Hace unos días me contaban cómo la ministra de Cultura saliente, Ángeles González-Sinde, se había dedicado a presumir en el Festival de San Sebastián sobre las cifras de películas producidas por el cine español durante el escaso tiempo que duró su mandato, diciendo cosas como que «eso sí que era hacer industria».
Paralelamente, un director español, Tinieblas González, da una larga rueda de prensa en la que de manera completamente abierta desgrana uno por uno todos esos «éxitos» del cine español: salvo escasas excepciones de directores que verdaderamente pueden crear el producto que quieren, esa «industria» que la ministra presume haber creado es un inmenso páramo en el que una gran mayoría de las creaciones tienen como finalidad conseguir subvenciones, y para ello se estrenan en pequeños cines de barrio donde se pasan una sola vez ante una cantidad ridícula de espectadores o, en una práctica ya consolidada, se adquiere la taquilla para generar cifras falsas y acceder a más dinero. Aunque el video os parezca largo (algo más de una hora), de verdad que vale la pena verlo para entender el entorno del que estamos hablando: esa «industria» de la que tanto presume la ministra.
Una enorme mentira en forma de entramado de ayudas con dinero público, estatales, autonómicas, de televisiones y de organismos de diversos tipos que se retuercen para que una serie de productores consigan fraguar negocios basados en percibir un dinero que no se gastan. Cuentas hinchadas hasta mucho más allá del límite del sentido común, sueldos que no se pagan, personas que trabajan por – nunca mejor dicho – amor al (séptimo) arte para encontrarse después sin control de sus obras o viendo cómo se perpetran producciones con una minúscula cantidad del dinero comprometido, o cómo no se estrenan (estrenarse de tapadillo para «cumplir el expediente» y recibir la subvención no es estrenarse) o no llega a verlas prácticamente nadie (adelantar tú mismo el dinero de la taquilla para cobrar así la subvención tampoco cuenta como espectadores). Esa es la realidad del cine español: una cueva de aprovechados que han montado su chiringuito alrededor de un sistema puesto ahí por ellos mismos para llenarse los bolsillos, y consolidado por una ministra de la propia industria que vino para inflar la burbuja todavía más.
Nada que no hubiésemos contado ya anteriormente o que no hayamos visto ya en otros sitios, en cortos ingeniosos o incluso en las memorias del mismísimo Alfredo Landa), pero que expuesto así, con todos los detalles y desde dentro de la propia industria resulta todavía más ofensivo, más crudo, más de juzgado de guardia. Una legislación pensada para inflar una industria fantasma que, legitimada por la visibilidad de las exitosas actividades de muy pocos creadores, sirve en realidad para exprimir las arcas públicas y aprovecharse del trabajo de muchos en un submundo turbio lleno de falsedades. Todo el respeto para quienes, a pesar de lo perverso del sistema y de los siniestros aprovechados que lo pueblan, consiguen hacer una película y tener éxito, porque realmente, la industria no lo favorece. Y no, no se trata de unos pocos «cazadores de subvenciones que hay en todas las industrias», porque la proporción, sencillamente, ofende: se trata de corrupción y fraude generalizados, de productores sin escrúpulos, de creadores explotados y expoliados, de mentiras de todos los colores, y de una ministra dedicada a hacer crecer ese sistema perverso y darle apariencia de normalidad. Esa es la industria que hizo crecer la señora ministra a la que se le llenaba la boca hablando de descargas e insultando a sus propios espectadores. Esos son los grandes éxitos del cine español.
Hola Enrique,
En la frase «…que no hallamos visto ya en otros sitios…», deberías escribir «hayamos», del verbo haber.
Un saludo.
Bueno. NO son grandes exitos del cine español. Son «los grandisimos exitos» del ministerio de cultura. Hariamos bien en no confundir, aunque sea el propio ministerio el que desea esa confusión.
¿Las cuentas públicas no son públicas?. ¿Cómo puedo acceder a las cuentas del Ministerio de Cultura?, ¿Via web? (ha, ha, ha). ¿Como puedo comprobar lo que todos mis colegas periodistas me dicen sobre el agujero del Ministerio?. ¿Como puedo comprobar que con la politica cinematografica del ministerio las arcas del mismo han tenido perdidas por más 70 millones de euros?. Eso si que es un éxito.
Quiero decir, el éxito es ocultarlo, claro.
Como persona cercana al negocio tanto por el lado del actores como, y es el caso que interesa, directores/guionistas, viendo desde dentro el entramado de chanchullos, trabajo gratis de profesionales para que luego se aproveche el de turno o ver como plagian guiones a los que dijeron meses antes los mismos que copian que «a nadie le va a interesar esto», me arde la sangre cada vez que alguien como la Ministra, que ha entrado en el juego y se ha aprovechado de él, con amiguismos y enchufes por doquier, siento decir que no sé como se va a arreglar el asunto pues todo falla desde que las subvenciones no debieran darse a nadie y veríamos como la cosa acababa.
No se habla de la falsedad de los directores reputados: de como se llevan dinero los pocos que sí que llenan taquilla, de como firman guiones como suyos cuando dan dos duros a «negros» por ellos…
País de charanga y pandereta… ¿acaso a alguien le sorprende algo de esto?
