Antonio José Chinchetru, en Libertad Digital, ha escrito (y bien escrito) un artículo que llevaba yo tiempo con ganas de escribir: el fenómeno de difusión de Gmail como modelo de marketing. En efecto, la técnica de iniciar las pruebas con un grupo muy reducido de usuarios, todos ellos empleados de la compañía y afines, que progresivamente empiezan a repartir invitaciones a sus amigos y conocidos, ha generado un fenómeno de difusión meteórico con una serie de características interesantes que Google ha sabido convertir en ventajas:
1. Un despliegue manejable, en el que cualquier problema se puede detectar en un momento de manejabilidad adecuado. Google ha tenido, en todo momento, un control milimétrico de cuantos usuarios había dados de alta en Gmail.
2. Un componente aspiracional elevado: cualquier usuario al que Google le hace generosa entrega de una o varias invitaciones, las distribuye, y lo hace con cuidado, como distribuyendo un bien escaso y prestigioso. Es una difusión «entusiasta», tus usuarios trabajan para tí a un coste cero.
3. Un coste ridículamente bajo, próximo a cero. Las invitaciones han sido distribuidas mediante vínculos en las propias páginas de Gmail o en Blogger, ambas propiedad de Google. No sé si también lo han hecho en Orkut, pero parecería razonable. Nada de banners, posicionamiento de links o publicidad de ningún tipo.
4. Tolerancia: la sensación de «ser un privilegiado que prueba algo nuevo» se acompaña de una mayor tolerancia a hipotéticos errores o necesidades de mejora. Google nos ha convertido a todos en entusiastas beta testers, que reportamos errores o posibles mejoras como si nos pagasen por ello.
En resumen, una jugada maestra. Francamente, para escribir un caso.
No sé si viste mi entrada sobre el tema: Trabajando gratis para Google.
Tienes razón en lo que dices. Incluso yo añadiría otro punto:
– se han cuidado de que las entradas se distribuyeran entre usuarios con un perfil avanzado, que luego ejercen de recomendadores a los late adopters. De este modo, lsustituyen mensaje publicitario por consejo de experto.
Sin embargo, este efecto de red tiene una característica negativa: la intensidad del mensaje se va debilitando con el tiempo. Por qué?
Porque cuanta más gente tiene cuenta de gmail, menos componente de exclusividad («gmail ya no mola»).
Orkut ha acabado muriendo porque era guay mientras era exclusivo. En el momento en que todos tenían, ya la gente se preguntaba si era últi para algo.
La mayoría de gente que tiene gmail está «esperando a ver que pasa», haciendo un uso prudente y beta-like del servicio, y sin sustituirlo por nuestro correo de referencia.
Cambiar de cuenta de correo es traumático: avisar a cientos de personas, mantener dos cuentas durante meses y meses, superar el miedo a perder algún mensaje importante…
La estrategia de gmail es buena, sí, pero van a tener que complementarla antes de que pierda fuelle, porque ya nadie mata por una invitación.
GMessenger…. la pregunta, ¿cuándo?
¿No pensais que la perdida de exclusividad va dando paso a una nueva fortaleza como es el efecto red?. Además, ¿no es gmail el mejor correo electrónico gratuito que existe en la actualidad?
Con humildad me parece una estrategia muy brillante y más aún teniendo en cuenta la dificultad de la apuesta (costes de cambio de los clientes) y los competidores.
saludos a todos
Javier G
Gmessenger desde luego sería una herramienta que permitiría a Google avanzar en su nivel de intimidad con sus clientes.
Sin embargo, ¿cual sería la estrategia para hacerse con una parte del mercado?. Me parece complicado encontrar una ventaja competitiva frente a la todopoderosa microsoft.
Salvo que, quizás sea una tontería, la herramienta de Google permitiese buscar y encontrar a la persona que necesitas.
Gmessenger ¿Las paginas amarillas de la red?