Mucho se ha escrito ya sobre la criticidad de la innovación corporativa. Mantener una actitud innovadora no solo posibilita el sostenimiento de una oferta adecuada de productos o servicios que evoluciona con los tiempos, sino también factores que van desde la motivación y el clima laboral, hasta la capacidad para atraer a candidatos adecuados.
Pero la innovación corporativa depende de un equilibrio enormemente difícil de mantener. Hasta las compañías con mejor reputación de innovadoras tienen problemas a la hora de gestionar y preservar ese clima. A medida que las compañías crecen, tienden irremisiblemente a la homeostasis, al equilibrio, a una especialización cada vez más asfixiante, a una esclerotización progresiva. Soluciones como aislar la innovación en departamentos o células separadas de la empresa tratan de preservar el clima innovador dentro de burbujas, pero ocultan el verdadero problema: que la mayoría de la actividad de la empresa transcurre fuera de esa burbuja, que acaba en prácticamente todos los casos restringida a una actividad marginal. La idea de «industrializar la innovación» poniendo a un departamento a «producir innovación» como si fueran chorizos no funciona, porque la propia naturaleza de la innovación aplicada depende, fundamentalmente, de un contexto, de un entorno. Aislada o privada de ese contexto que se va haciendo inexistente, la innovación corporativa languidece y termina por desaparecer.
¿Cuáles son los elementos fundamentales que permiten, supuestamente, mantener un cierto nivel de innovación corporativa? Lo más adecuado para conceptualizarlos es pensar en ese elemento de contexto: se innova con lo que se percibe, con lo que se incorpora al cerebro, con las experiencias propias, con la observación de las experiencias ajenas, y por supuesto, con cierta serendipia, con esas chispas – que, sin embargo, no suelen surgir de la nada.
La construcción de un clima de innovación puede provenir de un empuje inicial, de la constitución en torno a una idea, de la comunión de una serie de innovadores, de la búsqueda de un desafío. Pero el mantenimiento de ese clima exige trabajo, trabajo y trabajo. Es algo que es preciso alimentar, a lo que es necesario dedicar recursos, tanto en tiempo como en dinero. La innovación no se mantiene del aire, porque planteada seriamente y en modo corporativo y aplicado es mucho, mucho más que inspiración.
¿Cuáles son esas prácticas que pueden, cuando están bien gestionadas, mantener un clima innovador en una compañía? En mi opinión, se trata de aprovechar estímulos que, actualmente, están cada vez más fácilmente disponibles. Si innovamos a base de alimentar nuestro cerebro con esos estímulos, debemos trabajar y destinar recursos a que esa actividad se mantenga. Eso incluye cuestiones como las siguientes:
- Información: leer mucho, leer constantemente, leer como parte del día a día del profesional. Pero no simplemente leer. Leer para fomentar la innovación no tiene nada que ver con el tiupo de actitud que utilizamos para leer el periódico. Hablamos de lectura enfocada, eficiente, y con herramientas adecuadas para almacenar lo que se ha encontrado interesante, etiquetarlo, reenviarlo, etc. Y en ese sentido, no se ha inventado ninguna manera mejor de enfrentarse a una lectura en modo eficiente que el RSS. El uso de un lector RSS y la gestión de unas suscripciones determinadas debería ser algo que las compañías fomentase, y que lo hiciesen además en modo social. Que los trabajadores de una compañía tuviesen herramientas en las que poder ver qué lee cada uno, qué noticias le han parecido interesantes o ha marcado o etiquetado, o en qué temas parece más interesado – sin ánimo de que existan otras fuentes o temáticas que puedan considerarse del ámbito privado y puedan ser excluidas de la compartición.
- No solo leer: la participación, el diálogo, la discusión, la proposición de temas de interés para foros de discusión y el intercambio en torno a una idea facilitan el tomarse la tarea en serio. No se trata solo de estar en contacto superficial con la información, sino de tener el incentivo de buscar algo más allá en aquellos temas que se han estimado interesantes, en los que se vea una mayor proyección.