Cuando películas, como decían los niños, de culo, caca, pedo, pis, son las que «supuestamente» recaudan millones… lo mismo es que merecemos la puntilla.
Genial.
#001: Gracias, Pepe!
Dans, has descubierto Roma. Siempre dije que deberías haberte hecho arqueólogo. ¿Alguna propuesta seria aparte del gran descubrimiento? ¿El sistema de acción de esta industria no te recuerda a otros sistemas públicos, semipúblicos y privados?
Saludos.
Una pregunta que me corroe.
¿Realmente no se puede hacer nada en contra de este tipo de acciones? Desde el punto de vista del sentido común esto es un delito flagrante, al igual que era evidente en el caso de la SGAE.
Así como en este último caso finalmente ha intervenido la justicia, ¿qué es necesario para que intervenga de una vez en este vergonzoso y clamoroso caso de robo de dinero público, abuso de poder, prevaricacion, etc etc…?
Yo lo que aconsejo a la gente es que no sólo se lea el artículo, que vea la hora de vídeo porque merece la pena.
Hace gracia que determinados personajes luego den lecciones de moralidad.
Como economista y cientifico estoy desilusionado con la idea de que el saber te hará libre. Es esclavizante ver lo mal que se hacen las cosas y que a los tecnocratas se les ningunea.
Querido Enrique, González me desilusiono, Aznar me desilusiono, Zapatero me desilusiono. No quiero mas lideres de pacotilla. Eres mi nueva musa política.
Cada generación tiene que hacer una apuesta de futuro y tu eres la mía. No nos desilusiones nunca.
Un motivo más para indignarse, que derroche de dinero y que cinismo de los organismos públicos.
Que el sistema de las subvenciones es un sistema fallido y corrupto es algo que sabe todo el mundo.
Pero que generalices en lo de «productores sin escrúpulos, creadores explotados y expoliados», me parece que hablas mucho para no saber nada de nuestro trabajo.
Solo por un par de artículos y vídeos que has visto en youtube desde tu laptop muy cómodamente en tu sofa, me parece que no basta para juzgar a una profesión entera.
#011: Ana, la que generalizas eres tú cuando te crees que escribo «solo por un par de artículos y vídeos que has visto en youtube desde tu laptop muy cómodamente en tu sofa». Te equivocas de parte a parte. Me he informado, he hablado con mucha gente, y sobre todo, tengo datos, muchos datos. Datos de verdad, numeritos de los que hablan, y que sacaré en cuanto tenga los permisos oportunos, no te preocupes: numeritos que demuestran exactamente cuánto se ha ido en subvenciones para qué películas, y cuántas de esas películas se han estrenado realmente frente a las que han simplemente simulado un estreno, además de aquellas en las que las gráficas de ingresos muestran claramente la evidencia de compra de taquilla. No te preocupes, que en breve responderé a tus desinformadas críticas con los datos adecuados. Y ahí ya veremos quién es el que no sabe nada del trabajo de quién.
Ya que tocas el tema, me imagino que estás al corriente de esto:
Neri ante el juez: «Yo por 40.000 euros en la SDAE no trabajo»
Siempe igual, derrochando dinero público, como si fuera de ellos.
Tu me estás dando datos de subvenciones, pero sabes acaso los datos de todas las productoras que no piden subvenciones, todas aquellas que ponen su dinero. Porque quieren o porque no pueden optar a las subvenciones que siempre van a parar a los mismos.
Productoras que de verdad se comprometen con el cine y la creatividad española.
Esos datos SEGURO que ni los tienes ni te interesan. Solo te interesa politizar un problema en una profesión de la que solo sabes por terceras personas y números. Pero se te olvida que estas hablando de un arte, y las artes no son solo números.
Se te olvida todas las personas que trabajamos en este oficio y que no pertenecemos a tus números que trabajamos honradamente con ilusión y pasión dando lo que tenemos y lo que no tenemos para crear.
Enrique, creo que pese a la cruda realidad del sector, la cruzada que tienes con el cine español trasciende más allá de la corrupción que pueda haber en el sector. Lo que dice Tinieblas es para indignarse, quejarse y montar un pollo, sin duda, pero echarle las culpas a Sinde y reducir al sector a un grupo de ladrones me parece demagogioa pura y dura. No se puede negar la evidencia pero tampoco conviene utilizarla para criminalizar todo un sector. Y es que ese discurso de los mantenidos ya cansa, porque, como bien dice Tinieblas, los que se lucran de esto son algunos PRODUCTORES, que te aseguro que en el equipo de una película son minoría. Que por cada productor que participa en una película habrá 10 o 15 técnicos, y que el hecho de que mucha gente calle, como dice Tinieblas, quizás no les honre mucho, pero seguramente se deba a que las autoridades (presentes, sí, pero también pasadas, ojo) nunca han supervisado la transparencia de un sistema de subvenciones necesario pero totalmente descuidado.
