Estabilidad política y acceso a la información: el caso ZunZuneo

ZunZuneo

Hace aproximadamente una semana saltó a los titulares a través de Associated Press el caso ZunZuneo: los Estados Unidos, a través de USAID, una agencia para el fomento del desarrollo internacional, había originado y financiado el desarrollo de una aplicación del estilo de Twitter orientada a su uso desde Cuba, preparada para funcionar a través de mensajería SMS para eludir así las limitaciones sobre el uso de internet impuestas por el régimen cubano, y pensada con el fin de permitir el desarrollo de la insurgencia contra el régimen cubano.

La noticia, confirmada por las autoridades norteamericanas, permite situar la actividad dentro del contexto de la llamada primavera árabe, en pleno año 2010, cuando se empezó a comprobar que la aparición de nuevos canales de información de control mucho más difícil o imposible por parte de los gobiernos de países con regímenes dictatoriales o teocráticos podía jugar un papel fundamental en la aparición de fenómenos de inestabilidad política que comprometiesen el futuro de los regímenes afectados. Tras comprobar el impacto que la popularización del uso de redes como Twitter y Facebook llegó a tener sobre la escena política de países como Túnez, Egipto, Yemen y otros, el gobierno norteamericano encomendó a una pequeña startup de Denver, Mobile Accord, que crease la citada herramienta, y que ocultase tanto su origen norteamericano como la procedencia de sus fondos. Se reclutaron directivos a los que se ocultaron dichas circunstancias, se creó un entramado societario a través de diversos países para dificultar el seguimiento de los flujos económicos, y se puso en funcionamiento. La red en cuestión llegó a tener alrededor de 68.000 usuarios, y fue posteriormente abandonada por falta de fondos, o ante el miedo de que estuviese alcanzando un éxito que la hiciese difícil de controlar.

La agencia norteamericana ha desmentido que el programa en cuestión fuese una iniciativa «oculta», la ha calificado de «discreta«, y ha publicado un comunicado con su versión de los hechos con el supuesto fin de clarificar lo escrito hasta el momento sobre el tema.

Indudablemente, podemos hablar ya de una correlación directa entre la viabilidad de los regímenes dictatoriales, teocráticos o, en general, no democráticos, y la disponibilidad de información en manos de su población. Que este tipo de regímenes se asientan fundamentalmente en un férreo control de medios de comunicación como prensa, televisiones o radios es un hecho bien sabido: que un ciudadano encuentre ante sí de manera cotidiana un abanico informativo que le abastece de noticias en las que predominan las loas al régimen, le obvia todo atisbo de insurgencia o reacciones adversas, y le priva de todo aquello que pueda cuestionar a su gobierno en el escenario internacional es una manera de ejercer control sobre la población. Si el ciudadano siente deseos de cambio, se encuentra rodeado de un contexto explícito de «normalidad», que le lleva a pensar que, de alguna manera, «el raro es él», y que le obliga, en caso de querer desarrollar su disidencia, a implicarse en actividades que suponen una barrera de entrada generalmente elevada, y que contradicen el panorama informativo que tiene ante sus ojos.

La única parte novedosa en este escenario es el papel de la web social: en principio como vehículo de comunicación de difícil control, actualmente como reto a la hora de crear «compartimentos estancos» como es el caso de países como Irán o China, con herramientas propias sobre las que el gobierno puede actuar de manera más directa, y sistemas de censura y control que establecen puntos centralizados con supervisión de diversos tipos. En este sentido, que los Estados Unidos intenten dar lugar a fenómenos insurgentes en Cuba no debería sorprendernos: es algo que llevan haciendo desde la mismísima revolución cubana en la década de los ’50.

La novedad, por tanto, está en el uso de herramientas diferentes, de formas nuevas de alentar la disidencia generando canales para que esta pueda expresarse. Visto así, de lo fundamental que habría que acusar a los Estados Unidos es de hacerlo a través de una agencia supuestamente no implicada en este tipo de actividades, USAID, en lugar de otras «sospechosas habituales», comprometiendo así su funcionamiento para otro tipo de proyectos con fines teóricamente «más nobles». Algo que, por otro lado, tampoco debería de sorprendernos: es bien sabido que los Estados Unidos recurren al uso de cualquier medio con el fin de obtener sus fines, como es el caso del uso de las embajadas para llevar a cabo presiones por motivos políticos o económicos, o incluso «mezclar» deliberadamente unos y otros, como cuando consiguen que un ex-politico corrupto como Chris Dodd que dirige una agrupación empresarial sea recibido prácticamente como si fuera un diplomático.

