En el proceso de desarrollo, perfeccionamiento y difusión del conocimiento científico, la ruta desde hace muchísimos años ha sido la misma: un investigador o grupo de investigadores lleva a cabo un trabajo, lo estructura, y lo somete a un proceso de revisión múltiple y anónima de cara a su publicación, posiblemente en un congreso, en un journal, o en ambos, habitualmente por ese orden. El propósito de la publicación, además de la difusión del conocimiento, es proporcionar una serie de rondas de perfeccionamiento, cuestionamiento y mejora sucesiva del trabajo original, merced a la intervención de revisores o comunidad científica en general.
En los últimos años, este proceso ha estado sujeto a constantes críticas: el proceso de peer-reviewing da lugar a ciclos largos, además de desarrollarse a menudo en unas condiciones poco adecuadas: anonimatos poco riguroso (en un área determinada puede resultar muy sencillo saber quién es el autor, simplemente revisando sus citas habituales), revisores demasiado pejigueros, inconsistentes o que no se preparan adecuadamente para su trabajo, journals con enormes colas de publicación que cuando son impresos ya son completamente obsoletos, escasa visibilidad… El tema me resulta enormemente interesante porque lo he vivido en primera persona, y lo he tratado ya en otras ocasiones: se trata, claramente, de una crisis de un sistema que, a la luz de las herramientas actuales, nunca volverá a ser lo que era, y que con su mejora puede traer consigo una mayor calidad, velocidad y difusión para un conocimiento científico que actualmente tiende a ser considerado lento y excesivamente teórico (cuando algo es relevante en algún sentido, ya no se lee en los journals, aparece antes en otro tipo de medios).
Vía Slashdot llego a SciVee, una iniciativa conjunta de la National Science Foundation, la Public Library of Science y el San Diego Supercomputing Center que propone a los autores de un trabajo científico que lo suban a una página, lo acompañen de las correspondientes tags (que llevan años en uso en las publicaciones científicas) y lo acompañen de una grabación de sí mismos explicando o presentando su trabajo, del mismo modo que lo harían en un congreso. Esto permitiría a las personas hipotéticamente interesadas seguir determinadas tags, autores o temas, entender la investigación desarrollada de una manera mucho más rápida y eficiente que leyéndose el paper, poder acceder a metadatos sobre el trabajo (número de visualizaciones, calificación, etc.) y poder hacer además preguntas o comentarios de revisión, mediante un método que, de entrada, parece claramente más eficiente que esperar a la convocatoria de un congreso, arriesgarse a que el paper sea aceptado o no, o entrar en el larguísimo ciclo de publicación de un journal. La idea, un YouTube para científicos, me parece sumamente brillante, y va un poco al hilo de lo ya intentado en otras ocasiones por otras publicaciones científicas, pero incorporando algunas de las herramientas ya probadas en el contexto de la llamada Web 2.0. Sin embargo, el proceso choca con el uso de las publicaciones como sistema de incentivos en el llamado «publish or perish»: si bien el fruto de la publicación de un trabajo en un sistema de este tipo puede ser mucho más eficiente y permitir un avance más rápido del conocimiento científico, la dura realidad es que si el investigador no presenta publicaciones en determinados journals, sus méritos no son tenidos en cuenta, lo que lleva a «enturbiar» el sistema cuando los investigadores diseñan sus trabajos para maximizar el número de publicaciones en lugar de la calidad de los trabajos, o dedican el grueso de sus esfuerzos al pesado trabajo administrativo relacionado con el envío del trabajo en lugar de en el trabajo en sí.
El sistema, decididamente, me parece un paso en la dirección adecuada. Si consigue funcionar con una escala y nivel de reconocimiento suficientemente elevadas, sus efectos en la difusión del conocimiento científico, un campo profundamente necesitado de mejora, podrían ser de verdad muy interesantes.
Brillante idea… si le dejan. ¿Alguien se cree de verdad que las grandes editoriales, digamos las «Majors» del pastel, caro pastel editorial como Elsevier, Springer Verlag, etc van a dejar que iniciativas como estas les coman terreno?. Nos quedan unos cuantos añitos para que modelos como este triunfen en sectores con rancia raigambre secular, como este….