Me jode que esta situación sirva siempre para cuestionar el sistema de subvenciones y no para tratar de mejorarlo para que cumpla su función, que es la de salvaguardar la creación artística del país en unas condiciones de mercado que le son totalmente desfavorables. Porque hay que hablar de todo, que igual que tú tienes datos de los desbarajustes realizados a costa del dinero público, también deberías recabarlos para entender la realidad del sector en su conjunto, para ser consciente de las imposiciones de las majors a las salas de cine, para entender de una vez que los que han presionado para crear la ley sinde no son tanto «los de la ceja» como Hollywood, que son quienes realmente pierden pasta porque son suyas las pelis que se piratean, que cuando se ha propuesto establecer cuotas de versión original a todos los estrenos para favorecer una mayor presencia de cine europeo EE.UU. ha amenazado con limitar las importaciones que hacen de productos españoles.
Me parece que lo que publica Tinieblas hay que denunciarlo, que no es lo mismo que utilizarlo. Que no vale de nada tener lástima de los creadores de los que se abusa si la alternativa que se plantea es la de erradicar las subvenciones (al cine, claro, nunca se habla de empresas que facturan infinidad de dinero y no hacen más que recibir rebajas fiscales, o de las ayudas a otros sectores no mucho más productivos, pero obviamente mucho menos atractivos y mediáticos para hacer política) o si se utiliza para criticar los derechos de autor, etc.
Y es que lo que dice Tinieblas de que «no hay que pagar por ver cine español» es también una declaración muy peligrosa. Seguro que esto para muchos será la justificación para seguir defendiendo determinado tipo de descargas, claro que luego ni lo que se descargan es cine español (por lo cual no se ha pagado con impuestos) ni aplican esa regla de tres, por ejemplo, a las verduras, las frutas o la carne que se produce en este país y que también reciben ayudas. ¿Deberíamos llevarlos los filetes gratis del supermercado porque el estado de ayudas a la ganadería? Hombre, por favor.
A lo mejor el problema es que no se persigue a quienes defraudan y abusan del sistema, pero claro, eso es mucho más complejo, supone señalar con el dedo a personas concretas, buscar pruebas, hacer inspecciones fiscales y una serie de incomodidades que ni Sinde, ni Aguirre, ni nadie han abordado durante el ejercicio de sus responsabilidades en el Ministerio de Cultura.
#016: De lo que estamos hablando, y eso sí que lo sabes tan bien como yo, es de un sistema que ha conseguido como éxito clamoroso crear una «industria» dedicada de manera generalizada a engañar, fingir y simular. En la que salvo unos pocos casos muy honrosos, las películas no son más que un medio para conseguir un fin, y ese fin se asegura mediante trucos ya completamente institucionalizados como el falso estreno o la compra de taquilla. Esa es la realidad para una cantidad muy significativa de lo que llamamos cine español. Si a eso le añades una ministra puesta ahí por la propia industria y dedicada a mejorar la situación echando más dinero a la máquina, lo que tienes es de un nivel de desfachatez tal, que lo único que clama es porque llegue una investigación en condiciones y se depuren las responsabilidades de un expolio al erario público que clama al cielo. Eso es lo que hay.
En el cine español hay personas muy honestas, grandes profesionales y se generan algunas grandes obras, pero están en clara minoría con respecto a creaciones que – pudiendo ser buenas, malas o regulares – han sido descaradamente instrumentalizadas para conseguir unos fines evidentes: captar cuanto más dinero mejor, a expensas de la calidad o de la viabilidad del producto. Los estrenos falsos, la compra de taquilla o el inflado de presupuestos son mentiras, falsedades, engaños, y como tal, deben aparejar las responsabilidades oportunas. Y en lugar de eso, lo que se ha hecho es institucionalizarlos, generalizarlos, y hasta considerarlos un éxito para una ministra «orgullosa de su gestión».
Ana, me gustaría saber qué proporcion de la industria es, según tú, la que no es subvencionada.
A mí no me parece que Edans generalice puesto que se refiere claramente a la industria del cine español que vive de las subvenciones. Incluso menciona que existen honrosas excepciones.
Por lo tanto la pregunta es: ¿Cuántas de las películas que se producen son subvencionadas y cuántas lo ponen ellas mismas?
Desde luego lo que está claro es que del cine subvencionado, que no parece que sea una pequeña parte, es a lo que se refiere Edans. Por lo que he podido ver, lo que critica es que sea la gran parte de la industria, en ningún momento dice que sea toda ella. Es cierto que dice «Esa es la realidad del cine español», pero puesto en contexto siempre se critica en el contexto de que es debido a una mayoría corrupta.
Así que, de verdad, me interesa: ¿es más de ese 3% que dice Tinieblas? ¿Cuántas pelis al año, aproximadamente, o qué porcentaje de pelis españolas no subvencionadas se hacen?
Excelente, como siempre. Es muy triste que el cine español (y no sé hasta qué punto el de otros países) haya quedado relegado a los mandatos del dinero y de la gente sin escrúpulos. Pero lo cierto es que no me sorprende, pues aún en crisis tenemos gente con poder (y responsabilidad, que es lo peor) que sigue tirándose al sol con 5 sirvientes alrededor mientras recorta los salarios de sus trabajadores hasta lo mezquino.
