El tabloide alemán Bild toma la decisión de bloquear el acceso a sus contenidos a todo aquel que tenga instalado un bloqueador de publicidad, al que pasa a saludar con una página en la que le conmina a desactivarlo o a hacerse socio.
La navegación en Bild es sencillamente insoportable: no es que viva de la publicidad, es que se dedica a martirizar alevosamente con ella a todo aquel que se asoma a sus páginas. Los anuncios surgen de manera incesante por los laterales, en los fondos, en formatos de todo tipo, en intersticiales o incluso, en algunos casos, en modo pop-up, un formato que muchos creían muerto. Leer Bild es como tener una pareja con tendencias sádicas: te puede gustar el contenido, pero tienes que aceptar leerlo mientras te pegan cada poco tiempo con un látigo.
No hace falta decirlo: el editor puede hacer con su contenido lo que quiera y prohibir la entrada a quien le venga en gana. Pero plantar una prohibición en la puerta con un mensaje grandiloceunte diciendo que «vivimos de esto, y sin publicidad no podríamos pagar a nuestros más de quinientos periodistas» supone una afirmación clara y evidente: no hemos entendido nada. Una cosa es tener un modelo de negocio, y otra faltar permanentemente al respeto a tus usuarios y creerte en el derecho de martirizarlos mientras consumen tu contenido.
Simplemente, hubo algo que se perdió en el sentido común de algunas empresas editoriales cuando pasaron del papel a la pantalla: en el papel, la publicidad, por una limitación técnica derivada del soporte, se estaba quietecita en el lugar en el que estaba impresa. Nunca vimos, en el papel, un anuncio que se desplegase por encima del contenido impidiéndonos leerlo, que nos molestase y nos provocase estrabismo crónico moviéndose sin parar, y mucho menos que nos gritase. Sin embargo, por alguna razón difícil de comprender, todo eso, que sonaba completamente absurdo, pasó a ser aparentemente lícito en cuanto la tecnología lo permitió. En lugar de utilizar la tecnología para acercar al anunciante a su posible público, nos dedicamos a utilizarla para una especie de guerra en la que si no molestábamos lo suficiente, teníamos la impresión de que nuestra publicidad no funcionaba. Y ahora, cuando esos usuarios, con toda la lógica del mundo, reaccionan bloqueando aquello que les molestaba, nos negamos a cambiar nuestros formatos, les decimos que «es lo que hay», y que o aceptan esas molestias, o se pueden ir a leer a otro sitio. Alguien está profundamente equivocado aquí, y estoy seguro de que no son precisamente los usuarios.
Si quieres que tus usuarios desactiven sus bloqueadores de publicidad, reconoce tus (muchísimos) errores, haz voto de arrepentimiento, y promételes que acceder a tus contenidos no volverá a convertirse en un infumable castigo. Asegúrales que no les martirizarás más, que no les obligarás a descargarse decenas de trackers de todo tipo, que no meterás diez (o más) veces más bits inútiles que no quieren ver por cada bit que sí querían ver. Si quieres vivir de la publicidad, haz un compromiso firme e inequívoco por la buena publicidad. Si quieres pagar los sueldos de tus empleados, gestiona tu negocio como es debido y no insultes la inteligencia ni pongas a prueba el aguante de tus usuarios. Lo demás, es no haber entendido nada.
Tras mucho tiempo castigando a sus usuarios con formatos infumables e insoportables, ahora Bild pretende convertirse en el adalid de algún tipo de «orgullo de editor» mediante esta «página de la vergüenza» en la que afea a los usuarios su conducta. Vergüenza es la que debería tener Bild, cuando precisamente ha sido su conducta y la de muchas otras publicaciones la que he llevado a que esos usuarios tuviesen que instalarse el bloqueador de publicidad para poder resistir aproximarse a sus páginas. Bild no es una «víctima inocente» ni un «daño colateral», sino precisamente una de las razones por la que muchos usuarios alemanes decidieron instalarse un bloqueador de publicidad. No, Axel Springer, así no: te equivocas de parte a parte en tu análisis del problema, niegas toda asunción de responsabilidades, y solo contribuyes a escalar esta guerra. Lo único que merece tu infinita arrogancia, en realidad, es que tus usuarios te den definitivamente la espalda y se vayan a leer a otro sitio.
