La tramitación de la Communications Data Bill en el Reino Unido se está convirtiendo en un reflejo perfecto de la batalla más importante en la red en nuestros días: la que se juega en torno a su control por parte de los gobiernos.
Una ley que pretende establecer un panóptico de visibilidad total que permitiría a la policía y a los servicios de seguridad monitorizar de manera continua a través de los proveedores de servicios toda la actividad electrónica de los ciudadanos: conversaciones telefónicas, mensajes de correo electrónico, SMS, registros de telefonía móvil, localización, visitas a páginas web, etc. en tiempo real. Una legislación similar a la que el anterior gobierno laborista intentó introducir en el año 2006 y que fue rechazada con fuerte oposición, pero que ahora, en un escenario tecnológico lógicamente más avanzado, pretende reintroducirse con supuestas garantías de supervisión judicial.
No, la supervisión judicial no es la solución. Lo que no puede hacerse es criminalizar apriorísticamente a todos los ciudadanos y monitorizarlos «por si acaso». La democracia no funciona así. Mantener bases de datos sobre las actividades cotidianas de los ciudadanos lleva invariablemente a problemas, porque la seguridad de toda base de datos puede ser violada – como recientemente pudo demostrarse con la publicación de un millón de datos de usuarios de Apple – y porque solo llevará a una escalada en las tecnologías de cifrado y en su extensión a todos los niveles.
En este tema es crucial mantener una posición clara e inequívoca: el «como yo no hago nada malo, no me importa que me espíen si así cogen a los malos» es un razonamiento viciado en su base, que debemos descartar de manera inmediata. No, el hecho de que existan terroristas, narcotraficantes o pederastas no justifica bajo ningún concepto su uso a modo de «jinetes del Apocalipsis» para justificar una vigilancia sobre todos los ciudadanos. La frase de Benjamin Franklin es inequívoca en este sentido y la hemos recordado ya en infinidad de ocasiones:
They who can give up essential liberty to obtain a little temporary safety, deserve neither liberty nor safety.
(Aquellos que admiten perder la libertad esencial por obtener un poco de seguridad temporal, no merecen ni libertad, ni seguridad.)
En una democracia, la tecnología tiene que servir para que los ciudadanos puedan controlar a su gobierno y a sus políticos, nunca al revés. En los Estados Unidos, tras el 11S, la batalla parece perdida: el país es a día de hoy una gigantesca jaula de hamsters en la que el gobierno puede hacer lo que quiera, espiar a quien quiera y seguir a quien le dé la gana sin supervisión judicial alguna ni miedo a represalias. En otros países, como España, la supervisión de la democracia es tan débil, que este tipo de cosas tienen lugar sin que siquiera existan mecanismos de control ni debate al respecto: el ciudadano casi «asume» de manera borreguil que «el gobierno, por serlo, puede hacer lo que le dé la gana». Solo un minúsculo escalón por debajo de otro grupo de países ya directamente no democráticos, en los que cuestiones como la religión o el totalitarismo son usadas para justificar cualquier cosa.
En el Reino Unido, las cosas podrían ser diferentes. En el lado crítico, personas tan brillantes como el mismísimo Tim Berners-Lee o Jimmy Wales, que no solo ha expuesto de manera vehemente su postura ante los parlamentarios y los ha tildado de ignorantes tecnológicos, sino que incluso ha llegado a amenazar con cifrar la Wikipedia si la ley es aprobada para impedir cualquier intento de monitorización de sus usuarios. Con el tiempo y la perspectiva, acabaremos agradeciendo más a Jimmy Wales su valiente postura contra este tipo de leyes que el haber creado esa mismísima Wikipedia que todos adoramos.
Este tipo de leyes van directamente contra la privacidad y la democracia, y además, no van a funcionar. Todo gobierno, por principio, pretende un mayor nivel de control de sus ciudadanos, pero es completamente legítimo que los ciudadanos, en ejercicio de sus derechos, pretendan impedirlo. Es importantísimo que tengamos clara nuestra postura en este sentido.
Estamos entrando cada vez más en el «Big Brother» que me parece en algunos de los casos no es el hermano simpatico y correcto que esperavamos.
Es muy peligroso el camino que están tomando muchos gobiernos «democráticos» por criminalizar y controlar al conjunto de sus ciudadanos. La red debe hacernos más libres, no al contrario.
