Llego a Barajas esta mañana, con cierta antelación para irme a Barcelona (con el tráfico de la carretera de La Coruña nunca se sabe). De repente, me ocurre algo completamente típico en mí: no sólo no me he apuntado el teléfono de la persona de contacto de la conferencia que voy a dar, sino que ni siquiera me apunté el nombre y la dirección del hotel. Ante la perspectiva de llegar a Barcelona, y tomar un taxi a nosesabedonde, decidí conectarme para ver, en mi propia página, la invitación del evento. Necesitaba una conexión minúscula, bajarme dos ventanas, y eso sería todo. Llego a la sala VIP de Spanair, compañía con la que volaba, pregunto si hay wireless, y me dicen que sí, que por supuesto, y que lo que no sabe es «si mi ordenador estará preparado para ello». Le digo que sí, que no se preocupe, me pongo un zumito, y enciendo el ordenador. Lo que me encuentro es una conexión a través de Kubi Wireless, que pretende cobrarme la impresentable cantidad de seis euros, ¡por treinta minutos, 30, de conexión! ¿Pero esto que es? Una cosa es un precio, y otra un latrocinio, ¿no?. Visto el panorama, me fui a la sala VIP de Iberia, donde ni siquiera tuve que entrar (volaba con Spanair esta vez). Me senté fuera, al otro lado de la pared, a la izquierda según se pone uno de frente a la puerta. La conexión era débil, pero me llegó perfectamente para entrar en esta página, hacer click en el post donde hablaba de la conferencia de hoy, y ver que era en el Gran Hotel Catalonia, en la calle Bàlmes, 142. La red, perfectamente abierta, cortesía de Iberia hacia sus clientes.
¿Qué me queda de esta historia? La cortesía de una compañía, Iberia, frente al intento de latrocinio de otra, Spanair. Sea como sea, este pequeño detalle tecnológico ha hecho que yo pase a desarrollar una preferencia por una compañía que, en lugar de intentar ganar hasta el último euro (seis euros por treinta míseros minutos… aún estoy escandalizado, es que ni en los tiempos de Goya Servicios Telemáticos y CompuServe salía el minuto de conexión a Internet a ese precio… ), prefiere tener un detalle con sus pasajeros de la clase business, detalle que, además, no representa para ella prácticamente ningún coste variable.
Ahora estoy en el hotel, en la conferencia anterior a la mía, y aquí está el típico sistema Swisscom Eurospot. Seis euros otra vez, pero por dos horas de conexión… caro, sí, pero al menos no escandaloso…
Bueno, de acuerdo contigo en que es un latrocinio por parte de Spanair. Pero yo no diria tanto como cortesia de una compañia (iberia) que nos tiene acostumbrados al latrocinio sin fronteras.
Saludos,
TWeTteR
Hay que aprovecharlo, pues cuando se den cuenta que otros cobran el servicio, seguro que lo ponen mas caro.
Salud
Estoy de acuerdo con los anteriores comentarios. Para mí, está claro que no es tanto cortesía de Iberia, sino despiste, pues como bien explicas: «Me senté fuera, al otro lado de la pared, a la izquierda según se pone uno de frente a la puerta. La conexión era débil …» Eso significa, si no te entiendo mal, que sin entrar en la sala VIP, cualquier accede a la red WiFi, seas o no cliente de Iberia. Con lo cual, cualquier cosa menos cortesía de Iberia hacia sus clientes.
Quizá álvaro tenga razón, o puede que estén probando el servicio hasta decidir qué hacer.
Señores de Iberia: Pidan ustedes un login mediante nÃ?º de tarjeta Iberia; nÃ?º tarjeta de embarque o similar para asegurar la identidad del usuario pero no nos cobren.
O aumenten la cobertura de la red y diferencien ofertas:
a los de business no les cobro
a los de turista un poco
a los de otras compañías un poco más
No, de entrada es una cortesía hacia los clientes de su sala VIP, lo comenté el otro día cuando me iba para… ni me acuerdo a donde iba, a Munich, creo. Lo que pasa es que como esta vez no volaba con ellos, y sólo necesitaba unos segundos de señal, pues podía o jugar a «cazar» la señal desde fuera, o ponerme a darle una larga explicación a la persona de la puerta, cosa que no me apetecía nada… Imagino que bloquear la señal completamente exigiría poco menos que el que pusieran paredes de plomo…
Es triste que por unos míseros euros nos encontremos en situaciones como estas; las compañías aéreas reducen seguridad en sus aviones, servicios a bordo…y desde luego las conexiones a internet que cada día nos cobran más por algo barato.El poder utilizar WIFI (gratis)incrementan la reputación de una empresa que está respondiendo a las necesidades de los clientes, poderosos hasta un punto que no nos damos cuenta y quizás por ello las quejas son mínimas cuando deberían de ser mucho mayores, y por supuesto la éliminación de uso de servicios de una compañía que no cumple las espectativas del cliente.