La guerra de los smartwatches ha comenzado oficialmente, con la presentación de modelos por parte de Sony, Qualcomm y Samsung. Una nueva categoría de la electrónica de consumo, y un escenario que llevará a que muchos juren y perjuren que jamás pondrán «eso» en su muñeca como hace años hicieron con el teléfono móvil, pero a que, en una gran cantidad de casos, terminen por caer. Y con ello, a ampliar la funcionalidad del reloj a mucho más que ver la hora, y incluso a que terminen por modificarse algunos códigos de lo que hoy se consideran normas de buena educación.
Que la categoría iba a explotar no era ninguna sorpresa: llevamos tiempo hablando de ello, hasta con artículos en papel, y la recepción en sitios como Kickstarter de algunos precursores como Pebble anticipaba que existía un importante nivel de demanda latente. El escenario que ahora vemos promete complicarse mucho más, con la irrupción de nuevas marcas, la reacción de las que ya había (el modelo de Sony es, en realidad, su segunda iteración sobre ese concepto), la aparición de todo tipo de clones e imitadores de bajo precio, e incluso las reacciones de empresas que no provengan necesariamente de la industria de la electrónica de consumo.
Falta también el movimiento de Apple, que pretende de nuevo convertirse en el termómetro de la categoría y, una vez más, aspirar a redefinirla como hizo anteriormente con los reproductores MP3, los teléfonos móviles o los tablets. De nuevo volveremos a ver cómo Apple presenta su modelo de smartwatch, cómo muchos analistas afirman que no es competitivo porque no tiene esta o aquella función, y posiblemente, cómo vuelven a equivocarse. O no. Nunca es tarde para que otros competidores intenten aprender la lección y mejorar experiencias anteriores ante una Apple que por primera vez inaugura una nueva categoría dos años después de la muerte de Steve Jobs, pero por el momento, las estadísticas están bastante a favor de la marca de la manzana para irrumpir en el mercado y marcar de nuevo tendencia.
¿Qué tienes que saber de los smartwatch si estás pensando o vas a pensar en poner uno en tu muñeca? Lo primero, que la sensación es extraña. Que tu muñeca vibre cada poco tiempo avisándote de cosas como un mensaje de correo electrónico, una publicación de un amigo en una red social o una conversación en tu mensajería instantánea hace que mires el reloj un número sensiblemente más elevado de veces, y que des la impresión a todo el mundo de que tienes mucha prisa o te quieres ir. Acostúmbrate. No mirarlo cuando vibra es un castigo porque a nadie le gusta quedarse con la intriga. Intentar mirar discretamente no funciona y es siempre peor. La mejor solución es, al menos mientras los smartwatches no estén ya de manera habitual en todas las muñecas de todo el mundo y empiece a modificarse el protocolo de uso, avisar a tus interlocutores a la primera ocasión. Por supuesto, intenta racionalizar qué cosas quieres realmente que te interrumpan, particularmente si usas sonido: todo exceso es susceptible de convertirse en tortura para ti y para los que te rodean.
Procura no ser obsesivo-compulsivo: que tu muñeca vibre y te enteres de que has recibido un correo en tiempo real no quiere decir que tengas que leerlo precisamente en ese momento. Es una lección que tendríamos ya que tener aprendida tras años de usar BlackBerries y smartphones, pero que muchos siguen sin hacer completamente suya: convertir un medio cómodamente asíncrono en uno incómodamente síncrono es una tontería que debes tratar de evitar. Una interrupción consistente en echar una rápida mirada a la muñeca es ya de por sí suficientemente molesta como para que le añadas además inmediatamente el echar la mano al bolsillo y extraer el móvil para cada correo o notificación que recibas. A la tercera o cuarta interrupción en una conversación, tu interlocutor empezará a perder su paciencia… con toda la razón del mundo.
La calidad y solidez del dispositivo y sus materiales son fundamentales: un reloj está expuesto constantemente a golpes y rozaduras de todo tipo. En cambio, no te preocupes demasiado por los tiempos de carga: mi experiencia con un smartwatch que sobrevive holgadamente con una carga a la semana es que termino por quitármelo todas las noches y ponerlo a cargar. No lo quiero en mi muñeca por las noches porque una vibración en ella es mucho más eficiente de lo que parece para despertarte, y en realidad, es incluso molesta si lo dejas sobre la mesilla de noche. Y ya que te lo quitas, lo suyo es enchufarlo al cargador o ponerlo sobre su base para que a la mañana siguiente salgas con la batería completamente cargada. No sé si los nuevos modelos tendrán algún tipo de «modo noche», o incluso si se convertirá en habitual utilizarlos como despertador – despertarse con una vibración en la muñeca es todo un buen detalle si duermes con alguien y pretende despertarse más tarde que tú – pero por el momento, a pesar de que los relojes convencionales me gusta llevarlos encima incluso cuando me ducho, el smartwatch me está pareciendo más adecuado para un uso discontinuo.