Por otra parte para evaluar la relevancia y el impacto de determinadas investigaciones, también habra, tarde ó temprano(más pronto que tarde…), que redefinir herramientas actuales como los index citation, journals de referencia, é incluso los méritos: ¿como inventamos una métrica para medir eso en la red?.
Un pequeño paso para la red, pero sospecho que un gran paso para la humanidad…
Saludos.
Interesante iniciativa desde el punto de vista divulgativo, pero ¿cuántos científicos presentamos nuestro trabajo para divulgarlo y cuántos como puntos a sumar a una carrera meritocrática? Creo que esta iniciativa puede servir de complemento, pero que pocos se atreverán a quemar el cartucho de algo que puedan mandar a un congreso o una revista.
Venga a hacer videos como la Dharma Iniciative!
Esta claro que los proceedings y toda esa mandanga está ya bastante caduca. Si os la quereís dar de listillos os envio un generador automático de Proceedings y papers de estos, lo peor de todo es que hay muchos que han colado!.
http://pdos.csail.mit.edu/scigen/#examples
http://pdos.csail.mit.edu/scigen/
Esta claro que los proceedings y toda esa mandanga está ya bastante caduca. Si os la quereís dar de listillos os envio un generador automático de Proceedings y papers de estos, lo peor de todo es que hay muchos que han colado!.
http://pdos.csail.mit.edu/scigen
¿Y no funcionaría mejor si las publicaciones consolidadas y de prestigio lideraran iniciativas parecidas a ésta? Ellos tienen el know how y la ventaja competitiva que representa el reconocimiento de la comunidad científica.
Que se necesita una mejora radical en este asunto está clarísimo (es un sistema que hace aguas) y que cuanto antes mejor, también.
Pero no hace falta ni que los vetustos catedráticos de universidad se rasguen las vestiduras ni que los bisoños doctorandos lancen sus abstracts al aire: el sistema deja subir vídeos sobre papers que ya hayan sido publicados en el PLoS, y pasado por su correspondiente proceso de peer-review. Vamos, que es una forma de dar publicidad a tu paper, no de implantar un nuevo sistema de publicación.
Lo que es verdad es que, de tener éxito, podría poner más de moda los artículos con licencia Creative Commons, que es algo que también hace mucha falta.
Por algo hay que empezar, ¿no?
Por cierto, que precisamente estaba revisando la normativa de un journal al que voy a mandar un artículo en breve (editorial Springer, que ya la han nombrado en los comentarios). Las opciones son:
A) Cedes todos tus derechos y copyright a la editora a la hora de mandar el paper
B) Pagas unos módicos 3000$ y te permiten mantener tus derechos, adoptando una licencia (Springer Open Choice License) que es «compatible» con Creative Commons (attribution, non-commercial).
Estupendo, ¿no? ^_^
Bueno, otra alternativa es Scribd. Yo mismo tengo varios proyectos publicados ahí. El propio sitio web convierte los documentos que subamos a diversos formatos (PDF, DOC, OO, etc) e incluso a MP3 (aunque me temo que sólo en inglés por el momento). También ofrece la posibilidad de consultar estadísticas de lectura de los documentos y un montón de otras ventajas dademás de una cuidada interfaz, que es lo que me ha llevado a elegir este portal.
En Julio se triplicó el número de usuarios de Scribs.
Mi apartado personal en Scribd:
http://www.scribd.com/people/view/1417
Esta iniciativa lleva detrás una gran operación y es el control de copy / paste para reconocer al verdadero autor. Las herramientas puestas en marcha son muy costosas. La presencia activa de los investigadores, el perder el anonimato y «mojarse» es la reacción «atomo» a los «bits» libres que no consienten ser reducidos a la ley de la verdad de quién es quién. Muchos trabajos cientificos hay sido verdaderos plagios sin control y la comunidad científica esta más que harta de pufos. Trabajos sin citar al copiado, ensayos inventados o copiados, biblografía de relleno que no tiene relación.
