La marca personal y los bálsamos milagrosos

Personal branding (IMAGE: Jay Dolan)La evolución de los temas relacionados con la marca personal me parece una de esas cuestiones de las que se empieza hablando de metodologías sencillas y de sentido común para desarrollar una presencia web que refleje lo que hace una persona, y se termina creyendo en bálsamos milagrosos, recetas magistrales y secretos inextricables que provienen de ancianos sabios.

Lo he dicho ya en otras ocasiones: la marca personal es tan sencilla como «trabajar bien y permitir que se vea», en ese orden. Si alteras el orden y te dedicas a invertir en que se vea antes o en lugar de invertir en trabajar bien, lo que se verá será un autobombo impresentable y muy cargante que terminará por hacerte mucho más mal que bien.

Sobre cómo trabajar bien y hacer cosas interesantes hay ya muchísimo escrito,  en mi caso, perfil motivacional donde los haya, se reduce a «trabaja en cosas que de verdad te gusten y te apetezca hacer». Llevo casi un cuarto de siglo trabajando en el mundo académico precisamente por eso, porque no conozco ninguna otra industria que te dé la libertad que te da ésta para poder dedicarte a cosas que te gustan, para poder cambiar y reenfocarte cuando quieres.

Si trabajas en algo que te gusta y te mantiene motivado, es infinitamente más fácil que hagas las cosas – o al menos, algunas cosas – bien. Y ya que las haces bien, trata de ser justo contigo mismo, y ponlas en valor todo lo que puedas, para que estén a disposición de todos aquellos a los que les puedan generar valor o encontrarlas interesantes, y tratando de no convertirse en un pesado.

¿Recetas? Pocas. Ser suficientemente ordenado como para que no se te pierdan las cosas, tanto las que haces tú como las que hacen otros y te interesan. Para conseguir una forma de almacenarlas que te aporte algo de valor (aunque solo sea por la facilidad de encontrarlas tu mismo más adelante), y sobre todo, comparte, comparte y comparte. Que no quiere decir «envíaselas a todo el mundo», sino «déjalas en un lugar donde si quieren, las puedan encontrar». Poco más. El secreto de la marca personal es que no hay secretos. Solo trabajo. Una reputación se consigue a lo largo del tiempo a base de trabajo duro y confianza: si alguien te dice que tiene un atajo para ti, no te lo creas.

¿Qué cuento a los alumnos en clase sobre estos temas? Básicamente, que las herramientas de la web social pueden servirles para muchas cosas: que un Feedly bien afinado y un Twitter en el sigues a quienes son referencias para ti te servirán para escuchar mejor y de manera más eficiente, porque por muy bueno que seas, no todo lo bueno que hagas va a haber salido únicamente de tu cabeza o de tu cosecha. Que un repositorio online, llámese Delicious, Pinterest o como sea, te servirá para poder rebuscar en lo que guardaste. Que una página personal, sea un WordPress o un simple Tumblr, te servirá como carta de presentación y para exponer lo que vas haciendo, sea un trabajo muy bueno, un estudio relevante, o una simple opinión sobre un artículo de otro. Y que si publicas algo, de nuevo las redes sociales te podrán servir para contar a otros que lo has hecho. ¿Hay que estar en redes sociales? Simplemente, hay que hacerse fácil de encontrar por aquellos que quieran encontrarte: que esto se llame Twitter, LinkedIn, Facebook, About.me o todos ellos a la vez me es indiferente. Al margen de esto, de la lógica y del sentido común, muy poco más.

Daniel Villagrasa, de El Imparcial, me envió algunas preguntas por correo electrónico para un artículo sobre marca personal titulado «¿Ha sustituido el perfil de Twitter al ‘curriculum vitae’? A continuación, el texto completo que intercambiamos:

 

P. ¿Hasta qué punto se ha vuelto imprescindible la marca personal?

R. Ni más ni menos de lo que era antes, solo que las herramientas de comunicación han evolucionado de tal modo que ahora el boca-oreja es más rápido y eficaz, y lo que dices no solo se ve, sino que se puede enlazar, distribuir, reenviar y compartir. Lo que ahora llamamos marca personal es lo que toda la vida hemos definido como reputación, antes limitada a los círculos profesionales en los que uno se movía, ahora mucho más fácil de exportar a todos los ámbitos de nuestra vida.