Ya sé que es puro sentido común, pero muchas veces este es el menos común de los sentidos: cuidado con actividades que requieran atención, como conducir. No, ninguna norma de tráfico impide mirar el reloj mientras conduces, pero tampoco lo hacían con el teléfono móvil hace algunos años y ha tenido que haber numerosos accidentes para que se modificasen. En cuanto la pantalla de tu reloj pasa a servir para más cosas que ver la hora, distraerse y correr riesgos absurdos es mucho más fácil de lo que parece.
Recuerda que la categoría no es en absoluto simple: es una «sucursal» de tu smartphone en tu muñeca con un procesador más potente que muchos de los ordenadores que has tenido en tu vida, de manera que mantiene dependencias cruzadas con este, y por tanto con cuestiones como la compatibilidad o el parque de apps disponible. En cuanto el mercado smartwatch empiece a tener una cierta tracción, veremos cómo miles de desarrolladores se afanan por ganar cuota de pantalla en nuestra muñeca: Samsung ha presentado su dispositivo con setenta apps compatibles para empezar a hablar, y alguno de los usos, como el de salir a correr con el o el de usarlo para gestionar tu música, son verdaderamente cómodos. Asimismo, piensa que estamos al principio del camino de la evolución en una nueva categoría, y que muchas opciones cambiarán rápidamente, desaparecerán, serán pronto superadas o te parecerán absurdas. ¿Hablar por teléfono a través del reloj como si fueras Dick Tracy? ¿Hacer fotos con una cámara de 1.9MP cuando llevas una mucho más cómoda y potente en el bolsillo? ¿Conexiones que solo resisten 1,5 metros de separación del dispositivo principal? Muchas de esas funciones mejorarán, cambiarán o desaparecerán en las próximas iteraciones de los dispositivos, y otras que hoy nos parecen completamente absurdas puede que se acaben imponiendo.
Por ahora, vete acostumbrándote a pensar en el reloj como en un artefacto diferente. Te pongas como te pongas, te vas a hartar de ver smartwatches. Pronto, en alguna muñeca cerca de ti…
(This post is also available in English in my Medium page, “Smartwatches: soon, coming to a wrist near you«
Cabe mención también el movimiento de Google, que ha comprado WIMM, una cia. especializada en este tipo de gadgets…. La guerra de los relojes esta servida.
Yo solo tengo una cosa que decir: el próximo 8 de septiembre es mi cumpleaños (40 «tacos») así que simplemente os digo que no me importaría probarlo ;)
Yo no es que jure que nunca me pondré eso. No lo sé, primero tendría que verlo, aunque soy escéptico de que pueda apetecerme. No parece una lógica continuidad al recorrido móvil > smartphone > phablet, es decir a un crecimiento del tamaño para mayor superficie de pantalla. Comparándolo con las Google Lens, me parecen éstas muchísimo más atractivas (ya hace años que escribi sobre el HUD personal como profecía facilona a medio plazo). Ahora bien, estoy resignado a acabar llevando el smartwatch, tanto si me gusta como si no, si, finalmente, andando el tiempo y el mercado, resulta que o pasas por él o compras caro y/o anticuado, como les ha pasado a los que nunca quisieron tener nada que ver con smartphones porque a ellos les bastaba y sobraba con el móvil común.
En fin, así es la tecnología (y el consumo, y los mercados, y…). O tempora, o mores!
Lo que más me ha gustado es la diferenciación entre «blackberries y smartphones» :P
En cuanto la peña vea el video promocional de Pebble, saldran corriendo a comprar uno. Sobre todo la gente que gusta de correr, que son el target de este tipo de productos. En cuanto a mi yo no corro: es de cobardes.
Pues de momento, tienen un amplio potencial de mejora en cuando al diseño. Y no creo que Apple lo mejore mucho, por cierto.
Da la hora, recibe e-mails y mensajes, reproduce música e imágenes y tiene una pantalla minúscula. Salvo por lo último, todo es exactamente igual que un teléfono movil, pero es que este, además, también sirve para hacer y recibir llamadas. Teniendo un movil (y todo el mundo tiene ya uno a estas alturas) no necesitas un smartwatch, salvo para parecer más cool.
Una cosa más, la gran ventaja de un reloj de pulsera es que rara vez (y algunos nunca), había que cambiarles la pila. Supongo que con estas cosas seremos más esclavos aún de la electricidad y habrá que recargarlo cada uno o dos días, ¿no?
Enrique, ¿qué más da que el reloj te distraiga mientras vas en el coche si es conducido de forma autónoma? :)
Frente a la avalancha continua de información sólo queda aprender a usarla y comparto la idea de no convertir medios de comunicación asíncronos en síncronos.
Para mí, la información que quiero ver en el reloj es contextual. De tal manera que me informe de los restaurantes cercanos cuando quiero ir a cenar, o de una oferta en una tienda que acabo de pasar.
