Mi columna de esta semana en el diario Expansión se titula «Cuestión de tamaño«, y se refiere a la evolución histórica de los terminales de eso que llamamos todavía «teléfono móvil» pero que ya hace mucho tiempo que dejó de ser un teléfono y se aproxima mucho más al concepto de «ordenador de bolsillo».
En la columna recuerdo los primeros tiempos de la la popularización de la telefonía móvil, a mediados de los ’90, cuando los terminales debían diseñarse para tratar de ser lo más pequeños posibles, y los comparo con el momento actual, en donde el cambio progresivo de funciones nos va abocando cada vez más al uso de los descomunales phablets. Una evolución del factor forma en menos de una década que resulta cuando menos sorprendente.
A continuación, el texto completo de la columna:
Cuestión de tamaño
El teléfono móvil comenzó a popularizarse en España en torno a 1996. De aquella época, podremos seguramente recordar la impresionante velocidad de adopción, y la evolución de los terminales: desde los primeros, grandes y pesados, hasta los modelos de principios del siglo XXI, cada vez más reducidos. El comentario jocoso de la época era que “el teléfono móvil era lo único que un hombre presumía de tener pequeño”.
Poco podíamos imaginar entonces la evolución que iban a tener esos terminales. En pocos años, el teléfono móvil disparó su potencia de computación, y empezamos a utilizarlo alejado de nuestra cara para acceder a datos, en lugar de pegado a la oreja para hablar por teléfono. Hoy, al término “teléfono móvil” o al más moderno y anglosajón “smartphone” le queda poco sentido: hablamos de ordenadores de bolsillo que, eventualmente, utilizamos para hablar.
En consecuencia, la fisonomía de los terminales ha cambiado. El primer iPhone, que para muchos define ese cambio evolutivo, tenía una pantalla que muchos veían grande. Si coloco aquel iPhone sobre el terminal que llevo ahora en el bolsillo, caben casi tres como él.
Los phablet, a caballo entre teléfono y tablet, son monstruos con pantallas de más de seis pulgadas. Llevarlos en un pantalón hace que evoquemos aquella frase de Mae West, “¿Tienes una pistola en el bolsillo o es que te alegras de verme?” Ponérselos en la oreja queda pintoresco. Pero no importa, porque sus funciones se duplican en otros dispositivos: ves quien te llama en el smartwatch, y descuelgas con el auricular inalámbrico. Y para otros usos, mejor una pantalla grande.
Cuestión de tamaño: en menos de una década pasamos de presumir de terminal pequeño, a presumir de terminal grande. Impresionante. ¿Alguien da más?
(This post is also available in English in my Medium page, “A question of size: my column in this week’s Expansión«)
ACTUALIZACIÓN (03/09/2014): «Phablets are exploding in popularity as Apple readies its 5.5-inch iPhone«
Reproduzco un comentario que no es mio sino de un comentarista de este blog que se llama @Fugaz 5 que lo dio en el post de este blog
https://www.enriquedans.com/2013/12/el-phablet-como-dispositivo-desagregado.html
No he conocido a nadie que se ha comprado un smartphone nuevo de menos pulgadas que el anterior.
La pregunta es “¿en cuantas pulgadas nos plantaremos?”. ¿en 5″? ¿en 6″?
Pinso que el limite esta en lo que sea fácil de llevar encima, si por ejemplo se inventa una pantalla plegable, o aun mas loco inflable o desplegable como un acordeón el limite sera loa 40″ pues a mas grande mejor.
Pero como lo que digo es poco probable, puede que haya dos valore topes, uno para hombres con un par de pulgadas mas como mucho que las actuales y para las mujeres bastante mas, pues ellas llevan bolso.
Aún recuerdo cuando mi padre me dejó un Panasonic de mediados de los noventa para que lo desarmase, ahora me da pena haberlo hecho.
Es cierto que cada vez vemos más y más terminales con todo tipo de funciones y pantallas. En mi opinión, se está pecando del mismo problema que padecieron otros productos en su momento: querer hacer de todo en un único aparato. Acumular funcionalidades de diferentes dispositivos en uno solo elimina la sencillez de su uso.
Es como intentar hacer un coche que vuela: ni es un buen coche ni es un buen avión. Simplemente tiene lo peor de ambos mundos. Por eso, aunque cada vez me atraen más las pantallas grandes, me parece que llega un momento en que se rompe el compromiso del diseño y el aparato deja de ser «tan útil y sencillo».
