El repositorio de materiales académicos Sci-Hub sigue acumulando demandas, multas millonarias y peticiones de bloqueo en distintos países del mundo, a los que su fundadora, Alexandra Elbakyan, sigue sin hacer el más mínimo caso.
Pese a las demandas recientes ganadas por Elsevier, que le reclama 15 millones de dólares, y por la American Chemical Society (ACS), que solicita 4.8, la fundadora de la página sigue sin comparecer en ninguna de las vistas de esos juicios, sin contestar a ninguna notificación, y la página continúa abierta, aunque es posible que desde algunos ISP no puedas acceder a ella si no utilizas una VPN. El sitio sigue albergando más de 65.4 millones de trabajos (y creciendo a buen ritmo), y permitiendo que académicos de todo el mundo descarguen más de cien mil papers cada día. Los demandantes no solo no tienen esperanza alguna de llegar algún día a cobrar las indemnizaciones que demandan, sino que además, la fundadora ha dejado clara su voluntad de seguir ofreciendo el servicio pase lo que pase, con versiones de la página en múltilples dominios e incluso en la deep web. El caso sigue paso por paso el mismo camino recorrido por otra página en un ámbito diferente, The Pirate Bay, creada en el año 2003 y aún disponible a través de decenas de proxies en todo el mundo.
¿Hablamos de lo mismo? En el caso de The Pirate Bay, los demandantes eran editores de contenidos audiovisuales, que actuaban en sus propios intereses y en los de los autores, que por lo general no estaban contentos con el hecho de que sus trabajos estuviesen disponibles libremente en la página. Pocos autores se manifestaron a favor de que sus obras apareciesen en esa página, en muchos casos porque no veían claro el modelo de negocio asociado con su trabajo, y en otros por miedo a las posibles represalias de los editores. En el caso de Sci-Hub, no existen casos de profesores o científicos que hayan protestado por la presencia de sus obras en el repositorio, son muchos los que utilizan activamente la página en su investigación, igualmente muchos los que suben a ella sus propios trabajos, y en general, existe en la comunidad científica un fuerte clamor a favor del movimiento open access, que reclama el acceso inmediato, sin requerimientos de registro, suscripción o pago – es decir, sin restricciones – a materiales digitales educativos, académicos, científicos o de cualquier otro tipo, principalmente artículos de investigación científica de revistas especializadas y arbitradas mediante el sistema de revisión por pares o peer review. El movimiento no solo cuenta con amplias simpatías, sino que incluso ha conseguido que universidades de prestigio como el MIT y muchísimas otras cambien sus políticas en este sentido y requieran a sus profesores que publiquen sus artículos de investigación en abierto.
Contrariamente a lo que ocurre en el mundo de los contenidos, donde existe una oposición generalizada entre autores y editores a la publicación sin restricciones de sus obras, en el mundo académico nos encontramos con que un número muy elevado tanto de autores como de instituciones académicas se oponen al modelo de negocio privativo de los editores de journals, y discuten de manera muy crítica el valor aportado por los mismos. Surgen numerosos journals en formato open access que alcanzan posiciones de prestigio, como PLOS ONE, que utilizan el acceso abierto y mantienen políticas de revisión por pares rigurosas y exigentes, y son muchos los autores que a pesar de publicar en journals de acceso privativo, permiten el acceso a su trabajo en abierto en sus propias páginas publicando versiones supuestamente alternativas o previas. Contrariamente a lo que sucede en la industria de los contenidos, en el mundo académico las posiciones no son ni tan maximalistas, ni mucho menos tan homogéneas, y algunos editores de journals cuentan con muy escasos aliados. Crear un modelo de negocio en torno a la publicación académica cuando no das un buen servicio (los papers tardan meses o incluso años en ser publicados), no pagas a quien te proporciona el material (ni a quienes lo escriben, ni a quienes lo revisan, a pesar del trabajo que supone) y además, pretendes cobrar precios astronómicos por las suscripciones es algo que debería resultar, en los tiempos que vivimos, escasamente viable.
¿Qué va a ocurrir en el caso de Sci-Hub? Todo indica que los demandantes continuarán utilizando el sistema legal para ejercer presión, que la creadora del sitio seguirá sin hacer ni el más mínimo caso, y que aunque acceder al sitio se convierta en algo marginalmente más complicado y precise de herramientas más sofisticadas, seguirá estando disponible. Es difícil argumentar a un estudiante de doctorado o a un profesor en un país o institución con pocos recursos que no puede acceder a recursos o publicaciones en su área de interés, cuando lo que está al otro lado es ni más ni menos que el avance de la ciencia y el conocimiento.
