Efectivamente: las descargas de música de fuentes consideradas no autorizadas siguen creciendo («Illegal music downloads hit record high«, Telegraph.co.uk ) a pesar de los esfuerzos de la industria de la música por «contener» la avalancha, y se sitúan ya como la forma habitual de conocer música y acceder a ella. El crecimiento se apoya en gran medida en la pujanza de redes sociales como MySpace en las que los usuarios comparten canciones en sus perfiles, proporcionando así un contexto a la música y una vía para entrar en contacto con autores y canciones a través de la prescripción directa de amigos y conocidos. Mientras, los esferzos de la industria por criminalizar una conducta completamente ubicua e implantada chocan con la fría lógica judicial: en España, Telefonica se niega a identificar a petición de Promusicae a los usuarios que descargaban música, alegando que la ley sólo permite revelar ese tipo de información cuando se trata de procedimientos criminales, no civiles. Una demanda a la que los jueces alemanes dan ahora la razón al instruir a los ISP para que no faciliten datos de sus suscriptores a la IFPI (International Federation of the Phonographic Industry) por no existir daño criminal relevante y tratarse de una falta sin importancia.
El tiempo lo pone todo en su sitio, y las airadas quejas de una industria que afirmaba que «estábamos robando» empiezan a verse ya como los gritos desesperados de una panda de ultraortodoxos opuestos al progreso que sólo consiguieron, en sus desesperadas maniobras, quemar en la hoguera a unos pocos ciudadanos inocentes acusándolos de brujería y cobrándoles unos miles de dólares a cada uno para no ir a juicio. La música, hoy, vive online, circula online, se descarga online y se comparte online, completamente al margen de los CDs y las tiendas de música: comprar un CD es ya poco menos que un acto friki, tan friki como ir por el mundo diciendo que hay que cerrar Internet. Frente a la absurda discusión moral sobre si es bueno o malo, moral o inmoral compartir música online, la obvia respuesta práctica: ni es bueno, ni es malo, sino todo lo contrario. Simplemente es, existe, está ahí, y tienes que aprender a vivir con ello. Es lo que hay. ¿La siguiente discusión? El derecho de una industria y unos artistas que han insistido en ir completamente a contracorriente, en suicidarse públicamente ante la opinión pública, para exigir ahora que la ley les subsidie mediante un arbitrario canon.
Tenemos una fórmula un tanto peculiar en este país:
Un ente que criminaliza y dice que protege a los artistas, jóvenes que quieren ser artistas para ser famosos, usuarios hartos de tanta tontería que quieren (queremos) disfrutar simplemente de la música, discográficas que ven como se les seca el «tema»…y además: Elton y su berborrea!!!! que no se sabe si para hacer autobombo o que, y entre la noticia aparecida recientemente de que Itunes llegaba a los 3Mil Millones de canciones vendidas…como dicen por aquí: «Jo plego» /yo dimito/
Saludos Enrique
Habra que hacer algo para regular esto en cualquier caso, tampoco se puede estar así, hay una empresa australiana que esta llegando acuerdos con discograficas para poder insertar publicidad en las canciones y descargarlas gratis, la empresa es QTRAX
http://www.qtrax.com/
¿Tu crees Enrique que estoy seria una solucion?
Juan Antonio Galindo
www.factoryw.com & www.madeinmipueblo.es
La lógica del canon es absurda. Es como si al comprarme un coche, Pere Navarro me quitara tres puntos del carnet de conducir y me pusiera una multa fija preventiva, en la seguridad de que voy a excederme en la velocidad máxima autorizada, no voy a usar el cinturón de seguridad, voy a hablar con el movil conduciendo y voy a salir del coche sin los chalecos reflectantes. (¡Cuidado!, no demos ideas a ese bicho).
Ahora bien, algo habrá que arbitrar para que los autores vivan de su obra y puedan seguir creando. Sinceramente,vendiendo marchandaising y dando conciertos en el Vicente Calderón no debe ser la forma habitual de cobrar por su obra de un compositor de melodías.
¿Como pagarlos por su trabajo? Ese es el problema. Está claro que la vieja fórmula de cobrar por copia de su obra no es posible en el futuro. Paro, ¿cual es la alternativa?
Yo propongo que a nivel nacional, (o mundial) se cree un repositorio donde los autores de cualquier tipo cedan su obra., Bajar obras de ese repositorio será gratis y que los autores se reparten en función del éxito de su obra,dineros que el Eir stado recauda vía impuestos para mantener a los creadores.