Sencillamente, lamentable. En ocasiones, preferiría no saber nada de esto, pues es mejor la ignorancia que saber lo mal que están las cosas y no saber qué hacer para mejorarlo.
Me pregunto qué tal dormirá la ministra Sinde sabiendo que, mientras tanto, la mayoría de los españoles sueña con empujarla por un precipicio. ¿Le permitirán su obstinación y terquedad percibir que nadie piensa que haga bien su trabajo? En fin…
¡Un saludo, Enrique! Tus publicaciones sí son un granito de arena y un pinchazo en el trasero para levantarse y combatir tanto despropósito.
¡QUE GRANDE, TINIEBLAS!
No lo conocía, pero es un descubrimiento; un señor que habla desde el conocimiento y el cabreo, y con papeles en la mano. Lo seguiré, porque seguro que hace cosas interesantes, habla como el que tiene talento. Gracias por traerlo, la hora del vídeo se me ha hecho corta.
Y para #015 Ana; las productoras que arriesgan y «trabajan honradamente con ilusión y pasión dando lo que tienen y lo que no tienen para crear» no les afecta la denuncia. Es más, deberían (deberíais) apoyarla, limpiar el paisaje de parásitos y que lo que se reparta (si es que algo debiera repartirse, esa es otra discusión en la que si quieres entramos, con permiso del Sr. Dans) se haga a empresas que lo único que quieran sea llevárselo crudo.
Las corrupciones presentes en la política de subvención al cine español es un síntoma más de un sistema que ya no da más de sí: la democracia surgida tras la transición. La democracia como ordenamiento teórico es el menos malo conocido, pero su plasmación práctica en la España de nuestros días nos conduce al abismo. Sencillamente, nuestra economía no soportará mucho más tiempo la ineficiencia y corrupción.
Ojalá que el cine fuera una excepción y que otros campos de la cultura (entre la que incluyo la producción académica) estuvieran limpios de corruptelas. No es el caso.
El problema es que este caso ha explotado por soberbia. Un pecado muy viejo que ha chocado con la «nueva» realidad que es Internet, que pierde las comillas en términos históricos. Las denuncias de corrupción apestan el aire que respiramos cada día, pero en este caso, y en los últimos años, encima ha habido displicencia, petulancia, desprecio a esa persona -el votante- que antes de Internet no tenía voz.
Y ha terminado por estallar debido a un vicio muy español: «Mantenella y no enmendalla». Ante los primeros errores, el responsable directo o el último deberían haber dado un giro de timón. Como poco, parecerlo, disimular, apaciguar.
Pero no. Les pudo la soberbia, el sentirse invulnerables. Y se les olvidó que Google tiene caché y que Internet no olvida.
Si se atiende bien el Sr. Tinieblas no está contra las subvenciones en sí mismas sino contra que las subvenciones vayan al productor y no al director. Esto no por querer «llevársela» él, sino porque en su caso específico (que es el único que denuncia al final), siente que ha sido timado, que su película se ha utilizado no como fin en sí mismo sino como medio recaudatorio, y lo que es peor, se le ha excluido de la post-producción resultando un producto muy mal terminado, que claramente lo avergüenza.
No hay forma de saber si manteniendo él el control del dinero o habiendo participado él en la última etapa de la película, hubiese resultado un mejor producto y quizás hasta exitoso comercialmente. Tampoco sabemos por qué aceptó contratar con este productor en particular y por qué aceptó perder el control de su película, puesto que, como él mismo lo repite, tiene más de diez años en el medio y un modus operandi de esta magnitud no es nuevo ni puede habérsele escapado al momento de tomar decisiones y firmar contratos. Creo al final que el Sr. Tinieblas actúa más por despecho que racionalmente al echar mierda en el ventilador y no habla de sus propios errores en este proceso. Quizás, sencillamente, debió esperar a que su propia productora pueda acceder a las subvenciones y manejar personal y directamente él mismo su película como productor y director.
De un caso muy específico y sobre el cual sólo se aporta como prueba dura de fraude una factura aparentemente falsa (que bastaría para denunciar un delito fiscal- por qué no se hizo esto al menos) se está extrapolando aquí una serie de conclusiones contra el sistema de subvenciones estatales al cine que no formula ni avala el propio denunciante. El Sr. Tinieblas no niega la necesidad de una subvención pero bien llevada, que apunte al cine de autor y a la película misma como objetivo final, que es lo que nos cuenta sucede en otros países y cita los casos de Kieslowski y Kusturica.
Desde este lado del Atlántico el sistema de subvenciones compartido que tenemos con ustedes, se llama Ibermedia, francamente sí funciona. El año pasado dos de las cinco películas nominadas al Oscar de película extranjera se realizaron con fondos españoles (y americanos): la peruana «La teta asustada» y la argentina «El silencio de tus ojos», que por cierto ganó. No sé si será por lo franciscanos de los presupuestos, por la participación de más de un Estado, por la lejanía y la pluralidad de intereses que hace difícil que aparezcan mafias, pero lo cierto es que este tipo de subvención está dando buenos frutos. Y lo digo a mi pesar pues personalmente y por principio estoy en contra de cualquier participación estatal en los mercados, incluyendo el cinematográfico. Pero reconozco que en el Perú, donde apenas hacemos unas diez películas al año, estas diez ganan premios, participan del circuito de festivales y son a su manera, que no es la de la taquilla sino el del prestigio, exitosas.