This article is also available in English in my Medium page, “Bild: like it lump it?»
Bild es un panfleto sensacionalista de poca o nula calidad informativa con lo que tampoco se pierde mucho no pudiendo leer su contenido.
Lo que está claro es que muchas empresas alemanas, entre la que está la matriz de Bild (Axel Springer) parece que no entienden las reglas del juego del mundo online lo que supongo acabará pasándoles factura.
Todo eso permitiéndose el lujo, por si fuera poco, de presentarse como la editorial online puntera «Die Axel Springer SE ist der führende digitale Verlag in Europa».
Por mi encantado en que usen esta forma de publicidad. Ellos están en libertad de usar la publicidad como quieran; los usarios en consumir los productos que queramos.
Para estas cosas se inventaron las fuentes RSS, para ahorrarte mucha publicidad, al menos en la portada.
Un regalito, para que no tengais que buscar: http://www.bild.de/rssfeeds/vw-home/vw-home-16725562,sort=1,view=rss2.bild.xml
Hay otro problema también aquí, y es que las propias marcas que se publicitan pueden acabar siendo victimas de sus propios formatos publicitarios. Yo ya le he cogido tirria a muchas marcas solo porque su publicidad no me deja ver un contenido que me resulta interesante. Realmente tanto medios como las marcas deberían cambiar el formato, ¿porqué no una marca que patrocine un determinado tipo de contenido? Coca-Cola y la noticia alegre del día por ejemplo…
Creo que no es justo señalar al medio como único responsable de la feria publicitaria. Hasta que se llega a colgar el anuncio, el anunciante y la agencia de medios han aprobado estar con esos formatos en ese sitio. En todo caso culpa compartida a partes iguales.
El medio puede optar entre varios proveedores de anuncios. Si uno le hace perder visitas, que opte por otro.
La lectura de este periódico, incluso en su versión papel, en la que la publicidad se queda quietecita en su sitio, ya provoca por sí sola estrabismo crónico, espasmos cerebrales y explosión violenta de neuronas. Tanto es así, que este periódico ha sufrido (espero que lo siga sufriendo y que vaya para largo) un boicot de lectores debido a sus contenidos de baja (o nula) calidad periodística. ¿500 periodistas? ¿Seguro que son periodistas?
Allá ellos y los que les visitan. Es sus problema, así como lo será para los que le imiten-
¿Podemos pedir a un buscador que no indexe a quienes no acepten Adblok? ´Así evitaremos intentos de enlace fallidos
Ojo el aviso no sólo salta si tienes un bloqueador de publicidad en tu navegador.
Acabo de entrar con mi Firefox que no tiene ninguno y me ha bloqueado, ¿por qué? pues porque tengo puesta la opción Anti-rastreo nativa que trae el navegador y que puedes activar o desactivar en la configuración.
Tranquilo… solo te meten 15 cookies cuando tienes activo el bloqueador de anuncios, y hasta 24 (no sé si más) si lo desactivas.
¡Y sin aviso de cookies!
Ivoox me ofrece un buen servicio, pide que veas su publicidad con flash, no tengo flash porque no lo quiero … Ivoox pierde y yo pierdo, desaparecera esta positiva empresa, cada dia creo menos en internet en una tónica que cumple ya sus 20 años desde chiquitin , es obvio como ha convertido el mundo en un vertedero de baja calidad y a la baja en todo, en lo moral y demas, y sin opciones … y viven los tontos instagram y el ciento de demas, que tanta pasta dice que gana
¡Con un par, sí señor! A ver si tienen agallas para publicar estadísticas de visitas a partir de semejante pantallazo, lo lógico será que caigan en picado.
Eso sí: la tienda (shop.bild.de) funciona aunque tengas bloqueador de anuncios… El eterno problema de las varas de medir.