El reparto, como medir el éxito y todas esas cuestiones fundamentales para los autores, no tengo claro como hacerlo, pero de eso debe saber mucho la SGAE
Los autores deben seguir pudiendo tener ingresos por su obra para que sigan creando, el público tendra acceso libre a la cultura, y si estamos manteniendo via inpuestos a maestros, sanitarios, policias, fareros, veterinarios municipales, bomberos, vigilantes de la playa y otras cien profesiones más que trabajan para el bien de todos nosostros, no veo por qué los creradores no van a poder vivir via impuestos
La proposición «es lo que hay» no es un argumento válido para tomarlo como base, y no quiero caer en la ley de Godwin. xP
Si un músico quiere usar el copyright, bueno, es su apuesta, ¿por qué negárselo? Una canción de Eltonto John no es algo imprescindible para la humanidad, como lo es una vacuna contra el SIDA (y la gente se moviliza más por tener música gratis que por tener vacunas contra el SIDA gratis).
Si la gente no está de acuerdo con ese modelo, ¿por los escucha a ellos en vez de a músicos creative commons? Es un poco raro eso de: muchos músicos son demonios y no apoyamos su causa, pero adoramos su música, la escuchamos todo el día y les concedemos la «notoriedad» (el valor más preciado en la sociedad de redes actual) a ellos y no a los valientes.
¿Por qué la gente no busca y «piratea» más a menudo las obras que sí se le ofrecen de forma gratuita?
Hola Enrique! Soy una coruñesa en el «exilio» y aparte de visitar con frecuencia tu web me encanta que pongas el tiempo que hace por la mañana porque dentro de nada estaré por ahí y así me hago a la idea
Sr. Dans, tiene toda la razón. Las discograficas son simples intermediarios entre un artista y sus compradores potenciales, y el problema que tienen es que hoy en dia, internet es el mayor intermediario que existe, y por tanto, su porcion de mercado esta condenada, tienen 3 opciones: Evolucionar, Patalear o Desaparecer. Las he ordenado de mejor a peor, y al parecer por el momento estan pataleando, veremos cual es el siguiente paso,… desaparecer o evolucionar?
P.D: Aunque no venga a cuento,… esto es similar a la Teoria de la Evolucion de Darwin, ¿no creen? si alguien no se adapta a las nuevas circunstancias, desaparece.
A mi los derechos de autor me parecen como el diezmo medieval.
Porque un cantante cobra de manera casi perpetua (5 decadas) por un dia de trabajo?
Por que un arquitecto no cobra el 5% del dinero que genera el hotel que proyecto?
Porque el obrero que lo levanto con primor tampoco trinca?
Porque yo no veo un duro del dinero que genera la cartera de clientes que construi ( con mi intelecto) en mi anterior trabajo?
Porque ellos si y yo no?
A mi me suena a seniorio medieval, o todos cobramos o ninguno cobra…
Hola, es verdad q es un problema q hay q dar solución pero creo q dar subvenciones vía impuestos no es lo más adecuado ¿intervención estatal?¿nos dirán lo q tenemos q escuchar?. Si estamos de acuerdo q queremos pagar menos por aparatos tecnológicos y si el traerlos importados a precios inferiores a los que hace años se podrían conseguir nos parece bien en detrimento de una industria [p.e. la indutria nacional ¿alguien recuerda los televisores Elbe (creo recordar q se llamaba así la marca española)] ¿ por qué no la música? Además si dieran subvenciones a cualquiera q se presentara como compositor o autor de canciones por un lado habría un exceso de ofertas(más de lo mismo y hasta «yo» haría pinitos en esto de la música )aparecerían los llamados «free rider» q en un entorno económico son los parásitos y aprovechados….
Gracias.
¿Cómo puede cobrar/vivir un autor de su trabajo como compositor ya que no hace conciertos?
Siempre ha sido un dilema llevado por parte de algunos hasta la estupidez.
La respuesta a esa pregunta se contesta con otra pregunta:
¿Cómo vive de su trabajo un arquitecto ya que no hace obras?
Pues, coño, bien fácil … valora su trabajo y cobra por eso antes de empezar las obras.
Si te dedicas a hacer contratos basados en porcentajes de ganancias futuras y cosas de ese estilo, es tu problema si no cobras. Aprende primero a hacer negocios o dedícate a otra cosa … pero no culpes a los demás por algo que tiene como base tu ineptitud contractual.
Pues yo ayer iba a ir al concierto del grupo novel Triángulo de Amor Bizarro gracias a que me había descargado el disco previamente en el eMule y me gustó.