Alertas de lluvia en zonas donde el tiempo cambia rápidamente son también bienvenidas.
A mi no me va a quedar otra que tenerlo.
Me guste o no … lo necesitaré para programar en el.
Eso de que te avise con cada email, calculo y espero que se pueda desactivar.
La verdad, no creo que deje mi rólex por un smartwatch. De hecho, la verdad es no lo miro nunca, suelo consultar la hora en el móvil o en el iPod, pero me gusta llevarlo en la muñeca. Supongo que la primera ola de consumidores serán aquellos que ya no llevan reloj porque se ha hecho completamente innecesario al estar rodeado de artefactos que ya suplen esa necesidad. Ya ni los niños te preguntan qué hora es por la calle.
Buena reflexión sobre la nueva rama de la tecnología de consumo: los wearable devices. Creo que los smartwatches serán mejor aceptados que las Google Glass por el simple hecho de que el llevarlos puestos parece más natural. En cuanto a posibilidades, las Google Glass ganan por goleada y si no, tiempo a tiempo. Lo dicho: ojo a la guerra que está a punto de comenzar (smartwatches vs smartglasses).
EL reloj de pulsera hace muchos años que es un articulo estetico o de lujo mas que algo practico. Y a los rolex me remito, es mas un simbolo de estatus que una necesidad real.
Si la funcionalidad es la del movil y el movil tiende a ser mas grande porque los usuarios tienden a la presbicia … que sentido tiene si no es para los jovenes ansiosos de aventura y gozosos de la vida sana y deportiva?
Como siempre, el mercado dira si es algo practico o un buf.
Por cierto Enrique, me gustaria saber que opinas de esto: http://www.infoespacial.com/?perspectiva=asi-logro-financiacion-la-joven-empresa-que-proyecta-lanzar-cohetes-en-2017
Yo ya puedo decir que algún día me pondré alguno, más que nada porque será el estándar en unos años. Antes nadie tenía un smartphone y ahora lo raro es no tenerlo…
Lo que hace falta para que se generalice es que aumenten la autonomía del dispositivo (cargar un reloj a diario no es algo a lo que esté dispuesto, ya me cuesta hacerlo con el móvil). Si se consigue, será un buen complemento para los smartphones.
En mi opinión la evolución de estos smartwatch debería ser no ya la de una sucursal del móvil, sino que dispongan de toda una nueva serie de sensores que se aprovechen de su contacto con la piel: temperatura corporal, análisis del sudor, pulsaciones, tensión arterial, detección de toxinas… Un auténtico laboratorio de monitorización de nuestra salud.
La detección de movimientos del antebrazo también podría utilizarse con numerosos fines prácticos, mediante el reconocimiento de patrones gestuales: domótica, manejo de maquinaria, controlador para juegos…
Y muchas, muchas más posibilidades derivadas de sus diferencias y no tanto sus similitudes con los móviles.
Yo soy un probador nato de todas las cosas, y no suelo ponerle pegas a lo nuevo. Aquí sin embargo veo varios aspectos.
1. A muchos nos gustan los relojes. Para mi forma parte de mi forma de vestir y se que para muchos también. Para muestra, pensar que cuando salieron hace muchos años los primeros relojes digitales que hacían mas que dar las horas, calculadora y hasta median temperatura, los llevaba mucha gente, pero hoy en día todo esto lo hace ya el móvil por lo que desde hace años se ven cada vez mas los relojes analógicos, que si bien solo dan la hora, son elementos que forman parte de nuestra vestimenta. Es como si ahora sacaran pendientes que son a la vez radio….no tiene mucho sentido.
2. Veo duplicidad con el móvil. Al fin y al cabo es una pantalla mas pequeña que hace lo mismo que el móvil y que la única diferencia es que la llevas atada a la muñeca. No veo valor añadido real el hecho de llevar la pantalla duplicada en la muñeca mas pequeña.
Estoy de acuerdo que tendrán su publico, pero no creo que sustituyan del todo a los relojes analógicos.
Muy de acuerdo con el comentario nº13. Es verdad que habrá funcionalidades duplicadas con el móvil y que servirán como alerta de nuevos mensajes. Pero el atractivo de estos aparatos es la posibilidad de tener nuevas funciones. Si no evoluciona así, entonces no necesitaremos smartwatch>smartphone>tablet. Con tener smartwatch y tablet será suficiente.
A Enrique Dans pongo por testigo QUE JAMAS ME PONDRÉ UNO DE ESOS EN LA MUÑECA
:-):-):-)
Y no será la primera vez que me coma mis palabras
:-):-):-)
Pero si me veo usando un smart-watch como «sucursal» de Google Glass.
Con el móvil lo primero que hice fue abandonar el reloj. No me gusta estar pendiente de la hora, el tiempo es para saborearlo, no para ir a la carrera como el conejo de Alicia en el Pais de las Maravillas.