Los negocios de actividad intelectual o de informacion no tienen ya ningun valor, el conocimiento no tiene valor hoy se copia y ya esta, como hacen los chinos que van sustituyendo nuestro AVE, copiandolo y abaratandolo, y el trabajo que nos costo diseñarlo, cine literatura musica prensa, pues esta visto que ya dejan de existir en la mayor medida, debido a la nueva realidad … pero el dinero se bascula entonces en enorme medida hacia lo no pirateable, armas, ladrillo, juego, alimentancion, y es que una pera no se puede piratear por internet el que la tenga tiene el dinero y el poder … ahora ver que chatea uno con otro eso tampoco da ningun dinero… los gobiernos afortunadamente no son sovieticos que quieren el control de la gente simplemente el politico es una persona que quiere su salvacion economica como todos, que los videos se los bajara como quiera pero lo que cuenta es su salvacion economica hoy un politico como cualquier ciudadano, UN POLITICO TAN SOLO ES UN CIUDADANO SALVADO ECONOMICAMENTE, y nada mas que eso … no seamos absurdos no seamos del siglo XX
Pues da pena esa gente que «cree que el gobierno los vigila» pero quien se ha creido que son? … han leido muchas novelitas o novelazas porque es grande de 1984, pero ese mundo sovietico no es el de hoy, hoy cada uno incluido el gobierno solo esta cada uno por su salvacion individual, salvese quien pueda y que no lo pillen, afortunadamente ya no existe 1984
Narcos y terroristas son usados como excusa, pero obviamente ellos no van a usar un medio de comunicación que sea espiado por sistema, ni que fueran tontos. Ni siquiera se puede alegar que se les entorpece la comunicación, porque tampoco van a usar un medio que puede ser intervenido en cualquier momento por un juez, como siempre se ha podido hacer con Internet. Estos espionajes sistemáticos tan solo tienen un objetivo: el ciudadano común.
La libertad se vuelve prisionera….
El proyecto que se enlaza -y que de seguro muy pocos leerán- no faculta a la policía a obtener información sobre el contenido de las comunicaciones por internet, sino a obtener información sobre la existencia misma de dichas comunicaciones. Es el equivalente en internet de la relación de llamadas telefónicas que normalmente la policía obtenía de los hoteles o las operadoras en su fase de investigación, y muy distinto a las escuchas de conversaciones de sospechosos que deben autorizarse judicialmente.
Así por ejemplo, si tenemos un sospechoso de asesinato, la policía puede saber si se ha comunicado con la víctima durante la semana del asesinato; o si ubicamos al cabecilla de una organización terrorista, la policía podría determinar en base a sus llamados, quiénes pueden ser sus cómplices e investigarlos.
Este es el tipo de data al que se refiere el Proyecto y ha sido en efecto, tradicionalmente, muy importante para la investigación de delitos porque constituyen un indicio clave para encaminar la investigación. En Perú celebramos esta semana 20 años de la captura del líder de Sendero Luminoso y el comienzo del fin del terrorismo en el país. Este arresto se produjo sin disparar una sola bala y basándose solamente en investigación e inteligencia policial, y no un operativo militar.
Privar a la investigación policial de indicios tan importantes por el solo hecho de realizarse por internet es, por decir lo menos, de una hipócrita paranoia. Y añado hipócrita porque de un lado este blog está más que a gusto permitiendo a Google o a Facebook leer nuestros mails o recopilar información sobre nuestra ubicación con fines comerciales, instándonos a rebajar ante las tecnológicas nuestros parámetros de intimidad y adoptar el interesado pensamiento de Zuckerberg; pero de otro lado, pega un grito en el cielo cuando una institución pública y fizcalisable como es la policía, necesita hoy las mismas potestades investigatorias que tenía en la época del teléfono y el correo de papel. Más aún, lo que requiere la policía no llega, en su grado de intrusión, ni a los tobillos de las tecnológicas que sí han hecho de nuestra intimidad una vulgar mercancía, su moneda de cambio, sin consultarnos siquiera.
Estoy convencido que de forma legal o ilegal si hay medios técnicos para llevar a cabo esa vigilancia se hará. (o se hace)¿no escuchaba el CESID (actualmente CNI), conversaciones sin necesidad de orden judicial?.
