Secret: reflexionando sobre el anonimato

Secret.lyLanzada el pasado 30 de enero desde Google Ventures por un ex-empleado de Google y otro de Square, y disponible por el momento únicamente para iPhone y desde los Estados Unidos, Secret es uno de esos fenómenos que generan muchísima expectación y una explosión de descargas y comentarios dentro de las «élites ilustradas» de Silicon Valley.

El concepto es tan simple como provocador: dar importancia al contenido, y no a quién lo aporta, generando unas condiciones de anonimato. La aplicación te genera una red con las personas que tienes en tu libreta de direcciones, y te permite, a partir de ese momento, generar contenido de texto sobre un fondo determinado, bien de color o con una foto de fondo. Ese contenido es aportado a la red de manera anónima: no estableces ningún tipo de perfil, ni subes ninguna fotografía, ni aportas ningún dato. A esos contenidos se puede reaccionar pulsando un corazoncito a modo de «me gusta» o escribiendo un comentario, que es a su vez también anónimo.

La idea tras la aplicación es transmitir al usuario la libertad de poder compartir lo que quiera sin estar constreñido por su identidad. Pero esa propiedad en principio bien pensada para proporcionar amplitud de miras es, como seguramente no se le escapa a nadie, también su principal problema: en las pocas semanas de uso que lleva, los participantes afirman haberse visto expuestos a todo tipo de contenido, desde insultos hasta cuestiones sexuales explícitas o barbaridades que van desde comentarios racistas hasta deportes o política.

La reflexión interesante, por supuesto, es la que gira en torno al fenómeno del anonimato: ¿estamos de verdad oscilando en nuestras preferencias hacia modos de comunicación diferentes que nos desligan de la «pesada carga» que supone el almacenamiento y la indexación de todos nuestros pasos en la red? ¿Estamos optando de repente por medios efímeros como Snapchat o anónimos como Secret como una reacción ante el hecho de encontrarnos con un entorno que actúa como un «fijador», como una memoria colectiva permanente cuyas consecuencias nos intimidan?

El fenómeno es socialmente muy interesante, porque la primera época de uso está respondiendo a ese dramático patrón de desinhibición que lleva a que nos encontremos todo tipo de barbaridades, desde confesiones de infidelidad hasta revelación de secretos industriales o corporativos, pasando por lo todo lo que queramos imaginarnos. ¿Qué dirías ante un grupo de contactos y amigos si tuvieses garantía de que no se va a saber que has sido tú – salvo que se pueda deducir del propio comentario? ¿Cuántas barbaridades podrían llegar a salir de unas condiciones semejantes, o qué ratio señal/ruido ofrecerá a sus participantes? ¿Realmente estamos dispuestos a soportar una explosión de barbaridades y un entorno con unas reglas no definidas – o directamente, sin reglas debido a una prácticamente total ausencia de control – a cambio de sentir la liberación de nuestra identidad? ¿Va a durar este fenómeno, o será algo efímero donde los usuarios, tras entrar y recibir un par de «bofetadas» dialécticas y soportar que varios de sus «supuestos amigos» o contactos les digan cuatro frescas, huirán despavoridos y desinstalarán todo rastro de la aplicación? Por el momento, la dinámica de uso parece estar indicando precisamente eso: un uso inicial seguido de una retirada. Pero sin duda, responde a un fenómeno sociológico digno de estudio.

 

(This post is also available in English in my Medium page, “Secret: some thoughts on anonymity«)

21 comentarios

  • #001
    Antonio Castro - 12 febrero 2014 - 19:44

    La idea que los humanos tenemos de nosotros mismos, temo que sea demasiado condescendiente y poco realista. Creo que actuamos en la forma que lo hacemos por miedo a las consecuencias de todo tipo.

    Como experimento social me parece que tiene los días contados.

  • #002
    Alfonso - 12 febrero 2014 - 21:01

    Temo solo se convierta en herramienta de acoso y difamación, desgraciadamente no veo que vaya a aportar nada más positivo dada la condición humana.

  • #003
    Luis Rull - 12 febrero 2014 - 21:07

    Tal y como lo cuentas, no parece muy complicado de programar una versión para un grupo reducido con BuddyPress. (Con un martillo en la mano, todo son puntillas)

  • #004
    FJC - 12 febrero 2014 - 21:36

    A pesar de que tengo un buen escepticismo por un lado, por otro no puedo evitar pensar que en el futuro todos nos vestiremos de carnaval todos los días (como en The Private Eye, que por cierto, si da la casualidad de que Enrique lee esto, le recomiendo que lo lea, es un comic).

