No sé si habéis visto la noticia, aquí está en El Mundo… pues bien, yo me iba en ese avión a Bilbao, a dar una conferencia. La verdad es que cuando la gente empezó a gritar en la parte de atrás diciendo que el avión se estaba rompiendo, no fue de lo más tranquilizador, aunque siempre piensas que habrá empezado algún histérico al ver cualquier tontería sin importancia. Pero cuando el asistente de vuelo echó a correr hacia la cabina, ya pensé «mira, si este, que sabe de que va la cosa, ya pierde completamente la compostura, aquí debe estar pasando algo de verdad». Y el piloto aún tardó como tres o cuatro minutos en decir nada… de los más largos de mi vida.
Al final no pasó nada, más que un susto gordo. Según bajaba del avión tiré un par de fotos con la PDA al motor que salió mejor parado, el que no perdió el revestimiento (se ve arriba, todo retorcido). Toda una experiencia, aunque de lo menos recomendable.
Enrique,
¡Qué susto! Menos mal que no ha pasado nada y que andabas presto para documentarlo.
Por cierto, ya son ganas coger el avión de las 6:45
Que bueno no pasara nada mas grave, solo el gran susto.
Que bueno también que esta vez recordaras la cámara en tu PDA, así que esta vez la convergencia de dispositivos estuvo a disposición de un reportero en problemas. Ni El Mundo tiene una foto como la tuya.
Sí, El Mundo sí la tiene. Se la mandé yo mismo :-) Sale hoy en el periódico papel, en M2, el suplemento de Madrid…
Me alegro un montón que no haya pasado nada y que, finalmente, todo haya quedado en un susto.
Una cosa más: lo de la PDA con cámara y el post en el blog es un claro ejemplo de convergencia de tecnologías y de incorporación de las mismas al día a día.
Felicidades por la iniciativa!