Los Ángeles, ciudad en la que viví durante cuatro años, tiene un tráfico que solo puede calificarse como de mil demonios. Cuando apareció Waze, la app de GPS social que construía mapas detallados del tráfico en tiempo real recolectando las posiciones y las velocidades a las que se desplazaban sus usuarios, la ciudad se convirtió en uno de sus mercados más entusiastas.
Waze se lanzó en Los Ángeles en 2011 mediante acuerdos de media for equity coincidiendo con el llamado Carmageddon, una serie de obras en el trazado de la 405, una de las dos arterias principales de la ciudad, que amenazaban con colapsarla (al final, los habitantes de Los Ángeles tomaron tantas precauciones para evitarlo, que no fue para tanto, y esos días se circuló mejor que habitualmente!) El resultado fue una gran adopción de Waze, que además, tras ser cortejada por Apple y por Facebook y terminar siendo adquirida por Google, se convirtió en la fuente principal de datos para las estimaciones de tiempo de llegada de Google Maps.
Ahora, miles de conductores confían en Waze o en sus datos para tomar decisiones sobre sus rutas. El caso de Waze, además, es relativamente especial: muchos lo utilizan no necesariamente cuando quieren saber cómo ir a un sitio, sino cuando llevan a cabo sus desplazamientos rutinarios, para estimar la ruta más adecuada que les ahorra más tiempo. El resultado, en una ciudad como Los Ángeles con infinidad de zonas trazadas ortogonalmente, es que un gran número de calles paralelas a arterias importantes como Wilshire Blvd. o Sunset Blvd. se convierten en rutas alternativas cuando estas se colapsan, y pasan de ser calles tranquilas a tener un marcado volumen de circulación, o incluso atascos.
La cuestión, en una ciudad repleta de barrios residenciales de casas bajas y accesos individuales, es más molesta de lo que intuitivamente parece. Que una calle habitualmente tranquila y sin ruido se convierta de repente en un infierno de tráfico con atascos y conductores pitando que te hacen difícil incluso salir del garaje de tu propia casa o te ocupan la calle en la que tus hijos andan en bicicleta supone un problema que desespera a muchos residentes. Algunos de ellos, de hecho, deciden pasar a la ofensiva, e inician una auténtica batalla contra la aplicación en la que utilizan sus perfiles de usuario para reportar accidentes, obras o controles de velocidad en su calle, para evitar que Waze lo considere una ruta alternativa.
Obviamente, ese comportamiento reduce la propuesta de valor de la aplicación, que ante el súbito incremento de este tipo de incidencias, reacciona tratando de validarlos y bloqueando a los usuarios que mantienen una pauta de reportes falsos. ¿Puede engañarse a la aplicación mediante este tipo de técnicas? Se puede intentar, pero no resulta sencillo, e inicia una escalada armamentística en la que la compañía trata de cruzar datos para desactivar las falsas alertas y expulsar a los usuarios que las generan, que por su parte, y dado que seguramente usan a su vez Waze en sus desplazamientos habituales, vuelven a abrir otro perfil bajo otra identidad. Si un usuario reporta una incidencia de manera reiterativa, pasa a ser sospechoso. Si varios usuarios se ponen de acuerdo para reportar un incidente en un mismo sitio, resulta lógicamente mucho más convincente, pero puede ser anulado si en ese mismo momento otro conductor pasa por esa misma calle reportando una velocidad de circulación normal.
Al final, como cada vez más cosas, la cuestión se reduce a disponer de una casuística suficientemente rica como para adiestrar a un algoritmo de machine learning: a la máquina la puedes intentar engañar unas cuantas veces, pero no de manera sistemática, porque sus procesos de aprendizaje son más consistentes y generan reglas sobre patrones de todo tipo. Puestos a sofisticarse, podemos encontrarnos casos de hackers que crean patrones para simular un atasco enviando actualizaciones que simulan provenir de múltiples usuarios simplemente para demostrar que puede hacerse, pero incluso ese tipo de patrones podrían ser fáciles de detectar si se convierten en repetitivos, y tampoco cabe esperar que los residentes de una zona se dediquen al hacking de manera sistemática…
En el fondo, una curiosa batalla tecnológica. El GPS nos da la mejor ruta, pero genera patrones de circulación menos habituales que pueden resultar molestos, o incide a su vez en nuevos atascos cuando muchos usuarios reciben una recomendación similar. Un sistema dinámico cuyo equilibrio no es sencillo mantener, y que vamos a ver cada día de manera más habitual. Ahora mismo son smartphones y apps como Waze y Google Maps, pero la integración en forma de vehículos conectados ya está aquí: de las últimas 2.1 millones de tarjetas SIM activadas por AT&T, más de la mitad no eran para personas, sino para automóviles. Toda una revolución, de cuyas consecuencias no siempre somos completamente conscientes… hasta que se te monta todo un atasco debajo de tu ventana!
