Transparencia y consecuencia, mi columna de esta semana en Expansión

Mi columna de esta semana en el diario Expansión se titula «Transparencia y consecuencia» (pdf), y habla de la presentación del borrador de la importantísima ley de transparencia, de sus agujeros y lagunas, y de cómo la buena idea de abrir una página para llevar a cabo un proceso de revisión del mismo por parte de la ciudadanía trae ahora consigo una lógica consecuencia: ahora, las sugerencias y aportaciones, más de tres mil seiscientas, deben ser tenidas en consideración si se quiere que el proceso tenga realmente sentido y no quede como una simple declaración de intenciones. Tocamos el tema anteriormente en esta otra entrada titulada «La enorme importancia de la transparencia«.

A continuación, el texto completo de la columna:

 

Transparencia y consecuencia

Existen muchas razones para pensar que el recientemente presentado borrador de la ley de transparencia supone un momento crucial para la credibilidad de la política española.

Por un lado, por su radical importancia: España no podía permitirse ser el único país del continente de más de un millón de habitantes que no tenía una ley de transparencia y acceso a la información pública. Por otro, por la decisión tomada por el Ejecutivo de presentar el borrador a consulta ciudadana en una página web, decisión indudablemente positiva, pero que se vería gravemente desvirtuada si, tras ella, no se realizase una incorporación seria de las propuestas más significativas recibidas. Preguntar a la ciudadanía para, posteriormente, ignorar las más de tres mil seiscientas aportaciones emitidas por ésta no sería consecuente.

Además, el borrador manifestaba carencias significativas. En un país asolado por escándalos de corrupción, el borrador propuesto tenía agujeros, excepciones y lagunas que desnaturalizaban claramente sus posibilidades. Así se puso de manifiesto en la reacción ciudadana que llevó a la recogida de más de ochenta y cinco mil firmas en  Avaaz.org, evidencia clara del sentir generalizado. Problemas como el no reconocimiento el derecho de acceso a la información como  derecho fundamental, del principio de publicidad de toda información pública, de la necesaria proactividad en su publicación o la configuración adecuada de las excepciones para evitar su uso abusivo, entre otras carencias, deben ser necesariamente corregidos para dotar de sentido a una ley fundamental para la mejora de nuestra calidad democrática.

Según los mensajes recibidos desde la Cumbre de Gobierno Abierto celebrada recientemente en Brasilia, el texto del borrador será revisado para incluir muchas de estas propuestas. Resulta fundamental, y consecuente con el hecho de haber pedido opinión a la ciudadanía, que se aproveche el momento para dotar a nuestro país de una ley de transparencia fuerte y exhaustiva, que elimine el secretismo y contribuya a poner coto a la corrupción.

4 comentarios

  • #001
    Sergio - 20 abril 2012 - 10:15

    Muy buena noticia sin duda.

  • #002
    Gorki - 20 abril 2012 - 12:41

    Esta ley es un buen primer paso, pero solo tiene utilidad si los políticos se presentan en listas abiertas. Mientras estén en listas cerradas, los ciudadanos solo tomos la posibilidad de votar o no conjuntamente a los sinvergüenzas y a los políticos honrados que les acompañan en la misma lista. Basta que cada partido presente en a un presunto sivergüenza en sus listas, como así ha ocurrido, para que te dejen como solución, votar a los que más se cercana tu forma de pensar, o quedarte en casa, algo que cada vez hace mas parte de la población.

    Esto explica cosas tan paradójicas como lo que ha ocurrido en las elecciones de Levante y en Andalucía.

  • #003
    Xaquín - 20 abril 2012 - 20:05

    Hai algo que rima con transparencia pero incide mucho más en la consecuente dignificación de la política…se llama coherencia.
    Y que no se debe confundir con el inmovilismo, la coherencia está más ligada a la necesidad de justificar argumentalmente un «cambio de chaqueta», que los cambios que se producen (algunos inevitables) no correspondan a «modas tipo de donde sopla el viento de los votos o de la corrupción»…

  • #004
    Aloe - 21 abril 2012 - 01:17

    Pues ojalá ese borrador mejore mucho, y la ley cuando se apruebe resulte operativa. Sin embargo, mucho me temo que se trata de lavar un poco la fachada por quedar bien, pero no hay intención de que se cumpla en serio con la obligación de transparencia de la que hay para que se cumpla la ley-código del procedimiento administrativo (la famosa 30/92) la cual es conculcada a diario por cientos o miles de oficinas sin que pase absolutamente nada.
    Estoy deseando equivocarme. Normas claras y obligatorias de transparencia son muy, muy necesarias, y prerrequisito imprescindible de otras reformas también necesarias.

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