Otro ejemplo son los smarpthones con una cámara brutal. Son incómodos como smartphone y no son la mejor de las cámaras.
Ayer mismo estuve hablando con mi mujer de la posibilidad de que le regale por reyes un nuevo Smartphone, que el suyo ya está viejo, achacoso y martirizado por golpes y caídas, (mi mujer es del grupo de personas que usan y abusan de cualquier producto sin hacer caso de unas normas mínimas de mantenimiento y cuidados). Su Smartphone es uno de esos iPhone 4 que tanto dieron que hablar por su supuesto problema de antena.
Como decía, le comenté que si quería uno de estos «phablets» de monstruosas pantallas o algún Android de 5″ que parecen ser el estándar actual. Su respuesta fue sencillamente que prefiere seguir con su iPhone con pantalla de 3.5″ antes que tener que lidiar con uno de mayor tamaño. Incluso las, para muchos, ridículas 4″ del iPhone 5 ó 5 S le parecen grandes.
Dado que el actual iPhone 4 S solo se vende con 8 Gb de memoria y a un precio desorbitado y que los Android de ese tamaño literalmente se arrastran (aún más que el 4 con iOS 7), sus opciones pasan por mantener su iPhone hasta que se muera o bien adaptarse a Windows Phone… (Espero no herir sensibilidades por decir tamaña herejía en este espacio).
Excelente artículo. Sin duda es interesante analizar la evolución de los teléfonos, porque hace apenas una década la idea era que fueran lo más pequeños posible y ahora todo se está revirtiendo nuevamente. En lo personal no me gustan los teléfonos (u ordenadores de bolsillo como bien has dicho) tan grandes, siento que son un poco frágiles (aún cuando puedan usar Gorila Glass y cosas así).
Estimado Enrique,
¿no crees que podría volverse a la miniaturización de nuevo? es decir cuando efectivamente ya deje de ser «portatil» eso que llamamos smartphone no se fragmentará en múltiples gadgets de nuevo?
#003: ¿Herejía? A mí Windows Phone me encanta, me parece que lo están desarrollando francamente bien. Y es más, creo que cuanto mejor les vaya a ellos, mejor para el ecosistema competitivo y para todos…
El tamaño es proporcional a cada necesidad. Un tamaño único? Ojalá!!!!! La medida ideal para mi, seria la mitad de un iPad y la mitad de peso. Donde poder utilizar office con cierta comodidad y lecturas que no me obliguen a mover el texto con la pantalla, de un lado a otro. Claro!! Un auricular bluetooth para contestar llamadas de forma discreta y escuchar musica sin estar expuesto. Apps con informacion actualizada sobre temas diversos y diccionarios temáticos accesibles.
Comodidad para leer un libro y escucharlo. Ver peliculas. Dictar textos. Dibujar ideas. Hacer resúmenes. Trabajar imagenes. Con cloud para documentos ya hechos. Wifi. Batería que dure 1.5 dias de actividad. Videos con resolucion. Que admita html5 y no de problemas flash. Con skype. Apps para mejorar reflejos, pronunciación idiomas y correcciones fiables de textos con gramática.
Bueno!! Que me he emocionado…… :-))))) y guardado como si fuera una agenda personal de las antiguas…..
#006 Enrique, no lo decía por ti. Va dirigido a los anti MS que tanto abundan en tu blog.
Coincido plenamente contigo en que cuánta más competencia haya entre plataformas, más y mejores productos tendremos los usuarios para elegir.
Winphone ha llegado con demasiado retraso, de ahí que su principal problema haya sido la falta de aplicaciones frente a iOS y Android; aún les falta camino por recorrer pero casi todas las «must have» ya están disponibles. Lo que para mi mejor han sabido hacer es no descuidar el segmento medio y bajo, cosa que la miriada de fabricantes que instalan Android, y no digamos Apple, han descuidado totalmente.
Un saludo.
#003 Tengo un Lumia 920 –Windows Phone 8– y puedo asegurarte que es un gran teléfono, el sistema operativo es francamente bueno: fácil de usar, interfaz diferente -para mí la mejor-, funciona muy bien -muy fluido y estable- y la falta de aplicaciones está llegando a su fin. Qué más se puede pedir. El único problema que veo es que las pantallas de todos los Lumia son más grandes de lo que tu mujer quiere -menos el Lumia 620 que tiene 3,8″-; tal vez deberías probar con un HTC, tienes dos modelos: uno de 4 y otro de 4,3 pulgadas -el mejor y más caro de los dos-, ninguno de los HTC se hace grande en la mano y son muy livianos.