La herramienta en sí, ZunZuneo, tiene un problema fundamental: al no poderse desarrollar de manera sencilla un cifrado sobre un canal que utiliza fundamentalmente el SMS, y animarse en cierto sentido a la disidencia mediante el recurso a determinado contenido, la herramienta expone a sus usuarios al posible control por el gobierno cubano, y genera además un clima de desconfianza sobre los actuales disidentes. En el contexto en que se desarrolla ZunZuneo, mi impresión es que debemos calificarla prácticamente como de «experimento social», una manera de ver si fenómenos como los de Túnez o Egipto podían ser de alguna manera replicados en el patio trasero de los Estados Unidos y sobre un régimen indudablemente incómodo, definido como «enemigo».

¿Podría haber funcionado? Para hacerlo, el canal de comunicación debería no solo haber logrado una implantación amplia, sino además, superar un poco mejor las pruebas en cuanto a protección de sus usuarios. El hecho de ser o no norteamericano, aparte de la cuestión estética, no debería haber sido un problema: la insurgencia en un país utiliza las herramientas que encuentra a mano, que le funcionan para ello, y no necesariamente mira su origen, sino simplemente circunstancias prácticas vinculadas a su uso. De un modo general, tratar de proporcionar a la ciudadanía de un país una herramienta de comunicación no tendría por qué ser malo. Si existiese además un business case que pudiese convertirlo en una actividad rentable – algo que obviamente no se daba en el caso de ZunZuneo – la cuestión podría estar, si cabe, más justificada. A partir de ahí, el hecho de «sembrar» esa red con detemrinados contenidos, de utilizarla abiertamente para promover la disidencia o para recolectar información destinada a organizarla mejor o colaborar con ella pasa a ser otra cuestión muy diferente.

¿Pisaron los Estados Unidos esa delgada línea gris? En este caso, no solo la pisaron, sino que siempre estuvieron al otro lado: en ningún momento se planteó una iniciativa «empresarial», sino directamente un experimento de injerencia política, un intento de desestabilización, con todo lo que ello conlleva, nada sorprendente por otro lado dados los antecedentes. ¿Existen otros experimentos similares, en otras partes del mundo, o llevados a cabo de maneras más sutiles? Me atrevería a pensar que sí. Y si no los hay, probablemente los habrá. El uso de la red como herramienta de activismo, espontáneo o dirigido, está aquí para quedarse.

 

(This post is also available in English in my Medium page, “Political stability and access to information: ZunZuneo«)

11 comentarios

  • #001
    Jordi - 8 abril 2014 - 11:09

    Aparte de las connotaciones tecnológicas a las que aludes, es curioso ver como EEUU e Israel están propiciando la desestabilización política de sus posibles enemigos, sin importarles demasiado el futuro de los habitantes de dichos países, a los que dejan sumidos en el caos durante décadas.

  • #002
    Antonio Castro - 8 abril 2014 - 11:43

    […] Indudablemente, podemos hablar ya de una correlación directa entre la viabilidad de los regímenes dictatoriales, teocráticos o, en general, no democráticos, y la disponibilidad de información en manos de su población. Que este tipo de regímenes se asientan fundamentalmente en un férreo control de medios de comunicación como prensa, televisiones o radios es un hecho bien sabido: […]

    En España no tenemos un régimen dictatorial clásico sino una democracia afuncional. Se ha llegado a esta situación mediante la manipulación ideológica y de los sentimientos de la población.

    Algunas de las armas que se han usado para la manipulación en España son:

    1) La educación general básica: (solo se enseña a almacenar datos en la memoria, pero no se enseña a razonar, ni a resolver problemas, ni el valor de la autocrítica o del rigor). La imposibilidad de las familias para conciliar la vida laboral y familiar ha empeorado mucho la educación infantil.

    2) La religión: Un sistema que enseña a las personas a ser obedientes, sumisas, sin capacidad de cuestionar la autoridad, y que aplaza la resolución de injusticias hasta después de la muerte.

    3)El intercambio de favores con los medios de comunicación. Estamos en un momento muy crítico.

    4) Las mentiras y la venta de odios desde la política para dividir a la población para que olviden lo realmente importante.

