Mi columna de Libertad Digital de esta semana se titula «Hackeando el futuro«, y es una pequeña reflexión sobre lo que la personalidad del hacker entendida de un modo amplio puede aportar a las empresas, y de qué manera el perfil del netócrata y el del hacker se están convirtiendo en un activo interesante a la hora de enfrentarse a procesos de recruiting corporativo.
Yo tengo una visión algo menos romántica del mundo de los hackers, y he conocido a unos cuantos.
Los diccionarios de inglés que he consultado dicen que la palabra hacker también significa jugador de golf o tenis aficionado o inepto.
Un hacker es un aficionado a la informática sin preparación científica o técnica. Los hackers suelen tener una visión muy estrecha del mundo de la tecnología, e invierten gran cantidad de esfuerzo en actividades poco productivas como encontrar la forma de fisgar en un ordenador ajeno que ha sido mal protegido. En la mayor parte de los casos las intrusiones no se realizan gracias a grandes alardes técnicos, sino que se explota la dejadez o negligencia de usuarios y administradores de sistemas que no se toman muy en serio la seguridad. Algo muy habitual. Otra de las técnicas más comunes es la llamada «Ingeniería Social», que consiste básicamente en engañar a algún incauto para conseguir una clave con la que entrar en un sistema, normalmente suplantando a otra persona. Algo que tampoco suena muy romántico.
Los hackers no suelen ser creativos y su curiosidad no suele tener una naturaleza demasiado intelectual. Cuando los hackers sin una buena formación intentan crear basándose en la intuición y la pasión sus resultados no suelen ser nada buenos.
Efectivamente, Alfredo, cada uno cuenta la fiesta según le va en ella. En este caso, yo pretendía enfatizar las connotaciones positivas del término y sus posibles efectos interesantes en el «genoma corporativo» en los tiempos que corren. La empresa del ejemplo, como habrás adivinado, es Google, pero existen otros casos de compañías que están aplicando ese tipo de criterios en sus procesos de recruiting.
Hola Enrique..
solo decirte que has plagiado mis ideas… ;-)
Llevo mucho tiempo pensado que esos valores que ensalzas del hacker son los que han hecho que Internet sea hoy de los internautas y no de ningún poder fáctico… creo que gracias a ese espíritu inconformista han logrado mucho mas que muchos ejércitos en muchas guerras… (salvo que ellos no derraman sangre…, eso si crean algún que otro problema… sobre todo a quien quiere controlarlo todo).
Estoy seguro que las empresas tal como dices no tardaran en darse cuenta que la innovación es el único camino y que para eso hay que ser creativos y aventureros…
Suena bien lo que dices, pero de momento no parece que esa sea la realidad, las empresas dan prioridad (y mejores beneficios) a quienes tienen «la vision del negocio» dejando como algo de segundo nivel a lo tecnico, total… se puede subcontratar, no?
Algo de esto ya lo habia comentado en http://fisica3.blogspot.com/2005/06/el-inexorable-declive-de-nuestra.html
Osea salvo en empresas de veras punteras de tecnologia (Google ahora, antes Microsoft) los hackers y demas geeks han logrado ganarse su lugar y «ser alguien» …. pero en el resto de sectores complicadito… en el caso de la consultoria es clasica la frase dicha con superioridad «nosotros vemos el core del negocio, ellos… ven lo tecnico».
Mucho tendra que cambiar para que se de un escenario como el que tu comentas.
Me interesan más las personas que los «genomas». Aunque es cierto que el perfil psicológico afecta a la cuenta de resultados. Porque no veas el confetti tan bueno que hacían los antiguos billetes, de antes del euro, debía ser el papel, se mantenia más tiempo en el aire. Pregunta en IBM y como seleccionan allí. Un «genoma» que no tiene la posibilidad de expresarse, que es lo que busca todo buen «genoma», en un contexto social, no vale nada.
Un gran artículo, das de lleno en el blanco. Hablando de hackers hay que mencionar a Paul Graham, hacker, escritor y autor de artículos extraordinariamente lúcidos sobre el tema.
Los hackers también han hecho mucho daño a la industria de la informática, y no me refiero a las intrusiones sino a las chapuzas que tanto abundan.
Para poder innovar no es suficiente con conocer la tecnología sino que también hay que conocer los principios científicos en los que se basa, y ahí los hackers suelen fallar estrepitosamente. A eso es a lo que me refería.
A Google le puede venir bien tener a unos cuantos hackers puros como probadores, pero poco más.
Un geek es otra cosa.
Alfredo, creo que es un problema del significado que atribuyas a la palabra hacker. Para muchos programadores hacker es prácticamente sinónimo de buen programador, y un gran cumplido.
Mira, por ejemplo, la definición en hacker’s dictionary, por Eric S. Raymond (un decano de los hackers, autor entre otras cosas de fetchmail). Creo que la acepción que tú usas es la 8, que él marca como deprecated, ofreciendo cracker como alternativa.
Desde este punto de vista, google contrata hackers, y la inmensa mayoría de los programadores que trabajan allí se consideran hackers.
Yo no me fío mucho de las autodefiniciones, pero si nos fijamos en ese diccionario se ven cosas peligrosas.