También (curioso que es uno, a veces), por si alguien entiende el idioma alemán y quiere echar un vistazo a bild.de, si pausas el bloqueador de anuncios y vas al inicio (clic en el logo, obvio) cuando te sale el pantallazo, te muestra todos los contenidos y una vez en la página inicial puedes reactivar el bloqueador y ver tranquilamente todo. Fallo tonto, ¿no?
Y conste que he estado un rato viendo el sitio porque me ha picado la curiosidad, de lo contrario habría cerrado la ventana de inmediato, una vez entendido (más o menos, gracias a san google traductor) lo que me estaba diciendo el pantallazo. Seguramente la reacción más habitual se esta, en lugar de suscribirse o pausar el bloqueador.
En la última frase de mi comentario, donde dice «se esta» debería decir «sea esta».
(No puedo editar el texto, por eso me respondo a mí mismo)
La editorial de Bild ya decidió en su momento sacar a sus medios de Google News, decisión que rectificó al cabo de unos días ante la caída de visitas. Será interesante ver qué pasa en esta ocasión.
Desde luego, Bild es ideal para ser el conejillo de Indias del experimento. No se pierde nada si se va a la mierda (Bild es pura basura). Sus usuarios, por tanto, decidirán si desactivan el bloqueador y permiten que Bild les ase a publicidad agresiva, o bien se van a otro sitio. Y el resto del planeta observaremos quién se baja antes los pantalones.
Claro está que hay otra posibilidad, y es que los bloqueadores encuentren la manera de ocultar su propia presencia. Después de todo, un bloqueador puede hacer lo que quiera con el código html y javascript de la página que le llega. Se prevé una carrera de armamento.
Seguramente me van a llover piedras, pero donde percibo una infinita arrogancia es en el post y en casi todos los comentarios. No es sólo lo que se dice, sino como el tono agresivo e intolerante empleado. He intentado seleccionar varios verbatims, pero hay tal abundancia que he desistido de ello.
Es curioso que muchos comentarios hablan de que el Bild es una mierda, lo cual es cierto. Y dudo que sean audiencia de Bild. Pero entonces ¿qué te importa lo que hagan si tú no vas a entrar?
Tienes una casa. Se llama Bild. Ofreces contenidos abyectos y una publicidad intrusiva y que toca las pelotas. Y vas y no dejas entrar a quien instala bloqueadores. Es tu casa ¿Y que? Sencillamente, a quien no le guste, que no entre.
Es tu casa, y en ella haces lo que la adorada tecnología te permite y tu estrategia te dicta para poder seguir pagando las 500 nóminas mientras el modelo de negocio aguante. Y si te has equivocado y tus lectores te acaban rechazando y TE ARRUINAS TÚ. Tú pagas las consecuencias.
Porque estás gestionando como mejor puedes TU CASA, navegando en un entorno nuevo y cambiante en el que todo te va en contra.
¿Quién es nadie para exigirte desde fuera y con malos modos lo que debes hacer y lo que no?
Ya pagarás tú las consecuencias. La audiencia es sabia.
Utilizas la tecnología ý ejerces tu LIBERTAD para intentar salvar tu negocio.
Si, dirán los demás que ellos ejercen la suya para ordenarte lo que tienes que hacer. Pero ellos no tienen 500 nóminas por pagar.
Cuando además, técnicamente, lo que hace Bild es otro tipo de muro de pago. Si vemos lícito que alguien nos bloquee el acceso al contenido si no pagamos ¿por qué nos parece mal que nos bloqueen si no aceptamos publicidad?
Pero sobre todo, deja a la gente que ejerza su LIBERTAD. Que el Bild o Tele5 o el New York Times, me da igual, gestionen su negocio como mejor crean. Y que la audiencia, que tiene infinitas propuestas, decida si le gusta o no.
La mayor parte de la publicidad en internet me parece deplorable. No me gustan los lobbys que maniobran para conseguir privilegios.
Pero si esto es una guerra, como parece, aqui sacuden las dos partes. Y ahora le ha tocado sacudir a muchos publishers.Por las virukenas reacciones, parece que la cosa ha dolido pese a ser un medio tan denostado. Algo habrá detrás.