P. ¿Se corre el riesgo de anular el efecto al caer en el autobombo? ¿Qué otros riesgos hay para el profesional que se auto promociona en la web?

R. Marca personal y autopromoción en la web no tienen nada que ver. Marca personal es lo que los demás dicen de ti, no lo que tratas de construir tú mismo. De nada sirve que uno tenga muy buena imagen de sí mismo si los demás piensan mayoritariamente que es un idiota o un inepto en su profesión. Por más que monte páginas y páginas dedicadas a mí persona, si lo que digo en ella son estupideces, otros pensarán que soy un estúpido, nada más. Otra cosa es que aprovechemos los medios de comunicación a nuestro alcance para magnificar lo bueno que se dice de nosotros o aquellas cosas que hacemos profesionalmente, o incluso personalmente, que consideramos pueden contribuir a nuestra buena imagen.

P. ¿Cuánto cuesta crear y mantener una imagen de marca personal? No sólo en dinero, sino en tiempo.

R. Ni tiempo ni dinero, se trata de ser profesional y construirse una reputación como siempre ha existido en cualquier sector. Una buena marca personal no depende de la autopromoción que uno se haga o se pague, pues luego hemos de enfrentarnos a la realidad y esa es la verdadera prueba de fuego. Para mí, la marca personal consiste únicamente en poner en valor lo que hago: si invierto una hora en algo, quiero que el resultado esté disponible para otros, y que se pueda compartir. Simplemente trato de ser todo lo transparente que puedo con los demás, y honesto conmigo mismo: si invierto trabajo en algo, quiero que se vea.

4 comentarios

  • #001
    Pablo Olmeda - 29 septiembre 2014 - 11:54

    Mis opiniones van en la misma línea, pero disiento en varios aspectos. En primer lugar, una marca personal (como cualquier otra marca) no se construye sola, SÍ hay que dedicarle tiempo. Y no sólo tiempo, también estrategia. A veces, incluso conviene hacer una pequeña inversión (por ejemplo, para contratar un dominio y un alojamiento). «Marca» no es igual a «reputación». La marca tiene que ver con la personalidad y los valores que transmites y la reputación con cómo eres percibido por los demás. Por tanto, una marca es exitosa en tanto y cuanto la reputación que ha cosechado se acerque a la percepción que se pretendía transmitir.

    Obviamente, como bien señalas, la simiente de todo ello debe ser un trabajo bien hecho. Pero mostrar ese «buen hacer» en el entorno profesional y compartirlo a través de las nuevas herramientas digitales «para que los demás hablen de ti» y que lo hagan de la forma que te gustaría es laborioso. Mantener un blog, un Twitter o un canal de youtube, necesita dedicación. Afinar un feedly y revisarlo regularmente también.

  • #002
    Antonio Castro - 29 septiembre 2014 - 12:19

    Todo lo que dices funciona y funciona muy bien. Es posible que tu receta pueda ser complementada con algunas cosas más que dependiendo de las circunstancias pueda convenir aplicar. Hay gente que hace todo lo que tu recomiendas y que son auténticos cracks en lo que hacen, pero no trabajan la marca personal como tú lo haces ya que e dedican casi todo su tiempo a su auténtico trabajo, y sus blogs los tienen muy abandonados.

    Comentaré la forma en que trabajo yo mi marca personal, lo cual puede que no tenga mucho interés.

    No hay obligación de leerlo, aviso, será largo.

