La naturaleza es un sistema increíble. En muchos ámbitos, la naturaleza se considera inmejorable, un diseño natural tiende a ser visto como perfecto, como insuperable, construido y moldeado a lo largo del tiempo y la evolución en torno a la idea de sostenibilidad. Sin embargo, un ecosistema es modificado por la acción de sus participantes, y todos sabemos que la especie humana se ha revelado como la fuerza más importante en la modificación de esos ecosistemas, para llevarnos cada vez más a situaciones no sostenibles.
Una de las tendencias más reveladoras que he visto en el Netexplo Forum de este año es, precisamente, la idea de plantear proyectos que trabajan con la naturaleza. El que he utilizado como ilustración, Abalobi, es un proyecto indudablemente próximo a mí y a mis intereses: es un proyecto sudafricano dedicado a la sostenibilidad de la pesca artesanal, que recuerda enormemente al que contribuí a poner en marcha hace nada menos que quince años en Galicia, Lonxanet. Pescadores coordinados en una red de información que les permite mejorar enormemente su propuesta de valor y sus condiciones de vida, en lo que supone una prueba de que no importa cómo de alejado de la tecnología pueda estar el colectivo al que pretendemos dar servicio, porque si la propuesta de valor es adecuada, se interesarán por él y participarán de manera entusiasta.
Pero Abalobi no es excepción en los proyectos de este año en Netexplo: la naturaleza, o «la naturaleza aumentada» juega, en muchos de ellos, un papel fundamental. Podemos hablar, por ejemplo, de la utilización de buitres equipados con cámaras y GPS para ayudar a descubrir la existencia de vertederos ilegales en Perú, con el proyecto Gallinazo Avisa. O de la posibilidad, evocando un episodio reciente de Black Mirror, de recurrir a abejas robóticas para polinizar cultivos, aunque aún falte un poco para llegar a un prototipo verdaderamente funcional. O collares para vacas en instalaciones productivas que prometen una monitorización capaz de mejorar las condiciones de explotación y la productividad: varios proyectos que pudimos ver este año en Netexplo tienen que ver con las vacas, sea para evitar el uso de su carne en una hamburguesa perfecta que no recurre a ella, para obtener leche sin molestar a ninguna vaca en el proceso, o para conseguir cuero sin que ningún animal se deje la piel en ello.
Podemos hablar de la reingenierización del vino, de la visión de una agricultura moderna pasada por el prisma de la explotación de datos, o de las formas más eficientes para explotar la producción de vegetales reutilizando recursos y buscando productividades antes inimaginables: de una u otra manera, hablamos de formas de mejorar nuestra relación con la naturaleza, de preocuparnos por criterios de sostenibilidad o de buscar una eficiencia no orientada necesariamente a maximizar el rendimiento económico, sino a otros fines. Si bien una gran cantidad de mentes clásicas y tradicionales se escandalizarán ante la posibilidad de beber vino reingenierizado, o de utilizar leche, cuero o carne que considerarán «artificial», aunque no lo sea, creo que no cabe duda, sobre todo si preguntamos a personas jóvenes, que estamos ante el despertar de una verdadera tendencia. Y que, seguramente, son conceptos que merece la pena explorar.
This post is also available in English in my Medium page, “Working with nature«
No se puede «reingenierizar» el vino. Como tampoco se pudo reingenierizar la vainilla.
Vainilla y vainillina son cosas muy diferentes.
http://www.botanical-online.com/vainilla_artificial.htm
Otra cosa, que sí se puede, es engañar a los sentidos humanos con algo parecido por olor o sabor.
La cosa va más allá del engaño. En diversas ocasiones he comido marisco, así que es fácil pensar que los «palitos de cangrejo» y otras formas de surimi que remedan al marisco son una forma barata de engañar a los sentidos.
