Todos los rumores (vía The Register, AppleInsider) apuntan a que en la próxima semana, en una conferencia de prensa convocada por Apple el miércoles, se producirá el anuncio del lanzamiento del iPOD Video, del que ya hablamos allá por Julio.
Del cacharrito en sí no voy a hablar, porque como ocurriría con cualquier lanzamiento que lleve una manzana encima, ya tendréis oportunidad de verlo en fuentes seguramente mucho mejor informadas que yo. Pero, como ya dije en aquel post en Julio, lo importante en sí no me parece el iPOD Video en sí mismo, sino las posibilidades que tiene de crear todo un nuevo ecosistema a su alrededor, como el iPOD ha hecho con la música y el sonido, algo en lo que la empresa de Steve Jobs se está demostrando como una auténtica experta. La perspectiva de una redefinición del panorama del vídeo resulta enormemente atractiva: por ejemplo, dado el tamaño de la pantalla, incómoda para cualquier estándar de visualización a pesar de su aumento a expensas de la reducción de la rueda de control, y considerando que la visualización de contenidos de vídeo resulta incompatible con muchas de las situaciones para las que un reproductor portátil está diseñado, cabe sin duda esperar un desarrollo de dispositivos para complementar al iPOD Video, tales como pantallas portátiles, posiblemente embebidas en gafas, enrollables o virtualizadas en dispositivos de proyección de diversos tipos. Por la madurez de la tecnología ePaper, podría pensarse incluso en algún desarrollo que posibilitase la reproducción sobre este tipo de soportes en un futuro no necesariamente lejano. En el mismo sentido, es posible que aparecezcan periféricos que permitan enviar fácilmente la señal desde un iPOD Video hacia monitores cercanos, al estilo de los que convierten al iPod en una emisora de FM de corto alcance. En otro ámbito, la ampliación del podcasting, de popularidad creciente, al terreno del vídeo promete modelos curiosos en los que sin duda habrá amplias oportunidades de generación de valor.
Lo importante, en resumen, no es que vaya a lanzarse un reproductor de vídeo portátil. Eso, seguramente, lo pueden hacer muchas empresas. Lo importante es quién lo lanza y el tipo de cosas que con ese soporte puedan generarse a su alrededor.