Como en el caso de la industria de los contenidos, lo importante no es si la página sigue abierta o no: lo verdaderamente significativo es cuestionar los modelos de negocio cuando estos dejan de adaptarse al entorno en el que viven. Los editores de contenidos comenzaron a tener problemas cuando la tecnología desarrolló formas mejores y más eficientes de acceder a las obras, y empezaron a dejar de tenerlos cuando surgió una gama amplia de ofertas sencillas y relativamente económicas que aprovechaban esa tecnología para mejorar ese acceso, llámense Spotify, Netflix o lo que sea. En el mundo de la ciencia podría ser razonable aspirar a que pasase lo mismo, y que los cientos de journals que hoy parasitan a académicos e instituciones con suscripciones a precios elevados encontrasen maneras de difundir el material científico que compatibilizasen su necesidad de obtener un razonable nivel de rentabilidad con el requisito de que la ciencia esté amplia y fácilmente disponible para todos. Como en el caso de The Pirate Bay, Sci-Hub no cerrará debido a la persecución judicial, las demandas y las multas: cerrará cuando deje de ser necesario. Mientras tanto, el cuervo seguirá teniendo la llave.
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A raiz de este artículo sería muy interesante ver los calvarios y costes en los que incurren los académicos para publicar. En mi opinión, Wikipedia ha hecho una labor de difusión del conocimiento enorme. Ya es hora de que ocurra algo parecido en el ámbito académico.
Otra cosa, no solo es la mafia de las editoriales que resguardan sus cotos «academicos» con el fin de obtener los maximos beneficios editoriales, sino la infima calidad ( o veracidad ) de algunos de los ariculos «cientifico». Por Sci-Hub me «baje» un trabajo de 4 paginas con solo 15 referencias bibliograficas que en su sitio oficial tenia un costo de 35$. Exageracion al grado sumo!!. P. D. Dico trabajo tampoco era de ninguna eminencia en el area!!
No me responde por palabra clave, sí por código, acrónimo, web…las llaves para encontrar directamente.
precisamete ayer mi amigo Gpunto que está escribiendo unos post dedicados a la demografia, hablando de los cambios demográficos que se nos vienen encima se referia a las diferentes posturas frente al cambio que puedes tomar. Copio su texto
Van a llegar muchos cambios, y esos cambios van a afectaros. Puedes elegir cualquiera de las tres posturas:
La de “Jeremias”, o lamentaros del cambio que viene. Pedir a las autoridades que todo siga igual, incluso mediante Decretos Ley, y prepararos para el “bien morir” porque pese a tus advertencias, y desvelos, “nadie hace nada” y el futuro sigue su paso inalterable hacia convertirse en presente.
La del “avestruz”, que no mira lo que ocurre en el exterior, y sigue empeñado en creer que los probables cambios que van a haber, no le afectan, y que saldrá del paso haciendo todo “como siempre se hizo” o quizá lo mismo pero un poco mejor.
La del “proactivo”, que ve en los cambio, no tanto riesgo, como oportunidades y que lo que pretende, es situarse lo mejor posible para aprovechar el cambio cuando este se produzca.
Está claro que las editoriales académicas han tomado la primera postura.
Qué pena da que hayan pasado 4 siglos desde Galileo y sigamos en las mismas. Por el interés económico de unos pocos (siempre fue por el interés económico), se persigue al que difunde el conocimiento científico. Menos mal que todavía quedan heroínas como Alexandra Elbakyan, que están dispuestas a jugársela por el progreso de la Humanidad.
Dudo mucho que lo de Galileo fuera por Interés económico también estan los intereses ideológicos.
En el otro sentido, no hay mas que ver lo que paso en la biología de la URRS con Lysenko.
La investigación y la ideología dogmática, no siempre se han llevado bien, porque a veces el investigador demuestra que el dogma está confundido y en estos casos se «mata al mensajero».
Lo de Lysenko es un buen contraejemplo, pero el inmenso negocio que era la Iglesia Católica en los últimos siglos de la Edad Media y durante el Renacimiento era de tal magnitud que es difícil de concebir. ¿Te parece que la Iglesia actual tiene muchas riquezas? Eso no es nada en comparación con lo que tenía en aquella época, al menos si lo medimos en porcentaje del PIB.
Le correspondía una proporción (un diezmo) de lo que producían los campesinos en una época en que el 90% de la población lo era. Infinidad de feudos eran suyos (otro diezmo más), poseía también infinidad de tierras, además de recibir ingentes cantidades de dinero en forma de donaciones y venta de indulgencias.
La Iglesia era una superpotencia económica cuyo poder a menudo desafió el de los propios reyes. El edificio más grande, alto, complejo, lujoso, y caro de construir de una ciudad no era el palacio del conde, y ni tan siquiera el palacio del rey, era la catedral, con sus retablos, sus pórticos, y sus vidrieras.
Nada que ver con la situación actual. ¿Y en qué se basaba todo ese tinglado? En que era la Iglesia la que definía lo que se podía decir y lo que se podía pensar. En cualquier tema.