This article is also available in English in my Medium page, “Technology moves in mysterious Waze, its wonders to perform…«
Curioso como el ciudadano urbanita se defiende del avance de la tecnología. (No solo los taxistas antiUber) Por otro lado, una ciudad donde no te puedes mover si no es en coche, tiene todo sentido «el grupo de antisistemas», ja, ja, ja para liberarse del tráfico.
Nada todos a la facultad a estudiar las colas de Markov.
Y no sólo para aplicarlas a los cajeros de los Supermercados. Aqui es más fácil coges las carreteras de acceso al centro, y a soportar atascos y a Anselmo, en las radios diciéndonos lo mal que están. Eso que nos ahorramos en 4G.
Mi experiencia es que con amplias bases de datos, (de mas de 100.000 registros), que además sean poco estáticas, es decir que tengan abundantes altas, bajas y modificaciones, lo peor que te puede pasar, es que se «contamine» con datos falsos, pues si pretendes depurar los datos automáticamente, (la única forma económica de hacerlo), por más que te esfuerces, los algoritmos que creas, aparte de que producen abundantes falsos positivos y falsos negativos, llenan de imprevisibles sesgos la base de datos, dejándola inutilizable para cualquier estudio estadístico.
Puedo asegurarte, que si un numero razonable de personas de esas barriadas ocultan un poco la procedencia de los datos y les llenan de datos falsos, tanto a mano o peor con un «bot», tanto del tipo notificar problemas inexistentes, como lo contrario, notificar circulación fluida donde no lo es, pueden acabar con el sistema de predicción de rutas inevitablemente.
Buenas tardes
Interesante artículo, he leído el artículo del Washingtonpost y los comentarios de la gente de ambos «bandos». La cuestión es si tu te compras una casa es un sitio apartado y tranquilo y asi te lo venden, si aquello se convierte en una autopista ¿a quien te quejas? ¿Tienes derecho a quejarte o eres un egoista? El valor de tu casa disminuye porque ya no puedes decir lo de tranquilo. Yo en este caso estoy con lo de las casas
Un saludo
Daños colaterales. Seria interesante saber cuantos de los que protestan por los coches pasando delante de sus casas ahora, estaban ayer defendiendo «a muerte» otros usos de la tecnología como UBER…
Aunque creo que has desviado el tema sin que tenga nada que ver con UBER…
Podrías preguntarte otra cosa: Seria interesante saber cuantos taxistas usan su smartphone para pasar el tiempo mientras esperan clientes en la parada cuando ayer estaban criticando «a muerte» otros usos de la tecnología como UBER.
Pues creo que es un ejemplo de que la tecnología «disruptiva» (como gusta llamarla últimamente) tiene efectos positivos y negativos. En el caso de Waze positivos para los conductores y negativos para los residentes en las calles que ahora se usan mas. En el caso de Uber positivos para los usuarios y negativos para los taxistas.
Lo que no tiene ningún sentido es que metas en la discusión a Angry Birds o Candy Crush, porque no creo que a nadie le afecte de forma negativa que el taxista juegue en su móvil mientras esta en la parada.
Y este ejemplo lo puedes llevar a muchos mas aspectos. Muchos partidarios de la energía nuclear protestaran si les pones una central al lado de su casa y muchos ecologistas se quejaran si montas una instalación solar fotovoltaica enfrente de su casa rural (es un ejempño, no te lo tomes al pie de la letra). Hace unos años en el.norte de Burgos los que mas se oponían a instalar generadores eólicos eran precisamente los ecologistas.
Pues ya lo sabemos todos, que no se puedn hacer tortillas sin romper huevos, Vaya cosa.
¿Y con ello quieres decir, que para que los taxistas estén contentos, tengo que pagar yo por vida, un trasporte el triple de lo que podía costarme?
Pues no he dicho nada de lo que supones, así que en este caso (como en muchos) tus dotes de lectura del pensamienro han fallado (y las de comprensión lectora también). Simplemente he apuntado la posible situacion de que los que en un momento usan una tecnología para un beneficio propio (a costa de un perjuicio para un tercero) cuando la.misma tecnología se les vuelve en contra entonces se quejan.
Pues te has debido quedar calvo,….
Lo que yo he dicho tampoco es muy original, si me conviene que exista UBER, trataré que venga.
¿De verdad has comparado UBER con whatsappear con el smartphone (por poner un ejemplo)?
Alex:
No se si me lo preguntas a mi, pero si es así, no, no he hecho esa comparación.
Me gusta esperar y revisar este blog, por si aparecen ideas nuevas no obvias, lo que los cursis llaman ahora pensamiento lateral y te llenan las redes sociales con propuestas del tipo cuanto son 2+2.
