Hoy, en Expansión, «Extremadura libre«, una columna inspirada en la reciente decisión de la Junta de Extremadura de adoptar formatos estándar y software de código abierto en la totalidad de sus estructuras y órganos administrativos. Me parece un paso interesantísimo, que sigue a otros que se dieron anteriormente en la misma dirección, y que tiene una enorme importancia como experiencia puntera.
A continuación, el texto del artículo:
Extremadura libre
El pasado día 25 de Julio, el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura decidió la transición de todos sus sistemas informáticos y documentos a programas y formatos basados en software libre. Concretamente, decidió que todos los ordenadores en manos de funcionarios de la Administración funcionarían sobre Linex, una adaptación local de Linux, y que todos los documentos manejados lo serían en formato ODF o PDF (ambos abiertos y estandarizados con normas ISO). No es la primera vez que oímos hablar de Extremadura en relación con iniciativas de este tipo. ¿Qué consecuencias tiene una noticia como ésta?
La decisión de Extremadura implica optar por un sistema basado en software abierto y estandarizado, con gran potencial de dinamización de la innovación tecnológica de la comunidad autónoma en su conjunto al traer al nivel local muchas posibilidades de desarrollo y adaptación. En la fase anterior, que consistió en la implantación de ordenadores con Linex en escuelas y colegios, este efecto pudo comprobarse con meridiana claridad, pues determinó la aparición de todo un ecosistema local de desarrollo basado en herramientas abiertas que hizo de Linex una de las distribuciones de mayor crecimiento en volumen de aplicaciones para jugar, desarrollar tareas diversas, aprender a programar o manejar herramientas, dibujar… toda una panoplia de aplicaciones en manos de educadores y alumnos, con flexibilidad y posibilidades mayores que si dependiesen de los intereses de un tercero cuyo objetivo fuese vender licencias de uso. La experiencia de Extremadura en el sector de la educación, iniciada en 2002 y en su momento protagonista de artículos en Wired o el Washington Post, desencadenó en España comentarios escépticos y agoreros que afirmaban que se trataba de una decisión política y no tecnológica. En 2006, tras ver con suficiente perspectiva los efectos positivos de la iniciativa de 2002, parece lógico y razonable que el gobierno extremeño quiera una “segunda taza” que la extienda a la totalidad de sus actividades.
El sistema reduce además la dependencia de aplicaciones propietarias incompatibles, e incrementa la interoperabilidad entre sistemas y aplicaciones a nivel global. El uso de un sistema abierto hace que sea la Junta de Extremadura quien tenga las llaves y el control de su propio futuro, y pueda tomar decisiones al margen de los requisitos de compatibilidad o cambio de versiones impuestos por empresas privadas. Además, supone un notable ahorro en coste de licencias y administración, sin comprometer la compatibilidad con otros sistemas. Un sistema basado en Linex tiene un coste de aprendizaje mínimo – el entorno es perfectamente gráfico y agradable – que se ve mejorado, además, por la adaptación local del sistema operativo, percibido gracias a ello como algo “inventado aquí”, algo que contribuye a acelerar su curva de adopción y difusión. La iniciativa, criticada por algunos, de crear distribuciones locales de Linux en cada comunidad autónoma, tiene, en realidad, una lógica interesante cuando se observan las velocidades de implantación de las soluciones y la práctica ausencia de problemas de compatibilidad derivados de la normalización de las arquitecturas tecnológicas. En efecto, la compatibilidad con ficheros producidos en otras aplicaciones de elevada implantación es prácticamente total, de manera que no se discrimina a los ciudadanos en función de la plataforma que decidan utilizar.
¿Qué ha hecho en realidad Extremadura con el cambio? Ganar en eficiencia, compatibilidad y libertad. ¿Decisión política o tecnológica? Decisión razonada, de lógica impecable. Extremadura ha sido la primera. Verán como no será la última.
¡Felicidades!
soy extremeño, informático, vivo en Madrid pero estudié la carrera en Cáceres, mi hermano trabaja en la enseñanza en Extremadura y mi padre durante muchos años lo hizo en la administración local.
Te puedo asegurar que es una decisión política que ha costado mucho dinero en implantaciones, formación y desarrollo del software. Y te puedo asegurar que no conozco a ni uno sólo de mis amigos en Extremadura que tenga Linex instalado en su casa. Por una parte se está ayudando a que aquellas personas que estudien informática o telecomunicaciones en Extremadura tengan unos conocimientos muy anvazados de Unix/Linux y Software Libre, pero por otro lado al resto de personas que opten por otras titulaciones (veterinarios, médicos, filólogos, economistas, ingenieros agrónomos, arquitectos, administrativos…) no estarán formados en los programas que se utilizan en la profesión (autocad, sap
, contaplus…).