  • #005
    Xaquín - 12 febrero 2014 - 22:30

    Somos perversos por naturaleza. Le damos la vuelta a la propiedad intelectual y al anonimato y nos quedamos tan panchos…

  • #006
    Lodoto - 12 febrero 2014 - 22:39

    Procediendo indirectamente de Google, no me fiaría. Tal vez un señuelo, como varios hemos visto en plena época Snowden. Si el resultado de Secret es una “retirada», ¿ cuál mejor manera para cargar con el anonimato que desprestigiarlo a través de su abuso ? Google y Facebook, no olvidemos, necesitan conoceros en detalle para vendernos publicidad. Por no mencionar la NSA.. De todo modo, ya tenemos una infinidad de foros y blogs donde podemos comentar desde el anonimato y, por supuesto, con respeto entre usuarios. Vamos a estropear lo mejor de internet, el anonimato, por los intereses de marketing de grandes compañías que, además, ceden nuestros datos a los servicios secretos sin derecho alguno ? NO, gracias. P.S.: gracias por informar Enrique.

  • #007
    Pedro Amador - 13 febrero 2014 - 06:02

    A mi me gustaría ver lo que compartiría Obama (y semejantes) en esta aplicación… ¡eso si sería un buen caso de estudio!

  • #008
    Miguel Ángel - 13 febrero 2014 - 06:43

    Lo único que considero adecuado en el sentido del anonimato en la Web es la manera de lograr que no te editen los resultados los buscadores -léase Google- así como navegar sin el «temor» de ser rastreado expuesto a publicidad segmentada, etc.

    En lo demás, la manera en comentar, creo que siempre se debe dar la cara.

  • #009
    Jos - 13 febrero 2014 - 11:02

    #6 Dos cositas.

    La primera es que mezclas churras con merinas, conspiraciones absurdas y tal.
    La segunda es que Google Ventures ha financiado más de 300 empresas de todos los tamaños y todos los sectores, ex-Googlers han fundado empresas como Twitter, Foursquare y varias decenas más y son altos directivos o CEOs de otras como Yahoo, Facebook o DropBox.

    Seguramente no puedas encontrar ningún servicio o producto desarrollado en Silicon Valley que no haya sido financiado por Google Ventures, Google Capital o directivos de Google a titulo personal o que no haya creado por una empresa fundada o dirigida por ex-miembros de Google.

    Así que lo único que puedes hacer es tirarte al monte donde no llegue el 3G ni haya nada interesante que los satélites puedan fotografiar.

  • #010
    Leticia - 13 febrero 2014 - 11:15

    Pues habrá que ver como evoluciona.. porque es cierto que está en nuestra naturaleza hacer cosas «socialmente censurables» cuando nadie nos ve, y esto unido al placer que muchos de nosotros sentimos de ser el malo por un ratito y sin consecuencias!! vamos que yo le auguro un gran éxito por un rato porque a menos que se reconvierta en algo más interesante pronto nos cansaremos de leer frases extravagantes y provocadoras sin ton ni son.

  • #011
    Germán - 13 febrero 2014 - 11:19

    ¿Veremos entonces surgir un ecosistema de software capaz de analizar los escritos en estas redes, y a partir de allí correlacionarlo con los posibles escritos públicos no-anónimos de los mismos usuarios, para al final identificar quienes son los autores de los mensajes?
    No me extrañaría nada que la NSA tenga ya algo así… pero incluso si no lo tienen, y este tipo de redes se populariza, sería un interesante negocio crear software de este tipo.

  • #012
    JC - 13 febrero 2014 - 12:32

    La idea es interesante, pero creo que tenemos un concepto demasiado bueno de nosotros mismos, la prueba es que ante una herramienta como esta lo primero que pasa es que es usada para “meternos” con otro (como no se sabe quién hace el comentario…).
    Por otro lado, y viniendo de ex Google, de verdad es todo totalmente anónimo???
    Otra cosa interesante serán las futuras aplicaciones que sirvan para saber quién ha escrito que.

