Estuve dando una charla sobre la evolución de la red y las dinámicas de alfabetización digital en la Diputación de Lugo, y Xose Ramón Penoucos me hizo una entrevista larga para La Voz de Galicia, el periódico que se leía en casa de mis padres cuando yo vivía en ella, cosa que siempre hace cierta ilusión :-)
Publicaron ayer un extracto bajo el título «Un futuro sin conectarse a la red sería posible, pero sería muy triste» (pdf). A continuación, el texto completo de las preguntas y respuestas que intercambiamos:
P. ¿La brecha digital se cerrará pronto en España,especialmente en comunidades muy dispersas como Galicia?
R. En un país como el nuestro en términos de renta media, la mayoría de la brecha digital no es nu problema económico, sino cultural. Las personas que están en situación de exclusión tecnológica son, salvo escasas excepciones, personas que simplemente no manifiestan interés en lo que la tecnología tiene que ofrecerles, es decir, lo analizan con un profundo desconocimiento de sus posibilidades. Hoy, la postura tecnofóbica no puede defenderse con seriedad, no tiene lógica posible, y las personas que deciden conscientemente renunciar a ella lo hacen por simple ignorancia. La lucha contra la brecha y la exclusión digital ya no es tanto una cuestión de recursos económicos como lo es de educación.
P. ¿Qué futuro le augura a la prensa escrita tal y cómo la conocemos?
R. La prensa escrita tiene un maravilloso futuro por delante, nos dirigimos hacia una auténtica Edad de Oro en el periodismo. Pero por prensa escrita, por supuesto, no me refiero a prensa en papel: el papel fue la mejor manera – la más eficiente – de transmitir información… pero solo hasta finales del siglo pasado. Ahora ya no lo es, y la prensa tiene que tomar conciencia de ello y abandonarlo. El papel es ya únicamente un soporte obsoleto, ineficiente, absurdo, incómodo y que no ofrece ninguna ventaja concreta más allá del romanticismo o la costumbre. Y para muchos medios, es realmente su mayor problema, porque mientras cuenten con los ingresos del papel, aunque sean decrecientes, no serán capaces de concentrar sus esfuerzos en una buena propuesta de valor en la red.
P. ¿Quién ganará la batalla entre la industria musical y las páginas que ofrecen descargas gratuitas?
R. La batalla la ganarán los usuarios – en realidad, ya la han ganado. Pueden seguir obteniendo su música de donde buenamente quieran con total libertad, y simplemente están a la espera de que la industria deje de pelearse con molinos de viento y se decida a ofrecer sus productos en unas condiciones que conviertan en absurda la alternativa de recurrir a quienes se aprovechan del trabajo ajeno.
P. ¿Las grandes compañías de Internet y telefonía realmente nos controlan por completo?
R. No, no controlan nada. Simplemente intentan vendernos sus productos, o intentan generar sistemas de gestión de la atención que nos permitan recibir publicidad de una manera que nos resulte interesante y ventajosa. Algunas lo hacen mejor y otras peor. Y en el caso de las empresas de telefonía, intentan desesperadamente escapar de la comoditización, de convertirse en las siguientes eléctricas o distribuidoras de agua.
P. ¿Será posible vivir en un futuro próximo sin estar conectados a la red?
R. Será posible, pero muy triste. La red ofrece tantas cosas, que renunciar a ellas será el equivalente moderno de la decisión de convertirse en monja de clausura. Puedes hacerlo, sí, es una decisión que eres libre de tomar, pero es muy dura y muy difícil de justificar, porque supone renunciar a muchísimas cosas.
P. ¿Es posible controlar Internet por parte de los gobiernos o grandes empresas o es poner puertas al campo?
R. Es imposible. Puede plantearse por breves períodos históricos de tiempo, pero si se insiste irracionalmente en ello, llegaremos al desarrollo de soluciones tecnológicas que lo convertirán en imposible, y que darán además forma a un escenario que será peor para todos. Pero que sea imposible no quiere decir que no debamos protestar y manifestarnos en contra de ello: si no se lucha, no se consigue nada.
P. ¿Los costes por estar conectados tienen a abaratarse o se mantendrán?. ¿Si bajan mucho cómo lograrán ingresos los proveedores?
R. La lógica económica dice que los costes de conexión descenderán a medida que el desarrollo tecnológico incremente el ancho de banda disponible. Cada vez más empresas pugnan por ofrecernos conectividad: en Estados Unidos, Google se ha convertido en un ofertante de fibra en un número creciente de ciudades. Ante una oferta cada vez mayor, lo lógico es pensar en una tendencia a la baja.
P. ¿Que viene después de la nube?
R. Después de la nube viene más nube. Los datos vivirán no en un servidor remoto, sino en una constelación de servidores en la que se mueven constantemente siguiendo, por ejemplo, a la luna, para obtener mejores tarifas de electricidad en horas valle, y con los datos replicados en varios sitios a la vez para evitar problemas derivados de un desastre de cualquier tipo. ¿Dónde están tus datos? Imposible saberlo, están en la nube. Ya hay empresas que funcionan así.