Creo que es una decisión demasiado radical que en las colegios e institutos solo se den clases de informatica con Linex, cuando el software más utilizado en los trabajos y en sus casas va a ser Windows. Me parece bien que la Junta quiera ahorrar dinero en licencias y potenciar el desarrollo de software libre, pero debe pensar en el futuro de sus ciudadanos y no obligar al uso de un software que hoy por hoy no se utiliza para trabajar en entornos de oficina.
para mi es similar a cuando la Generalitat de Catalunya obliga a que las clases de los niños se den en Catalán, pues es una minoría lingüistica en comparación con el Castellano y están creando una generación que no se relacionará de manera cómoda con el resto de España y Latinoamérica.
no es más que una decisión totalitaria con ánimos políticos.
Me parece muy bueno que se gane en compatibilidad y libertad aunque haya que invertir. Es necesario invertir en nuevas tecnologías, ha.y que invertir en tecnologías en las que se gane en libertad
Algo parecido ocurre en Andalucia, pero desde mi punto de vista tecnologico, soy informatico, creo que obligar es eliminar la inovacion, seguimos muy por detras de USA, por no ver la tecnologia como un negocio y si como un arma politica.
Lo que tenemos que hacer es proteger a las empresas españolas y gastarnos el dinero en que España sea el pais mas avanzado en tecnologia que no en pirateo.
El software libre no deja de ser un invento americano, para evitar los pagos de patentes del software, aqui no hay patentes, para que queremos software libre, pues para ahorrarnos una pequeña parte de licencias que al final las pagamos en proyectos.
This is a test, sorry Enrique.
Estoy probando coComment.com , a ver qué tal chuta en las ventanitas de haloscan.
You can delete it.
Me parece una gran iniciativa, sin duda hay que empezar a seguirla en otros lados
Estoy al 100% con Ansaria. Como responsable tecnológico de una editorial educativa sufrí los vaivenes del Linex 1.0, de cómo se implantó en la escuela sin la más mínima formación al profesorado y sin tener en cuenta que los materiales educativos no estaban preparados (se hizo todo de espaldas a las editoriales), de cómo fallaba la instalación en prácticamente la mayoría de los ordenadores, de cómo un grupo de profesores tuvo que tomar el tema de la mano para tener un Linex 2.0 decente… en fin, un verdadero desastre que parece estar encarrilado pese a la Junta de Extremadura.
Eso sí, la foto de Ibarra quedaba muy bien en las revistas.
Para ahondar en este batiburrillo linuxero, el resto de comunidades se quieren subir al carro creando sus versiones específicas partiendo de las más variadas distribuciones. Y vienen proveedores como Sun regalando Java Desktop a la ciudad de Madrid. El resultado: incompatibilidad.
Una verdadera iniciativa de la Administración central debería poner algo de orden en este caos. Ese sí sería el empujón definitivo para LA (así, en mayúsculas) adopción del sofware libre.
Yo creo que se ha planteado un objetivo, se han difinido pequeñas tareas, y poco a poco están realizando esas tareas para llegar al objetivo. Divide y vencerás.
Espero que por aquí (País Vasco) se hagan eco y optén también por ello, aunque no como imposición, sino como alternativa. Pero ya sabemos que esto tampoco funciona muchas veces, ya que se dan mil facilidades a la alternativa y se cierran las puertas al resto de opciones.
La implantación de una nueva tecnología conlleva unos pequeños pasos que no se pueden dar todos de golpe.
Un saludo
Txamu ha escrito una frase que parece la táctica seguida en Redmod contra Linux, «Divide y vebcerás»-
Diez y siete distros autonómmicas. ¿Cuando cominzan a salir las distros municipales?
Como se ha dicho con otras palabras, creo que no se puede empezar una casa por el tejado, ni se pueden colocar sus cimientos de cualquier forma. Tiempo al tiempo.
Por otra parte, el monocultivo tiene muchos y graves riesgos, y el que los comportamientos grupales y las externalidades de las redes nos hayan conducido a territorios con ciertas dominancias, (windows, sap, autocad…), ello no implica que sea bueno por naturaleza, ni que haya que aceptarlo sin más, ni que los políticos, directivos o empresarios deban renunciar a ofrecer nuevas alternativas que faciliten la libertad de elección y los intercambios a menor coste. ¿Qué tendrá que ver la variedad con la interoperabilidad o la comunicación?, me pregunto yo.
El que a unos les guste ir de uniforme, o que les enseñen ciertas secuencias repetitivas de teclas, no comporta que otros tengamos que «disfrutar» con las mismas cosas, ¿o sí? Me parece que la eficiencia y el precio son importantes, pero el distingo y la autoestima lo son aún más, y no tienen por qué estar reñidos.
El «divide y vencerás» se puede aplicar a muchos aspectos, pero al que yo me refiero es a dividr un gran objetivo en otros pequeños más faciles de asumir.
El primero ya lo tienen, la distribución. Ahora les toca saber implantarla poco a poco y de forma eficiente.