Este tema también me tiene fascinado: comenta Wired que esta semana que viene se empieza con pruebas en real y de cara al público de RFID (Radio Frequency IDentification), la tecnología basada en minúsculos chips emisores de frecuencias, captadas por receptores adecuados al pasar por caja. Se plantean como sustitutivos de los códigos de barras, de manera que pasas por caja con tu carrito así, tan ancho, parando únicamente para pagar (posiblemente vayas metiendo las cosas en bolsas a medida que lo coges de la estantería), y eso siempre y cuando no optes por un sistema que lo descuente automáticamente de tu cuenta… no más colas en el supermercado. Obviamente, tiene muchas más aplicaciones potenciales, logística, control de inventarios y caducidad, localización, etc. y ha sido criticado por los defensores de la privacidad porque podría ser utilizado para que los productos diesen «demasiada» información…
Por si alguien quiera saber más de lo que comenta Enrique, en esta página http://www.colloquy.com/ hay un artículo donde hablan además del RFID, de la biométrica, de las tarjetas inteligentes y de los TPV wireless, todo con el objetivo de simplicar la vida del consumidor……. aunque muchos no se lo crean
Enrique, es perfecto que también toques el mundo de los medios de pago… aunque supongo que ya lo sabrás porque en galicia ya existe, la tecnología RFDI, como medio de pago, ya es utilizada en las autovías de peaje (creo que cajamadrid tiene un anuncio en TV al respecto publicitando esta tecnología para las radiales de madrid, y en los peajes es más segura que el pago con tarjeta…). A este respecto, siempre me he preguntado como la gente prefiere esperar largas colas en los peajes y pagar en efectivo, sin pensar que existen otras tecnologías, que en este caso les ahorran muchísimo tiempo (expendedor de pago automático, llegas, pagas y fuera; ahora en algunos cines se están poniendo terminales de este tipo)…… imagino que todo se resume al miedo a dar tus datos (miedo a que te puedan robar… la misma historia de siempre) o a lo que comentas de que posean «demasiada información» sobre uno sin que la controlemos… como ocurre ahora con las tarjetas…
Sí, el «dinámico» (carril en el que se pasa sin parar en las autopistas) es una idea en esa línea, pero aunque la tecnología utilizada es inalámbrica, no es estrictamente RFID. Según los sitios, en Portugal, por ejemplo es un reconocimiento de los caracteres de la matrícula (mediante cámara), y en Galicia y en las Radiales de Madrid es emisión inalámbrica, pero no mediante chps miniaturizados del tipo RFID, sino mediante puros y simples emisores (de hecho, bastante grandes, más que un mando a distancia convencional). La gracia del RFID es que los chips emisores son de escasos milímetros y su coste ronda los dos céntimos, de manera que se pueden utilizar como sustitutivo más ventajoso del código de barras.
¿Resistencias? Fundamentalmente, miedo a que los chips no sean desconectados al salir de la tienda, y alguien pueda «seguir» esos productos para investigar, por ejemplo, hábitos de consumo, etc., lo cual se considera (creo que de manera bastante razonable) una amenaza a la privacidad. Según el producto que sea, el tema podría llegar a ser bastante embarazoso :-)
A quién no le ha ocurrido alguna vez entrar leyendo un libro a El Corte Inglés y terminar hablando amablemente con algún empleado de seguridad porque salta una alarma…¡¡la del libro comprado semanas antes en dicho establecimiento que se ha vuelto a activar!! Si un mecanismo tan sencillo aún da estos problemas vamos por mal camino para crear confianza en esta tecnología entre los consumidores.