En economía conductiva se relaciona la ludopatía con las ansias por estar pendiente del whatsup… El experimento es con monos, a unos les ponen una tarea que si completan les dan un caramelo, a los otros les ponen la misma tarea, pero el premio es aleatorio. El resultado es que el que tiene el premio fijo, se cansa mucho antes que el ludópata, que sigue y sigue…
No quiero ser esclavo, ni del tiempo, ni del email, ni del whatsup…
La verdad yo no le veo ahora mismo mucha utilidad al gadget. Sí, que muy chulo y muy futurista, pero creo que llega tarde. ¿Cuántos menores de 30 años han dejado de usar reloj porque directamente consultaban la hora en el móvil? ¿Qué atractivo le verá el usuario «casual» a llevar uno que realmente no aporta ninguna funcionalidad extra respecto al teléfono? (sabemos que el geek medio se hará con uno porque le gusta trastear con el cacharreo) Los que no abandonaron el reloj son los que lo llevan por su valor estético, sentimental o por coleccionismo, cosa que estos dispositivos no aportan.
Luego a lo mejor me equivoco y son todo un éxito, pero no lo veo. Eso sí, si triunfan el que llegue primero, inunde el mercado y meta una gran campaña publicitaria para que la gente se refiera genéricamente a los smartwatch con su nombre comercial tendrá muchísimo ganado. Generalmente eso lo hace muy bien Apple, pero ahora no está Jobs…
:-) la parte de obsesión compulsiva me ha llamado la atencion. Luego, que sirva para detectar con rapidez si ha llegado ese tan esperado Mail o mensaje urgente.
No solo hay una guerra entre estas marcas… me entere que apple absorvio a nokia, el fin de un grande…
http://youtu.be/xDb_ZhuGPEk
Juro y perjuro que no me pondré en la muñeca ninguno de los modelos actuales por los siguientes motivos: caros, pésima autonomía, no me sirven para nada actualmente, son un armatoste y; son el germen de un futuro interesante, pero germen al fin y al cabo. Eso si, cuando la tecnología esté madura -dentro de un tiempo-, seré uno de sus más fervientes seguidores.
Creo que yo seré usario pero no «early adopter», con seguridad los primeros son caros de pocas prestaciones y tiene el SO equivocado, posiblemente quede para comprar e la competencia que aparezca del Apple, (como siempre), que son potentes, baratos y plagados de aplicaciones.
Me gustaría con una pantalla plana algo mas pequeña, (un 70%) del telefono, pues tengo todo el antebrazo para llevarlo y que sustituyera realmente al telefono hablñando con un «manos libres». Por supuesto sumergible, yo si dormiria con el silenciado todo excepto el desperrtador claro.·
Por orden de importancia aplicaciones para mi esenciales, reloj (evidente), navegador, teléfono (manos libres), woshupp, twitter emails, leer y escribir mensajes de voz), despertador y alarmas (vibración y pitido), por ejemplo tiempo de cocinados, agenda (si se dan instrucciones hablando) brújula, metro digital para levantar planos de inmuebles, planetario para localizarr estrellas en el firmamento, radio y música (con pinganillos), asistente de compras, (¿donde esta la sucursal de mi banco, la gasolinera, una tienda de comestibles o recomiendame un bar. cámara(quedamos que no llevo movíl), pronostico del tiempo tiempo, titulares periodicos,….
Resumiendo realmente es llevar el teléfono al sitio lógico, igualmente el t reloj paso del bolsillo del chaleco a la muñeca por comodidad para encontrarlo y ver la hora.
Del Rolex y su palpel de marcador de status, pues se le sustituye por la cadena de oro al cuello de Jesus Gil, por el diamante en el anillo que llevaban los ticos en los años 30, o simplemente, los gemelos de oro que yo he llevado durante años y ahora tengo gurdados nose donde en un bote de aspirinas.
Bravo Luis Hernandez #14.
Este reloj de sony y el de samsung son un desesperado intento de ganar algo de cuota antes de que Google saque su Android 4.4 optimizado para relojes.
Google compró WIMM Labs, una compañía que tenía un móvil basado en Android, pero más importante, tenía un SDK de aplicaciones para SmartWatches.
Por otra parte Google sacó hace unos meses la Mirror API para Google Glass, teniendo en cuenta la resolución de las Google Glass y que la versión actual de la Mirror API no hace uso de la cámara, es fácil de darse cuenta de que todas la aplicaciones desarrolladas para Google Glass van a funcionar en el futuro Nexus Watch.
Así que Google saca su Android optimizado para relojes, saca su Nexus Watch y Motorola saca una nueva versión del MotoAct (que actualmente sigue siendo el mejor SmartWatch) y Sony y Samsung ya pueden ir diciendo adios a sus versiones propias.
Al final va a ser una lucha entre Apple (diseño y estatus) contra Google (tecnología y funcionalidad).
Si no surge una killer app novedosa que no pueda ser ejecutada en un móvil, me parece muy difícil que el smartwatch logre ser de uso masivo.