Estoy con mi tocaya….
Gracias Francisco José :)
Los Htc no me parecen malos pero los Nokia tienen excelentes aplicaciones exclusivas que y, que yo sepa, no pueden instalarse en dispositivos de otras marcas. Además con la adquisición de la división de móviles la decisión prudente y lógica es comprar Nokia.
La única pega que le veo al 620 es la escasa resolución de su pantalla si la comparamos con la del iphone 4, pero su prioridad es un dispositivo pequeño y manejable… Si de mi dependiera probablemente me esperaría algún tiempo a la espera de que mejoren su resolución. Por lo demás, creo que sería una excelente opción para ella.
Gracias nuevamente, un saludo.
CMT
El problema del de los SO para móviles de MS es que muchos de los que los hemos sufrido antes con los PDA les hicimos la cruz y ya no vamos a darles ninguna oportunidad. MS quiso cambiar de un SO abierto a uno muy cerrado y tuvo las consecuencias que tuvo. Parece mentira que les pasara a ellos, cuando deben ser muy conscientes que MSDOS y Windows han llegado donde están precisamente por ser muy abiertos.
De aquellos polvos vienen estos lodos.
Además esas experiencias negativas se expanden, pues hemos sido los que tenemos experiencia la contamos y los demás prefieren aprender de los errores de otros.
Dans está en el subidón primerizo del phablet. No son para todo el mundo, son incómodos de usar y de llevar.
Yo sí he bajado de pulgadas. Del Note 2 de 5.5″ al iPhone 5 con 4″. Me harté de la incomodidad y elegí uno pequeño que tuviera buena cámara y sonido que pudiera llegar a todo con el dedo gordo.
Cada uno le da un uso y cada uno tiene sus preferencias. El pantallón, para mí, era al final una gran molestia. No veo películas en el móvil. No leo más que cosas cortas. Con 4″ me sobra. Cuando por fin tuve el iPhone respiré aliviado y no he dejado de disfrutar de su pequeño tamaño.
No quisiera desilusionar a nadie, pero según IDC la cuota de mercado de Windows Phone en los 3 últimos trimestres ha sido del 3,2%, 3,7%, y 3,6%. El lanzamiento de WP8 sirvió para pasar de cuotas de mercado del 2 y pico al 3 y pico, pero ahí se ha quedado. Con estos porcentajes, no cabe esperar que se acabe la escasez crónica de aplicaciones de WP.
Sigamos con la guerra de cifras…
Yo tengo estos datos para USA:
http://www.kantarworldpanel.com/global/News/news-articles/While-Android-Leads-iOS-and-Windows-Are-Growing-At-A-Faster-Pace
Ciertamente un 5 y pico del mercado es ridículo, pero no deja de ser significativo que Winphone esté captando la atención de clientes más jóvenes que el pasado año pero, si hemos de hacer caso a la entrada de Enrique del pasado 19 de noviembre, la población más joven es buena indicadora de tendencias.
https://www.enriquedans.com/2013/11/son-los-jovenes-buenos-indicadores-de-tendencias-de-adopcion.html
En ese mismo estudio de Kantar Android sigue siendo el líder en cuota pero sus competidores, incluído Winphone, crecen a mayor ritmo. No es aun preocupante para Google su pérdida de tracción pero se adivina un futuro de menor crecimiento para sus intereses.
La cuestión para el futuro de Windows Phone es si los programadores de apps para sistemas móviles también han captado ese cambio de tendencia.
CMT:
Normalmente las apps se comercializan a escala global, a los desarrolladores lo que les importa es el mercado mundial, no el de un país concreto. Lógicamente, lo que más van a mirar es la base instalada actual, no un hipotético futuro, y menos aún si tenemos en cuenta que, después de 3 años y 3 versiones de Windows Phone, este ni llega al 4%.
Por tanto, las aplicaciones van a seguir llegando con cuentagotas a WP, al menos mientras este no aumente varias veces su cuota de mercado actual, crecimiento masivo que veo muy difícil que se produzca dado que todo comprador de WP es penado con una notable carencia de aplicaciones.
Ahora que MS ha comprado la división de móviles de Nokia, le va a tocar comerse las pérdidas de esta. Veremos qué piensa al respecto el nuevo CEO, porque la mejor manera de aumentar los beneficios es cerrar (o vender) los numerosos productos en los que MS tiene pérdidas. El hard cuesta mucho más que el soft, WP le va a salir a MS más caro que nunca.