- Foros de presentación: las empresas que desean mantener una cultura innovadora pueden estimular foros y seminarios internos en los que aquellas personas que siguen con más interés un tema pueden presentarlo, hablar de él, o incluso señalar a expertos o influenciadores que puedan venir a compartirlo en un foro corporativo – para lo cual hay que destinar, lógicamente, un cierto presupuesto si no se quiere que todo aquel que pase por la puerta lo haga con actitud de vender. Los invitados, dado el ambiente adecuado, pueden ser enormemente importantes a la hora de estimular la innovación aplicada y la serendipia. Y los empleados que logren desarrollarse en aquellos temas que consideren importantes de cara a la innovación, pueden de hecho participar en foros externos, contribuyendo así a incrementar la percepción sobre la innovación en la compañía.
- Estimular el conjunto de visiones internas y externas: no especializarse excesivamente, pero tampoco caer en la superficialidad del que «habla de todo». Leer noticias de la industria, pero no perder la gran perspectiva, las posibles influencias que puedan llegar de fuera de la misma, el pensamiento lateral o paralelo.
- La actitud: abierta, no negacionista.Una cultura innovadora precisa de personas con mentalidad innovadora. Los escépticos pueden ayudar a aterrizar muchas cosas y a solidificar o ver de manera más realista muchas otras, pero el escepticismo, como comentaba hace unas semanas, no debe confundirse con el negacionismo sistemático y con la protección a toda costa de la zona de confort.
- Analítica: los usos de nuestros productos o servicios, y la evolución de esos usos a lo largo del tiempo, pueden darnos pistas sobre los parámetros sobre los que podría ser recomendable innovar a futuro. Por mucho que diga Steve Jobs (y sobre todo, porque lo más seguro es que no seas Steve Jobs) los clientes y sus dinámicas de uso pueden ser una fantástica fuente de innovación.
- En el mismo sentido, usar tus propios productos y servicios en las mismas condiciones en que lo hacen tus clientes es una actitud que también ayuda a la innovación, te hace más sensible a lo que necesita mejora y a las áreas en las que es preciso cambiar. Que los empleados de una línea aérea no pasen por el mostrador para comprar sus billetes o que los de una eléctrica no reciban facturas puede ser una forma de estímulo o de compensación en especie, pero no favorece la innovación ni la sensibilidad hacia los problemas del cliente.
- Dinámicas y discusiones de grupo similares a las que se llevan a cabo en experiencias de formación. Es bien sabido que la formación, sobre todo sujeta a una metodología adecuada, estimula la innovación.
- Incentivos y competitividad: a los seres humanos nos gustan las recompensas. Una compañía innovadora debe proveer con incentivos adecuados a las personas que aportan buenas ideas, en lugar de dejar que se diluyan en una intrincada estructura corporativa.
Es solo una pequeña lista de actividades posibles: la innovación puede, en realidad, jugar a innovar incluso en las herramientas utilizadas para estimularla. Lo importante, claro, es la actitud con respecto a estas herramientas. En la práctica, la gran mayoría de las empresas que intentan hacer uso de estas herramientas acaban por relegarlas a foros minoritarios o con un nivel de prioridad bajo, lo que lleva a seminarios vacíos, foros con presencia escasa, o actividades a las que solo acuden «los que tienen mucho tiempo libre». No, no es «tiempo libre»… es, posiblemente, una de las actividades que más puede influir en el futuro de tu compañía. De hecho, la participación habitual de la alta dirección, la cultura del estímulo de este tipo de actividades, y de castigo para quienes abiertamente las subestimen es lo que diferencia a las compañías que siguen apostando por la importancia de la innovación frente a aquellas que ya no lo hacen.
No, la innovación no es gratis, no es sencilla, y no ocurre por casualidad. Hay que trabajarla. Pero en el escenario actual, es seguramente una de las funciones corporativas más importantes y de las que más dependa tu futuro.
(This post is also available in English in my Medium page, “What corporate innovation is made of«)
Tan lucido como siempre Enrique.
Para innovar es imprescindible la creatividad y para sacar partido a esa creatividad ha de haber un metodo que involucre a la totalidad de la compañia y no solo a un determinado departamento.
Si quereis mas argumentos podeis leer «La importancia de Generar Ideas en la Empresa»: http://www.neuronilla.com/documentate/articulos/45-innovacion-empresa/888-la-importancia-de-generar-ideas-en-la-empresa
Me sorprende que no se haga mas referencia a los aspectos emocionales, que son cruciales en cualquier proceso de innovacion. Podeis ver «Como gestionar Emociones en Creatividad e Innovacion»: http://www.neuronilla.com/documentate/articulos/18-creatividad-formacion-y-como-desarrollarla/834–como-gestionar-emociones-en-creatividad-e-innovacion-neuronilla
Muchas gracias.