    Yo hago vídeos sobre acuariofilia y no siempre publico lo que la gente espera que publique. Me limito a recopilar durante mucho tiempo información audiovisual sobre determinados aspectos de mi afición. De esa forma cuando por fin decido publicarlos se ve un montón de trabajo detrás. Suelo trabajar en varios proyectos de este tipo a la vez, porque algunos de ellos me han llevado año y medio de trabajo. Por ejemplo para poder documentar el ciclo reproductivo completo de un pez. Luego me queda el trabajo de seleccionar un 5% del material audiovisual filmado o menos, montarlo y añadirle la locución. Mi promedio es un vídeo al mes salvo casos especiales.

    Durante bastante tiempo me dio por escribir novela de ciencia ficción. Jamás pensé que de todas las cosas que he producido y publicado en Internet sería precisamente esta la que lograra captar más la atención. Únicamente tengo un acuario de 450 litros, otro de 150 y un gambario de 35. O sea, una ridiculez que no da para mucho, pero me ha permitido hacer varios de estos trabajos audivisuales que han gustado bastante. Con demasiada frecuencia me piden que filme tal o cual cosa, como si yo tuviera una colección de acuarios con cientos de especies. Además creo que es absurdo hacer vídeos a la carta. Tampoco me apetece trabajar como lo hacen los vídeo blogs. Estos tienen que mantener una regularidad y al final eso deteriora la calidad del contenido porque producir contenido audiovisual de cierta calidad exige dedicación.

    Tu caso Enrique parece ser una excepción pero es que tu escribes y lo haces desde cualquier parte y tu trabajo te está proporcionando la mayoría del material para los contenidos de tu Blog. Además, por lo que tengo entendido, eres una persona con una capacidad para simultanear tareas muy considerable.

    No quiero que se piense que yo desprecio los video blogs. Hay muchos de ellos que tienen muchísimo éxito tanto en acuariofilia como sobre cualquier otro tema, pero mi trabajo no lo concibo solo como hacer vídeos para los demás. Lo que hago es compartir lo que yo hago con una afición que me apasiona desde que que tenía 8 añetes. Yo dedico tiempo a la acuariofilia y si surge un tema que me parece interesante relacionado con lo que estoy haciendo, no me importa dedicar parte de mi tiempo a grabarlo para compartirlo cuando sea el momento.

    En temas audiovisuales no voy a decir que sea un genio, pero por lo menos soy bastante perfeccionista porque me interesa aprender a comunicar audiovisualmente. Sobre todo desde que mi hijo decidió elegir esa profesión.

    Ahora lo que estoy compartiendo es un proyecto de fabricación de controlador de acuarios por ordenador, pero esa eso otra historia.

    Mi próximo comentario será más cortito, hablaré menos de mí, y seguro que será más interesante.

  • #003
    Gorki - 29 septiembre 2014 - 16:02

    “trabajar bien y permitir que se vea”, en ese orden.
    Puro sentido común, el menos común de todos los sentidos.

  • #004
    Alejandro - 29 septiembre 2014 - 17:45

    Una cosa es la marca personal, que aunque puede modelarse para darle fuerza a los puntos más interesantes y ocultar las debilidades siempre está ahí, no puede sufrir grandes cambios.

    Pero la sorpresa llega en las empresas medianas y grandes. Empresas que por su estructura y muchas veces malas costumbres comunican genial sus errores pero fatal sus aciertos o virtudes, ahí es donde entramos nosotros (en este caso desde Brandexit.com) para proteger la marca, ayudar a la empresa a comunicar su mensaje, ofrecerles guía en como tratar los asuntos de ataque a la Reputación, pifias propias o externas, etc.

    Una empresa mediana o grande, ahora cada días más startups usando nuestros servicios de Reputación, pueden permitirse no comunicar bien y muchas veces esa falta de comunicación genera los problema de Reputación que no tienen sentido.

    ¿Cómo se limpia la imagen de una marca que recibe mentiras muchas de ellas interesadas por la competencia? Pues trabajando su Reputación Online, su marca y su storytelling para hacerla más transparente y amigable para el cliente.

    Saludos.

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