Voy a por palomitas para no perderme la siguiente escena.
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Respondiendo a tu primera pregunta, en efecto me importa un carajo lo que Bild haga o deje de hacer. Pero me reconocerás que tiene su interés el ver qué va a pasar. Los usuarios de Bild ¿van a ponerla en la lista blanca de su bloqueador? Son solo 2 clicks. ¿O bien Bild se va a pegar el tortazo padre? Como tú, yo también voy a por las palomitas.
En cuanto al resto de tu comentario, las discográficas también se pusieron en plan «son mis canciones, es mi casa, tú nunca te cagarías en el casco de un policía británico». Pero no sirvió de nada. Resulta que los ordenadores eran de los usuarios, y hacían con ellos lo que querían. Y esto es lo mismo.
De momento nadie me ha rebatido sobre la inexistente diferencia entre un muro de pago y la propuesta de un «muro de contra-adblock».
Tan lícito me parece proponer al usuario una opción como la otra. En una, pagas y en la otra aceptas publicidad. Incluso la opción te resulta gratis, eso que tanto se quiere en internet.
¿Donde está la diferencia para tan furibundos y arrogantes ataques?
Krigan, no es que la cosa tenga interés, lo que me ha llamado la atención es la intolerancia que se respira en el post y sus comentarios, repito, me parece alucinante.
La comparación con las discográficas era cuestión de segundos que se pusiera sobre la mesa como justificación.
No entro al trapo sobre la eterna discusión del uso que se da a contenidos creados por terceros, porque no vamos a estar de acuerdo.
En el fondo, que no en las formas, coincido plenamente con el punto de vista del baneado Observador. Con eso está todo dicho.
Puedes coincidir con quien quieras. A Observador se le baneó por las formas, no por el fondo.
Por supuesto, la comparación con las discográficas era inevitable. Es un negocio. Los maximalismos tan solo sirven para cegar. Es ahora cuando las discográficas están ganando dinero en Internet, cuando ellas mismas están poniendo sus vídeos musicales gratis en Youtube.
En cuanto a la intolerancia, lo siento, no compro esa moto. Cada uno podrá expresar su opinión, ¿no? Decir que la opinión del «otro bando» es intrínsecamente intolerante me parece un poco sesgado.
En cuanto a la diferencia con un muro de pago, es bien sencilla. Primero recibes la pasta, y después das acceso. No es lo mismo que dar acceso gratis, y esperar que vean unos anuncios enviados a un ordenador (PC, móvil, o lo que sea) del usuario, que este, a través del soft correspondiente, va a poder hacer con esos anuncios lo que quiera.
Actualmente los bloqueadores no se descargan los anuncios, y eso sirve para detectar que hay un bloqueador. ¿Qué pasa si los bloqueadores empiezan a descargar los anuncios pero no mostrarlos?
Vamos, que con la publicidad agresiva le estás dando a los usuarios una motivación para ir a la guerra, y es una guerra que me parece que van a tener muy fácil de ganar. Ellos controlan la máquina que de encarga de mostrarles los anuncios.
@Jesús Por supuesto, ellos tienen la libertad de poner publicidad hasta en la sopa y yo tengo la libertad de decir que si diario solo sirve de papel higiénico accidental y que su idea de inundarnos con anuncios es penosa… Y tú tienes la libertad de opinar lo que quieras, faltaría más. No veo donde está el problema.
He curioseado en Bild.de, perdón, en www.bild.de ya que ni si quiera se han molestado en arreglar ese error tan típico de la redirección a la url canónica, y no es tan malo como lo pintas Enrique, no lo defiendo pero me ha parecido al nivel de los medios digitales más habituales (esto tampoco es una excusa). Al menos no se activan el sonido de sus anuncios como pasa en eldiario.es por ejemplo. Otro tema es el contenido, no entiendo alemán pero por las fotos y vídeos puedo decir que es puro sensacionalismo, así que no entiendo que le des importancia.