A mi no me gusta correr; acaso es mejor salir a correr con un smartwatch y dejar el móvil en casa? A los mas jóvenes les cuesta mucho mas trabajo desprenderse de su teléfono.
Desde que tengo iPhone veo el reloj de reojo. Nada, en el armario.
No creo que un smartwatch, tal como lo que se ha visto hasta el momento, pueda ofrecerme una mejor experiencia de la que tengo ahora.
Si incluyera sensores, como creo que es lo que Apple va a sacar, sí tendría sentido. Sensores biológicos, identificación personal, algo que facilite y te de una nueva manera de percibir tu cuerpo y lo que te rodea.
Ver videos o fotos, incluso hablar como Dick Tracy, me parece lo más inútil y ridículo del mundo, sobretodo si esas funciones las tienes ya en tu smartphone, que es el apéndice conectado necesario de estos cacharros.
Y muchos menos ese seiko amarillo que sacó samsung ayer. Nada, por ahí no es la cosa.
Hay algo que me tiene preocupado y que no he visto tratado en ningún sitio: ¿tener una vibración más o menos constante en la muñeca no es algo que puede dar grandes problemas de túnel carpiano? No tengo ni idea de medicina, ¿eh? Por eso pregunto.
En mi opinion la gran posibilidad de diferenciación de los smartwatches respecto al resto de los dispositivos esta en el ámbito de la salud. La zona de contacto con la piel es un lugar idoneo para ubicar sensores que midan la frecuencia cardíaca, la conductividad de la piel (relacionada por ejemplo con el estrés) o la temperatura, que complementados con un acelerometro para registrar la actividad fisica convierten al smartphone en un «gadget» con un gran potencial para el cuidado de la salud.
#029: Ya hay quien está moviéndose en esa dirección, mira este artículo…
Esa es otra, la seguridad biometrica. En el momento en que se pueda procesar la señal electrocardiografica para identificar a una persona con garantia, también se podrá monitorizar desde el smartwatch/smartphone a personas con problemas cardiacos.
No se, es posible que cambie de opinión, pero de momento mi sensación es que son una horterada y francamente no le veo muy bien la funcionalidad a recibir el email, o hacer fotos con el reloj. Creo mas en una evolución del fuelband, es decir un dispositivo mas centrado en la salud o como dispositivo de identificación, o incluso como sistema de pago, que entonces si me parecerá complementario a un smartphone que por razones obvias no puedes llevar pegado en el cuerpo, pero como simple avisador toca cojones de correos o interacciones en redes sociales yo no lo veo.
#031… Miedo me da… Siempre desconfié de la función «etiquetar» en las fotos.
Es aberrante que el espionaje de estado sea en connivencia con las grandes empresas.
¿Sabran donde estoy?
¿Sabran si me he afeitado?
¿Sabran si estoy estresado?
¿Habrá que quitarse el reloj para hacer el amor?
¿Quitarse las gafas y junto al móvil, dejarlas en otra habitación?
#033 Carlos (Econ)
¿Habrá que quitarse el reloj para hacer el amor?
¿Quitarse las gafas y junto al móvil, dejarlas en otra habitación?
Generalmente aquí mostramos nuestro miedo a que Google o el gobierno vigile los pasos (Y no nos falta razón), sin embargo es el espionaje del próximo el que es realmente peligroso.
Imagínate que te has ligado a la vecina del 5ª y te quitas el reloj, las gafas y el teléfono y los dejas apagados en otra habitación. ¿No corres el riego de que cuando llegues a casa, tu mujer te pregunte qué hiciste de 8 a 10 que tenías desconectadas las gafas, el reloj y el teléfono?.
Te voy a contar un secreto: sé quién tiene conectado el videoportero a la tele del salón y ve morrearse en el portal a la niña de los del 5º con su novio, ajustarse la falda a la del 2º, y tirar la basura a los del 7º.
Hasta en el portal de tu casa estas en riesgo. Yo no sabia que el videoportero trabaja de continuo, no solo cuando aprietan el botón, hasta que lo vi conectado a la tele y comentar a la señora de la casa, cosas, como: «¿a donde ira Rosario a las 11, si ella no sale nunca hasta la 1?».
#034 Hola Gorki, justo me pillas en un post donde comparo a las grandes empresas americanas de Internet, con los porteros en países comunistas, que eran todos chivatos del régimen…
Yo no es que tenga «miedo» de Google o del Gobierno, sino que me preocupa mi actividad online y las consecuencias que pueda tener. Como bien dices, hoy es google y mañana tu videoportero :-) Moraleja: hay que ser muy consciente del rastro que uno deja desde el punto de vista de «todo lo que diga podrá y será usado en mi contra».