Sin embargo, estoy bastante seguro de que nunca he comido dulces que contengan verdaderas trufas (que son muy caras), y totalmente seguro que jamás he comido angulas (ídem), y sin embargo disfruto comiendo diversos dulces con (supuesto) sabor a trufa, así como «gulas» (otra forma de surimi, con pinta de angulas).
Ni zorra idea de si el sabor de las «gulas» se parece en algo al de las angulas, solo sé que me gustan, y me generan la pregunta de cuántos sabores que me serían agradables me estoy perdiendo tan solo porque se busca imitar el sabor de un alimento tradicional.
Pues es la historia de una disciplina del saber humano llamada: Tecnología. Y hay una historia triste de ella, que solo los más fans conocen: por sí misma..no le encuentra sentido a su vida, y en realidad siempre ha crecido y ha vivido sola…sin rumbo fijo…y sin objetivo concreto ninguno…Siempre perdida en el planeta de las ideas..y de las situaciones que encontraba a su alrededor.
Pero precisamente esa es su gran fortaleza…al ser una viajera incansable, se ha encontrado en sus viajes con un mónton de disciplinas procedentes de todas las ramas del saber…las cuales le han contado sus experiencias acumuladas, y también le han informado puntualmente de sus problemas, limitaciones, y metas no alcanzadas. La Tecnología siempre se ha ofrecido a ayudar en absolutamente todos los casos…sea cual fuere la temática de los problemas sin resolver.
Potenció la mecánica..ayudó en la salud y la medicina..cambió la forma de trabajar en los campos…aceleró la productividad de las fábricas..así como la industria de los transportes y los vehículos..la óptica…la química, el trabajo en las casas y en las oficinas, y un sinfín de colaboraciones más que nos haría falta probablemente un libro, o mucho más que un libro, para poder poder listar y explicar.
Estas colaboraciones todavía hoy continúan en pie. Son cada vez más numerosas…y son cada vez más las actividades humanas que reciben su ayuda. Nunca se ha negado a trabajar en ningún ámbito. Y las sinergias que establece con todo el entorno, por no decir las simbiosis..son cada vez más profundas. Y están creciendo en ritmo y en volumen, de una forma exponencial. La Tecnología no tiene tema, no tiene familia…siempre ha sido huérfana. Porque su tema son todos los temas. Y su familia son todas las situaciones humanas con las que se encuentra en el camino, y es en esos cruces donde intersecciona con todas las demás ciencias, cuando se produce la simbiosis…cuando se produce la magia.
Y el entorno natural no va a ser menos. Desconozco lo que podrá hacer la naturaleza por la tecnología, pero seguro que la técnica lo dará todo por su nueva amiga natural, y sin esperar nada a cambio…nada que no sea protegerla..y salvarla de su propia insostenibilidad futura. Estas ayudas técnicas ocurrieron en el pasado…y van a continuar en el futuro. Una tecnología sin familia ni tema definido, no importa, pues lo interesante de su comportamiento es la vocación altruista con la que participa en todo. Estoy convencido de que la naturaleza y la tecnología van a ser grandes amigas.
Hablar de “reingenierizar” el vino puede dar lugar a confusión. Puede tomarse por la acepción de tratar el vino mediante la adición de «productos químicos», que cambien el aspecto , color y sabor del vino, lo cual no es conveniente y debe evitarse.
Pero en cambio entender por «reingenerización» del vino el control electrónico de todo el proceso desde el riego a las cepas y la elección del momento de la vendimia, al filtrado y embotellado final del vino, pasando por el control de la fermentación del mosto, de la crianza y cuidado en bodega,
Curiosamente el marketing del vino hace mucho incapíé en la tradición, sin embargo los mejores vinos de hoy en día, deben su gran calidad, a parte de la calidad de la uva que se utilice en su elaboración, a un cuidado y super controlado proceso electrónico de producción que vigila constantemente el mantenimiento de las condiciones óptimas para que los diferentes procesos naturales de fermentación se realizan, comience se desarrollen y finalicen en una ambiente perfecto, mucho mas preciso que el que se obtenía antes en la profundidad de las cavas.