@9, Alfonso. Vale, acabo de entrar en scribd, y me encuentro esto:http://www.scribd.com/search?sortorder=views&query=tags%3Afisicacuatika
y esto: http://www.scribd.com/doc/49898/Metafisica-es-Fisica-Pura
Es decir, si busco «fisica cuántica», me sale un tratado de física cuantica «de verdad» , y muchos artículos seudocientíficos con chorradas escritas por y para peleles lobotomizados.
El problema de fondo, es que estos (presuntos)»papers», no colarían nunca en un sistema de peer-reviews( Lo cual no significa que estos sean perfectos…). la pregunta es ¿Como hacer que en un sistema de publicación ciéntifica on-line, exista un sistema de control que nos garantice al menos, tanta fiabilidada como el actual de revisión entre iguales?. Cuando, como dice locke más arriba, cedes tus derechos (ó cedo, que a mí tambien me ha pasado…) a Springer ó a otra de las grandes, tienes al menos «cierta» garantía en ese sentido. ¿Son entonces las grandes compañias las que han de dirigir este cambio? Y eso, que esto es sólo un aspecto, porque si hablamos del tema de articulillos para engrosar curriculum, meritocritis, etc, o de sus refritos, y multiples re-versiones, el asunto pinta muy feo. Tal como apuntaban Davis y Hersch hace más de 20 años, en «Mathematical experience», aunque la cantidad de artículos crece exponencialmente, es muy dudoso que la calidad esté haciendo lo mismo. Este es el verdadero problema, medir esa calidad y poder filtrarla en la red.
Por cierto, en uno de los artículos que enlaza Enrique en el post, hacen referencia a la demostración matemática de Grigori Perelman colgada en internet. No es la primera, hace ya 11-12 años, paso algo parecido cuando se difundió por ¿usenet?, la demostración de Wiles del Teorema de Fermat, y ello contribuyó a encontrar el fallo y volver a rehacerla, aunque luego apareció publicada en papel en Annal of Mathematics. Sin embargo no me parece que esto sea extrapolable al resto de las ciencias ni de las publicaciones científicas.
Y si, es cierto que hay generadores de papers que hacen que puedas mandar un paper a publicar con refritos de palabras, frases ó ideas. ¿Quién los revisa?, ó ¿Es que también tendrán las editoriales programas capaces de simular un refereé ( sería una nueva versión de Parry y Eliza) ?
Saludos.
Hola,
como comenta Locke parece que este servicio es sólo un complemento al paper publicado, por lo que no parece que aporte demasiado nuevo al tema.
El peer review parece aún hoy el método menos malo para evaluar la calidad de un artículo científico, aunque se están probando herramientas para mejorar este proceso, que suele ser lento y tortuoso. Las grandes editoriales están experimentando, pero parece que la comunidad científica no tiene excesivo interés en cambiar el sistema establecido. El Open Peer Review que probó Nature fue fallido por la poca participación de la comunidad científica aunque la idea fuese buena y ahora están surgiendo programas como CrossCheck que intentan detectar similitudes más que sospechosas entre papers.
En fin, lo dicho el peer review puede y debe mejorarse, pero parece bastante utópico un cambio de sistema en la evaluación de artículos científicos.
Lo que dices sobre Scribd es cierto: Hay gran variedad de documentos y no muchos siguen el rigor científico que pueden seguir otros portales. Sin embargo si se sigue un sistema e-democrático de «peer-review», ya que existen métodos para filtrar la información que interesa al visitante, como el número de votos («like it?») o la cantidad de visitas.
Los principales méritos de Scribd son la facilidad de uso, la interfaz y la interoperabilidad entre formatos, lo cual hace sencillísimo revisar y compartir la información que allí se almacena, desde mi punto de vista.
Siguiendo tu debate, lo que se gana en calidad de los contenidos mediante la aplicación de un filtrado más estricto, se pierde también en innovación y accesibilidad por una base mayor de usuarios. Al final se trata de difundir y conservar el conocimiento, no de capitalizarlo y elitizarlo, por lo que siempre habrá que llegar a un equilibrio que sólo se puede alcanzar dentro de un contexto de diversidad y tolerancia mutua.