    5) El control de las comunicaciones mediante sistemas como SITEL.

    Seguro que olvido unos cuantos que tienen que ver con el manejo de nuestro dinero para crear corrientes de opinión manejando diferentes grupos de ciudadanos mediante incentivos económicos, pero la lista sería interminable. Los políticos solo se han preocupado de conseguir votos y para ello han optado en convertirse en ingenieros de la manipulación.

    […] es bien sabido que los Estados Unidos recurren al uso de cualquier medio con el fin de obtener sus fines, como es el caso del uso de las embajadas para llevar a cabo presiones por motivos políticos o económicos […]

    No seré yo quien rebaje el tono de la crítica a EE.UU., pero no me gustan las historias de buenos y malos ni los planteamientos de negro y blanco.

    EE.UU. se ha convertido en una nación ultra capitalista muy poderosa y muy temerosa de sus enemigos. La Historia de EE.UU. contiene capítulos como los del ataque a la base de Pearl Harbor, la Crisis de los misiles de Cuba, o el 11-S. No hay peor consejero que el miedo y cuando dices que son capaces de usar cualquier medio para conseguir sus fines tenemos que recordar que ya usaron la bomba atómica en Hiroshima, Nagasaki, y que aún tienen la bomba.

    EE.UU. está acostumbrado a tomar atajos brutales para solucionar sus problemas porque ellos se consideran a sí mismos el centro de este planeta.

    […] El uso de la red como herramienta de activismo, espontáneo o dirigido, está aquí para quedarse. […]

    Totalmente de acuerdo, por eso es tan importante cuidar la neutralidad de la Red y evitar cualquier asimetría en el uso de la Red. No hay excusa posible. La neutralidad no es algo que cueste dinero. La Red ya nació neutral. Solo hace falta evitar que los políticos la conviertan en algo diferente. Por ejemplo en basura.

  • #003
    Jotaviz - 8 abril 2014 - 12:09

    Una verdad irreconciliable con las
    expectativas de conducta pragmatica, ,
    grave error de transparencia.
    De efectividad dudosa y en todo caso
    contraproducente hasta que fue manipulada
    por el regimen para generar divisas
    Jotaviz

  • #004
    JC - 8 abril 2014 - 12:20

    Esto me parece otro capítulo más de la “guerra” que ha comenzado por el control de la red y sus contenidos.
    Los políticos y los que mandan se han dado cuenta de lo peligrosa que puede ser un red libre en el que la opiniones lleguen a todas partes y en cuestión de segundos; si no controlan la red se les escapara el control de la población “y a lo mejor a la plebe le da por darse cuenta que el problema son los que mandan …”
    Vamos a vivir una época muy curiosa en la que unos van a intentar controlarlo todo y espero que otros intentemos evitarlo.

  • #005
    15maytech - 8 abril 2014 - 12:24

    … que un ciudadano encuentre ante sí de manera cotidiana un abanico informativo que le abastece de noticias en las que predominan las loas al régimen, le obvia todo atisbo de insurgencia o reacciones adversas, y le priva de todo aquello que pueda cuestionar a su gobierno en el escenario internacional es una manera de ejercer control sobre la población. Si el ciudadano siente deseos de cambio, se encuentra rodeado de un contexto explícito de “normalidad”, que le lleva a pensar que, de alguna manera, “el raro es él”, y que le obliga, en caso de querer desarrollar su disidencia, a implicarse en actividades que suponen una barrera de entrada generalmente elevada, y que contradicen el panorama informativo que tiene ante sus ojos.

    Juro que por un momento pensé que estaba hablando de la situación actual en España. Juraito!

  • #006
    Garepubaro ("Sunfas Tradelo") - 8 abril 2014 - 13:03

    #005 y otros de mas atras … osea que deciis que a pesar de haberse inventado internet siguen existiendo los «poderes mediaticos» igual los que crean la opinion de las masas … que no se adelanto NADA que estamos peor que cuando la tele estaba sola, y esto ni empieza…

  • #007
    Mario - 8 abril 2014 - 17:13

    Creo que lo que las corporaciones que manejan internet han vendido muy bien es esa falsa identidad internet=democracia que se ha comprado el Departamento de Estado, cuando la democracia no depende en realidad del uso ni existencia de ninguna herramienta sino de la organización y de la voluntad de los miembros de una sociedad. La democracia existe antes de internet, ¿lo sabíais?, y dada la clara tendencia actual de emplear la red como sistema de espionaje y manipulación social, la pregunta es más bien si la democracia podrá subsistir «a pesar» de internet.