El Gobierno quiere saber qué hacemos y su prioridad fundamental es ver si nos bajamos peliculitas y musiquita. Sí, seguro que el mismo Rajoy está ahora mismo controlando, o tiene a mitad del CNI en esa tarea. ¡Abajo el cine español! ¡Viva Kim Dotcom!
¿Es así, doctor Krigan?
La policia es una institución pública y fiscalizable…creo que lo de pública (servicio público)y fiscalizable (subordinada a leyes democráticas)no está muy claro para algún comentarista…viva en Perú o USA (O China…)…claro que me olvidaba que los tontosnets como nosotros solo leemos la wikitonta y alguna peliculilla de serie Z…
010 Xaquín
Ja,ja,ja Y Perote que interceptaba hasta las llamadas de la CIA era agente del KGB, o es que lo hacia con permiso de un juez.
Me gusta esta frase: «En una democracia, la tecnología tiene que servir para que los ciudadanos puedan controlar a su gobierno y a sus políticos, nunca al revés.»
Con tecnología o sin tecnología debería ser así.
La información es poder, dentro y fuera de Internet y en ese sentido los gobiernos intentan obtener esa información para conseguir mas control sobre los ciudadanos.Para los politicos nosotros somos su negocio y por tanto con cualquier excusa siempre estan dispuestos a coartar nuestra libertad.Podemos verlo clarisimamente en España, la ciudadania debe pagar la fiesta de corrupción que han disfrutado una casta de parásitos impresentables que lejos de hacer su trabajo estan dando largas a los problemas para seguir con su negocio explotando a la ciudadania.Solo faltaría que encima de explotarnos como lo hacen puedan considerarnos a todos culpables de cualquier delito y con esa excusa nos espien sin ningún pudor dentro o fuera de Internet.Que evidentemente tienen, por desgracia , suficiente poder para hacerlo sin nuestro consentimiento lo tengo claro, pero al menos que no nos quieran vender la pelicula de que es por nuestro bien.
Sinceramente me has, mejor dicho habéis convencido (también la otra gente que responde y aporta). Esto es lo que hace grande un Blog, hacerte cambiar de opinión.
Yo era de los que pensaba que no me importaba que me miren porque no hago nada malo.
Un abrazo
Habría que incluir también el costo (económico y medioambiental) de semejante monitorización. En el Reino Unido solo un 25% de los espacios públicos no tienen cámaras (es decir, te están filmando todo el tiempo desde que pones un pie fuera de tu casa), eso no quita para que haya un montón de atracos, pequeños robos e inseguridad, propiciados en gran parte por una política social nefasta. La monitorización de ciudadanos no solo es ineficiente sino que es cara: ¿cuánto cuestan todas esas cámaras, manutención, personal que las controla, y demás gastos? ¿no sería mucho mejor invertir ese dinero en políticas sociales y preventivas de la delincuencia, en integración, trabajo, etc? BF también fue el que dijo que el primer deber de un ciudadano es cuestionar la autoridad. Algo que se debería hacer sobre todo en casos como éste donde la autoridad es tan incompetente (tecnológica, económica y socialmente).
Es sorprendente la hipocresía de los ingleses que no tienen DNI porque consideran que es una afrenta a los derechos civiles.
Es la farsa del neoliberalismo, que se construye sobre el ideal de individuos racionales, pero cuando llega la hora de la verdad, se defiende el status quo del Estado y las Empresas.
Romney sigue los pasos de Bush que prometio mas trabajo, menos impuestos, menos deuda y menos estado, pero subio los impuestos, incremento la deuda, dejo la peor cifra de paro desde la gran depresión y el estado mas grande de la historia de USA.
No necesitamos una nueva ideología, el problema es social.
La mayoría de los comentaristas que opinan sobre lo fiscalizable de los gobiernos e instituciones públicas viven en una fantasía esotérica. Deberían ver, como en apenas unos pocos años, 10 0 12 no más, milímetro a milímetro se puede corromper el sistema judicial y parlamentario de una nación hasta transformarla en una cuasidictadura.
La única posibilidad es no ceder jamás ese primer milímetro de libertad, principio de muchos más y al final, de todos…
No hay que caer en la comodidad de los ciudadanos que «dejan hacer» hasta que es demasiado tarde. Ninguna nación es invulnerable a la corrupción de su clase gobernante.
El espionaje de internet y de cualquier otra cosa deberá ser siempre una excepción y no la norma.