  • #013
    Felix Maocho - 13 febrero 2014 - 13:35

    Creo que confundimos dos conceptos diferentes, anonimato y privacidad, A menudo deseo comunicar con otros, (uno o varios a al vez), sin que se enteren los demás, eso es privacidad, otras veces, quiero que cualquiera se entere de lo que pienso, (como ocurre con un comentario en este blog), eso es publicidad y es algo público, pero pudiera ser que en alguna ocasión, quisiera tirar la piedra y ocultar la mano, eso es anonimato. A mi juicio el anonimato no ees correcto, cada cual es responsable de lo que dice y del contexto donde lo dice, otra cosa es que ciertas cosas se comuniquen a ciertas personas, pero no se preteenda su divulgación.

  • #014
    chatear online - 13 febrero 2014 - 15:23

    La verdad es que da bastante miedo que todo el mundo se pueda esconder detrás del anonimato para decir lo que les venga en gana. No le veo muchas cosas positivas, solo un lugar para insultar y decir barbaridades de forma gratuita

  • #015
    Antonio Castro - 13 febrero 2014 - 16:59

    #006 Lodoto, no creo que lo mejor de Internet sea el anonimato. Yo vengo usando mi propio nombre y apellido, Antonio Castro, como alias en casi todos los lugares de Internet que he participado. Así lo he hecho desde siempre y nunca he tenido problemas por esa razón. Admito que el anonimato es algo interesante pero sin exagerar. Internet ofrece alguna que otra cosilla más que tampoco está mal.

  • #016
    daniel - 13 febrero 2014 - 22:35

    En un ecosistema dónde prima el anonimato ocurrirá lo mismo que con las pelis del destete de los 70: Al principio, mucho y sólo eso, y después se tenderá a normalizar y naturalizar la situación

  • #017
    Lodoto - 13 febrero 2014 - 23:31

    #015 Sin duda Antonio, la mía es una exageración, estamos de acuerdo. Sin embargo piensa en cuántos usuarios no compartirían sus conocimientos si no fueran anónimos. In medio stat virtus, veo más beneficios sociales que inconvenientes. Existen además numerosas razones prácticas para mantener el anonimato online, se me ocurre por ejemplo evitar que un jefe sepa lo que hace un empleado en su vida privada (que no tiene por que ser algo innombrable, simple privacidad). Además estamos hablando de un anonimato muy relativo, la gran mayoría de nosotros es perfectamente trazable aunque no colguemos nuestro nombre y apellido.

  • #018
    Pedro Torres - 14 febrero 2014 - 11:01

    4chan 2.0

    Un 86% de Españoles que se declara «creyente»…

    La realidad es un guantazo de aire fresco para quienes optan por vivir en una burbuja.

    Ehí está la «corrupción del sistema», que somos de naturaleza relativista y TODOS construimos burbujas que nos aíslan de la realidad.

    https://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%ADldora_roja_y_p%C3%ADldora_azul

    Toma la píldora roja: permaneces en el país de las maravillas y te mostraré que tan profundo llega el agujero del conejo. Recuerda, todo lo que estoy ofreciendo es la verdad, nada más.

  • #019
    Jesús - 14 febrero 2014 - 18:44

    Yo creo que en la libertad de expresión, el anonimato hace transparente a la gente.

    Porque todas esas barbaridades estaban ya ahí, sólo que antes se callaban y ahora se dicen. Callarlas es equivalente a mirar a otro lado, no van a desaparecer por ello.

    ¿No preferimos la verdad a la hipocresía? Pues toma dos tazas.

    Como siempre, el «problema» no es del anonimato (la herramienta) sino del usuario, que es el que hace cosas buenas o malas con la herramienta.

    «Dad una máscara al hombre y os dirá la verdad.» Oscar Wilde

    Quizás si en el sistema educativo además de contenidos se enseñara a pensar racionalmente, a desprenderse de prejuicios, a cuestionar nuestras creencias principales, inteligencia emocional, empatizar con el otro, algo de programación neurolingüística y asertividad … quizás no haría falta esconderse tras una máscara para no tener que avergonzarse de decir lo que se piensa.

  • #020
    Lodoto - 14 febrero 2014 - 23:03

    >> “Dad una máscara al hombre y os dirá la verdad.” Oscar Wilde

    Nunca mejor dicho.

  • #021
    Jose A. - 16 febrero 2014 - 12:00

    Esta dinámica me ha producido una sensación de dejà vu: Chatroulette.

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