Llenando la casa de dispositivos…

Amazon Echo product lineLa semana pasada estuve en el showroom que Amazon montó en Madrid para mostrar su línea de dispositivos Echo: una gama de asistentes digitales para el hogar creados por la compañía, complementada con una amplia variedad de productos de otros fabricantes, en lo que supone el despliegue simultáneo más importante llevado a cabo en un país distinto a los Estados Unidos.

Todos los dispositivos integran el asistente de voz Alexa, con funciones que van desde la simple obtención de información, hasta la gestión de todo tipo de funciones de domótica, pasando por cuestiones como alertas, sonido, noticias, listas de la compra, etc. El resultado es que he pasado de visitar un showroom, a construir un showroom en mi casa: de simplemente tener dos asistentes – llevaba un tiempo probando a la vez Google Home y Amazon Echo – a poblar mi salón y varias habitaciones con dispositivos de todo tipo, en una evolución que no deja de tener su gracia si piensas lo habitual que se está haciendo la interacción con ellos para todo tipo de cosas, y que vuelve completamente paranoicos a todos aquellos que se imaginan a compañías como Google o Amazon en situación de poder teóricamente escuchar todo lo que ocurre en mi casa a todas horas.

La normalización de la idea de disponer de dispositivos dotados de la capacidad no solo de escuchar en cualquier momento, sino también de procesar, interpretar y grabar las conversaciones que tienen lugar en un espacio privado como el salón, el dormitorio, la cocina o cualquier otra habitación de nuestra casa – incluida la ducha – forma parte de una característica más de una sociedad en la que más de seis millones de hogares, sobre todo en los Estados Unidos, China y Corea del Sur, cuentan con al menos uno. En términos de seguridad, este tipo de dispositivos están sometidos a las mismas vulnerabilidades que aquejan a cualquier otro: se han identificado ya desarrollos maliciosos capaces de convertirlos en monitores de espionaje permanentes, envíos de comandos utilizando frecuencias inaudibleserrores potencialmente embarazosos o molestos, usos en investigaciones policiales, y seguramente una larga lista de casos que nos quedan por ver. Amazon, de hecho, ha solicitado patentes para que sus asistentes puedan escuchar las conversaciones en su entorno y hacer sugerencias relacionadas, en lo que ya parece un comportamiento casi obsesivo: hablar de cómo te gustaría ir a tal restaurante, y que tu asistente te ofrezca la posibilidad de hacer una reserva en él.

A medida que su uso se va normalizando y que se convierte en más habitual estar en casa de unos amigos y presenciar como utilizan su asistente para poner música, encender y apagar luces o acceder a un dato determinado en el contexto de una conversación, se impone la evidencia de que la voz es el futuro de muchas interfaces habituales, y que el paso de disponer de esos asistentes de voz en nuestros smartphones a incorporarlos a prácticamente todos los sitios es un camino con mucho sentido. Desde que comencé a evaluar el uso doméstico de estos aparatos, ha cambiado completamente mi idea de lo que es gestionar desde la música hasta las luces o el despertador, pasando por cosas menos habituales pero también posibles como programar o detener un riego en el jardín. Comodidades modernas y relativamente suntuarias, sí, pero que no deja de estar bien tener disponibles, y que sin duda aportan y aportarán otras posibilidades potencialmente interesantes en el uso cotidiano a medida que vayan desarrollándose más aplicaciones y skills.

Un hogar conectado es tanto más útil cuantas más habilidades posee y cuanto más distribuidas están. Que las luces de la casa puedan manejarse con la voz o desde el smartphone es útil, pero la verdadera utilidad surge cuando puedes accionarlas desde casi cualquier habituación con un simple comando, cuando puedes hacerlo desde fuera de casa o cuando el despertador que has puesto en la mesilla te permite apagar la luz que te has dejado encendida en el piso de abajo. Parece una tontería, pero hay un punto de inflexión en la asociación cerebral que haces en el momento en que te das cuenta de que puedes hacer algo, hasta cuando te das cuenta de que, además, lo puedes hacer desde prácticamente cualquier sitio. Lo siguiente es pasar a echar de menos que esas posibilidades se puedan aplicar a todos los dispositivos que tienes, incluyendo aquellos que, por ser de generaciones más antiguas o por política de sus fabricantes, no lo hacen (como es el caso de mi alarma o de la cerradura de la puerta exterior, por ejemplo). Por el momento, tengo aún más posibilidades de uso de las que buenamente se me ocurre utilizar o instalar, y esa mentalidad de permanente exploración me está resultado divertida y estimulante, aunque pueda exponerme a peligros que, por otro lado, considero sumamente improbables y anecdóticos.