P. ¿Qué le parecen las grandes cifras que se pagan por compañías cuyo resultado económico a veces se desconoce?
R. Las compañías ya no valen la proyección en el tiempo de los flujos de caja que generan, sino que su valor se calcula en función de lo que pueden generar en manos de un tercero capaz de obtener sinergias de lo que esas compañías hacen gracias a la combinación con los activos que tiene el comprador. Pinterest no valía mil millones cuando Facebook los ofertó por ella, pero un servicio como el suyo, unido a una máquina de vender y diseñar publicidad como la que tiene Facebook, la han llevado a que hoy valga mucho más. El caso de WhatsApp, sin embargo, no está necesariamente tan claro.
P. ¿Cómo podemos defendernos de los bulos interesados que circulan por Internet?
R. Tenemos que adiestrarnos en habilidades que antes pertenecían a los periodistas entrenados y con experiencia, como la validación de fuentes y la investigación. Creerse lo primero que se encuentra uno en internet es característico de usuarios ignorantes y con poca experiencia, a medida que se utiliza más, vamos mejorando nuestras habilidades para ver, por ejemplo, quién dice qué, en qué sitio lo dice, la credibilidad que nos inspira, la posibilidad de hacer búsquedas adicionales de comprobación, etc. Pronto, serán habilidades que se enseñen en los colegios.
P. En su libro habla de neohumanismo. ¿En qué consiste?
R. El neohumanismo es la importancia cada vez mayor de la persona a medida que la tecnología le ofrece más posibilidades de expresarse como tal, de manejar sus propios canales de comunicación. Antes, lo importante de una persona cuando entregaba una tarjeta de visita era el nombre de la compañía para la que trabajaba, era ese dato el que le daba más o menos peso. Miles de personas disfrutan de mayor o menor autoridad por tener el cargo X en la empresa Y. En el futuro, la autoridad de la persona dependerá de quién es y qué ha hecho en su vida, no de para qué empresa trabaja en cada momento.
P. ¿Es imparable el software libre y recomienda su uso?
R. Por supuesto. La mejor manera de desarrollar es hacerlo con miles de ojos mirando, porque ante la mirada atenta de miles de ojos, todos los errores son sencillos de detectar y más fáciles de corregir. La calidad intrínseca acaba por ser mayor. Nada es más efectivo que la colaboración bien estructurada. Pero por supuesto, no todo tiene que ser llevado hasta sus últimas consecuencias, no hablamos de una religión, sino de decisiones empresariales.
P. ¿Los dispositivos informáticos seguirán siendo compatibles o algunos cree que desaparecerán?
R. Los dispositivos tienen una vida determinada, y terminan por ser sustituidos por otros mejores, o por la convergencia de sus funciones con las de otros que las absorben. No debemos «encariñarnos» con los dispositivos, son lo que se interpone entre nosotros y nuestros fines. Debemos estar dispuestos a probar cuantas más cosas mejor, a superar la inercia y la «pereza» ante el cambio, porque eso nos adiestra, nos hace más hábiles, nos enseña a ser más adaptativos, a tener una mejor actitud ante la innovación. Todo dispositivo puede ser «sublimado», podemos hacer fantásticas fotografías con una cámara espantosamente limitada, pero debemos estar dispuestos a cambiarla si podemos acceder a una mejor.
De nuevo, de acuerdo con tus posturas y opiniones. Con tu permiso lo comparto.
Menos mal que la entrevista la subes también a formato digital, porque sino quedaría manchada por tinta en un papel vegetal que a saber donde iba a terminar al cabo de tan solo dos días…
#nohacefaltapapel
Enrique. Enhorabuena, te has lucido.
Has hecho honor a tu tierra, a la tierra de tus antepasados.
Es una demostración clara de tu talante:
«… prestaba a todo el mundo mis apuntes sin contrapartida alguna, …»
Bueno, breve, dos veces bueno y claro.
El trabajo eres tú. Tu eres el trabajo.
Saludos.
«…nos dirigimos hacia una auténtica Edad de Oro en el periodismo…» estaras aconsejando a todos los niños y jóvenes de tu familia y amigos que hagan periodismo, una carrera con mucho futuro …
#004 Jajajajaja, Garepubaro. Sí, me veo a Dans aconsejando eso. Es más, me lo veo apuntándose a la Facultad.
El caso es que tiene razón, pero por un simple motivo: porque los «neoluditas» no hemos parado de decirle a él, y tipos como él, que el periodismo sólo es posible si es sostenible. Por aquel entonces a tipos como él, y lectores del mismo nivel (Krigan y otros), les parecía un horror el tema de las suscripciones. Krigan, por ejemplo, decía que el modelo de suscripción acabaría sucumbiendo, cosa que poco tiempo después se ha demostrado que era otra falacia de estos futurólogos de bola empañada. No sólo era una falacia, sino que hay mucha gente para la que 10 unidades monetarias por todo un mes de información no le parece exagerado (más allá del mercado español y latino, que es un conjunto de cafres en resumidas cuentas).