A bote pronto, la respuesta obvia, al estilo de la respuesta de Gorki, sería poner mecanismos de defensa en la app, no sé, del estilo ver desde que zona se hacen la llamada, poner una ID dependiente del DMAC, hacer estudios de tráfico serios, con sus horas cargadas, históricos, etc… nada, que vengan a España que hay muchas consultoras que lo harán muy bien.
Otra también obvia, es que una app no te arregla un desaguisado urbanístico, cuando aquí en Europa los ayuntamientos o consorcios, vieron ya desde principios del XX, que la solución era el transporte público, y las ciudadades no crecían tanto a lo ancho, lo primero que se te ocurre es que adapten su metro a esta circunstancia, pero el problema de fondo es lo asocial del (voy a usar a propósito esta palabra->) «paleto burgues» americano, cada uno con su vivienda unifamiliar con jardín y su american way of life. Pues nada a disfrutar hasta que no lleguen los coches eléctricos de los tanques que derrochan gasolina, ruido y de los humos de sus coches y de sus barbacoas. A Guantánamoa a socializarlos.o a ver Supernanny
Si quieres que un lugar tranquilo no se convierta en una autopista, nada más fácil que instalar badenes para reducir la velocidad.
De esta forma esa ruta alternativa dejaría de ser viable en tiempo y velocidad.
Pero para eso, el ayuntamiento debe estar interesado en instalarlos u otorgar licencias para su instalación.
Pero es posible que al ayuntamiento lo que le interese es el máximo aprovechamiento de todos los caminos disponibles, en lugar de reducir las opciones de desplazamiento.
Waze es un ejemplo más de economía colaborativa. Habiendo tanto asfalto desaprovechado, darle uso y redistribuir el tráfico.
Es el eterno dilema, de beneficiar a unos pocos (los residentes), frente al interés general del ahorro de tiempo y combustible, que beneficia a toda la comunidad y el planeta de forma global.
No es tan sencillo, te lo aseguro. Los badenes son molestos para todos, no solo para los conductores. En zonas residenciales incrementan mucho el ruido que genera la calle, y a los residentes, por lo general, no les gustan nada…
De acuerdo a la quinta enmienda, Los EEUU pueden expropiar, indemnizando claro, cuaqluier propiedad privada para uso público. Ah, pero no aplica cambio la licencia de GPL a propietario. Los Angeles, we have a problem;-)
También pueden poner Drones de los que les gusta a Amazon a vigilar unas cuantas calles. No, eso es caro.
Ah no, el problema es que hay una app que no sabe solucionar los «bugs» a sus problemas, pues al trabajo se viene llorado de casa… y si le metes el dedo en el ojo a alguien, se defiende. ja ja ja ( de verdad que el caso es muy bueno)
Si los de Waze ya han dado el pelotazo ( cerca de 1000 Millones de Dólares) al tonto que pago esa millonada, que invierta en hacerla una app en condiciones o que llegue a un acuerdo con los perjudicados. Ya, que no tiene costumbre… suele pasar cuando un grande compra a una startup para luego no saber que hacer con ella, al menor contratiempo, al fin y al cabo no es su baby.
Uso Waze a diario y en mis viajes y estoy encantado, me ha salvado en numerosas ocasiones de meterme en un atasco horrible. Respecto al problema que tienen en Los Angeles, recuerdo que una vez volviendo por la A6 a Madrid en un puente, el atasco comenzaba a la altura de Benavente (trafico denso) y unos kilometros mas adelante, ya estábamos parados. Abrimos el Waze, y nos proponia como ruta alternativa coger la siguiente salida, y rodear por carreteras secundarias atravesando pueblos castellanos, para volver a incorporarte a la A6 bastantes kilometros más adelante.
El trayecto, como es normal, era mucho mas largo, pero no estabas parado y se circulaba a velocidad «normal» (90 km/h y 50km/h atravesando poblaciones), lo cual, para el que conduce, es mucho más agradecido y menos cansado.
Lo gracioso es que, al igual que yo, muchos conductores optaron por este recorrido sugerido por waze (algun copiloto vi con el movil en las manos haciendo indicaciones al conductor).
Lo gracioso del tema fue ver la cara de «de donde viene tanto coche y a donde van por aqui» de los habitantes de los pueblos que atravesamos, poco acostumbrados a tal cantidad de coches a esas horas (eran las 8 o 9 de la noche).
Pues gracias a esto, conoci pueblos que nunca hubiese pasado de no ser por esta situación, algunos de los cuales me lleve buena impresión, y que me estoy planteando visitar o para a comer la proxima vez que tenga que coger la A6. Un caso en el que Waze a funcionado como generador de turismo y de riqueza, :-))