Enrique hace tiempo que viene machacando con el «derecho al olvido» y la idea que la privacidad ha sido una anécdota histórica ¡¡Como acierta!!. Me veo volviendo a una sociedad como la inglesa del S.XIX, donde las apariencias lo eran todo. Una generación que nos criamos en una libertad sin parangón y ahora tenemos que aprender a mordernos la lengua y tener cuidado con que decimos y donde…
Es hoy que siento que Internet es MAS REAL que la vida real y que tiene mas importancia lo que hagamos en Internet que lo que hagamos en la vida real…
Chivatos, cotillas, mirones… Los hay ha montones, pero no esperábamos que fuera Google, Facebook, Apple, Microsoft, Yahoo, Twitter, Youtube, AOL, etc, y por supuesto sus múltiples empresas, desde Skype a Flickr… Se han cargado todo un ecosistema, toda una industria.
Charles Chaplin tuvo que dirigir El Gran Dictador en Londres, en los míticos estudios Pinewood, porque en Hollywood tenían una política de no criticar a aquellos países donde vendían sus películas. ¿Quieren vendernos su internet? ¡Pues que no ESPIEN leches!
Manda huevos. Microsoft quería vender el Xbox con Kinect y 24h de internet. Big Brother y encima pagado por el consumidor.
Tanto neoliberal suelto buscando una guerra y en vez de cargarse terroristas están jugando con la gallina de los huevos de oro…
PD Este es mi blog de informática, http://miqueridopc.blogspot.com.es/ donde estoy constatando mi esfuerzo por huir de estas empresas. El primero ha sido el buscador, pero Android tiene miga. También estoy instalando Ubuntu 13.04 Raring y decidido a probar la nube de Ubuntu One, subiendo a Mega mis copias de seguridad y vaciando Google Drive y posiblemente Dropbox… Vamos… Que la cosa está entretenida :-)
#035 Un error que cometen muchas personas es humanizar e incluso españolizar la tecnología e internet. Cada compañía, cada lenguaje de programación, cada hardware tiene su propia «vida», su propia evolución; y hay tantos y tantos parámetros en esto, que hacer un comentario como «se han cargado todo el ecosistema…» denota que estas poniendo emociones donde no existe nada de eso, es decir estas cotillando sobre tecnología y esa no es la mejor manera de analizarla.
Si piensas que instalando ubuntu y mega vas a escapar de que se use tu información, de que se sepa qué almacenas allí, cuando, desde donde, etc; estas hablando de otro planeta.
Porque no pruebas usar un seudónimo en lugar de tu nombre real, para empezar…
#033 Carlos (Econ)
Soy de la opinión, mejor dicho he llegado al convencimiento, que en la lucha de la muralla contra la catapulta, llevada la mundo digital, la muralla está tan claramente en inferioridad, que simplemente es perder tiempo y dinero levantar murtallas, lo mimo pasó con la muralas cuando aparecio el cañón, las ciudades dejaron de levantar murallas, para qué si tenian la batalla perdida de antemano,
pi9enso, estoy convencido, que tus esfuerzos con Ubunto son lamentablemente una pérdida de tiempo y a mi juicio algo peor una forma de significarse que es lo que peor puedes hacer en las actuales circunstancias.
En mi opinion sólo hay dos formas de ocultar algo, meterlo en una caja fuerte o enterrarlo en un pajar. Cuando todos los merodeadores tiene lanza térmica, es mucho más seguro el pajar que la caja fuerte. Yo procuro guaradar mi privacidad en el pajar, plagando en la medida de mis fuerzas mi «ficha digital», de datos falsos, que parezcan reales cada vez que se me presenta una ocasión favorable.
Sin embargo esto no se puede hacer solo, sino que se necesita un grupo. Imaginate que todos los miembros del grupo, (supongamos que sonmos solo 500 personas) creamos 100 perfiles falsos, cada un con su cuenta en gmal, en twitter, en facebook en Linkledin etc con datos aparentemente reales, Jose Luis Ramos Ingeniero técnico etc. etc. (en mi corta experiencia lo mejor es crearlo con datos reales, tomados de cualquier guia de telefonos, factura, o tarjeta de visita que tengas a mano). y que cada uno de esos perfiles falsos se hacen seguidores de uno de los perfiles falsos de los demas del grupo y que un programa residente en cada PC, se dedica a mandar emails, twits, cosas en facebook, re twiteando y dadon al me gusta de una forma aleatoria, sobre las sandeces mecánicas que escriben unos y otros. Miles de mensajes con sentido, porque son pedazos de textos tomados aleatoriamente de los libros de Google y modificados un poco sustituyendo palabras con otras tomada de un diccionario de sinónimos de internet para que los buscadores los tomen como originales, se cruzan todos los días entre entre ellos y no molestan, porque cuando las recibimos en nuestro PC como van destinados a un personaje aleatoriom, se hace que las lee y las borra o incluso se clasifican.
Quizá, no estoy seguro, puede que nustros verdaderos twits, comentarios en Fb y mails etc. pasen si no desapercibidos, cmo gemas muy dificiles de localizar y separar de la ganga que colocamos. Eso es lo más parecido a la privacidad que se me ocurre.