Seguimos explorando…

 

23 comentarios

  • #001
    Angel "El bueno" - 2 noviembre 2018 - 12:28

    Y qué pasó con los Amazon Dash…. ?

    • Enrique Dans - 2 noviembre 2018 - 13:50

      Nada, ahí siguen, cada uno en su sitio. Cuando quiero cuchillas de afeitar, papel higiénico, detergentes de la lavadora o del lavavajillas y algunas cosas más, le doy y aparecen en casa rápidamente…

  • #003
    Gorki - 2 noviembre 2018 - 12:52

    Esto va a ser la felicidad completa de la los Villarejos de turno, no tiene ellos que molestarse en colocar los altavoces, las propias víctimas de sus escuchas se los colocan.
    ,

  • #004
    Gorki - 2 noviembre 2018 - 12:59

    Ahora en serio. ¿No es mas lógico utilizar el sistema del interfono, en el que basta oprimir un botón y hablar, cuando quieres que alguien atienda tus peticiones?. ¿A alguien, (de los que aun tiene secretaria), les gustaría, que la secretaria oyera todo lo que se habla dentro del despacho, confiando sólo en la tradicional disrección de la secretaria?.

    Creo no ser conspiranoico, pero tener un micrófono, que directamente me conecta con empresas como Google, que tradicionalmente guardar y d catalogar cualquier dato de mi persona, me parece que es como poner al zoro a cuidar de las gallinas.

    • Raul. - 2 noviembre 2018 - 13:09

      Uy si, algo superpráctico. Cada vez que quiero apagar una luz o interactuar con la reproducción de música en casa tengo que apretar un boton, con las manos, que quizás tenga ocupadas en otra cosa…. Por no hablar de que si no llevas ese botón encima, tendría que ir hasta él. Todo muy cómodo.

      Veamos. ¿No te gusta que te escuchen? No lo compres. Pero de igual modo espero que navegues sin cookies, no utilices Gmail, ni Facebook, no tengas tarjetas de fidelización, desactives el GPS de tu teléfono, no uses tarjetas de crédito…

      No se trata de que no tengan datos tuyos, algo ABSOLUTAMENTE imposible hoy en día, se trata de que sean transparentes en su uso y tú tengas el control de lo que se puede hacer son ellos.

      Y por favor, no comparemos un sistema automático de machine learning con alguien humano leyendo/escuchando/vigilando todo lo que haces. Dice muy poco de la comprensión de lo que son sistemas de la mal llamada AI.

  • #006
    Jose Miguel - 2 noviembre 2018 - 13:15

    En éste tema si que estoy con Gorki. Dada la trayectoria de éste tipo de empresas no me siento nada cómodo dándoles acceso a un micrófono para oir todo lo que hago o digo. Aunque ellas digan que no lo hacen.
    Por otro lado, para cuestiones domóticas, como apagar y encender luces, calefacción, poner música o el despertador basta con que estos dispositivos estén conectados a la red de casa, pero no necesitan salida a la WAN.

    • Krigan - 2 noviembre 2018 - 17:06

      Respecto a la salida a la wan, de momento es necesaria, incluso para tareas domóticas. Estos cacharros son capaces de reconocer por sí solos nada más que la palabra clave de activación («Ok, Google» o «Alexa»). El resto del reconocimiento del habla, así como el procesamiento del lenguaje natural, se hace con chips en la nube, mucho más potentes y capaces de ejecutar redes neuronales mucho más grandes.

      La buena noticia es que están empezando a aparecer chips para uso particular (móviles, etc) capaces de ejecutar redes neuronales mucho más grandes que hasta ahora, por lo que en un futuro próximo (digamos 3-5 años) estos cacharros podrían ser capaces de hacer estas tareas por sí mismos, sin recurrir a la nube. Solo irían a la nube las peticiones que vaya a satisfacer esta (una compra online, una consulta a la Wikipedia, etc).

      • Jose Miguel - 2 noviembre 2018 - 17:49

        Se que funcionan como dices. Pero no tendría que ser necesariamente así. En 1998 recuerdo que manejaba un programa de reconocimiento de voz de IBM en un Pentium a 100 Mhz. con 16 Mb de Ram y W95 para controlar el ordenador y dictarle textos. Y funcionaba bastante bien después de entrenarlo

        • Krigan - 2 noviembre 2018 - 23:19

          Sí, a finales de los 90 yo también estuve probando tanto el programa de IBM como otro que había llamado Dragon Naturally Speaking. Pero, como dices, requerían entrenamiento previo para cada hablante.

          Y, aunque hacían reconocimiento de voz (convertir de voz a texto), había poco procesamiento del lenguaje natural (entendimiento de frases y párrafos), para recibir órdenes solo entendían unos cuantos comandos sueltos.