España debería aplicar las fórmulas que ya conoce de Ibermedia a su propio cine. Eliminen las subvenciones «automáticas» que se presten a fraudes, reduzcan a la mitad la cantidad de películas financiables que 180 es una insensatez, creen concursos para cada etapa (desde el guión hasta el marketing), apunten al quien lo necesita, el cine de autor y no indiscriminadamente beneficiando al cine comercial que no lo necesita (Torrente). Si España gastase un diez por ciento de los fondos que maneja sólo en marketing de sus películas en latinoamérica, muchas de sus producciones pasarían del rojo al azul. Pero aquí no se ve cine español ni en las salas ni en la televisión y eso es una vergüenza. A ver si con Netflix arreglamos esto.
Las subvenciones alimentan la corrupción igual da que sea a la Industria, (os acordaís de Matesa), la minería (os acordáis de la minería asturiana), las obras públicas (os acordáís del AVE y del Aeropuerto de Ciudad Real), el campo, (os acordáis del lino), o el arte, ( el cine, si, pero también la música, (Palau), la literatura (SGAE), la pintura (museo Guggenheim)….
Desgraciadamente hacen falta subvenciones para continuar o fomentar ciertas industrias que por un motivo u otro conviene proteger, tanto de sectores económicos, como artísticos, pero la arbitrariedad que supone la forma de dar una subvención, atrae a los sinvergüenzas, se haga como se haga, ese es el problema y no es un problema de este u otro político, es inherente al sistema. A más subvención más corrupción.
# 022 Mario: «Creo al final que el Sr. Tinieblas actúa más por despecho que racionalmente al echar mierda en el ventilador y no habla de sus propios errores»
No deberías ir por la vida así, descalificando a la gente e interpretando las supuestas intenciones oscuras que hay detrás. Es como si yo dijera que tu entras aquí para joder a EDans por despecho, envidia, etc. Ten en cuenta que participas en un blog muy interesante en el que se aceptan comentarios y eso es enriquecedor y se presta a un debate que puede producirse con tranquilidad y respeto. Por favor, céntrate en los temas aceptando las críticas políticas (incluso aunque fueses militante del PSOE) y sin ir contra las personas. Evita los malos rollos.
Realmente convincente este hombre. Transmite la información de forma totalmente directa, clara y sencilla. Me ha sorprendido y convencido su historia.
# 24. Es el propio Sr. Tinieblas quien reconoce actuar por «despecho» en la conferencia y utiliza específicamente dicho término.
Si siguieses el enlace (realmente vale la pena la hora) o leyeses mi comentario completo (ni siquiera soy español para ser militante de nada), no tendrías que ir por la vida descalificándome ni interpretando mis intenciones.
#13 Jose
Lo que casi dice este ladrón de Neri es que «Si, soy corrupto y estoy orgulloso de serlo, ¿pasa algo?», lo que yo digo, en España ser un ladrón es una profesión no un delito y de las mejor remuneradas y ademas resulta que en el sector del robo no hay crisis y genera innumerables puestos de trabajo.
Totalmente de acuerdo con Tinieblas. Esto, que no pasa solo en el cine, se sabe hace años. Para sanear el cine solo hay un remedio, transparencia en las cuentas y qué se pida resultados en taquilla. Así solo se dedicaran a él gente que lo ame, entre los que me incluyo!
Buen artículo,.clarificador.
Un apunte a mayores, si tu película habla sobre… y lo voy a poner: LA PUTA GUERRA CIVIL, entonces «compañero», subvención doble, eso sí, alzando a la categoría de santos a Carrillo y compañía.
Saludos
Tan dificil es separar subvención de corrupción, como trabajo de esclavitud.
Lo que tiene güasa es la hipocresía insultante de una clase pólitica, empresarial y cultural, que con el arma del delito en la mano niegan la mayor y se atreven a criminalizar a sencillos ciudadanos.
Yo estuve en los Goya, y la respuesta de muchos como Bardem, fue la de enseñarnos el «middle finger»
#022 Mario, su opinión como peruano es importante pues desde aquí tal vez se tiene la percepción que en Latinoamerica, y especialmente en países en donde existe una corrupción campante como el Perú o Bolivia el problema del cine subvencionado es quizás peor que en España.
http://www.libertaddigital.com/mundo/2011-09-02/corrupcion-campante-en-peru-1276434155/
«Desde este lado del Atlántico el sistema de subvenciones compartido que tenemos con ustedes, se llama Ibermedia, francamente sí funciona» escribe usted.
En este sentido sería agradable que comentara algo acerca de las conclusiones obtenidas en el reciente Festival de Lima del pasado mes de Agosto en el que participaron miembros de la Federación Iberoamericana de Productores Cinematográficos y Audiovisuales (FIPCA).