Estoy convencido que la defensa de la privacidad, no está tanto en ponerse máscaras, sino en sacar robots con caretas de personas reales a las calles físicas y digitales, a dar vueltas por delante de todas las cámaras repartidas por ahi, Pese a que mejora engañar a la IA es cosa de niños, pues nadie sospecha que eso sea lo que se propone la gente.
Haz la prueba todos los dias haz un consulta aleatoria de un producto en una tienda on-line y veras enloquecer a la publicidad contextual
Si salimos a la calle con cinco globos con la forma de cabezas de gente real. ¿Sabría el analizador de rostros, diferenciar que es una cara de lo que es un globo?. Si no lo sabe, ¿No volveremos loco al sistema al descubrir que una misma persona está en varios sitios a la vez?. Si todos lo hacemos, ¿no llevaremos a la confusion total al jodido aparato?. Esa es mi esperanza
Los smartwatch están destinados a ser un apéndice del smartphone, su satélite de previsualización, el cacharro intermediario que te evite tener que sacar aquel del bolsillo en un buen número de ocasiones, pero en ningún caso su alternativa.
Samsung ha dado el pistolezato de salida de un modo un tanto absurdo y precipitado: un sucedáneo de móvil a 300 dólares con características hardware bastante discutibles (siempre que lo comparamos con un smartphone de un precio similar) es un sinsentido absoluto (por lo menos para los bolsillos de una gran parte de los posibles compradores).
Si 99,99% del «público objetivo» de un smartwatch ya posee un Smartphone ¿Por qué desaprovechar las capacidades de este? ¿Por qué replicar hardware ESTÚPIDAMENTE desperdiciando ciclos de procesador y batería? Ya es hora de explotar la tecnología bluetooth como se merece.
Apple supongo que lo hará bastante mejor: el «iWatch» será un elemento absolutamente subordinado al iPhone de turno y toda la carga de procesamiento irá a cargo de este, que transmitirá los resultados inalámbricamente. En definitiva, el «iWatch» será al fin de al cabo una pequeña pantalla supletoria de tu iPhone, una sucursal de éste que tendrás a la altura de te muñeca y que te permitirá interactuar con «papa Smartphone» sin tener que sacarlo del bolsillo y el S.O. tendrá muchísimo que decir en este sentido (a lo mejor me dan una alegría en Google y son ellos los que «cristalizan» este modo de implementar el «ecosistema» smartwatch/smartphone).
En cualquier caso, considero a los smartwatch una revolución menor teniendo a las smartglasses en el horizonte, la verdadera bomba atómica tecnológica y social. Digamos que los smartwatch son a las smartglasses lo que fueron los netbooks a las tablets: una vez que aparecieron las segundas los primeros dejaron de tener su sentido.
Para hacer deporte un smartwatch está bien, pero hay mucha gente que no lo hace. Al móvil no lo va a sustituir, porque es demasiado pequeño para teclear SMSs y guasaps. Es cierto que mucha gente sigue usando reloj de pulsera, y esto le amplía el mercado potencial, pero su utilidad es limitada si va a ser un mero complemento del móvil, y no un sustituto. Es la diferencia entre sacar o no sacar el móvil del bolsillo, y en muchos casos lo vas a sacar igualmente (o lo tienes ya encima de la mesa).
Entretanto, los móviles no han parado de aumentar su tamaño de pantalla. El primer iPhone tenía una pantalla de 3,5 pulgadas, ahora son populares modelos de más de 6 pulgadas, e incluso hay uno de 7. Por lo que se ve, la gente no quiere aparatos de pantalla más pequeña, sino más grande.
Otra cosa son las smartglasses, que esas sí podrían tener éxito, porque lo que importa en una pantalla no es el tamaño físico, sino el aparente. Ya veremos qué pasa cuando salga Google Glass.
Tengo claro que hacer profecías sobre la evolución del mundo digital es absolutamente suicida, pues los acontecimientos se desarrollan mucho más rápido que las proyecciones de futuro que podamos hacer y toman unas derivas absolutamente imprevisibles.
Por tanto, creo honestamente que qualquier especulación que hagamos sobre el futuro del mundo digital, está condenada en el 95% de los casos, al más absoluto de los ridículos y el 5% que acierten, seran las personasm hoy desconocidas que formarán la siguiente generacion de «gurus», pues alguien tiene por fuerza que acertar y esos son los pelmazos, que siempre nos recuerdan que en 1985, dijeron algo que se cumplió en el 2002, pero no añaden, que nunca más acertaron en otra profecia, (lease Linus Torvalds, Timothy Berners-Lee, Nicholas Negroponte, Vinton Cerf, Gordon Moore, etc.)