    La llamada primavera árabe no fue un movimiento posible gracias al Twitter sino un movimiento en el cual sucede que los participantes ya contaban con el Twitter. De no existir esta herramienta hubieran usado cualquier otra que estuviese a la mano: pintar paredes, volantes, reunirse clandestinamente. En Chile por ejemplo, se hicieron conocidos los cacerolazos que sonaban en las noches en protesta contra la dictadura pinochetista: la gente, en sus hogares, se organizaba para coger las ollas y hacer ruido a una determinada hora pre-fijada. ¿Acaso se le llamó a la caída de Pinochet la «Revolución de Solac» o «el Movimiento RenaWare»? ¿Algún fabricante de ollas fue reivindicado por el Departamento de Estado como factor democratizador en el mundo? No pues. Estúpido y ridículo.

    Y a esa misma estupidez y ridiculez nos está llevando la idea de que un servicio de mensajería es lo único que necesitaban los cubanos para sacudirse de Castro. Lo que sí es seguro es que los servicios secretos cubanos deben estar más que felices al darse cuenta que lo único que ahora se les ocurre para sabotear su régimen, es una aplicación que ellos mismos pueden usar para detectar los disidentes. Castro debería mandarle una caja de habanos al genio que se le ocurrió esta idiotez.

  • #008
    Felix Maocho - 8 abril 2014 - 19:46

    A mi me parece perfecto que una democracia, (aunque no sea totalmente perfecta como la americana), utilice todos las presiones políticas que tenga en su mano para derrocar una dictadura, (aunque no sea tan brutal como la de Corea del Norte), por lo tanto, nada que objetar en que organicen un pseudo-Tuitter para minar el poder de la dinastía Castro.

    Lo que realmente me escandaliza es que preocupa es que la eliminaran ante el miedo de que estuviese alcanzando un éxito que la hiciese difícil de controlar., porque si desean cambiar la dictadura de los Castro, por una democracia, (aunque sea un poco imperfecta), pues muy bien, pero si lo que desean es sustituir un tirano de izquierdas, por un tirano de derechas, por eso de que al menos «ese hijo de puta es nuestro hijo de puta», que decía Theodoro Rooswelt, pues sinceramente, me parece mal y supongo, que puestos a aguantar dictadores, quizá los cubanos prefieran un Castro que un Somoza, al menos yo lo preferiría.

  • #009
    Julio2 - 8 abril 2014 - 20:41

    Así que para eso quieren las redes sociales: para controlar a los países rebeldes e intoxicar a placer, con el fin de implantar regímenes que les sean afectos. Quizá de ahí el interés de Facebook y Google por llevar Internet gratis a los parajes más remotos de África y Asia. Ahora ya no sale a cuenta invadir países. Mejor darles acceso gratis a Internet y controlar sus redes sociales.

  • #010
    Abilio Gonzalez - 9 abril 2014 - 05:22

    El análisis tecnológico del post: interesante, resaltando las tendencias, y en general, de respetar; como es general en el Prof. Enrique. El análisis político del post (porque cruza esa línea): muy pobre, endeble y demasiado «progre». Gracias Enrique por traer el caso.

  • #011
    cubano - 25 abril 2014 - 16:55

    Me asombra como todo el mundo da por sentado que en Cuba hay una cruel dictadura. Por mi madre que las imágenes de la policía dando golpes a manifestantes sangrantes que ha visto últimamente son de países que se consideran a si mismo democráticos, nunca he visto eso en Cuba donde los policías ni siquiera andan armados. Gentes que considero muy sensatas e inteligentes no se dan cuenta que el caso «Cuba» es el ejemplo de la mentira repetida mil veces. En mi país hay Constitución, elecciones, su democracia es imperfecta, hay miles de errores, de escaseces pero es un país tranquilo y que no se mete con nadie ni agrede a nadie. Esta historia de Zunzuneo es un ejemplo patético, otro mas, de la larga historia de agresiones contra Cuba, antes eran bombas, intentos de asesinato, sabotaje a un avión civil, ahora es esto. ¿Y nadie se ha preguntado por que EEUU no ha podido contra Cuba? No sera porque tiene mas armamentos, ni una potente economía….Por favor, busquen fuentes alternativas de noticias y encontraran un mundo muy interesante….

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