Si en el tema de las subvenciones y a pesar de la fuerte corrupción política han conseguido en el Perú que el sistema funcione sería interesante plantear la importación de vuestro modelo al mercado español. Pero, en Bolivia, al parecer ha existido corrupción reciente en el otorgamiento de subvenciones de Ibermedia.
http://eju.tv/2011/02/filme-boliviano-genera-polmica-y-llega-a-manos-de-la-oficina-anticorrupcin/
Un resumen por si alguien se anima:
http://www.mimesacojea.com/2011/02/como-producir-una-pelicula-espanola.html
#032: Ya estaba vinculado en la entrada original, Joako. Pero gracias en cualquier caso: un texto que refleja fielmente la realidad, y que además lo hace con gracia :-)
Conozco de vista a Tinieblas desde hace bastantes años de coincidir con él en la semana de cine fantástico de San Sebastián y eventos del estilo. He visto varios de sus cortos y me ha parecido siempre (y me lo sigue pareciendo) un tipo muy capaz; valido y con los pies en el suelo.
Lo que dice en la rueda de prensa es, desde luego, de verguenza y razón de sobra para escandalizarse y exigir responsabilidades al ministerio. Pero es también un secreto a voces, no es nada nuevo. Es la primera vez que lo oigo en una rueda de prensa pero sus denuncias son vox populi hace tiempo y son de sobra conocidas por cualquiera que tenga un mínimo de relación con el mundillo. Hace ya tiempo que he seguido discusiones sobre salas de cine que se dedican casi en exclusiva a pasar «falsos estrenos» y a disfrazar cifras de taquilla para que cuadren con lo exigido en la subvención y de como están regentadas por gente con relación con las productoras, en un circulo vicioso de corrupción y desverguenza.
Que en un pais se hagan en un año 180 películas financiadas principalmente con fondos públicos, de las cuales más de 100 no llegan jamas a exhibirse en un cine «real», es claramente un fraude a gran escala totalmente institucionalizado.
Lo del cine español es una estafa sin justificación posible, y no tiene nada que ver con las subvenciones a la industria o a la agricultura (al margen de que también se podría hablar de eso, pero es otro tema) pese a que hay gente que en los comentarios intenta mezclar churras con merinas para enfangarlo todo y que así, la mierda repartida parezca menos. Para que fuera comparable, tendría que dase el caso de que 90% de la gente que recibe dinero público para agricultura no pusiera jamas un tomate en un mercado. O vendieran únicamente al año dos cajas de lechugas en un mercado escondido.
#022 Mario, si tu estás en el Perú ¿porqué has escrito «Desde este lado del Atlántico»?:
Tu frase completa: «Desde este lado del Atlántico el sistema de subvenciones compartido que tenemos con ustedes, se llama Ibermedia…»
Pero Perú está sobre el Pacífico:
http://www.cncsac.com/2008/Imagenes/Mapa_Departamental_Peru.gif
Tinieblas González lleva años queriendo vender la moto para hacer su ópera prima y no vivir de las rentas de su corto sobre El cuervo, de Poe. No le quería ni Julio Fernández en la época de Fantastic Factory, donde daba dinero a cualquiera. Perdería el culo por una ayudita ministerial o municipal, que ya estará harto de malvivir de los canapés de los festivalillos de terror de la piel de toro. Envidia y ego, combinación fatal. Ah, y si la gente ha pagado por ver una película espléndida como «No habrá paz para los malvados», ¿lo hará pensando en la subvención o en que sencillamente es cojonuda?
Pues para lo que ha servido tu artículo es para que compre las memorias de Landa por Amazon.es ;-)
Me he leido el primer capítulo (que referencias) y realmente me ha conmovido…
El «dejar hacer, dejar pasar» de A. Smith es lo que está al final de muchos argumentos (aún sin que los argumentadores lo sepan). Nos enzarzamos en discusiones sobre la conveniencia de que los mercados se autorregulen y bla, bla, bla, y se nos olvida que para que un mercado se autorregule de facto debe haber una igualdad real entre todos los países que participan en dicho mercado, cosa que no pasa en ningún mercado que yo conozca. Tasas, aranceles, SUBVENCIONES,leyes proteccionistas…es en este «caldo» en el que nos movemos.
Hablando específicamente del cine, ¿cómo se puede competir con el cine de otros países? que como el cine USA abarca todos los nichos de mercado y tiene una potencia de producción y una productividad elevadísima. Pues, tal vez con un modelo en el que se apoye a los productores animándoles a sacar productos viables que puedan competir.
El problema aquí, no es el fin, son los medios. Es decir, cuando algo creado para un bien es utilizado, por cada vez más parte de esa industria subvencionada, para llenarse los bolsillos haciendo «una trampa legal».
Pero se nos olvida que hay una figura legal que se llama «Fraude de ley» que es aplicable en estos casos.
Casarse con una extranjera solo para que esta pueda obtener los papeles de residencia y el permiso de trabajo es un claro ejemplo de lo que es un fraude de ley. Porqué cuando se comete un fraude de este tipo es castigado socialmente con el desprecio y la persecución policial, y si el fraude es cometido por «productores» acomodados no recibe el mismo tratamiento, por lo menos hasta la fecha.