Porque para toda esta tropa, el periodismo es algo que se hace solo hasta que a uno le toca estar en un Consejo de Administración.
Y sí, es obvio que como tantas otras cosas, veremos a estos tipos, y toda su cohorte, poniéndose una medalla como salvadores del periodismo.
También veréis a curas defender que Dios hizo a los extraterrestres y no sólo se limitó a la Tierra, cuando llevan siglos diciendo lo contrario.
La vida es así. Pero el Tiempo pone a cada uno en su sitio. Sin duda.
Me encanta esa apología de la obsolescencia programada en el último párrafo. No te encariñes demasiado con tu móvil: cámbialo cada 6 meses. Todo lo nuevo, por ser nuevo, es infinitamente mejor.
#006 En efecto, hay que tener medida para todo. Personalmente procuro cambiar lo justo. Estar en la cresta de la ola tiene un precio que rara vez compensa, salvo que te dediques profesionalmente a comentar las últimas novedades, hasta el punto que incluso sean los fabricantes, los que ocasionalmente pongan tus manos sus últimos productos para que si eso, opines sobre ellos. ;-)
De hecho gran parte de la industria se basa no tanto en satisfacer necesidades existentes sino en crear otras nuevas para alimentar una espiral de consumo que hace de este planeta un lugar cada día menos sostenible.
Por cada aparato que sustituyes estás generando más basura y eso tiene un precio muy elevado cuya factura dejamos a nuestros descendientes. Los recursos de este planeta no son infinitos. El modelo económico actual es una locura insostenible pero en este blog apenas se tratan estos temas incómodos.
El punto mas interesante, el open source y el negocio.
Comparar los negocios que han hecho Microsoft, Oracle o SAP con los negocios que estan haciendo Redhad o EnterpriseDB es signficativo. Las dos ultmas nunca tendran tantos empleados como las tres primeras ni les pagaran tanto a ellos o sus accionistas.
El negocio del opensource todavia no esta muy claro. Justo justo consiguen cobrar lo que gastan, y siempre en precario. Cierto es que consiguen software de mucha calidad, y los buenos ingenieros de Sw ganan bien, pero siempre es mucho menor
#006 Julio2, #007 Antonio Castro y #008 Javier: Me gustan vuestros comentarios y comparto puntos de vista.
Enrique: «[…] vamos mejorando nuestras habilidades para ver, por ejemplo, quién dice qué, en qué sitio lo dice, la credibilidad que nos inspira, la posibilidad de hacer búsquedas adicionales de comprobación, etc. Pronto, serán habilidades que se enseñen en los colegios. […]». Desde hace unos posts no lo creía posible, pero estamos de acuerdo en algo sobre educación…
Enrique.
Creo que tendrías que explicar a muchos comentaristas algunas cosas que intuimos algunas personas que te leemos.
– Qué también escribes para el los Hispanohablantes de EE.UU., que son unos 50 millones de personas.
– Qué en mercado y la venta de productos es diferente entre EE.UU. y España.
– Qué el paro en España es 5 o 6 veces superior al de EE.UU. (En cuanto a la proporción de para entre las personas jóvenes, no he tenido tiempo de echar las cuentas. ¿Puede hacerlo alguien.?).
– Hay otra teoría que dice que… el dinero, cuento más se mueva mejor. Hay otra teoría que dice que si tienes moneda propia controlas más, EE.UU., por ejemplo.
– … (Alguna teoría puede ser erronea. ¿Podríais corregirla y añadir alguna más.?)
Sobre la basura, el trabajo basura, la explotación infantil y juvenil, etc. etc. Ruego que lean las leyes de reciclaje de los ayuntamientos de España y de otros países, las leyes de depuración de vertidos, el reciclaje de los electrodomesticos, de las viejas Televiones de cristal. etc.
Ah… Y las leyes de la ONU y particulares de cada país del mundo sobre:
Mayoría de edad, edad de casamiento, edad de trabajar legalmente, leyes ambientales, etc.
Saludos.
PD.
La culpa es de…
La culpa de todo la tiene…
…
MiguKendo, a mí también me gustó mucho tu comentario en la entrada anterior. Ojalá sigas mucho tiempo por aquí.
El párrafo que citas de Enrique es una aceptable declaración de intenciones, pero no lo veo del todo factible con el modelo de escuela que él propugna. Las habilidades necesarias para discriminar la información fiable de los bulos se aprenden sobre todo en el mundo analógico, gracias a la lectura atenta y reflexiva que permite el libro y su posterior discusión en clase. Internet es el mundo de la imagen, del eslogan y del bombardeo constante de estímulos desordenados, lo que dificulta enormemente la concentración y la reflexión que son imprescindibles para una lectura crítica de las noticias. Creo que vamos a un mundo donde la gente se cuestiona cada vez menos cosas. Además, cuando la única forma de acceder a la información es Google y algunos lo toman por oráculo, la manipulación está servida.