Si la publicidad del vino fuera técnica y no emocional, debería basarse mucho mas en las instalaciones técnicas de las bodegas, que en su tradición como bodegueros. pues los procedimientos bodegueros tradicionales, no producen hoy la calidad que el mercado exige.
No se refieren a obtener vino del mosto, ni el mosto de las uvas, sino a fabricar un líquido que tiene el color, sabor, y olor del vino, y cuya composición bioquímica es similar.
Es muchísimo más barato, y el 99% de la gente no es capaz de notar la diferencia.
No creo que haya algo totalmente sintético que se venda por vino, porque dudo mucho que algo hecho de sístesis fuera más barato que el vino barato. Si fuera barato hacer «vino de síntesis», los países que no producen uva, producirían «vino», pero lo cierto es que producen cervezas, whiskies, y licores a partir de la fermentacion de otras fuentes de azúcar, pero el vino lo importan, muy probablemente porque cuesta menos comprar vino argelino que hacerlo en casa, (si es que es posible).
Lo que si se hace, es añadir al vino barato aditivos que le hagan «mejorar» en gusto y presencia. Lo mas sencillo es añadir alcohol etílico, si se quiere aumentar el grado o por el contrario agua si se quiere reducir el grado. También es muy corriente añadir azúcar, bien en la fermentación para que uvas de regiones poco soleadas, den mas grado, o bien posteriormente, si se desea obtener un vino, (seudo)afrutado o sencillamente un vino dulce. A partir de esto lo que quieras, colorantes, saborizantes, conservantes, gas carbónico, neutralizantes de ácido acético, etc… Un vino de brik o un «champan » de tapón de plástico, suele ser vino en un 90%, pero con añadidos de procedencia natural o química de todo tipo.
Sin embargo, en el enlace del artículo de Enrique, que repito abajo, hablan de fabricar vino, no de echarle aditivos.
https://www.avawinery.com/
Vamos a romper tabúes. Para empezar, no hay nada de natural en la agricultura y la ganadería. El maíz no existe en la naturaleza, las vacas tampoco. Son invenciones del ser humano, obtenidas por selección artificial, de antepasados silvestres muy diferentes a las plantas y animales que cultivamos o criamos.
Pero es que además, la agricultura y la ganadería son formas especialmente ineficientes de obtener alimentos. Si lo que queremos es leche (o productos lácteos), de la vaca nos sobra todo lo que no sean las ubres, e incluso estas pueden ser sustituidas por otras formas de producción más avanzadas, para obtener una leche artificial que es mejor que la mal llamada leche natural, de la muy artificial vaca alimentada con los muy artificiales piensos compuestos.
Pero la cosa va más allá. De acuerdo, nuestro referente cultural son ahora las hamburguesas y la leche, así que algunas empresas están desarrollando algo que se parece a la carne, y otra cosa que se parece a la leche, pero lo cierto es que lo que necesitamos para alimentarnos son cosas tales como glucosa, aminoácidos, etc.
Estamos en la primera fase, la de remedar lo tradicional. En una segunda fase, ya ni nos preocuparemos de que se parezca a la leche y la carne, nos bastará conque sea nutritivo y sano, y el sabor, textura, y color ya serán a gusto del consumidor, según lo que le apetezca en cada momento, y no necesariamente basados en los alimentos que ahora llamamos naturales.
El futuro consiste en leds iluminando bacterias que producirán glucosa y aminoácidos, y todos los demás compuestos bioquímicos necesarios, y eso suponiendo que no inventen una manera más barata de producirlos. Después se le añade sabor, textura, y color, y listo. Los alimentos tradicionales se quedarán para las bodas, las navidades, y otras ocasiones. Después de todo, si seguimos celebrando el solsticio de invierno, ¿por qué no celebrarlo con alimentos de la época de los sumerios?