Perder el tiempo en discusiones sobre casos concretos, que si tal película es una obra maestra y ha sido subvencionada (No habrá paz para los malvados, que me parece magnifica), o si tal otra es una «castaña» y el director despechado por no controlar su obra «canta» (como parece el caso de Tinieblas Gonzalez y su » Alma sin dueño», o «Sin alma»)me parece perderse entre los «árboles del bosque», ya saben, lo de los árboles y el bosque.
Me parece que la postura de E. Dans es la más valiente al respecto, se investiga, se habla con los integrantes de la industria, se denuncia con los medios y las pruebas contrastadas que se tienen…y se abre el debate que DE OFICIO DEBERÍA HABER ACOMETIDO LA ADMINISTRACIÓN… pero ya se sabe que cuando se pone a «la zorra a cuidar el gallinero»…se que esta serie de posts sobre «El fraude de ley en el cine Español» continuará, porque veo lo que E. Dans ha propiciado en el asunto de la gestión de derechos de autor y su industria…
así que nos veremos comentando en los posts de este tema que, estoy seguro, se sucederán en este blog.
#036 Matar al mensajero no es constructivo.
Me alegro que la envida y egoismo de alguien sirva para que se destapen los trapos sucios.
#35. Me refería a América. Ibermedia funciona con varios países en A.L.
#31. Más que recomendar modelos trataré de ser descriptivo, porque repito, estoy personalmente en contra de las subvenciones en general. En el Perú tengo amigos que hacen cine gracias a estas subvenciones pero la pasan negras buscando durante años un financiamiento público como el de Ibermedia. Pese a esto, ninguno de ellos se ha visto nunca expuesto a un trato como el denunciado por el Sr. Tinieblas: ellos mantienen el corte final de su película, son en la práctica sus propios productores, no tienen fechas ni zonas límites para el estreno ni aspiran a ninguna devolución en función de la taquilla, no es tampoco una sola entidad la que financia totalmente la película sino varios fondos que convergen para este fin. Se someten, eso sí, a múltiples concursos y aplican a cuanta subvención se ofrece en el mundo cuando pueden cumplir los requisitos.
Los fondos españoles, que imagino es lo que interesa, sólo se otorgan por ejemplo cuando hay un porcentaje de técnicos o actores españoles contratados. Algo perfectamente razonable y factible.
Este proceso es tan largo, segmentado e incierto que una figura como la del «productor» mafioso que denuncia Tinieblas no podría darse. Es demasiado mal negocio, sobretodo para un corrupto, o en otras palabras, el sistema no lo alienta.
Hay un musical de Broadway de Mel Brooks, llevado al cine varias veces titulado «The Producers». Aquí un par de estafadores (un contador y un productor de Broadway) recaudan dinero de ancianitas millonarias para financiar un musical. Si este fracasa no tienen que devolver el dinero, si triunfa en cambio tendrían que devolverlo y además pagar impuestos. Lo que intentan entonces es crear deliberadamente un flop que sea destrozado por la crítica y el público desde la primera noche para quedarse con los gastos de producción antes de ser auditados.
http://www.youtube.com/watch?v=DU6kBhQt_3E
Si reemplazamos a las ancianitas de Park Avenue por el Estado Español lo que aparece es un sistema perfecto que sí alienta o invita a la corrupción. Es una tentación producir flops y pagar o comprar una falsa taquilla, si sabes que el Estado español te devolverá los gastos. Es otra tentación inflar o falsificar facturas que serán devueltas por el Estado para acrecentar dichos gastos. Y este es básicamente el problema que detecto en su sistema de subvenciones: el Estado español es la ancianita ingenua perfecta, siempre dispuesta a soltar pasta, película tras película, porque está obsesionada con financiar muchas películas sin importar su calidad o su rentabilidad. Es un mal sistema que termina pagando películas que no eran dignas de ser financiadas por su mala calidad, o también que no lo necesitaban por su buena rentabilidad, ya que su objetivo es «crear industria» en vez de ayudar a quien lo necesita, la razón de ser de toda verdadera subvención.
A esto se reduce al final nuestras diferencias y hace que el sistema que subvenciona al cine en el Perú sí funcione: aquí no nos sobra la pasta para «crear una industria» sino que vemos qué proyecto es el más prometedor. Nuestra Ministra de Cultura no pretende hacer industria ni habla de cuántas películas financiamos al año sino de cuáles y qué han ganado en Toronto, La Habana, San Sebastián o Berlín. Apenas si llegaremos a una decena de películas por año dirigidas al circuito de Festivales y se gasta lo menos posible en ellas porque los fondos son exiguos.
PS: No quiero llamar a error y hacerles creer que las películas peruanas sean «buenas» a secas o que seamos mejores que nadie. Como la mayoría del cine de autor, nuestras películas podrán recoger premios pero son un rotundo fracaso comercial en la taquilla. No tenemos ni el mercado ni el nivel de inversión necesarias para hacer un blockbuster. Pero esto sería tomar el punto de vista de una industria. Desde el punto de vista de una política cultural de Estado, nuestra inversión en cine parece ser más «eficiente» que la española si vemos cuánto se invierte y qué se obtiene.