Por ejemplo la 2 sugiere que el hacker se lanza a aporrear el teclado antes de haber aprendido la teoría y de haber hecho una buena planificación, la 4 que es un picador de código rápido y la 5 que es un experto en un area de conocimiento muy reducida.
Hacker se le llama muchas veces a un programador que es bueno picando código pero que no llega más allá, y a mi no me parece un gran cumplido.
Mi postura es sencillamente que idealizar a los hackers es peligroso, y algunos de sus valores son bastante negativos (la improvisación entusiasta que desdeña la formación y la planificación).
De niño, cuando me regalaban un juguete con motor de resorte, más que jugar con él, lo destripaba para ver como funcionaba. Eso es un Hacker, el que está más interesado en saber como funcionan las cosas que en utilizarlas.
En informática para hacer cualquier cosa hay múltiples caminos, el programador normal busca utilizar el más práctico, el hacker la más corto.
El hacker es innovador y por tanto beneficioso, pero suele ser individualista.
Un trabajo medianamente complejo, como una aplicación de control de un parking, es labor de un equipo más o menos numeroso de programadores. El hacker tiende a hacer las cosas por caminos desconocidos y no documenta lo que hace. Eso dificulta probar su trabajo, hace y que los demás tengan que estudiar cuidadosamente el propósito de lo que hace. Por otra parte, andar por atajos desconocidos y sin documentar es complicadisimo a la hora de mantener la aplicación.
El hacker es ideal en un laboratorio de software, pero desastroso en el departamento de desarrollo.
A lo que Enrique llama hacker, los gringos le llaman «To Think out of the box».
En castellano, podría traducirse de alguna manera como «pensamiento lateral»…
De cualquier manera, está claro que cualquier organización necesita gente que no se conforma con las limitaciones que nos ¿auto?imponemos. Siempre hay otra manera de hacer las cosas y de usarlas.
Esta es, entre otras cosas, lo que buscan muchas empresas de Silicon Valley. Te remito a los primeros capítulos del libro «How would you move mount fuji» donde describen las primeras entrevistas que hicieron en Sockley Semiconductor en los 70 (de donde ha salido la plana mayor de Intel).
Enrique, eres un hacker.
A ver como se te queda el cuerpo.
Yo estoy con Iñigo. También se podría traducir como salirse del rebaño o incluso como salirse del tiesto :)
Por cierto, me acabo de fijar que en diccionario del hacker han borrado la definición número 9 del FOLDOC que les define bastante bien.
9. (University of Maryland, rare) A programmer who does not understand proper programming techniques and principles and doesn’t have a Computer Science degree. Someone who just bangs on the keyboard until something happens. For example, «This program is nothing but spaghetti code. It must have been written by a hacker».
Creo que tienes razón en que hay aspectos de la cultura hacker que no encajan en los entornos normales de desarrollo. O, como dice Gorki, «el hacker es desastroso en el departamento de desarrollo». Pero también hay hackers que lideran con éxito equipos de desarrollo. Es un tipo de liderazgo algo idiosincrático, a base de discusiones sin cuartel y golpe de tecla, pero que funciona.
Por otra parte, los hackers, al menos en la acepción en que Enrique usa el término, suelen ser gente educada (quien más quien menos tiene su doctorado). Y, muy importante, la de hacker es una categoría que te otorgan, no que tú escojes. Un buen ensayo al respecto es How To Become a Hacker, también de Eric Raymond.
Otro gran documento es el clásico Teach Yourself Programming in Ten Years, de Peter Norvig. Norvig (que, por cierto, es el director de Investigación de Google) cita apreciativamente el Hacker’s Dictionary de Eric Raymond.
En cualquier caso, creo que hay dos discusiones paralelas: qué quiere decir hacker, o sea hacker vs. cracker, y qué filosofía de desarrollo funciona mejor.
(perdonad la verbosidad excesiva).
Acabo de publicar un pequeño ensayo sobre Sofware, innovación y hackers, donde intento explorar la problemática hacker vs. equipo de desarrollo.
Me parce excelente que haya personas que pongan a prueba la tecnología, personas que cuestionen las cosas y personas que se rebelen. Eso es sano e incluso higiénico.
«Zimmermann created the first version of PGP in 1991. He had been a long-time anti-nuclear activist»
from Wikipedia
No sé si el Sr.Zimmerman era un hacker, pero lo que sí tengo claro es, que sin su osada aportación, hoy por hoy las libertades de muchas personas no serían posibles. Me refiero especialmente a periodistas, activistas de NGOÃ?Åœs etc.
Todavía no doy crédito a que la Unión Europea haya aprobado sin prácticamente ninguna oposición políticas de «data retention»…
Es cierto que los hackers nos pueden dar algún que otro disgusto, pero qué me dicen de las ventajas.
Siempre me han gustado lo que hacen las personas de una clase que calificamos como hackers, curiosos, exploradores, heterodoxos, inconformistas, críticos, disidentes, rompedores, innovadores…, y me parece que Enrique aprendió la lección, y que debe insistir en llamar la atención de una gran mayoría de organizaciones (empresas, universidades, organismos…) que se jactan de muchas cosas que deberían ser «hackeadas».