No, Krigan, no es lo mismo ni remotamente. Por eso he puesto el ejemplo de la vainilla, porque es el que usan ellos para justificarse (ver arriba enlace la reingenierización del vino).
Si te fijas en la vainilla y su sustituto comprobarás que una cosa y la otra no tienen nada que ver. Con la vainillina (artificial) solo consiguen engañar a los sentidos, al gusto y olfato, pero nada mas porque como alimentos sus propiedades y cualidades son completamente diferentes.
diferencia entre la vainilla real y la artificial
Hay 3 cualidades deseables en un alimento: que sea nutritivo, que sea sano, y que sea sabroso. Si además es barato, eso es algo que agradecerá todo aquel que no sea millonario.
Pues bien, la tecnología actual permite desligar estas cualidades. Puedes incluso tener un alimento que sea sano y sabroso pero que no sea nutritivo, como la sacarina, que usan los que no quieren calorías.
El corolario es obvio. Puedes tener alimentos que sean nutritivos y sanos (y baratos), y con el sabor que prefieras. Por eso se usa amplísimamente la vainillina, mientras que la cara vainilla apenas se usa.
¿Quieres un helado o un yogur con sabor a vainilla? Pues le metes vainillina. ¿Quieres que además no sea tan nutritivo? Pues haces yogur desnatado con sabor a vainilla. O al revés, como si le quieres añadir calcio o vitaminas.
Pero siempre partimos de la leche, ¿verdad? La final del camino siempre hay una vaca… hasta ahora. La vaca ya empieza a ser opcional.
Por poner otro ejemplo. El principal alimento del planeta posiblemente sea el trigo. Pero, ¿de verdad es necesario hacer crecer toda una planta cuando solo te interesa la harina del interior de las semillas?
¿Y qué es la harina? Es una mezcla de polímeros de glucosa. Algo que cualquier bacteria te puede fabricar en las cantidades que desees. Y en el futuro, tal vez ni siquiera necesites a la bacteria.
Pudiendo tener de forma sana el sabor que quieras, y con las propiedades nutritivas que quieras, el resto son complicaciones innecesarias y toda una montaña de ineficiencia.
Krigan; tu pareces creer que estoy en contra de la sacarina o la vainilla sintética. Y no estoy en contra. Pero la vainilla sintética no es vainilla sino solo un sucedáneo que imita el olor y sabor de la primera. Igual, una muñeca inflable podrá llegar a confundirse con una mujer, pero es otra cosa, incluso aunque pueda servir para lo mismo (hablo, por ejemplo de inteligencia artificial).
Quiero decir que confundimos las cosas y que ya estamos acostumbrados a comer gato por liebre.
Pero mas que explicarme te invito a darte un paseo por este sitio, y a ver que conclusiones puedes sacar:
http://elcomensalcavernicola.com/
No, si yo no pienso que estés en contra, lo que creo es que al conceptuarlo como un «engaño a los sentidos» o como un «sucedáneo» estás limitando demasiado la visión del tema. Por eso puse antes el ejemplo de las «gulas». Nunca he comido angulas, ¿cómo pueden ser para mí un sucedáneo las «gulas»?
Estamos ante un nuevo tipo de comida, y como nuestro referente cultural son alimentos obtenidos de plantas y animales, hay un fuerte componente de imitación o remedo de cosas tales como la leche, la carne (y que además se parezca a la de vacuno para las hamburguesas) y el vino. O las angulas.
En definitiva, no es «gato por liebre» (yo sé perfectamente que las «gulas» son surimi). Pero el surimi es una especie de pasta hecha a base de pescado. El círculo se completa cuando ya no necesitas animales ni plantas para fabricar el alimento. Cualquier día de estos nos encontraremos conque alguien ha hecho la «reingenierización del surimi».