Desde luego, si tengo que comprárme el CD o esperar a que lo pongan en las emisoras de radio «musicales» que nos taladrán la cabeza con los «hits del verano», creo que simplemente pasaría de ellos.
Al final no puede ir al concierto porque en La coruña había otras cosas con las que entretenerse y me quedé con las ganas. Otra vez será, seguiré escuchando el disco hasta que los pueda ver en directo.
Lo que me sorprende es que algunos usuarios están diciendo que hay un problema que hay que resolver, pero yo no veo el problema por ninguna parte. ¿Por qué hay que inventar sistemas de pago especiales para los autores?. Ser autor es un trabajo como otro cualquiera, ¿por qué hay que privilegiarlos como sea?.
El que sea cantautor cobrará de los conciertos, y el que sea sólo compositor o letrista cobrará de los encargos que le hagan los cantantes. El ejemplo de los arquitectos es perfectamente válido, como ya ha señalado PPPérez.
Además, casi nadie está pidiendo que los derechos de autor desaparezcan cuando hay ánimo de lucro. Tan sólo con eso los autores ya tienen en exclusiva cualquier posibilidad de negocio que haya, que ya es de por sí un privilegio bastante grande.
Lo que no puede ser es que pretendamos mantener a flote modelos de negocio que están muertos y enterrados. Con la tecnología actual es sencillamente inviable pretender cobrar por la copia, porque eso es algo que cualquiera puede hacer. Se podrá cobrar (tal vez) por dar descargas fáciles, rápidas y cómodas, se podrá cobrar por cualquier otro servicio basado en la obra que funcione, pero lo que no se puede hacer es pretender cobrar por algo que cualquiera puede hacer en su casa a coste virtualmente cero.
Sobre la idea del repositorio central financiado con impuestos, ¿cómo vas a obligar a la gente a descargar de allí?. Yo no descargaría de allí, porque eso significa que una parte del dinero de mis impuestos va a los autores (que en realidad acabaría en manos de las discográficas), y yo prefiero que ese dinero vaya a la construcción de carreteras.
El gran error estuvo en las discográficas que se quedaron estancadas como dinosaurios sin saber adaptarse a una realidad que las apabullaba. Ahora es tarde. Aquellas grandes maquinarias industriales que no hayan dado el primer paso hacia su propia versión 2.0 (por llamarlo de alguna manera) hace un par de años atrás, se verán atrapadas sin salida en poco tiempo. La música es social, es tanto o más 2.0 que la web de hoy en día.
Saludos desde Argentina!
Cuando se habla de qué pasará con los compositores y con los músicos-intérpretes, habría que acordarse un poco de cómo eran las cosas antes de la tecnología de grabación y el nacimiento subsiguiente de las discográficas y su adquisición del dominio de todo un sector del arte/entretenimiento.
La generalización de las grabaciones quitó el trabajo a un montón de músicos que vivían de que la única manera hasta entonces de oir música era en vivo. No recuerdo haber leído que las discográficas llorasen por los músicos y la creación entonces.
De modo que el imperio de las discográficas ha traído que muy poca gente pueda vivir de su trabajo como músico, aunque eso sí, unos cuantos se forren a niveles no justificados por su trabajo ni por ninguna excelencia.
De los derechos de autor de los compositores, pues toda la vida de dios estos cobraron por encargos para representar o tocar su obra, y (algunas veces y poco) por la edición en papel de sus partituras, libretos o lo que fuera.
En resumen: la tecnología evoluciónó, permitió la grabación musical (y su monopolio) y cambió completamente las reglas del juego. Perjudicó a mucha gente, benefició a otra (tanto o más a empresas que a artistas).
La tecnología sigue evolucionando, y ahora destruye ese monopolio de las grabaciones, además de abaratar enormemente la propia grabación y facilitar soportes y canales de distribución diferentes no controlables.
Pues bueno, pues muy bien.
Otra vez, habrá quien gane y habrá quien pierda.
Con algo de suerte, habrá más artistas (no menos) que puedan darse a conocer, distribuir sus obras y ganar algo, aunque tal vez el muchimillonario ídolo del pop esté en camino de desaparecer, y lo que se pueda ganar un artista con su musica no le dé para hacerse rico casi nunca, como no le da ahora a la mayoría tampoco.
En resumen, la tecnología se lo dio, y la tecnología se lo quitó. Que bendigan su nombre y se alegren de que no les pueden quitar lo bailao.