          Con las redes neuronales se alcanzan resultados que antes no se veían (supongo que ya lo has hecho, en un móvil Android puedes probar el Asistente de Google o la búsqueda por voz de Google). Contando con hard especializado (una NPU integrada en un soc) se puede ejecutar una red neuronal grande en un aparato doméstico (móvil, altavoz inteligente estilo Echo).

          Por tanto, si te preocupa que todo vaya a la nube mi consejo es que esperes hasta que estos cacharros dispongan del hard necesario. La situación actual es transitoria, resultado simplemente de que esto de las redes neuronales es algo reciente.

      • Toronjil - 2 noviembre 2018 - 23:41

        A mi me sorprende la enorme velocidad con la que mi móvil reconoce mi voz. (Aunque a veces se equivoca, claro.) Dicto la frase e INMEDIATAMENTE, aparece escrita en pantalla. Efectivamente tiene que deberse a la traducción en velocísimos procesadores remotos. (Pero es que incluso en las conversaciones de voz se nota más el retardo.)

        Teniendo en cuenta que hay que enviar cada vez una «huella» de voz que lógicamente contendrá bastantes datos al servidor de turno y que este lo tiene que devolver en forma de texto.

        Todo esto contrasta con la posterior lentitud en abrir el programa, página web, programación de la alarma, búsqueda, etc. en el teléfono. A veces se hace un poco larga esta espera, sobre todo por el contraste mencionado.

    • Enrique - 6 noviembre 2018 - 11:54

      Para apliaciones de domótica, que al final es el 90% de uso de este tipo de dispositivos, al menos de momento, existen plataformas de código abierto (Home Assistant, OpenHAB, Domoticz) que cuentan con motores de procesamiento de Lenguaje Natural.

      Es más, yo he probado librerías de NLP en un clúster de 5 Raspberrys corriendo un Apache Spark. Y funciona muy correctamente. Así que por una cuestión de Hardware no va a ser.

  • #012
    Juan Manuel Aristegui - 2 noviembre 2018 - 15:39

    ¿Este artículo va de tecnología?¿va de innovación?

    Pues no va de Marketing de unos productos mediocres pensados para sacarte los cuartos, y que no aportan nada, con un BOM del fabricante de menos de 5€…

    Opción A:

    App + Bluetooth a tu equipo de sonido = gratis

    Opción B:

    Gadget: unos 150€, salvo que quieras la m. que suena a hoja lata

    ¿Qué se publicita? Lo que da pasta, y los verás anunciados en todos los medios.

    ¿Estamos tontos? ¿O está el gato de Schrödinger encerrado en algún lado?

    • Enrique Dans - 2 noviembre 2018 - 16:01

      Yo NO hago publicidad. Escribo un artículo compartiendo mi experiencia personal, eso es todo. Podría hacer publicidad, tengo todos los días ofertas para ello, pero conscientemente escojo no hacerla. Y dado que es así, las acusaciones de que escribo por dinero me molestan mucho. Las cosas son lo que son, no necesariamente lo que a ti te parece, lo que tú crees o lo que tú afirmas que son.

      • LEON PARDO - 3 noviembre 2018 - 12:31

        Enrique, ni te molestes en contestar, no sirve de nada.

  • #015
    Marcelo - 2 noviembre 2018 - 15:41

    Ya no son los problemas de seguridad que tengan estos bichos o los usos inconfesables que se les dé (yo no dejo a Jeff Bezos o Zuckerberg entrar en mi casa ni loco), pero a mi depender de una compañía como Google hasta para encender o apagar las luces de mi casa o subir las persianas y las mil cosas que pueden venir detrás me parece una pésima idea, bajo una falsa apariencia de comodidad y eficiencia (como si el tiempo de la mayoría fuese taaaaan valioso como para no poderlo perder con cotidianas nimiedades) poco a poco te puedes ir convirtiendo en un auténtico vago y desvalido inútil, uno de esos personajes de la película Wall-E que estaban tan asquerosamente gordos de no hacer nada que no se podían ni mover. Tan difícil es encender la luz con la manita o acordarse de comprar más leche como para tener que recurrir a Google?

    • Raul - 3 noviembre 2018 - 18:25

      Asumo que tú no tienes mando a distancia en tu tv, o al menos no lo usas, y seguramente gracias a ello tienes una increíble forma física. Tampoco usarás nunca los ascensores, iras corriendo a todos lados y nunca usarás transporte motorizado, y por supuesto no llamarás a nadie por teléfono, iras a verlos personalmente, que es más gratificante y andar es bueno.