Se podría hacer un paralelismo perfecto entre la juventud de una empresa innovadora y el conservadurismo de una empresa madura o incluso la decadencia de una empresa vieja con lo que ocurre a nivel individual con muchas de la personas que participan en las empresas a medida que todos cumpliendo años.
La renovación de personal no suele funcionar porque los veteranos con más experiencia suelen imponer a los recién llegados no solo sus conocimientos sino su filosofía de empresa la cual suele envejecer irremiseblemente.
La innovación tiene mucho de aventura y esta es la cualidad que caracteriza a las mentes más jóvenes. El amor al riesgo es algo que desaparece con la edad tanto en las personas como en las empresas como no podría ser de otra forma.
Yo creo que se salvan de esa decadencia unas pocas empresas que dan con personas muy especiales cuya inquietud por innovar les acompaña durante toda su vida.
Cuando muere un gran líder empresarial, dar con un sucesor a la altura del que elevó a la empresa a su cima (BillGates, Mark Zuckerberg, Steve Jobs) no es una tarea trivial. En las empresas tecnológicas la innovacion es una necesidad.
Dudo que reflexionar sobre estas cosas pueda evitar totalmente la decadencia de una empresa. Más bien creo que salvo casos muy excepcionales, la decadencia solo puede ser frenada, no detenida. En especial en las empresas tecnológicas donde la innovación es una necesidad.
La empresa se comporta como un organismo vivo aunque a diferencia de la condición mortal del ser humano con un plazo de vida bastante bien definido la muerte de una empresa no es una condición inevitable.
La cadena hotelera japonesa Hoshi Ryokan es una empresa familiar con casi 1300 años de vida y no es una empresa innovadora. Se mantiene fiel al mismo espíritu fundacional, pero naturalmente no se trata de una empresa tecnológica.
#002 Antonio Castro
Opino igual que tu, creo que una empresa es como un ser vivo nace, crece se reproduce y muere y es muy dificil, por no decir imposibe, evitar ese sino.
La fuerza creradora que le dió vida, vale para crecer durante algún tiempo, pero inevitablemente decae y las lleva a la decadencia. Por ese motivo pocas mempresas celebrar el centenario, aunque hayan sido puntereras en su época.
Si miras el IBEX de los años 50, veras que muy pocas de las empresas que le componían siguen subsistiendo y menos de ellas pocas siguen en el Ibex actual.
La «eternidad» solo puede conseguirse, como la consiguen los seres vivos, reproduciendose. Si utilizamos la innovación como germen de nuevas enpresas, libres de los lastres que tiene las empresas madres, podremos conseguir seguir creciendo indefinidamente. Pero esto exige algo muy dificil, que el hijo llegue a una total independencia del padre, para que busqu su propio camino sin arrastrar las tradiciones, buenas o malas, pero siempre lastrantes, que se han formada en la empresa progenitora, algo que exige una generosidad por parte de la empresa madre, que se da sin problema en los seres vivos, pero es muy dificil que se produzca en las empresas, por lo que sulen morir arrastradas con la muerte del muerte del progenitor.
Te añado el que en mi humilde opinión merece un apartado por su importancia, el detonante: competitividad.
Es para mi el elemento que desata ( en su justa medida) el nacimiento de la innovación.
La competencia interna, (bien avenida), es lo que hace ir un paso más allá, innato en el ser humano, ese paso en el que se encuentran las grandes ideas, lo diferente, el «out of the box». Aunque es algo que en teoría , debe salir de cada uno de nosotros como «profesionales», generarlo en entornos laborales y no solo entre pares, hace que se alimente e incite esa innovación.
Y es que si como bien dices, es un enorme error aislar la generación de innovación en burbujas dentro de la organización, si nos disponemos a democratizarla e incluirla dentro del «job description» general, de la identidad de la empresa, nos encontramos con una piedra en el camino a valorar: la producción a corto plazo, «el día a día».
Es por esto que veo clave, la utilización de detonantes que nos aseguren el poder estimular este tipo de «nuevas» estructuras empresariales basadas en la innovación y poder defenderlas ante aquellos que utilizan medidores de la vieja escuela.
¿Cómo hacerlo?
Esto ya es un arte y para ello es necesario antes, haber generado entornos laborales cuidados y amigables.