Y los miles de músicos de teatro, variedades, orquestas de radio, etc., cuyo medio de vida desapareció, igual aplauden desde el otro barrio, que ahora les toca perder a los que les echaron antes del negocio. A cada cerdo le llega su San Martín.
Porque esto no es más que otra vuelta de tuerca que nos devuelve, con todas las diferencias que se quiera, a lo que fue la situación normal durante siglos (o milenios), acabada una situación que en sí misma ha sido probablemente excepcional y transitoria: una tecnología provisional y a medio desarrollar durante algunos decenios, que inventó la grabación pero siendo ésta todavía cara, difícil, y con soportes limitados que permitían su monopolio. No iba a durar eso siempre, hombre.
#Aloe: Felicidades, tu comentario ha sido de los que hacen época :-)
#Aloe: tu comentario me ha parecido acertadisimo y resume perfectamente el como se ha llegado a la situacion actual gracias a que la tecnologia les dio los privilegios para poder tener el monopolio de la musica y ahora con las mismas la tecnologia desde la aparicion de internet les ha desposeido de esos privilegios, si quieren seguir haciendo negocio que se adapten como ha hecho apple y santas pascuas, todo lo demas son pataletas para poder seguir defendiendo un modelo de negcio ya obsoleto.
Cita:»Habra que hacer algo para regular esto en cualquier caso, tampoco se puede estar así, hay una empresa australiana que esta llegando acuerdos con discograficas para poder insertar publicidad en las canciones y descargarlas gratis,
¿Tu crees Enrique que estoy seria una solucion?»
¡Jamás!
Uno de los motivos por los que la radio me parece un medio de comunicación insufrible es porque a cada tres palabras que dicen te insertan un anuncio sin que puedas esquivarlos porque están absolutamente entrelazados con el resto del contenido.
Prefiero mil veces pagar por un disco con dinero y luego tener la libertad mental de disfrutar del contenido que he escogido, que aceptar el pago de ser bombardeado con publicidad que invade mi mente con el solo propósito de transformarme en un autómata idiotizado que termina deseando y actuando de acuerdo a intereses ajenos.
La publicidad es el cancer de la información. Y los seres humanos somos infodevoradores; por eso es esencial ser muy selectivo con los contenidos por nuestra propia salud mental e independencia de criterio. La mente es un tesoro mucho más importante que el bolsillo, si me obligan a elegir entre los dos.
Cuando veo a la gente que enciende la tele y se queda embobada mirando lo primero que sale, aunque sea un intermedio, se me llevan los demonios.
El tiempo de pagar por la música en soportes tradicionales totalmente arcáicos y superados por la tecnología actual se está terminando; y acaso también se esté terminando el tener que pagar por los discos en cualquier formato. Esa realidad obligará a que las estructuras empresariales y comerciales de la música se reorganicen completamente, desapareciendo muchos escalones, negocios, empresas… y creándose otros muchos.
Personalmente de ninguna manera pienso que haya que aceptar una indemnización como la que propones. Mi mente, los contenidos que tengo en ella, mis ideas del mundo elegidas libremente, son lo más valioso que tengo y no voy a dejar que lo contamine una carcoma de cuñas publicitarias, enganchadas como rémoras a las canciones que me acompañan en mis mejores momentos.
Además es ingenúo pensar que la gente lo aceptaría: en cuanto se impusiese ese sistema aparecerían paralelamente los mismos archivos recortados y depurados. Con la tecnología actual cualquiera puede eliminar elementos espurios como publicidades y DRM,s de sus archivos.
La solución es que se acepte de una vez que la tecnología cambia el mundo y la sociedad y ahora nos ha hecho a todos el regalo maravilloso de poder difundir la cultura (o el «ocio», o el «entretenimiento») con una facilidad nunca soñada. La sociedad sale ganando en conjunto. Solo pierden los que hasta ahora eran dueños del cotarro. No me alegro de que hayan sido expulsados de su negocio, pero tampoco me entristece. Simplemente el interés social está por encima.
Y con todo, existen formas de que el negocio audiovisual siga generando tantos beneficios como hasta ahora. No veremos llegar el apocalipsis de esta industria. Ni son necesarias en absoluto las medidas legales represivas y reaccionarias que se están proponiendo como solución equivocada desde ciertos sectores.
Lo que está claro es que si pones a disposición de la gente la forma de obtener algo gratis lo cogerá sin más. Yo voy al super y veo cosas que me parece que tienen precios desorbitados y no las compro, pero tampoco se me ocurre esconderlo para no pagarlo, lo mismo con la ropa o con lo que sea.