El tema de las subvenciones de mentalidad «española»: ¿Cuántas empresas viven de subvenciones? ¿Cuántas empresas sólo les interesa conseguir subvenciones para sobrevivir? Es lo mismo que cobrar el paro ¿Cuántas personas prefieren seguir cobrando el paro que ponerse a trabajar, innovar?
He visto la rueda de prensa entera y este chaval los tiene muy bien puestos.
Ahora, a nivel de alguien de alguien de fuera del sector es muy difícil saber si realmente las coas van tan mal como él dice o no. Hemos visto su versión y supongo que habrá una contraversión. Lo que sí está claro, y no lo pueden negar ni los más acérrimos defensores del sistema actual, es que para salir de dudas y ver la realidad tal como es necesitamos transparencia a tope.
Esa sería la primera propuesta que yo pondría encima de la mesa, urgentísima si pensamos cómo están las cosas para el ciudadano corriente y los ajustes que vamos a tener que soportar, incluidos servicios públicos básicos. Si el fraude de ley es generalizado en el sector y no se hace nada, lo que puede pasar es que en unos años empiece a salir la mierda, como ha ocurrido con la SGAE, y entonces nada va a salvar del descrédito al sector entero, que puede perder todo el apoyo público, porque el cabreo del apaleado ciudadano de a pie va a ser monumental.
Aparte de esto, yo personalmente estoy en contra de las subvenciones al cine. Por un lado no me parecen efectivas, si el objetivo era crear una industria nacional potente, los resultados dejan mucho que desear. Sería interesante estudiar fórmulas alternativas para lograr ese objetivo, como un trato fiscal muy benigno a la inversión cinematográfica (si Europa lo permite) y cosas así. En segundo lugar, no me parecen oportunas; lo siento mucho por los cineastas, pero en estos momentos simplemente no nos podemos permitir apoyar a la industria cinematográfica. Afrontamos un ajuste inevitable, y va a ser muy difícil que la gente entienda que se mete la tijera en la sanidad o en la educación, como estamos viendo, o que hay problemas para pagar a los proveedores y enfrentamos cierres de farmacias, huelgas del servicio de recogida de basuras, etc, porque la administración es morosa, y sin embargo sigamos dedicando dinero al cine. El sector público se tiene que ajustar el cinturón, nos guste o no, porque no hay dinero, y lo lógico es que los recursos que queden se dediquen a los servicios público básicos y a gasto asistencial. Un ejemplo: en mi barrio de Madrid hay muchas familias viviendo con un subsidio de paro paupérrimo y en muchos casos con hijos a cargo. Para estas familias que ingresan 600 euros al mes tener un comedor para parados que les ahorrase 140 euros al mes en comida sería un sueño. No lo hay, pero lo que sí que hay en Madrid son chorrocientos festivales de cortos o de cine en general, que cuentan con el apoyo financiero de la Administración. ¿Qué es más importante hoy en día? El caso de los festivales de cortos es especialmente sangrante, porque la justificación sigue siendo llevar al espectador obras que, por estar fuera de los circuitos comerciales, no le llegarían de otra manera: ¿es que no han oído hablar de Internet?
El sector cinematográfico español se aleja de la ciudadanía a marchas forzadas. En primer lugar tenemos a una derecha faltona que la ha tomado con «los de la ceja» y que identifica cineasta con progre apesebrado, lo que es injusto, pero convence a su parroquia. Junto a ese problema, tienen uno auto-generado, y es su obstinación con defender un modelo de negocio obsoleto y seguir con la matraca de las descargas «piratas» que practica y acepta todo el mundo, incluidos miembros de sus familias. Que existen modelos alternativos compatibles con la (inevitable) libre distribución de contenidos es algo que sabe cualquier chaval a día de hoy, pero parece que los señorones del cine español ignoran. Y lo peor es que siguen creando conflictividad con ello, ellos y todas las demás industrias de contenidos. Suicida. El tercer problema es este de las subvenciones, que en general no gustan; lo despachan diciendo que es el chocolate del loro, que 300 millones de euros (o los que sean) no es tanto, etc., cosa que a los millones de familias que subsisten en España gracias a la generosidad de sus familiares o a subsidios precarios evidentemente les cabrea. Y ya digo, yo no sé si lo que dice Tinieblas es verdad, pero como pase como con la SGAE y la gente se entere por la prensa sin que nadie del sector ni del ministerio haya dicho ni mu, de que lo de las subvenciones es un pillaje consentido, ya no es que pierdan las subvenciones, es que tal y como están los ánimos a día de hoy les falta calle para correr.
Hay veces en las que las noticias dicen a diario que vivimos una época de cambios históricos y algunas personas parecen no creérselo, y seguir como si nada. Más le vale a la gente del cine español reaccionar ya, o si no los acontecimientos les van a pasar por encima. El caso es que lleva tantos años viéndose venir que como insistan en el inmovilismo el resultado va a ser tragicómico, como la famosa escena que podéis ver en Youtube si hacéis click en mi nombre, arriba.
no con mi dinero por favor….aqui aportan mas luz al interesante y oscuro tema de las subvenciones
http://viajeinteriorcinespanol.wordpress.com/2011/11/08/deconstructing-cine-espanol/