En resumen, es este diferencial lo que consigue que la innovación brote con fluidez, (sin industrializarlo ni penalizar por su ausencia) y además convierte a nuestras empresas en lugares para gente que busca el mejor sitio para crecer, aprender, ser mejores y alcanzar el éxito.
Un Abrazo ;)
@victorgdb
Las empresas se dan en entornos ya previamente industrializados, y concentraciones de capitales … despues los lideres empresarios como Gates y los otros conocidos, son gente bastante vulgar normalita, que andaba en el sitio adecuado en el momento justo y les toco la suerte, yo no digo que se lo «curraran» a tope, pero les caracteriza mas lo del sitio adecuado en el momento justo, que la extraordinaria brillantez en sus campos ni extraordinaria inteligencia, sino normalita … de Hollywood salen los grandes directores de cine, empresarios billonarios como Spilberg o Lucas etc estos dos si serian realmente creativos, pueden hacer cosas que no las crea cualquiera, la excepcion que confirma la regla, no va a ser de Madagascar, de EEUU tambien los informáticos tristemente conocidos, Zukerberg y demas … y de España, pues igualmente aqui la gran empresa y concentracion de capital parte de constructores y de gente que no fue al instituto pues se paso la vida en talleres de ropa, y ahora son los billonarios que siempre confiesan que no aprendieron a leer ni escribir bien porque estaban toda su niñez con los ladrillos o con la maquina de coser etc, luego hay otros que heredaron los imperios en sus campos de almacenes etc … segun del barrio que te hayas criado, Gates su madre jefa de IBM etc y todos asi, con esfuerzo teson y suerte y criarse de chico en el taller trabajando los pedidos que no dan a basto, ese es el aprendizaje, se crea el imperio, mas que con talento, el perfil es personaje tirando a cutre, en un entorno y pais propicio para su campo empresarial, y luego teson trabajo bruto y suerte … con los que obtiene los capitales que les servira eso si, para contratar a negros ya si preparados a fondo, sean arquitectos en constructoras o informaticos con perfil academico y le lleven la cosa en volandas, y que cuanto menos logre pagarles a los generadores de conocimiento de su empresa tanto mejor … despues la segunda cosa para apoderarse del mercado, es el miedo, por ejemplo cuando se invento el compac disc, como todos los demas inventos mas o menos acuales, la principal preocupacion es copar el mercado, crear un cártel rapidamente para que no entren mas fabricantes y crear o apoderarse de las cien marcas para que el consumidor tenga sensacion de mercado etc etc
Estimado Enrique
Creo que no das en el clavo. Las grandes organizaciones bien gestionadas son extremadamente innovadoras, por motivos sencillos: tienen el talento, los procedimientos, y los recursos para innovar. Por un lado la innovación en las grandes organizaciones no se limita a los modelos de negocio o a los productos, y por otro existen otros factores que hacen que las grandes organizaciones fracasen innovando.
Estos factores no tienen nada que ver con las dinámicas de comunicación y de equipo que apuntas en tu artículo, sino en otros relacionados con el «retooling» de los empleados, la necesidad de hacer decisiones de asignación de CAPEX y el problema de mantener el foco en el bread & butter mientras que se realizan innovaciones que irremediablemente son disruptivas para alguien.
Las grandes organizaciones bien gestionadas son excelentes a la hora de diseñar lo que propones, que muchas veces se traduce en «thought leadership» y «accademy company», y sin embargo la innovación sigue fracasando por otros motivos.
«se innova con lo que se percibe, con lo que se incorpora al cerebro, con las experiencias propias, con la observación de las experiencias ajenas, y por supuesto, con cierta serendipia, con esas chispas – que, sin embargo, no suelen surgir de la nada.»
Quiero resaltar esta frase porque me parece buenísima, resume muy bien en que consiste la innovación.
Mi experiencia me dice que son los propios altos directivos en las grandes organizaciones los que «paralzan» los rocesos fuertes de innovación al percibirlos como un riesgo para su acomodadad situación.
Este bloqueo solo se rompe cuando el que lidera los propios procesos de innovacion es ese alto directivo, cosa que no suele pasar ya que la direcccion de una gran organización requiere «procesos» a tope y eso suele ser opuesto a «innovacion»
Ya hay una aplicación para gestionar y compartir la información que se encuentra a través de RSS, la solución se llama Twitter, que es la conclusión a la que llegué tras intentar definir este último servicio: es un RSS con esteroides.