Lo que está claro es que descargar música de la red es fácil y barato, pero ¿que pasaría si todo el mundo lo hiciera?, porque por muy barato que pongas los discos o las descargas la gente seguiría bajandosela porque es «gratis».
¿Cual es el precio justo por un disco?, ¿Cuanto cuesta económicamente el proceso creativo de un disco?. Tiempo de composición medio de unos 3 meses mínimo, letristas, alquiler del estudio de producción, contratar a un productor, músicos, técnicos, comprar espacios de promoción… etc etc.
¿Quien se la juega si el disco no funciona y no vende lo necesario para cubrir costes?.
Pos eso
ALG, me temo que no has acertado del todo:
Si tú coges, como dices, un producto físico de una tienda y te lo llevas sin pagar, le estás quitando a su propietario, el comerciante, una cantidad de dinero equivalente a sumar lo que ha pagado por él al mayorista, los costes de almacenamiento, etc.
Lo que ocurre cuando alguien se descarga un archivo de internet no tiene nada que ver con esa situación. Se parecería más por ejemplo a esto otro:
Imagina que un día cualquiera, al pasar ante la puerta de un restaurante, ves un plato muy apetecible que anuncian en su menú. Pero al ser muy caro para tú presupuesto, en lugar de pasar a comer, te fijas bien en los ingredientes de la foto y los compras en un supermercado. Después te preparas el plato en tú casa. No queda tan estupendo como el del restaurante, pero algo es algo. Otro día te darás el gustazo.
Ahora imaginemos que el propietario del restaurante se entera de que le has copiado y te demanda exigiéndote el dinero que le debes por dos conceptos:
1�º La idea del plato, que es suya, aunque los ingredientes, la cocina, el trabajo y el tiempo fuesen tuyos.
2Ã?º El dinero. Pero no el que le has robado, puesto que tú no has entrado en su restaurante ni te has llevado el plato gratis, sino el dinero que debería haber ingresado si hubieses comido en su restaurante.
Y además alega que el hecho de que hayas comido en tú casa el mismo plato que él ofrecía es una demostración incuestionable de que si no te hubiese dado por prepararlo, ese día habrías comido en su restaurante.
Por tanto te quiere cobrar el mismo precio que marcaba el plato en el menú (incluyendo materia prima, luz, gas, sueldos de los empleados, etc.)
Esta historia tan grotesca no está tan lejos de convertirse en realidad, puesto que algunos empresarios de hostelería, ya han reclamado que se protejan sus recetas de cocina del plagio, al darse cuenta de que con la extensión disparatada que el concepto de propiedad intelectual tiene en la actualidad, incluso podría colar.
La industria de los contenidos audiovisuales se enfrenta a una crisis en la que tendrán que cambiar sus obsoletos métodos de distribución. Pero esto no significa su decadencia ni mucho menos su final. En cuanto se adapten, seguirán teniendo tantos beneficios e incluso más que hasta ahora. Pero no lo lograrán hasta que entiendan que la adaptación no consiste en intentar por todos los medios que la ley obligue a mantener tecnologías y procedimientos desfasados, prohibiendo otros más modernos y eficaces. Ese no es el camino.
Los que «fabrican» los contenidos, es decir, los artistas y creadores, ya saben esto y no le tienen miedo. Los que en realidad están preocupados, porque saben que este nuevo panorama evidencia que son absolutamente innecesarios son esas montañas de ejecutivos, intermediarios, representantes, etc. que hasta ahora se han dedicado al negocio absolutamente más rentable que jamás haya existido, y que está a punto de desaparecer, que es el de vender productos imaginarios.
Pues eso.
El ejemplo del restaurante es muy bueno pero se puede mejorar. Si te demandan exige que hagan una inspección de sanidad al restaurante y a tu casa para que se comprueben las condiciones en las que se han elaborado ambas comidas (higiene, calidad de materia prima). Ya verás como salen corriendo para hacer un trato con sus abogados y hasta puede que te paguen algo por cerrarlo (ya que se sobreentiende que el demandado no tendrá el humor de aceptar una invitación a comer).
A mi me parece que asi como el mundo y las cosas van evolusionando tambien la musica , nuevos y nuevos discos salen cada dia y las personas buscamos lo mas bueno bonito y barato entonces hay mucho que escojer y ahora con el internet es mas facil estar enterado de muchas noticias asi que ya no hay quien detenga la piraterÃa