Ahora que Bill Gates, cofundador de la compañía, ha iniciado su despedida de dos años, las opiniones sobre el futuro de Steve Ballmer aparecen en diversos sitios. Llama la atención la diferencia de opiniones ente dos publicaciones hermanas: mientras la prestigiosa revista tecnológica Business 2.0 pide que el directivo fije ya una fecha para su despedida en «Why Ballmer should leave Microsoft«, su compañera de grupo, nada menos que la archiconocida Fortune, sale en su defensa con «Ballmer ain’t goin’ nowhere!«
Las razones esgrimidas por Owen Thomas en Business 2.0 se refieren a la caída del 16% en el precio de las acciones desde que Ballmer tomó el relevo de Gates en el 2000, la incursión en software empresarial para competir con Oracle, los contínuos problemas con la legislación antimonopolio producidos por una actitud megalomaníaca y el cambio positivo que podría producir en Microsoft su salida. Por contra, David Kirkpatrick, en Fortune, menciona que las ganancias de Microsoft han sido consistentemente crecientes en los últimos años, que Ballmer tiene la confianza del mayor accionista de la compañía, Bill Gates, y el cambio en su estilo de liderazgo hacia una delegación más plena en las divisiones.
¿Quién tiene razón? ¿Debe Steve Ballmer quedarse o irse siguiendo a Bill Gates? Para mí, Steve Ballmer es con mucho la cara menos amable de la compañía, ese histérico de opiniones irreflexivas capaz de calentarse hasta afirmar que el software libre destruye riqueza y puestos de trabajo, o que quiere matar a determinados directivos de Google mientras tira sillas y grita barbaridades. El tipo de actitudes que, a los ojos de muchos, convierten a Microsoft en una compañía obsesionada por la total world domination, caracterizada por actitudes excluyentes destinadas a eliminar a su competencia no por la vía de ser mejores que ellos, sino por la de las malas artes competitivas. Un personaje que en el mejor de los casos deja completamente indiferente, cuando no provoca actitudes marcadamente negativas, en una Wall Street incapaz de tomárselo en serio. Desde mi punto de vista, la mayor lacra de Microsoft.
ACTUALIZACIÓN: Robert X. Cringely es, desde su púlpito, un poco más drástico si cabe. Le da a Ballmer un máximo de un año en la compañía.
Que razón tienes, Enrique!!
Creo sinceramente que todos esos ‘enemigos’ de Microsoft lo son por la actitud del St. Ballmer que por la compañia en sí.
Personalmente, creo que Bill Gates lleva años siendo «prisionero» de su empresa y de la corriente impuesta por Ballmer, y su anuncio de retirada es un «hasta aqui hemos llegado, señores». Dudo que Gates siga queriendo ser la diana de las quejas de Microsoft cuando hace tiempo que es su ‘imagen pública’ (y no el que decide comprar empresas para boicotear las alianzas que no benefician a MS).
Que quiere Bill, aparte de seguir con su loable fundación? Trabajar en Google, no me cabe ninguna duda ;-)
Salu2,
David
El tuyo es un juicio tan relativo como cualquier otro. Juzgar a un directivo unicamente por su capacidad para las relaciones publicas es bastante limitado. Lo cierto es q financieramente la companyia esta como nunca, en terminos de gestion parece q no lo ha hecho tan mal y se las esta apanyando para mantener a los empleados motivados en tiempos dificiles, algo q no me parece ni mucho menos trivial.
Pero claro, el no ni mucho menos tan cool como Steve Jobs, ni tiene el aura de Google… anda q no somos superficiales ni sensibles al marketing …
Este tío ha dicho auténticas tonterias (por no utilizar otras palabras) para dirigirse a la competencia (utilizando incluso la educación de sus hijos) hasta el punto de que la compentencia le ha pérdido todo el respeto.
La compañía ,anonymous, estará todo lo bien que quieras (no te lo crees ni tú), pero lo accionistas no están precisamente contentos, sino más bien todo lo contrario.
Las compañías grandes con estructuras rígidas les cuesta adaptarse al cambio. El modelo de negocio de Microsoft hace algunos años que empieza a hacer aguas. Es verdad que con la gigantesca red de intereses creados por la compañía muchos prefieren no ver más allá y darse cuenta que todos los conceptos derivados del valor de la comunidad que incluyen los proyectos «Web 2.0», por ejemplo, no han sido incorporados por la compañía. Es más algunos conceptos «Web 1.0» (por llamarlo de alguna manera) nunca han sido utilizados por la compañía. Siempre se ha criticado a Microsoft de infravalorar el valor de Internet y el valor que de él se desprende. Si vas a piñón tienes que tener en cuenta que la pendiente de la carretera cambiará algún día.
Steve Ballmer sin Bill Gates en primera línea no creo que pueda durar mucho. Solo le podría salvar que Microsoft Vista y Office 12 fuera un auténtico bombazo y después de todos los retrasos que acumula la remontada tendría que venir de muy atrás.
La economía es muy cruel y como sigan por los mismos derroteros y la compañía siga perdiendo valor en bolsa no solo rodará la cabeza de Ballmer. Habrá escabechina como sucede en estos casos. Nada nuevo.
Efectivamente, se crea un bucle:
Yo uso software de la «competencia» => Steve Ballmer se enfada => Steve Ballmer hace el ridículo => Me divierto riéndome de él => Uso más software libre a ver si se cabrea más.
Y cuando habla de la educación de sus hijos -diciendo que no les deja usar google ni tocar iPods- me pregunto cómo debe ser hijo de ese hombre. Sus reprimendas deben de ser en plan «Developers developers developers developers». Traumático.
En fin, que como ejecutivo este señor no vale un duro, pero como bufón tiene un potencial innegable.
Al menos le debo reconocer que sin ser programador en sus origenes (a diferencia de Bill Gates) al menos ha mantenido la idea de lo importantes que son los desarrolladores dentro de la cultura de la empresa. A diferencia de otras empresas donde los desarrolladores son los parientes pobres del grupo, teniendo mas importancia los que tienen «el core del negocio». Al menos en MS por lo que dicen si eres programador «eres alguien».
Hablar por hablar, debate esteril.
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