      No saquemos las cosas de contexto por favor. :)

  • #017
    ALAN TURING - 2 noviembre 2018 - 17:53

    ¿No sería mejor que esos dispositivos estuvieran integrados en la pared como lo estaba HAL, la IA de la película “2001, una Odisea en el Espacio”?

  • #018
    AMC - 2 noviembre 2018 - 19:13

    Pero Enrique , siendo pragmático … llenar la casa de dispositivos ok. Pero todos a uno o de varios fabricantes ? Y en tal caso todos tienen pros y contras. Google ? Amazon?

  • #019
    JC - 4 noviembre 2018 - 16:24

    Hace poco leí una analogía bastante interesante sobre cómo estamos regalando encantados y sin pestañear algo tan valioso cómo son nuestros datos. Somos cómo esos primeros indios en contacto con el «hombre blanco» que regalaron extensiones enormes tierras a cambio de baratijas de colores o unas cuantas pieles de oso. Para los indios de aquella época sólo se trataba de prados, bosques y lagos, nada que para su cultura u organización social pudiese tener algún tipo de valor.
    Dispositivos como asistentes y wearables son una vuelta de tuerca más en la recolección de ese «oro» que constituyen nuestros datos . Dichos dispositivos son ciertamente útiles y proporcionan númerosas ventajas pero están en manos de corporaciones que usan pero sobre todo usarán esos datos para sacar ingentes beneficios. Cuando queramos darnos cuenta o entender hasta que punto nuestras «praderas y bosques» tenían valor, será demasiado tarde.

  • #020
    Nelson - 5 noviembre 2018 - 16:34

    Aunque te leo con frecuencia, obviamente no puedo estar de acuerdo en todo lo que escribes; de hecho no es la primera vez que pienso que sobrepasas la línea entre la opinión personal y el razonamiento lógico y fundamentado.
    ¿Dices al final de este artículo que consideras sumamente improbables y anecdóticos, los peligros asociados a los wearables?….
    Enrique no se puede ser experto en todo y en vista de tu tirón mediático, deberías ser más cuidadoso con lo que publicas.
    No toda la gente es tan tonta como piensas y el valor de su privacidad no debe ser impuesto por nadie.

  • #021
    Julio - 5 noviembre 2018 - 19:03

    Muy de acuerdo con lo que dices, pueden decir que lo de apagar y encender cosas en remoto es para vagos, pero es cómodo y cuanto más remoto sea, mas cómodo. Conozco gente que cuando compré el Amazon Echo spot no estaban convencidos, tras verlo en funcionamiento se han pillado uno y alguna ya ha empezado con luces manejadas por Alexa

    • Enrique Dans - 5 noviembre 2018 - 19:05

      Yo precisamente estoy ENCANTADO con el Spot. Pequeñajo y con menos sonido que el Echo, pero la pantalla aporta un montón y le da mucha versatilidad (y no suena nada mal). Para muchas habitaciones me parece el ideal…

  • #023
    Carlos Quintero - 5 noviembre 2018 - 21:37

    En este tema, como en muchos otros, conviene probar antes de opinar con algo de fundamento… Yo era bastante escéptico de los asistentes personales (por su estado de madurez, no por su concepto). He usado Siri durante años con dispositivos Apple HomeKit, y algo Google Assistant en el móvil. El sábado probé de nuevo Google Assistant, pero esta vez haciendo que reconociera los dispositivos de mi casa, y me instalé Alexa en el móvil, también añadiéndole mis dispositivos, lo cual funcionó muy bien con los que más me interesaban: las bombillas Philips Hue y el termostato (Netatmo). La cámara Google Nest es otra historia, así como otros dispositivos que solo son compatibles con Apple HomeKit. Para mi sorpresa, funcionan muy bien, diría que mejor que Siri.

    Ayer compré el Amazon Echo Dot que he recibido hace un par de horas, y ciertamente estoy encantado, a pesar de que soy consciente de que los asistentes están aún en sus inicios, pero el concepto de poder hablar a un asistente en cualquier habitación de la casa y pedirle cosas por voz sin móvil o tablet, algún día nos parecerá de lo más normal.

    Los que piensan que son para vagos supongo que sí usan microondas, mandos a distancia con la TV o navegadores GPS en lugar bajar la ventanilla del coche y preguntar…

    La privacidad no es un tema que me preocupe en exceso, si es a cambio de conveniencia, aunque habrá que vigilarlo. Mis mayores pegas son las cosas que aún no puedo hacer, la incompatibilidad de todos los dispositivos con todos los asistentes, la necesidad de «bridges» propietarios (idea interesante la del Echo Plus incorporando un controlador Zigbee), etc.

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