Tal vez no haya sido así en todas las épocas y lugares (ya digo que lo de Lysenko me parece un buen contraejemplo), pero para la Iglesia medieval y renacentista había una relación muy clara entre el control del pensamiento y la ganancia y disfrute de inmensas riquezas. A diferencia de ahora, el obispo era el mayor potentado de su diócesis.
¿Los dictadores comunistas practicaron también el control del pensamiento? Sí, claro, pero no dependían de ello. Cuando consiguieron el poder fue siempre por la fuerza de las armas.
Estoy de acuerdo con todo lo que cuentas, pero los problemas de Galileo no tenían que ver con las riquezas. sino con el Dogma. Que la tierra girara al rededor del sol o fuera al revés, era desde el punto de vista económico indiferente,
Pero si en el Credo tenias escrito que «bajó a los infiernos y subió al cielo», si era muy importante que el Infierno estuviera abajo y el Cielo arriba, y para eso, era necesario que la Tierra tuviera arriba y abajo, , si daba vueltas al rededor del Sol desaparecía eso lo que hoy estaba abajo en invierno estaba arriba, y eso si era un problema.
Lo de Lysenko era al revés, los genetistas iban contra el régimen, porque el hombre nuevo, no se formaba, sino que salia como sus padres, y eso era contrario a Dogma comunista.
Imaginaté que hay un historiador se empeñara en demostrar que Cataluña, nunca existió, sino que si, empre fue tributario, de los Romanos, de los Vandalos, de los Almogavares, de Carlomagno y del reino de Aragón..
¿Tu que crees que diría Puigdemon?
El lysenkoismo fue algo terrible para la URSS y mas para la China maoísta donde murieron decenas de millones de campesinos por su culpa. Pero mas que de Lysenko la responsabilidad fue de Isaak Prezent, el filósofo que inició a Lysenko en la política y quien le inculcó las teorías equivocadas.
Los intermediarios son muchas veces necesarios, pero cuando se trata de simples parásitos que se han ubicado en medio, entre la oferta y la demanda para encarecer y hacer difícilmente accesible el producto deberán ir desapareciendo. Y esto ocurrirá (ya esta ocurriendo) a medida que la gente se vaya concienciando.
Así y todo no compararía a Sci-Hub con The Pirate Bay porque el primero está mas orientado al mundo académico y por eso es mas respetable pues no se trata solo de entretenimiento sino de acceso al conocimiento.
Esperemos que a Elbakyan no se la coman nunca los cuervos.
Muy bien dicho. Las comparaciones en ese aspecto son dificiles de encajar, no solo con TPB, sino tambien con Spotify. Este contenido no se trata de ocio, como ocurre con Spotify, sino con trabajo en la mayoria de las ocasiones.
Las suscripciones a revistas cientificas tienen un problema como con Spotify: las exclusividades (Science o The lancet son suscripciones independientes) y los investigadores se ven obligados a pasar por el aro de que para tener esa informacion hay que rascarse el bolsillo.
Y lo peor es que tampoco publicar es lucrativo para el propio autor. Al contrario, debe ser quien pague a la revista para obtener difusión o prestigio y para lo que ademas debe ser cuestionado (algo logico en el metodo cientifico).
Haciendo referencia a los cambios en los modelos de negocio de otros sectores hace referencia este interesante libro: «The Digital Schoolar»
https://www.bloomsburycollections.com/book/the-digital-scholar-how-technology-is-transforming-scholarly-practice/
Estoy de acuerdo con el post y el libro en que el modelo debe de cambiar. Gracias por la info sobre Sci-Hub y me alegra ver iniciativas bravas como esta.
Una pequeña muestra que creo ejemplifica a la perfección el sinsentido del modelo de negocio instaurado por algunas editoriales: autores que solicitan sus artículos a bibliotecas porque de lo contrario tienen que pagar, como denuncia @bibliovirtual en Twitter.
No olvidemos que, en el caso de los contenidos académicos, quienes pagan el acceso normalmente son las bibliotecas de universidades y centros de investigación y no el propio investigador. Mientras las instituciones sigan pagando sumas millonarias a las grandes editoriales por acceder a sus propios contenidos, cantidades que se incrementan año a año, el negocio seguirá funcionando y no necesitarán buscar alternativas, al contrario de lo que ha sucedido a la industria del entretenimiento. Ejemplar ha sido la respuesta de las principales universidades alemanas, que han decidido este año no renovar su contrato con Elsevier http://www.the-scientist.com/?articles.view/articleNo/49906/title/Major-German-Universities-Cancel-Elsevier-Contracts/
Las instituciones académicas llevan más de una década trabajando para que las publicaciones de sus investigadores estén en abierto a través de repositorios y de mandatos de acceso abierto, pero este es un trabajo lento y callado (y muy atomizado) que no parece haber trascendido a la opinión pública, a pesar de los resultados conseguidos.