Beatriz Sotillo, de Deia, me entrevistó aprovechando que estaba en Bilbao para participar en Gaztepolis, hablando de la brecha digital, la exclusión, la evolución de la sociedad y la participación ciudadana. La ha publicado hoy bajo el título «La brecha digital la forma gente que no cree que la tecnología sea importante» (ver en pdf).
En breve, publicaré el enlace al vídeo de la conferencia, que titulé como «Red, política y futuro: apuntes para una evolución compleja».
Buenos días, En un día de Huelga general darte la enhorabuena por el artículo que publicas. El alcance de la red y la tecnología son algo que se nos escapa a la gran mayoría percibir a donde llegamos hoy y a donde llegabamos a nivel tecnológico sólo hace 3 años es impresionante. Bucenando hoy en la red me he encontrado con esto.
Me ha parecido un documento y un video muy interesantes para compartir con todos, plasma un poco lo que hoy podemos ver en todo el mundo que antes sólo veían los que estaban por allí cerca.
Un abrazo a todos.
http://santfeliu-edificiopetrus.blogspot.com.es/2012/01/identidad-fuencarral.html
«En el caso de España la mayor brecha digital la constituye gente que no cree que la tecnología sea importante.»
Creo que es un argumento demasiado simplista. El ordenador tradicional, que a día de hoy sigue siendo la herramienta principal para acceder a Internet, tiene una curva de aprendizaje. Esa curva de aprendizaje es sencilla a ciertas edades pero puede resultar complicada a otras. Por tanto, no se trata simplemente de creer que la tecnología es importante sino que necesitan saber acceder a esa tecnología. Parece increíble que eso siga ocurriendo hoy en día pero así es. Sin un curso o similar, no es fácil aprender a utilizar un ordenador por primera vez a menos que seas un chaval con todas sus ganas. Es un problema de interfaz usuario-máquina que creo que mejorará con la adopción de los tablets para los usas más cotidianos ya que su interfaz es mucho más cercana a lo que es natural a todo ser humano, utilizar los dedos sobre objetos en lugar de indirectamente a través de un ratón más puntero o un teclado extendido.
Creo que dejas de lado la voluntad individual de cada uno….. Yo trabajo en el mundo tecnológico pero en mi vida privada o personal me niego por completo a ser un triste esclavo de la tecnología. De tus palabras das a entender que much@s de los que pasamos de todo lo relativo al mundo 2.0 es por cierto desconocimiento, falta de visión estratégica, etc. etc. las cosas son más fáciles y aunque no lo parezca hay gente co criterio propio y que es tan válido como el del resto
Sólo viendo a niños de menos de 2 años tocar y visualizar esas herramientas ves de lo que ha evolucionado esta tecnología.
Este video es un ejemplo.
http://www.youtube.com/watch?v=MGMsT4qNA-c&noredirect=1
Lo que se suelen llamar «nuevas tecnologías» ya no son tan nuevas, en conjunto (aunque algunos de sus desarrollos, como su expansión en los móviles, sí lo sean bastante). Internet lleva con nosotros, a efectos prácticos, algo más de quince años (si no contamos los años en que era una frikada de gente que se manejaba en modo consola y demás conocimientos poco corrientes).
Eso significa que la edad como barrera, por sí sola, justifica a las personas que tienen ahora más de 75 años, pero a pocas más. Si añadimos las barreras de educación y disponibilidad económica, incluyen a más gente (porque entre los adultos españoles el nivel educativo tiende a ser bajo en promedio), pero en absoluto a toda la que se mantiene al margen, en el «lado equivocado de la brecha digital», como dice Enrique.
Yo creo que en España es particulamente llamativo lo tarde y a regañadientes que se van incorporando a un manejo, incluso mínimo, sectores como el profesorado, especialmente el ligado a las humanidades, a secundaria y a primaria.
No es solo que no le vean la utilidad, es que muchos se lo vienen tomando como una afrenta personal que el mundo -y particularmente sus alumnos- les hace. Y hay otros sectores, profesionales o no, que tienen una actitud parecida.
Es algo que tiene que ver con toda una concepción peculiar de lo que es el conocimiento (o la Cultura con mayúsculas) en nuestro país: una concepción especialmente tecnófoba, especialmente cerrada al exterior y especialmente instalada en el concepto de la administración del conocimiento como escasez, monopolio de un grupo de iniciados y catálogo estático que no se mueve ni cambia.
Solo por eso -por obligar aunque sea a regañadientes a abrir la ventana y cambiar de actitud- ya sería un enorme cambio para mejor en España la generalización del acceso a las NT. Que los instalados en la brecha se resistan produce un retraso en esa generalización, pero esta es inevitable.
Me parece un ejemplo de eso el que se reaccione rechazando «la esclavización a la tecnologia», como si las nuevas posibilidades no nos dieran más libertad, y en absoluto más sujección. La actitud sana y positiva es usar lo que uno quiere usar, porque le gusta, le conviene o le ahorra dinero y tiempo. Pero no carga con obligaciones ni esclaviza a nadie. Lo que no te compensa no lo usas y punto.
El peligro de estar más controlado o más esclavizado, si se quiere llamar así, yo lo veo por el lado de las tecnologías usadas por otros y no por nosotros (corporaciones, Estados, monopolios) para seguirnos, controlarnos y saber lo que hacemos y lo que pensamos. Toda tecnología tiene un lado oscuro, porque no cambia las intenciones de los hombres, solo sus herramientas.