es una «religión» que continuamente nos pide «fe», pues ya indica lo malo de la situación.
Puede ser como tú dices, no niego ni afirmo nada. No tengo conocimientos científicos. Lo que digo es que, al parecer, 2015, 2016 y 2017 han sido los años más calurosos desde que hay registros de temperaturas. Si estuviera ocurriendo un calentamiento inusitadamente rápido, y si ese calentamiento se debiera sobre todo a causas naturales (y no tanto a la actividad humana de los dos últimos siglos), entonces los humanos estamos jodidos, realmente jodidos, porque, hagamos lo que hagamos, ese proceso supuestamente natural de calentamiento acabará abrasándonos.
La tesis de que estamos inmersos en un proceso natural de calentamiento es todavía mucho peor que la tesis de que el calentamiento se debe a la acción humana.
Para completar el comentario anterior… Este artículo de hace ¡diez años! en la que un miembro del IPCC denunciaba el sistema corrupto en que se había convertido. Hay enlaces al documento original.
https://www.libertaddigital.com/sociedad/un-miembro-del-ipcc-destapa-la-gran-mentira-del-cambio-climatico-1276335809/
Genial, de verdad: Es decir, se encierra a unos cuantos seres humanos en una habitación cerrada, (nuestro sistema planetario es «estanco»), los dejamos un mes fumando como carreteros, haciendo hogueras en medio de la dicha habitación, tirando toda clase de desperdicios por el medio, cagando y meando por doquier, arrojando líquidos corrosivos de toda clase, etc., etc., y al final, si resulta que es IMPOSIBLE pasar una semana más allí dentro porque ya hay varios cadáveres, decimos a grito pelado que todo eso es una suma de factores en las que la climatología exterior a la habitación ha tenido una incidencia tal que, junto con lo que pasado dentro, no sabemos bien de quién es la culpa, no se puede hacer nada, y aquí paz y después gloria… eterna. Hay que tenerlos cuadrados.
Es el mercado, amigo.
El capitalismo despojado de valores éticos, sociales y ecológicos es muy destructivo. A tal punto que podemos llegar a un punto de no retorno e iniciar la inevitable destrucción del planeta tierra. Esto es un tema del cual no se habla suficientemente en los medios. Siendo, a mi punto de vista, la mayor amenaza que sufre la humanidad.
Hay que ver lo poco responsables que somos los humanos. La culpa siempre es de los otros.
Nos cargamos la salud con aditivos y pesticidas para que se alimente (malamente) una ingente cantidad de seres humanos. Salvo los muertos de hambre, claro.
Pero son las vacas las causantes de producir gases. Como si las vacas no aumentaran su número por culpa de los «humanos ricos». O es cualquier otra causa, que lógicamente no tiene relación con el mal hacer de los humanos.
Como siempre hubo cambios climáticos, para que buscar responsabilidad en el destroce planetraio que provocan los humanos. Ah, no claro, es que el planeta se destroza solo. Los humanos formamos una minúscula parte del ecosistema terrestre y por lo tanto, nuestro avance tecnológico viene a ser menos dañino que los gases vacunos.
También es cierto que la tecnología tiene mucha culpa. Si ya lo dijeron los dinosaurios (y luego Cristo), el que sea inocente que saque de primero la pata de donde la metió. Y, claro, los humanos somos menos responsables que los dinosaurios.
Y, si, estoy muy cansado de la irresponsabilidad de ese ser que se quedó en homo habilis, aúnque presuma de estar más avanzado. El tema ya hiede.
Los negacionistas son irresponsables porque pierden la oportunidad de cambiar el relato y rumbo de la sociedad.
Trump tiene 72 años y como tanta industría, ya es tarde para cambiar de modelo.
La irresponsabilidad como estrategia válida, por ejemplo, la falta de innovación en Apple desde la muerte de Jobbs y como dice el dicho, a todo cerdo le llega su S. Martín.
Es una verguenza la posición de la Administración Trump sobre el cambio climático y después del último informe de la National Climate Assessment no deja lugar a dudas:
¡Estamos en el periodo «más cálido de la historia de la civilización moderna»!
¿Alguien lo duda? Sí trump en twitter el 22 de noviembre:
«Un frío brutal y prolongado puede romper todos los récords. ¿Qué ha pasado con el calentamiento global?
No sé como este hombre es líder porque las emisiones de gases de efecto invernadero son la causa dominante del calentamiento observado y está afectando a la vida diaria de los norteamericanos.
Se necesitan medidas ya porque afecta a toooodo el mundo, pero claro… los intereses de unos pocos no interesa.
¿Dónde acabaremos?
Una vez más, enhorabuena por un análisis tan acertado. Y, dicho sea de paso, muchas gracias por hacernos llegar información que, de otra manera, sería difícil conseguir.
En lo que comento o publico en internet, procuro no entrar en temas políticos, ni en religión, ni en deporte. Sin embargo, el artículo me ha hecho pensar en algo que leí en la Biblia. En el libro de Apocalipsis 11.18 se lanza una profecía sobre el día del juicio, en el que Dios ajustará cuentas con, entre otros, los políticos. Dice: «…y vino tu propia ira, y el tiempo señalado […] para causar la ruina de los que están arruinando la tierra..». Lo curioso es que el verbo está en presente continuo. Es decir, en ese día futuro, según esta profecía, se seguirá arruinando el sistema.
Más allá de las creencias de cada uno, lo cierto es que estamos viviendo en una época de la historia en que, los que manejan el poder, son conscientes de que sus propios hijos no van a poder disfrutar de un entorno limpio y saludable. Aún así, prefieren seguir lucrándose. ¡Increíble!
No viene mal reflexionar un poco, la verdad…