Más aún, hablé de una segunda fase futura en la que ya incluso acabaremos abandonando (al menos en parte) el referente cultural de los alimentos tradicionales. De una forma muy limitada, ya existe desde hace décadas un ejemplo de esta segunda fase: las gominolas y otras chuches similares.
En definitiva, estamos de acuerdo en que hay imitación, pero olvídate del engaño porque no lo hay, incluso si lo siguen llamando vino. La revolución no es tanto que la imitación sea (supuestamente) muy buena, la revolución es que la imitación es sin uvas, ni ninguna otra forma de agricultura.
Krigan, comprendo tu punto de vista pero no puedo estar de acuerdo.
De verdad crees que la mayoría de la gente sabe que consume vainilla sintética, que nada tiene que ver con la vainilla? Por qué entonces no le llaman de otro modo?
No nos engañemos, son imitaciones, que solo pretenden engañar a los sentidos.
Si hacen vino sintético no será vino, será otra cosa. Que le den un nombre diferente a esa cosa nueva que imita el sabor y el color del vino pero que jamás será vino.
Bueno, algo sí que tiene que ver con la vainilla, en el sentido de que la vainillina es el principal compuesto del sabor de la vainilla. Y ese vino sintético sí que tiene mayormente los componentes del vino.
El lenguaje humano no siempre sigue reglas de lógica estricta. Hay algo a lo que llamamos lejía sin cloro, pese a que por definición la lejía es algo que tiene cloro, y también se dice «óvulo fecundado» para referirse al cigoto (si ya ha sido fecundado, ya no es un óvulo). Cualquier expresión estilo «vino sintético» es honesta (no engañosa) porque ya estamos diciendo que no es vino a secas.
También se da el caso contrario, la margarina no se parece en el nombre a la mantequilla. Y casos intermedios, como el ya mencionado de las gulas.
La glucosa es difícil de sintetizar sin la intervención de los engorrosos seres vivos. Necesitas al menos una bacteria, lo cual ya es un avance considerable sobre necesitar toda una planta de trigo, pero aún así dista de ser lo ideal.
Pero la glucosa lo que hace es aportar carbono y energía, como alimento no sirve para nada más, y esa misma función también la cumplen otras moléculas fáciles de sintetizar químicamente, sin seres vivos, como los ácidos grasos. El caso es que puedes edulcorar con sacarina, y en realidad puedes hacer lo que quieras con el sabor, olor, textura, y color.
Lo cual permite hacer un pastel sin glucosa, con ácidos grasos, que alimente como un pastel tradicional, y tenga la misma pinta y sabor. ¿Cómo le llamarías a eso?
Krigan, la naturaleza es sabia y nosotros no tanto, nos engañamos fácilmente.
Hoy hay problemas de salud nuevos, resultado de la mala alimentación; déficit de vitamina D, déficit de magnesio,
Diabetes masiva por consumo de azucar refinada, etc. Y muchas enfermedades degenerativas, resultado de una mala alimentación crónica.
El cuerpo humano necesita muchs cosas: vitaminas, minerales, aminoácidos, etc, etc, que estan en los alimentos naturales. Y, aunque muchas cosas se pueden sintetizar, lo que es mas complejo es comprender las sinergias entre los componentes de un compuesto natural. Y vuelvo a la vainilla. Mira la diferencia en componentes y propiedades entre la natural y la sintética.
Para hacer las cosas bien tendríamos que duplicar exactamente los resultados de la naturaleza. Y, o no sabemos hacerlo o resulta complicado y caro.
La salud, sobre todo a largo plazo, tiene mucho que ver con la buena alimentación.
http://www.botanical-online.com/vainilla_propiedades.htm
Coincido con tu argumento, en una o 2 generaciones a pocos les importará si su hamburguesa vino de una vaca o de una fábrica.
Los nacidos con ello como situación normal no tendrán. reparo alguno, será lo normal.
Saludos
Más deberíamos trabajar con la naturaleza en lugar de aprovecharnos diariamente de sus recursos sin ofrecer nada a cambio…