Dicho esto vaya mi profecía, para que en un futuro próximo me la podais tirar a la cara, o de acertasr, os de la tabarra inevitablemente con mi «privilegiado cerebro», (espero que pase pronto porque tengo 70 años y si se tarda un poco, puede que farde post morten):
a) El smartwatch heredara el puesto del smartphone y tendra las capacidades que tiene este mñas las que se deriven de estar en poermanente contacto con la piel del brazo.
b) la forma de manejar el smartwache será en un 98% mediante mandats de vos, y mensajes orales, Estoe pasaran a escritos solo si el receptor quiere incorporarlos a una base de dartos tal como hoy la concebimos.
c) Como consecuencia de la generalizacion de los mensajes de voz, aparecera un buscador (que quiza sea de Google, pero no necesariamente), capaz de buscar, clasificar y recuperar mensajes por voces, con funcionamiento parecido al que hoy tien Google con texto.
d) las pantallas llegaran a tener unos 16 cm de largo por 5 de ancho (formato cinemascope), la manga izquierda de las camisas y trajes, se haran más holgadas para poder descubrir con comodidad el Smartwatch, pues habra que subirlas casi hasta el codo, ( habrátrajes para zurdos con la manga derecha deslizable).
e) Absolutamente todos llevaremos un sma5rwatch pues ese aparato proporcionará el sistema habitual de identificacion personal para miles de operaciones, abrir puertas y arrancar vehiculos y manejar vehiculos en general, (incluso el PC y la navegacion en Internet), utilizar el cajero automático, hacer compras etc. etc,, acompañado según en qué niveles de seguridad, del acompañamiento de una clave de voz,(tipo ¡abreté Sésamo! en la que se controlará, tanto la clave como la modulacion de la mima, haciendo dificil su copia aun que se conozca la clave)
f) El smartwatch será insumergible y resistente a los golpes, pero la pantalla será tactil o (y entramos en ciencia ficción), se manejará directamente con la mente.
g) Los más elegantes, (y los más horteras), incrutaran el smartwatch en un marco de, oro, plata titanio, cristal (sintético) de cuarzo, etc, para marcar status, nivel economico, o disimular su quiero y no puedo, habra muca copia bañada en oro hecha por los indonesios que habran ocupado el lugar que ocupan los Chinos, para entomces pais en igual grado de decadencia que Europa.
f) Practicamente este aparato acabara con el mercado actual de telefonos, sartphone, cvonsolas, radios y televisiones portátiles, pero tambien el de ebooks, y una parte importante de las iPad (no todo).
h) Durante un tiempo, habra una lucha a muerte por imponer un sistena operativo entre sony y Google, Apple fracasará, (por culpa de su precio) en el intento, quedando solo para un grupo irreductible de applefans, y Microsoft quedara fuera de juego en el primer round y eso marcará el final definitivo de su reinado.
Cuando solo queden dos sistemas operativos, alguien inventará un medio de que las App,(o como se llameen para relojes), hechas para un SO, valgan para el otro y la murte del primer SO que se quede solo con medio ecosistema estára sellada.
i) La labor de las operadoras como proveedores de Internet asegurará su permanencia como sector industrial, pero no su prosperidad, pues se declarárá una lucha fraticida entre ellas, unas daran una cobertura más o menos terrestres y nacional, pero habrá otras que haran la competencia desde satélites con cobertura internacional, con una lucha fraticida de bajada de precios, hasta que queden tan pocas, que lleguen a acuerdos secretos de repartos de la audiencia con subidas metóricas de precios que compensen la limitacion del mercado, hasta que la situacion sea tan sangrante, que los estados se vean obligados a intervenir desaciendo el duopolio, en contra de los lobbys que les apoyen financieramente.
Hasta aquí lo que da de si mi bola mágica de consultas digitales.
#036 Hola Mercader, usar Mega y Ubuntu es un castigo, un cliente que se va.
No tengo ningún problema con que un juez estime oportuno leer mis correos, sino que temo el abuso de que no haya un juez por medio.
Cuando hablo de «han reventado el ecosistema» estaba pensando en la CONFIANZA. Recuerdo hace unos 6 años cuando se hablaba que FB y Google querían una web con identidades reales, y yo terminé por comprarlo, pero como bien indicas, hay que volver a usar seudónimos.
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#037 Gorki, creo que fue Sun Tzu quien despreciaba las posiciones defensivas por ser una oportunidad a la inventiva de tu enemigo. Pero luego pienso que las murallas de Constantinopla resistieron mas de 1000 años.
Creo que las ideas de Sun Tzu hay que enfocarlas como una crítica al inmovilismo, que hay que reaccionar y nunca sentirse cómodo tras «tus murallas».
Con frecuencia he elogiado a Google, pero siempre con la coletilla que estaría pendiente. Google era «mi muralla», y viendo que ha fallado, toca el plan B: «castigar a Google».
P.D. Ubuntu 12.10 Quantal Quetzal con XBMC funcionando perfectamente en mi HTPC, y sin tocar la consola :-) …